Trump cancela las conversaciones con Putin

La guerra en Ucrania no terminará pronto, al parecer, después de que ayer se cancelara una segunda cumbre de paz entre el presidente Donald Trump y el líder ruso Vladimir Putin.

Rusia se negó a aceptar el plan de Trump para congelar los combates a lo largo de las líneas actuales del frente. El ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, dijo durante una llamada con el secretario de Estado de EE UU, Marco Rubio, que el objetivo de Putin sigue siendo el cambio de régimen en Ucrania, no sólo mantener el territorio que Rusia ha ocupado.

• “Un cese al fuego inmediato en Ucrania sólo significaría una cosa: la mayor parte permanecería bajo el gobierno nazi”, dijo Lavrov, refiriéndose al gobierno electo de la nación con el término despectivo del Kremlin para cualquiera que se resista a su dominio.

Después de la llamada, la Casa Blanca dijo que ahora “no hay planes” para una reunión Trump-Putin en Hungría, que los dos hombres planearon durante una llamada telefónica de dos horas la semana pasada. La cumbre habría sido la segunda, después de que no lograran romper el punto muerto de la guerra durante las conversaciones en Alaska en agosto.

Tras la cancelación, los europeos buscaron capitalizar la percepción de que Trump está frustrado con Putin. Despacharon al Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, a Washington, D. C., hoy para informar a Trump sobre un plan europeo de 12 puntos para poner fin a la guerra.

Ya sea que el presidente apoye o no el nuevo plan europeo, es poco probable que persuada a Putin para poner fin al baño de sangre. A menos que el paquete imponga un dolor a Rusia que corte más profundo que las sanciones económicas que pueden ser evitadas, la guerra brutal continuará. Los límites de la negociación para resolver conflictos y confrontar el mal siguen demostrándose. Verdaderamente, la humanidad no conoce el camino de la paz (Isaías 59:8).