
Aaron Chown-WPA Pool/Getty Images
Historia de dos conversaciones
Fue el mejor de los discursos; fue el peor de los discursos.
Donald Trump pronunció ayer uno de mis discursos favoritos de un presidente estadounidense, en el que elogió el bien que Gran Bretaña y Estados Unidos han hecho juntos por el mundo entero. Es un discurso que no sólo fue edificante e inspirador; tiene el potencial de dirigir a la gente de vuelta a Dios.
También ayer, Barack Obama habló sobre Charlie Kirk, culpando a Donald Trump de fomentar “opiniones extremas” y un tipo de política hostil, que Obama dijo que nunca toleraría “en mi Casa Blanca”. Es parte de una reescritura más amplia de la historia. A los izquierdistas les molesta que la gente pierda su trabajo por celebrar un asesinato político. Pero durante años, no sólo despedían a la gente por lo que decía, sino que la llevaban a los tribunales por lo que no decía. Si uno se negaba a afirmar sus dogmas como el “matrimonio” homosexual o la transexualidad, ¡intentaban meterle en la cárcel! Finalmente, alguien se les está enfrentando, ¡y no les gusta!
Barack Obama sigue intentando “raer el nombre de Israel”, mientras que Donald Trump, aunque no se dé cuenta, exhibe ese nombre con orgullo ante el mundo.
La clase real y política británica ofreció anoche un banquete en honor de Donald Trump en el castillo de Windsor. Hasta el más mínimo detalle estaba hecho a su medida. El oporto servido databa de 1945, evocando al 45º presidente, y el coñac era de 1912, año del nacimiento de su madre en Escocia (aunque Trump no bebe). Una banda militar británica tocó “YMCA” mientras el equipo acrobático Red Arrows de la Real Fuerza Aérea se unía a los F-35 estadounidenses en un sobrevuelo.
El presidente Trump fue un amable invitado y pronunció un discurso en el que rindió homenaje a la relación británica y estadounidense:
Una quinta parte de toda la humanidad habla, escribe, piensa y ora en la lengua nacida en estas islas y perfeccionada en las páginas de Shakespeare y Dickens y Tolkien y Lewis, Orwell y Kipling. Gente increíble, gente extraordinaria como pocas veces hemos visto antes, y probablemente no volveremos a ver.
Los leoninos de este reino derrotaron a Napoleón, desencadenaron la Revolución Industrial, destruyeron la esclavitud y defendieron la civilización en los días más oscuros del fascismo y el comunismo. Los británicos dieron al mundo la Carta Magna, el Parlamento moderno y el método científico de Francis Bacon. Nos dieron las Obras de Locke y Hobbes, Smith y Burke, Newton y Blackstone.
Las tradiciones jurídicas, intelectuales, culturales y políticas de este reino se cuentan entre los más altos logros de la humanidad: realmente nunca ha habido nada igual. El Imperio Británico sentó las bases de la ley, la libertad, la libertad de expresión y los derechos individuales prácticamente en todos los lugares en los que ha ondeado la bandera del Reino Unido, incluido un lugar llamado Estados Unidos; ustedes conocen muy bien ese lugar, ¿verdad?
Su Majestad habló elocuentemente sobre el vínculo que inspiró a Sir Winston Churchill —y el busto está ahora mismo en el Despacho Oval, el hermoso busto de Winston Churchill— a acuñar la frase “relación especial”. Pero vista desde ojos estadounidenses, la palabra “especial” no empieza a hacerle justicia. Estamos unidos por la historia y el destino, por el amor y la lengua, y por lazos trascendentales de cultura, tradición, ascendencia y destino. Somos como dos notas en un acorde o dos versos de un mismo poema, cada uno bello por sí mismo, pero realmente destinados a ser tocados juntos.
El vínculo de parentesco e identidad entre Estados Unidos y el Reino Unido es inestimable y eterno. Es irremplazable e irrompible. (…) Juntos, hemos hecho más por la humanidad que cualquier otro par de países en toda la historia. Juntos, debemos defender el patrimonio excepcional que nos hace ser quienes somos. Y debemos seguir defendiendo los valores y la gente del mundo anglófono.
En un mundo en el que la historia británica y estadounidense es atacada y menospreciada desde fuera y desde dentro, es refrescante ver que alguien se levanta y dice la verdad sin pudor. El presidente Trump contraataca a quienes intentan raer “el nombre de Israel”. Gran Bretaña y Estados Unidos descienden del antiguo Israel. Luchar por su historia es una de las principales formas que Trump hace esto.
La historia de Gran Bretaña y Estados Unidos es un gran referente que guía a la gente hacia Dios. De ahí los ataques desenfrenados. Se nos dice: Dios no hizo que Gran Bretaña y Estados Unidos fueran grandes. ¡La esclavitud lo hizo! Sólo se hicieron ricos porque se lo robaron a los demás.
El presidente Trump expuso el panorama real. Pero puede ir un paso más allá.
¿Por qué Gran Bretaña y Estados Unidos han “hecho más por la humanidad que cualquier otro par de países en toda la historia”? ¿Por qué son “dos notas en un acorde o dos versos de un mismo poema, cada uno bello por sí mismo, pero realmente destinados a ser tocados juntos”?
Es porque Gran Bretaña y Estados Unidos tienen una historia con Dios. Dios prometió bendiciones espectaculares a nuestro antepasado Abraham. Prometió la salvación espiritual a través de Jesucristo, pero también prometió riqueza, poder y grandeza a los descendientes físicos de Abraham. “Dios los eligió no porque fueran mejores ni porque quisiera darles un privilegio especial, sino para usarlos como un ejemplo para otras naciones”, escribió el redactor jefe de la Trompeta Gerald Flurry en 2020.
El Sr. Armstrong calificó las bendiciones concedidas a Gran Bretaña y Estados Unidos como “¡... la prueba más contundente de la inspiración y autoridad de la Santa Biblia! ¡Al mismo tiempo, es la prueba más contundente de la muy activa existencia del Dios viviente!”. Aunque pocos se den cuenta, la visita de Estado de Donald Trump está poniendo de manifiesto la autoridad y el poder de Dios.
El presidente Trump necesita guiar a ambas naciones para que reconozcan a Dios como la fuente de esas bendiciones y se vuelvan hacia ellas. Esa es la única manera de que esas bendiciones regresen.
Usted puede conocer la historia completa del ascenso a la grandeza de estas naciones y ver a Dios obrar a lo largo de la historia del mundo. Este año se cumple el aniversario número 80 de la publicación de Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía por Herbert W. Armstrong. Ese libro contiene la llave maestra que abre todas las profecías bíblicas y da vida a las noticias mundiales y a la historia. Estaremos encantados de enviarle un ejemplar gratuito.
EN OTRAS NOTICIAS
Arabia Saudí y Pakistán firmaron ayer un acuerdo de defensa mutua. Cuando se le preguntó si esto pone a Arabia Saudí bajo el paraguas nuclear de Pakistán, un funcionario saudí respondió: “Se trata de un acuerdo defensivo global que abarca todos los medios militares”. Arabia Saudí teme que Irán consiga un arma nuclear, incluso después de que Israel y Estados Unidos atacaran sus instalaciones nucleares en junio.
Los ministros de Defensa chino y cubano se reunieron el martes en Pekín. El ministro de Defensa cubano, Álvaro López Miera, dijo que deseaba “elevar el nivel de cooperación entre los dos países y los dos ejércitos”. El ministro de Defensa chino, Dong Jun, dijo que deseaba “promover las relaciones militares entre ambas partes a un nuevo nivel y construir conjuntamente una comunidad China-Cuba con un futuro compartido”. La colaboración continua con la Cuba comunista proporciona al Partido Comunista Chino una isla a 90 millas de la Florida desde la que puede proyectar su poder contra Estados Unidos. Esta relación es el cumplimiento de profecías bíblicas clave sobre un asedio económico venidero.
Las conversaciones arancelarias entre Corea del Sur y EE UU se han estancado, según se ha confirmado hoy. Las dos naciones renegociaron un nuevo acuerdo comercial en julio, pero aún no se ha firmado oficialmente. Mientras tanto, las tensiones han empeorado después de una redada en una fábrica de Hyundai-LG en Georgia que condujo a la detención de más de 300 surcoreanos. La Trompeta espera que Corea del Sur, que ha sido un aliado de Estados Unidos durante más de 70 años desde la Guerra de Corea, rompa con Estados Unidos y pase a formar parte de un bloque de potencias asiáticas hostiles al que la Biblia se refiere como los “reyes de oriente”.
Rusia y China se unificarán… ¿biológicamente? Rusia está sufriendo una importante crisis demográfica, con una escasez de hombres agravada por el hecho de que se calcula que más de un millón de hombres murieron o resultaron heridos en su invasión de Ucrania, pero una migración de hombres chinos que buscan casarse con mujeres rusas puede cambiar la ecuación. Debido a su política de un solo hijo durante décadas y a su preferencia cultural por los hijos varones, sus estadísticas de población para 2024 mostraban que China tiene unos 30 millones más hombres que mujeres. Ahora que Rusia y China están aplicando políticas de exención de visados entre sí, muchos hombres chinos pueden optar por buscar novias en el norte. La Trompeta ha pronosticado una estrecha relación entre China y Rusia desde hace años, sólo que no esperábamos este tipo de relación.