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Charlemagne

Patrik Stollarz/AFP/Getty Images

Un líder alemán fuerte es inminente (tercera parte)

Un líder alemán fuerte es inminente: capítulo uno

Continuación de Un líder alemán fuerte es inminente (segunda parte)

La tradición de Carlomagno

¿Cuál es “la tradición de Carlomagno” de la que el Sr. Habsburgo hacía referencia? Algunos europeos poderosos quieren retornar a esa clase de liderazgo en Europa. Ellos elogian las tradiciones de Carlomagno. Animan a los europeos a “revivir sus raíces”. ¿Sabe la gente realmente de que se trata esa historia?

Los francos fueron la primera tribu bárbara en abrazar el catolicismo, pero esto fue por razones políticas, no por religiosas. En su mayoría ellos son de origen germánico. Los francos usaron la Iglesia Católica [Romana] para apoyar sus políticas expansionistas, mientras que la Iglesia confiaba en los gobernantes francos para su protección. Ésta era una unión basada sólo en la política.

El reino franco alcanzó el pináculo de su poder durante el gobierno de Carlomagno (Carlos el Grande). Antes de que Carlomagno emergiera como gobernante mundial, la escena política en Europa estaba grandemente dividida. Alemania estaba dividida en muchas tribus diferentes. Gran parte de Italia estaba ocupada por los lombardos. Bizancio era reconocido como el sucesor de la región oriental del viejo Imperio Romano. Carlomagno, en conjunto con el trono papal, eventualmente cambió todo eso; pero no sin mucho derramamiento de sangre.

Carlomagno, o Carlos el Grande, fue el segundo gobernante del “Sacro” Imperio Romano, después de Justiniano. Como emperador, Carlomagno sintió como su deber defender la Iglesia. En 774, por solicitud del papa Leo III, él entró al norte de Italia y conquistó el reino de los lombardos, uniendo Italia por primera vez en siglos. En 799, él vino nuevamente en la ayuda del Papa, quien fue asaltado, brutalmente golpeado, y echado en prisión por una banda de conspiradores. Con el respaldo militar de Carlos y sus tropas de francos, el Papa fue exonerado de toda culpa y restituido a su cargo eclesiástico.

El año siguiente, en Roma mientras Carlomagno estaba arrodillado rezando en una celebración de Navidad dentro de la antigua iglesia de San Pedro, el Papa le colocó una corona sobre su cabeza, pronunciándolo: “el emperador número 73 del cuarto imperio mundial”.

En este punto, debemos señalar que durante la Edad Media, muchos eruditos, teólogos, incluso los papas, sabían que el Imperio Romano era el cuarto reino de gobierno mundial. Muchos de ellos incluso identificaban este cuarto reino con el que Daniel mencionó en su profecía (ver Dan­iel 2:37-43). ¡Por esta razón los europeos y católicos continuaron tratando de revivir ese Imperio! La Biblia dice que sólo habría cuatro de estos imperios. Sin embargo, el cuarto imperio tendría 10 resurrecciones, de acuerdo con la profecía bíblica. Las últimas siete de estas resurrecciones serían llamadas Sacro Imperio Romano, porque eran gobernadas por Iglesia y Estado.

Como rey de los francos Carlomagno fue capaz de subyugar a toda tribu germana excepto a una: los sajones. Los sajones estaban aferrados a su propia fe y rehusaban, incluso bajo pena de muerte, someterse al catolicismo romano. Carlomagno determinó forzar con la espada su marca de cristiandad sobre ellos. Durante años los sajones obstinadamente resistieron. A un punto, Carlomagno lleno de frustración ejecutó a 4.500 prisioneros sajones. Este acto barbárico enfureció a los sajones aún más.

Se necesitaron 30 años para que Carlos extinguiera completamente el problema “sajón”, pero no antes de que varios miles hubieran sido ejecutados por sus creencias religiosas. Después de más de 18 conquistas contra los sajones, Carlos finalmente prevaleció. Al final, o bien los sajones se sometían al gobierno de Carlos, o su rebeldía terminaba en muerte.

El Sacro Imperio Romano nunca ha sido democrático. Éste nunca podría serlo. Incluso el papa Pío XII decía que la Iglesia tenía dos enemigos: las democracias y el comunismo. Él era el Papa durante el pináculo del poder comunista.

Como emperador del “Sacro” Imperio Romano, Carlos sentía que su deber era esparcir la fe cristiana usando cualquier medio necesario. La Nueva enciclopedia británica dice que, “Los métodos violentos con los que esta tarea misionera fue llevada a cabo habían sido desconocidos a principios de la Edad Media, y el sanguinario [sangriento] castigo impuesto a aquéllos que quebrantaran la ley canónica o continuaran participando en prácticas paganas, trajeron crítica dentro del propio círculo de Carlos” (“Carlomagno, emperador”).

La violencia que Carlomagno usó para imponer la religión católica sobre sus súbditos era simplemente desconocida en los imperios anteriores. Él forzó su marca de la cristiandad sobre todos. Su imperio podría haber tenido distintos lazos con los antiguos romanos, pero éste ciertamente no fue “sacro”; incluso si tenía una gran Iglesia guiándolo.

No obstante, en los siglos venideros la meta de los subsiguientes emperadores, fue restaurar la tradición de Carlomagno, en su búsqueda por revivir el Imperio Romano.

Incluso hoy, Alemania y una gran iglesia falsa están trabajando para restaurar la tradición de Carlomagno. Ellos prácticamente han completado la estructura. Y aun así es un misterio para la mayoría de los habitantes de la Tierra.

¡Qué el mundo esté alerta! Esa estructura de poder está lista para irrumpir en la escena mundial, ¡otra vez!

Las conquistas sangrientas de Carlomagno fueron las peores en la historia de los imperios previos. Las conquistas del próximo Sacro Imperio Romano van a ser el peor sufrimiento jamás infligido sobre los seres humanos en la historia del hombre (Mateo 24:21-22; Daniel 12:1; Jeremías 30:1-10).

Todo esto será hecho en el espíritu de Carlomagno. ¡La mayoría de las personas no despertarán de su estupor hasta que sea demasiado tarde!

El imperio de Carlomagno, uno de los más grandes gobiernos en la historia de Europa, ni siquiera sobrevivió a su hijo y sucesor. Después que se disolvió, los pueblos del lado occidental de su imperio finalmente llegaron a ser conocidos como los franceses. Los pueblos de lengua germana entre el Rin y los eslavos en el oriente se desarrollaron como alemanes. El hecho de que Carlomagno haya gobernado sobre ambos pueblos, es la razón porqué algunos se disputan la herencia nacional de Carlomagno. 

Continúa en Un líder alemán fuerte es inminente (cuarta parte)

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