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El oscuro futuro de Estados Unidos, a menos que Dios intervenga

El oscuro futuro de Estados Unidos, a menos que Dios intervenga

Según todas las apariencias, la izquierda radical en Estados Unidos está a punto de tener completa victoria. Existe un temor legítimo de que con su control sobre la presidencia, la cámara y el senado, la izquierda radical tendrá un poder ilimitado para transformar a Estados Unidos en un país completamente diferente.

Es por eso que la profecía bíblica es una fuente de esperanza tan invaluable.

La profecía muestra varios eventos que sucederán en el futuro inminente de Estados Unidos que efectivamente se volverían imposibles bajo una administración de Biden. Lea este artículo histórico de nuestro editor jefe para obtener más información.

Si usted es un escéptico acerca de la confiabilidad de la profecía bíblica, hay muchas pruebas para calmar sus dudas. La Trompeta tiene un historial comprobado de predicción precisa basado en la Biblia. Hemos publicado muchos folletos y artículos sobre este tema que prueban que las profecías de la Biblia son reales, son certeras y que usted puede confiar en ellas.

Para darle un ejemplo, mire algunos pronósticos que nuestro editor en jefe, Gerald Flurry, hizo hace 14 años sobre el peligro que enfrenta Estados Unidos en la actualidad. La frescura y la relevancia de esta advertencia son flagrantes.

Él escribió estas palabras justo después de las elecciones intermedias de 2006, en las que los demócratas tomaron el control del congreso. Esta dramática victoria presagió lo que parece estar sucediendo hoy, y el Sr. Flurry sonó una fuerte alarma.

“Yo creo que las Elecciones Intermedias de 2006 cambiaron para siempre la política norteamericana”, escribió. “Uno no necesita tener un entendimiento bíblico profundo para darse cuenta que algo está horriblemente mal en este país. ¡Estados Unidos está siendo maldecido!”.

Las amenazas externas a Estados Unidos exigían un liderazgo robusto y el Sr. Flurry advirtió que estos nuevos líderes eran simplemente demasiado pacifistas como para defenderse de esas amenazas. “La elección de los demócratas, creo, revela la desesperada falta de fuerza de voluntad en nuestra población más que cualquier otro evento singular. Esta elección envió un mensaje a los terroristas tan claro como el que Chamberlain le envió a Hitler cuando aceptó de él una promesa de “paz para nuestros tiempos”, escrita en un papel, cuando viajó a Munich antes de la Segunda Guerra Mundial”.

Piense en el mensaje que Estados Unidos le está enviando al mundo en este momento. La evidencia de fraude electoral es tajante, pero prácticamente toda la prensa y los políticos aceptan las elecciones; incluso los que se oponen a ella se han dado la vuelta y han dejado de luchar. La nación parece lista para regresar rápidamente a la política radical de Barack Obama y hasta algo mucho peor que eso.

“Ahora, los liberales extremistas dominan nuestro gobierno”, escribió el Sr. Flurry hace 14 años. “¡Con el paso del tiempo, se verá que ésta es una maldición mortal para Estados Unidos!”

El Sr. Flurry tenía razón. Ha sido una maldición mortal. Sin embargo, estas palabras son mucho más relevantes hoy que cuando él las escribió. Dios le está permitiendo a Estados Unidos tener un buen vistazo a lo que pudiera llegar a convertirse esta nación, si esa fuerza radical realmente tuviera en sus manos todas las palancas del poder.

Y, a menos que Dios intervenga, ¡eso es exactamente lo que sucederá! Debemos enfrentar esta realidad de lleno.

¿Exactamente, qué tan grande sería esa maldición para Estados Unidos? Piense en las medidas arbitrarias y autocráticas que, de la noche a la mañana, nuestros líderes promulgaron para enfrentar el coronavirus. Piense en la hostilidad descarada contra la libertad de religión, la libertad de asamblea y el derecho a portar armas. Mire las restricciones a la libertad de expresión que las grandes empresas tecnológicas han impuesto rápidamente. Piense en los líderes que están pidiendo que los estadounidenses que se manifestaron en Washington la semana pasada, sean tratados como terroristas; luego piense en cómo el verano pasado esos mismos líderes aplaudieron los disturbios raciales, y le dijeron a las fuerzas del orden que se retiraran mientras las ciudades ardían. Piense en las fronteras abiertas y más inmigración, políticas económicas destructivas destinadas a combatir el cambio climático, la aplicación de políticas radicales de género y transgénero, aborto al nacer y tantas otras posiciones radicales promovidas por la izquierda.

Piense en los cambios en la política exterior de Estados Unidos, con un hombre llamado Biden en la Casa Blanca. Piense en su política hacia una China ascendente y beligerante. Piense en cómo lidiaría con un Irán que se acerca a una ruptura nuclear. Como lo escribió el Sr. Flurry en su artículo de 2007, el ayatolá Ali Jamenei calificó el triunfo demócrata en 2006 como una “victoria para Irán”. 2021 es un triunfo: Irán ya está aprovechando la perspectiva de una administración Biden como una oportunidad para convertirse en un país nuclear.

Hace 14 años que Nancy Pelosi llegó al poder por primera vez. “Los demócratas están entusiasmados por el hecho de que ahora el apoyo a la ‘Moral al estilo San Francisco’ hace eco en las asambleas en Washington”, escribió el Sr. Flurry. Ahora la cámara de representantes de Nancy Pelosi [directora de la Cámara] está trabajando para eliminar oficialmente todo el lenguaje que reconozca las diferencias entre hombres y mujeres, y ellos apenas están comenzando.

“Al quitarle el liderazgo de calidad, Dios está maldiciendo a EE UU por su perversidad desenfrenada”, continuó el Sr. Flurry. “Los líderes que se están escurriendo al poder actualmente, son lo opuesto de los líderes temerosos de Dios que hicieron grande a esta nación. Sus valores y creencias tan viles y ostentadas, son abiertamente contrarias a Dios”. Luego, después de citar a Isaías 1:4, él escribió: “EE UU está sobrecargado y desgastado por sus pecados, y esto, ¡ha provocado la ira de Dios!”

La visión de Estados Unidos que ofrece la profecía bíblica es crucial de entender. Ésta explica las maldiciones que Dios está enviando y muestra por qué las envía y cómo responder.

Una de esas maldiciones se revela en Levítico 26:19, sobre Dios quebrantando el orgullo de nuestro poder nacional. Sobre esto, el Sr. Flurry escribió: “Cuando el pueblo norteamericano entregó el control de la cámara a los demócratas pacifistas, éste reveló su falta de fuerza de voluntad para estar firme ante la adversidad. ¡Ellos destaparon a plena vista, un masivo déficit de fuerza de voluntad y determinación!”

Tan clara como era esa debilidad hace 14 años, hoy ha sido expuesta a una escala sin precedentes por los eventos de la semana pasada. Cierto, los demócratas se han rendido hace mucho tiempo a los enemigos de la nación, pero ahora prácticamente todo el grupo político de republicanos ha demostrado ser absolutamente reacio a defender los principios, y la verdad. Nuestra fuerza de voluntad quebrantada, ya está hecha añicos. Estamos siendo testigos de una rendición fenomenal ante terribles maldades.

Dios está permitiendo que este drama se desarrolle de manera asombrosa. La razón se aclara al paso de cada hora. Nada expone la verdad como una crisis. Momento a momento, se expone más verdad, más realidad. La izquierda muestra sus colores totalitarios. Muchos de los que se habían alineado con el presidente Trump, ahora se están volviendo con ponzoña en contra de él. La bandera de cada cual está ondulante al mástil, de una manera que no habría sido visible bajo ninguna otra circunstancia.

Cuanto más se desarrolla esto, más evidente se hace lo lejos que esta nación se ha desviado.

Cualquiera que haya pensado que aquellas advertencias del Sr. Flurry, basadas en la profecía, eran una exageración hace 14 años, necesita analizar dónde está Estados Unidos hoy.

Sólo una cosa impidió que todo lo que él predijo se cumpliera por completo; y eso es que, tal como dice la profecía, Dios salvó a Israel temporalmente por la mano de un Jeroboam moderno.

Después de las elecciones de hace cuatro años, el Sr. Flurry dijo que si Hillary Clinton hubiera ganado, eso habría significado el fin de nuestra república constitucional. Si alguien pensó que eso era una exageración, sólo mire a su alrededor.

La santurronería y el farisaísmo de los izquierdistas es extremadamente difícil de digerir; ellos de repente están frenéticamente preocupados por el estado de derecho y por las instituciones fundadoras de la nación, y están ávidos de etiquetar de ‘terrorista’ a cualquiera que proteste. Ésto le aporta una nueva relevancia a las palabras de muchos salmos Bíblicos, escritos durante dolorosas pruebas, implorando a Dios que intervenga. Este es uno: “Engrandécete, oh Juez de la tierra; Da el pago a los soberbios. (3) ¿Hasta cuándo los impíos, Hasta cuándo, oh [Eterno], se gozarán los impíos? (4) ¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras, Y se vanagloriarán todos los que hacen iniquidad?” (Salmo 94: 2-4).

¿Cuánto tiempo durará esto? Dios está permitiendo que continúe hasta el punto en que quede absolutamente claro que nadie va a salvar a Estados Unidos, ni Bill Barr, ni Amy Coney Barrett, ni Ted Cruz, ni Rudy Giuliani, ni Sidney Powell, ni siquiera Donald Trump.

El único que puede cambiar esto es Dios.

Estamos profundamente en el territorio de los milagros.

La profecía bíblica es segura. Y ésta continúa informando el punto de vista de la Trompeta. La razón por la que hoy Dios está reteniendo la peor de las maldiciones que pronto caerán sobre Estados Unidos, es porque primero tienen que ocurrir algunos eventos más, que aún no han sucedido. Por eso, a pesar de toda la evidencia en contra, seguimos confiando en que Dios todavía intervendrá.

Según todas las apariencias, las cosas en Estados Unidos nunca se habían visto más oscuras. Pero mucha historia y profecía, nos muestran que cuando las cosas se ven lo más oscuras, ahí es cuando Dios realiza Sus mayores milagros. 


EDICIÓN ESPECIAL: ¡ÉL TENIA RAZÓN!

Edición especial: ¡Él tenía razón!