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German, Protests

Odd Andersen/AFP/Getty Images

Alemania en la profecía (cuarta parte)

Alemania y el Sacro Imperio Romano: capitulo cinco

Continuación de Alemania en la profecía (tercera parte)

Crisis al final

Veamos una profecía que todavía no ha sido cumplida, y que muestra que los eventos que vemos hoy desarrollándose, están llevando a la crisis final de esta era. “Pero al cabo del tiempo el rey del sur [un poder en Oriente Medio] contenderá con él; y el rey del norte [la Unión Europea liderada por Alemania] se levantará contra él como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchas naves; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará” (Daniel 11:40). Los alemanes van a controlar Oriente Medio.

Versículo 41: “Entrará [el rey del norte] a la tierra gloriosa [Jerusalén y la Tierra Prometida], y muchas provincias caerán…”.

Los eventos en Oriente Medio van a llevar a una seria escalada de problemas. Éstos, van a hacer estallar la tercera guerra mundial. La Biblia lo dice. El rey del norte está casi en su puesto, para esta tragedia global. El rey del sur está virtualmente allí también; y tiene el petróleo. Ellos todavía no están completamente conscientes de cuánto poder les puede dar ese petróleo sobre Europa.

Alemania, que no tiene petróleo, está esperando una oportunidad para tomar el control de Oriente Medio. Han planeado esto durante años. La necesidad de tener petróleo fue lo que causó que Japón atacara Pearl Harbor, y comenzara la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico. Esa misma causa podría ser la razón principal para el conflicto entre el rey del norte y el rey del sur.

El control de Jerusalén también podría llevar a la guerra. Tanto los católicos como los musulmanes quieren desesperadamente tener a Jerusalén.

Castigo y salvación

Pero los asirios van a ser humillados. Dios va a castigar a Asiria, así como castigará a Israel y a la Iglesia. Todas estas profecías del tiempo del fin muestran el mismo resultado final para Alemania: ¡su destrucción!

El terrible destino de Alemania se muestra en Isaías 13:17-19. ¡Dios aplastará a la maquinaria de guerra alemana enviando hordas asiáticas contra ellos!

En Isaías 10:12-13, Dios dice: “Pero acontecerá que después que el Señor haya acabado toda su obra en el monte de Sión y en Jerusalén, castigará el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y la gloria de la altivez de sus ojos. Porque dijo: Con el poder de mi mano lo he hecho, y con mi sabiduría…”. El ego de los alemanes los llevará hacia su propia destrucción. ¿No es asombroso ver cómo los humanos siempre quieren adjudicarse el crédito por lo que Dios ha hecho?

En Nahúm 3:18-19, Dios dice: “Durmieron tus pastores, oh rey de Asiria, reposaron tus valientes; tu pueblo se derramó por los montes, y no hay quien lo junte. No hay medicina para tu quebradura; tu herida es incurable; todos los que oigan [las noticias tuyas aplaudirán con] las manos sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu maldad?” La historia muestra que la maldad de los alemanes ha pasado sobre el mundo continuamente.

Daniel 8:25 nos da el desenlace final del poder de la bestia, al momento del glorioso retorno de Cristo: “Y se levantará [el poder de la bestia] contra el Príncipe de los príncipes; pero será quebrantado, aunque no por mano humana”. Jesucristo va a quebrantarlos sin manos físicas; ¡lo hará a través de la intervención sobrenatural de Dios!

¡Este arrogante poder de la bestia va a luchar contra Jesucristo y será aplastado y destruido! ¡La buena noticia es que Jesucristo está casi listo para volver a esta Tierra con todo poder y gloria! Él va a destrozar a esa confabulación europea que se está levantando con gran fuerza ante nuestros propios ojos.

Sí, gracias a Dios, hay buenas noticias. Cuando el glorificado Jesucristo vuelva, “Pelearán [los aliados de la bestia] contra el Cordero, y el cordero los vencerá, porque Él es Señor de señores y Rey de reyes…” (Apocalipsis 17:14). Al final, Dios restaurará la paz a la humanidad (Zacarías 10:6, 10-11).

Dios va a derribar a los alemanes después que Alemania haya derribado al mundo. Pero luego Dios lo levantará todo de nuevo –a Su manera– con Su gobierno, Su ley, y Su justicia. Los alemanes son un pueblo excepcionalmente talentoso y van a ser un pueblo muy grande en el Mundo de Mañana. Dios sólo necesita canalizar ese talento en la dirección correcta. Entonces servirán a Dios con el mismo celo con que (sin saberlo) han servido a Satanás todos estos años. Todo será para la gloria de Dios el Padre. 

Continúa en Alemania en la profecía (quinta parte)

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