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Charlemagne, crown

La Trompeta

Un líder alemán fuerte es inminente (cuarta parte)

Un líder alemán fuerte es inminente: capítulo uno

Continuación de Un líder alemán fuerte es inminente (tercera parte)

Hitler y las joyas de la corona

Mire nuevamente a lo que Otto von Habsburgo dijo acerca de las joyas de la corona: “Nosotros poseemos un símbolo europeo, el cual pertenece a todas las naciones de Europa por igual; ésta es la corona del Sacro Imperio Romano, la cual personifica la tradición de Carlomagno”.

Adolfo Hitler fue el líder de la sexta resurrección del Sacro Imperio Romano. Él conocía todo acerca de la corona de Carlomagno y las joyas de la corona.

Gran parte del mundo mira a los judíos como el pueblo elegido de Dios. En Viena, Hitler llegó a creer que Dios había reemplazado a los judíos con los alemanes y el Sacro Imperio Romano. Él creía que los alemanes eran el pueblo elegido de Dios. Por esto las joyas de la corona de ese imperio significaban tanto para él.

En 1938 en un mitin en Núremberg, “Hitler había traído de Viena, después de 140 años, la insignia del primer Reich [Carlomagno]: la corona imperial, el orbe del imperio, el cetro y la espada imperial. En la presentación de estos símbolos de imperialismo Hitler prometió solemnemente que éstos permanecerían en Núremberg para siempre” (John Toland, Adolfo Hitler).

Ésa fue una declaración fuerte. Él “prometió solemnemente” que las joyas de la corona del Sacro Imperio Romano tenían que “permanecer en Núremberg para siempre”. ¡Esto es como un compromiso a muerte hacia el Sacro Imperio Romano y su dios! ¡Él hizo un compromiso para siempre!

Por supuesto, Hitler perdió, y eso no sucedió. Esas reliquias están de regreso en Austria, pero ellas están allí esperando al próximo gobernante del Sacro Imperio Romano.

Los historiadores llaman al reinado de Carlomagno el primer Reich. El gobierno de Adolfo Hitler fue conocido como el tercer Reich. Hitler sabía que las joyas de la corona serían un poderoso símbolo del primer Reich de Carlomagno.

¡Hitler vino en la tradición de Carlomagno! Él, al igual que Carlomagno, salvaje y brutalmente destruyó pueblos como ningún imperio antes de él.

Muchos se burlaron de lo que Margaret Thatcher dijo en 1995: “Ustedes no han anclado Alemania a Europa; ustedes han anclado Europa a una nuevamente dominante y unificada Alemania. Al final, mis amigos, ustedes se darán cuenta que no funciona”.

La Sra. Thatcher sabía que esto tendría un mal final. Ella sabía que esto “podría ser fatal”, como Bernard Connolly dijo. ¡Será más fatal de lo que usted puede imaginarse!

Hemos olvidado nuestra historia reciente. Hitler inició la Segunda Guerra Mundial. Cerca de 50 millones de personas fueron muertas.

¡El próximo líder del Sacro Imperio Romano va a cometer crímenes contra la humanidad incluso más monstruosos! ¡Todo esto será hecho en la tradición de Carlomagno! ¡Es tiempo para que este mundo despierte a lo que está sucediendo en Europa!

Olvidando la historia

En la conclusión de la Conferencia de Yalta en febrero de 1945, el primer ministro Winston Churchill y el presidente Franklin Roosevelt firmaron un documento para impedir que Alemania volviera en la tradición de Carlomagno nuevamente. Ellos dijeron: “Es nuestro propósito inflexible destruir el militarismo y nazismo alemán y asegurarnos de que Alemania nunca más podrá perturbar la paz del mundo”.

Ese país había iniciado la guerra de 1870, la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial. Tiene una historia de iniciar guerras. Churchill y Roosevelt entendían la historia de guerra de Alemania. Los aliados virtualmente hicieron una promesa que ellos no permitirían que esto nunca sucediera de nuevo.

Sin embargo, aquí estamos 70 años después, y Alemania está liderando a Europa nuevamente. EE UU y Gran Bretaña han olvidado esa reciente historia. Y como resultado, ¡estamos permitiendo que eso se repita! Ese lapsus de memoria será el más costoso jamás para ambas naciones. (Solicite nuestro folleto gratuito Alemania y el Sacro Imperio Romano).

El historiador Víctor Davis Hanson escribió en el National Review sobre cómo los años treinta están sucediendo nuevamente. “La Segunda Guerra Mundial podría haber sido impedida si Europa Occidental se hubiera unido para disuadir a Alemania”, él explicó (19 de febrero de 2015). Pero ellos no lo hicieron; tenían miedo de enfrentarse a Hitler, y el desastre resultó. Tres veces en ese artículo Hanson dijo que deberíamos haber aprendido de ese mortal error: “los años treinta nos deberían haber enseñado”, “los años treinta nos deberían haber demostrado”, “los años treinta nos deberían haber recordado”.

¿Qué aprendimos de la Segunda Guerra Mundial? Les digo, ¡la historia se repite! Debemos ver lo que está sucediendo. EE UU, Gran Bretaña y muchas naciones occidentales se están retirando de toda parte del mundo. Nuestros países tienen la voluntad quebrantada cuando se refiere a su política exterior; ¡y eso no conduce a la paz! ¡Eso conduce a la guerra! ¡Uno no puede negociar la paz cuando personas al otro lado desean la guerra! ¡La historia enseña esa lección de principio a fin!

Lo que es interesante es que al hacer comparativos históricos, el Sr. Hanson se estaba refiriendo a cómo los agresores en esta ocasión son la Rusia de Vladímir Putin, el grupo terrorista que se llama a sí mismo Estado Islámico, e Irán. Y él está en lo cierto. Occidente está mostrando una debilidad vergonzosa al tratar con estas amenazas modernas.

Pero hay una gran ironía aquí. La debilidad demostrada por Occidente está exponiendo la necesidad a gritos, por un liderazgo más fuerte. Y sea que la gente quiera creerlo o no, ese liderazgo va a surgir de Alemania.

Pronto, y de una forma dramática, la amenaza de Alemania va a eclipsar las del Estado Islámico e Irán, y por un corto tiempo, incluso la de Rusia hoy; ¡va a eclipsarlas por mucho!

Hoy en día, ¡los europeos están añorando a otro gobernante como Carlomagno! El Sacro Imperio Romano está ante nosotros nuevamente. Se está levantando de nuevo sobre el mundo y la gente ni siquiera lo sabe. Incluso las personas que viven bajo éste, no se dan cuenta ellos que están viviendo bajo la guía y las reglas del Sacro Imperio Romano. ¡Eso es asombroso!

Daniel 8:24 profetiza lo siguiente acerca de este venidero rey: “Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y (…) destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos”. ¡Ésa es una declaración aterradora!

La profecía dice que el imperio europeo será reducido de su actual configuración de 28 naciones, a 10 naciones, ¡y que éste causará estragos en el mundo!

Nadie quiere hablar de esto, pero hay una tendencia explosiva en la historia de Alemania. Cuando el líder correcto llegue al poder, ¡cuidado! No nos gusta admitirlo, pero debemos enfrentar la verdad. Alemania está a punto de iniciar la Tercera Guerra Mundial, como lo dice la Biblia. Ésta será la guerra más mortal jamás sobre la Tierra.

Continúa en Un líder alemán fuerte es inminente (quinta parte)

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