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Charlemagne, Crown

Patrik Stollarz/AFP/Getty Images

El profano Imperio Romano (primera parte)

Alemania y el Sacro Imperio Romano: capitulo tres

Continuación de Las antiguas raíces de Alemania (septima parte)

El profano Imperio Romano

En alguna parte en un estante, en cualquier hogar promedio, anidado entre las obras completas de Shakespeare y una colección parcial de la Enciclopedia Británica, yace la Santa Biblia, como nueva, con una delgada capa de polvo producto del abandono. La mayoría de las personas que se consideran “cristianas” simplemente no leen ni estudian la Biblia. La mejor excusa para no leer la Biblia es que “no tiene sentido”. ¿Cómo puedo entenderla yo, razona la mayoría, si gran parte de ella habla metafóricamente acerca de grandes imágenes, bestias siniestras y rameras engañosas?

Es verdad, la Biblia está llena de visiones proféticas y enunciados. De hecho un tercio de la Biblia son profecías, y la mayoría de éstas son para el tiempo del fin. Pero la Biblia también contiene muchas profecías que ya han sido cumplidas exactamente como fue predicho. Esas profecías cumplidas deberían motivarnos a desempolvar nuestra Biblia y comenzar a estudiar. Pero la mayoría de la gente no lo hace.

Gran parte de los textos proféticos más famosos de la Biblia, se centran alrededor de un sistema de reinos gentiles sucesivos de dominio mundial, que preceden a la segunda venida de Jesucristo. Se habla de estas sucesivas “bestias” (como son llamadas), mencionadas por toda la Biblia, pero especialmente en cuatro capítulos proféticos: Daniel 2 y 7, y Apocalipsis 13 y 17. Estudiados en ese orden, cada capítulo agrega unos pocos detalles más al que lo precede. Y juntos construyen una base completa pero simple para toda la profecía bíblica.

En Daniel 2 usted encontrará la mejor visión global de profecía en un solo capítulo en toda la Biblia. Allí Dios revela a través de Daniel, una visión de una gran imagen que representa a estos cuatro reinos sucesivos. La historia demuestra que éstos son el imperio Caldeo, seguido por el Persa, luego el Greco-Macedonio, y finalmente el Imperio Romano. Y que estos cuatro iban a continuar en sucesión, llevando hasta la segunda venida de Jesucristo.

En Daniel 7, el profeta describe cuatro bestias, otra vez representando a cuatro reinos gentiles, pero con un especial énfasis en el cuarto: el Imperio Romano. Esta bestia tiene diez cuernos, de los cuales el profeta dice que “se levantarán diez reyes” de aquel reino, después del Imperio Romano (vers. 24). Daniel también describe un “cuerno pequeño” que creció entre los diez cuernos, y que desarraigó a los tres primeros (vers. 8). El significado de esta profecía se hace claro en el libro de Apocalipsis.

A diferencia de Daniel 7, Apocalipsis 13 habla de sólo una bestia (la que representa al cuarto y último reino): el Imperio Romano. Debido a que Juan vivió durante el dominio del Imperio Romano cuando escribió el libro de Apocalipsis, él tuvo poco que decir sobre los tres reinos anteriores, ¡porque ya eran profecía cumplida!

En el capítulo 13 Juan describe una bestia con siete cabezas y diez cuernos, de las cuales una cabeza recibió una herida mortal. Todos los historiadores están de acuerdo en que el Imperio Romano existió desde el año 31 a. C. hasta el año 476 d. C., punto en el que el reino fue aplastado. Éste murió pero su herida mortal fue sanada tal como Juan lo profetizó (vers. 3). Iban a ser 10 resurrecciones saliendo de ese Imperio Romano (tal como lo dijo Daniel), y los tres primeros cuernos fueron arrancados de raíz por el “cuerno pequeño”; sugiriendo que no eran totalmente romanos, pero no obstante reinaron dentro del antiguo territorio romano después que el imperio se derrumbó. Y esto, fue lo que pasó. Tres tribus bárbaras gobernaron en la región antes de que Justiniano restaurara el Imperio Romano en el año 554 d. C., lo que efectivamente sanó la herida mortal.

En Apocalipsis 17 Juan completa los detalles restantes. En ese capítulo una vez más se describe una bestia con siete cabezas, pero ninguna de estas cabezas está herida. Esta vez hay una mujer (lo que a través de toda la Biblia simboliza una iglesia), que está montando a la bestia. En el versículo 1 se le llama “ramera”, y por consiguiente simboliza una gran iglesia falsa que monta o influye fuertemente, a esta bestia política.

Comparando el relato histórico con estas profecías, el significado queda bastante claro. Cuando Justiniano reconoció la supremacía del papa en el año 554, el Imperio Romano fue reavivado. Y debido a su cercana asociación con la gran iglesia falsa, este imperio posteriormente asumió el nombre de “Sacro” (o Santo) Imperio Romano. Contando el imperio de Justiniano, ha habido seis resurrecciones principales históricamente documentadas del supuesto “Sacro” Imperio Romano, todas las cuales han sido influenciadas fuertemente (y en algunos casos dominadas) por el Vaticano.

Estos hechos históricos vierten luz sobre los pasajes proféticos que hemos cubierto brevemente. Al igual que la mujer que monta la bestia en Apocalipsis 17, el “cuerno pequeño” de Daniel 7 representa a la gran iglesia falsa. El cuerno pequeño desarraigó los tres reinos no religiosos que dominaron dentro de la región y luego procedió a guiar a los siete cuernos restantes, o resurrecciones. Del mismo modo, la mujer que monta la bestia tiene dominio sobre las siete cabezas, que representan las últimas siete resurrecciones de lo que ha sido llamado el Sacro Imperio Romano.

Eso nos trae al propósito de este capítulo. Ha habido seis resurrecciones del Imperio Romano con la gran iglesia falsa montada sobre cada una de éstas. La séptima, está ahora en formación. Aunque fuertemente influenciadas por la religión, estas uniones han sido todo menos santas. Los estudiantes de la Biblia no se sorprenden de esto porque la Biblia describe a esta fuerza política, como una bestia espantosa y a la gran iglesia como la madre de las rameras, ebria con la sangre de los santos de Dios. Pero la mayoría de la gente no lee la Biblia.

¿Entonces adónde queda la historia? Es triste decirlo pero la mayoría tampoco estudia la historia. En este capítulo permítanos echar una mirada más de cerca, a la relación histórica entre los emperadores europeos y el trono papal, durante la Edad Media. ¿Cuáles son los frutos históricos de esta unión de iglesia y estado? Y ¿cómo cuadran estas uniones con las profecías de la Biblia?

A medida que repasamos brevemente estos eventos históricos, usted notará cómo Alemania ha sido la influencia más dominante en Europa, durante la mayor parte de la Edad Media. 

Continúa en El profano Imperio Romano (segunda parte)

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