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¿Conoce Donald Trump el camino hacia la paz?
El presidente Donald Trump ha logrado cosas extraordinarias y admirables. Ha demostrado un valor de acero al resistir a fuerzas muy malignas en Estados Unidos. De hecho, Dios ha utilizado a este hombre para dar al país cierto alivio de estas influencias destructivas. He elogiado al presidente Trump a lo largo de los años por estas valientes acciones.
Al mismo tiempo, el presidente Trump ha cometido algunos errores graves, que también he señalado. Es parte de mi responsabilidad advertir.
La mayoría de estos errores giran en torno a un tema: la paz. El presidente Trump ha logrado muchas cosas grandiosas para EE UU. Pero tiene un serio punto ciego cuando se trata de negociaciones de paz y diplomacia internacional.
Se trata de una debilidad mortal que, si no la soluciona, destruirá a EE UU.
“Mi legado de mayor orgullo será el de ser un pacificador y unificador”, dijo el presidente Trump en su discurso inaugural. “Eso es lo que quiero ser”. Su empeño por la paz en Oriente Medio y Ucrania muestra que estas no son palabras vacías.
Hay que reconocerle que tiene el valor y la audacia de enfrentarse al mayor y más urgente problema del hombre: la supervivencia humana. Si no podemos traer la paz al mundo, nos destruiremos a nosotros mismos con las armas de destrucción masiva que poseemos.
¡La paz es un objetivo noble, pero si se persigue de la manera equivocada, ese esfuerzo termina logrando lo contrario!
¿Paz con Putin?
El 31 de julio de 2015, el candidato Trump dijo públicamente: “Creo que me llevaría muy bien con Vladimir Putin”. Repitió esto varias veces durante su campaña.
En aquel momento, esos comentarios me perturbaron profundamente.
“Cuanto más se acerca nuestro presidente y nuestra nación a Putin, más se aleja de lo que es bueno y de lo que es correcto... ¡más se aleja de Dios!”, advertí en 2017. “¡Esto es mortalmente peligroso! Putin se mantendrá fiel a su carácter y se aprovechará del presidente Trump y de EE UU como se ha aprovechado de otros. Y lo mereceremos por habernos acercado a él”.
Desde su reelección, Trump ha hecho comentarios similares sobre Putin. Tras hablar por teléfono con el presidente ruso durante 90 minutos, dijo: “Creo que quiere la paz. Creo que me lo diría si no fuera así. (…) Confío en él en este tema”.
¿Quiere Putin —un hombre que ha invadido repetidamente antiguos países soviéticos— realmente la paz?
Desde esa llamada, el presidente Trump ha repetido las mentiras rusas sobre la guerra de Ucrania, acusando al presidente ucraniano Volodimir Zelenski de iniciar la guerra y de ser un dictador. No estoy defendiendo a Zelenski. Hay pruebas de que ha estado implicado en la corrupción de la familia Biden; si es así, debe ser llevado ante la justicia. Pero comparando a Putin con Zelenski, ¿quién es el dictador?
El 28 de febrero, parecía que las opiniones del Sr. Trump podían haber estado cambiando. Invitó a Zelenski a Washington para firmar un acuerdo sobre los derechos mineros. En virtud del acuerdo, Ucrania cedería a EE UU derechos mineros por valor de miles de millones de dólares. Esto habría dado a EE UU una presencia en el este de Ucrania contra Rusia, y gran parte de los fondos obtenidos de esos minerales se habría reinvertido en Ucrania para la reconstrucción. Se suponía que el acuerdo sería un preludio fundamental para un acuerdo de paz más amplio con Rusia.
Sin embargo, en una reunión en el Despacho Oval, Zelenski acusó a Trump de subestimar la amenaza rusa y de dejar a Ucrania vulnerable a nuevos ataques. Trump acusó a Zelenski de ser irrespetuoso y malagradecido con el mayor patrocinador de Ucrania. Zelenski fue escoltado a la salida y no se firmó ningún acuerdo. Zelenski fue irrespetuoso, pero tenía razón en que Vladimir Putin sólo cumple su parte del trato cuando se ve presionado por una fuerza superior. Parece que el presidente Trump y muchos miembros de su administración no lo ven tan claro como deberían.
El actual plan de cese al fuego tampoco hace nada por responsabilizar a Rusia de sus crímenes. En cambio, el Secretario de Estado de EE UU, Marco Rubio, celebró una conferencia con el Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en Arabia Saudí sobre cómo reiniciar la cooperación económica una vez que concluya la guerra.
La guerra ruso-ucraniana está mostrando al mundo la magnitud del mal que Putin está dispuesto a cometer. Rusia está infligiendo terribles atrocidades a los ucranianos. Está bombardeando deliberadamente estructuras civiles, incluyendo edificios de apartamentos, hospitales y escuelas. Está colocando minas en las zonas de las que se retira, poniendo en peligro vidas inocentes. Ha llevado por la fuerza cerca de 20.000 niños ucranianos a Rusia y paga a familias rusas para que los adopten y los “reeduquen”, un crimen que el derecho internacional califica de genocidio. El comisario de Justicia de la Unión Europea afirma que se han denunciado 65.000 presuntos crímenes de guerra —violaciones del derecho internacional— desde que Rusia lanzó su invasión. La mayor parte del mundo puede reconocer la maldad de tales actos.
Todo esto está siendo dirigido por Vladimir Putin. Este hombre lleva años trabajando en reconstruir el imperio soviético, incluyendo la toma de territorios de antiguos Estados soviéticos. Pero en Ucrania está encontrando por primera vez una resistencia real, y se está mostrando dispuesto a seguir aumentando la brutalidad para lograr sus objetivos.
Un periodista ruso llamó a Putin “modelo de la KGB a gran escala”. Putin ha brindado un enorme apoyo al régimen extremista religioso suicida que gobierna Irán, incluido su programa de armas nucleares. En Chechenia, una región islámica separatista de Rusia, ¡Putin desató una guerra que mató a más de 80.000 de su propia gente! Él ha aplastado a los medios de comunicación independientes de Rusia y ha tomado el control de ellos, incluso supuestamente ha ordenado el asesinato de docenas de periodistas. También se le considera responsable del envenenamiento en 2004 del líder de la oposición ucraniana Viktor Yushchenko.
Putin es un agente malvado, despiadado y vengativo que usa métodos de guerra psicológica, asesinato y guerra al estilo soviético. Tiene políticas repugnantes y devastadoras que son enfermizas hasta la médula ¡e incluso satánicas!
Llevo años diciendo que Putin desempeña un papel fundamental en la profecía bíblica. Lea sobre esto en mi folleto gratuito El ‘Príncipe de Rusia’ profetizado. La profecía muestra que cuando hombres como Putin se levantan, ¡el mundo entra en un tiempo peligroso!
Todos debemos reconocer esta realidad. Sin embargo, la mayoría de la gente no cree en Dios y no ve con claridad el mal del que son capaces los seres humanos.
Trump cree que puede negociar con Putin, dándole secciones de Ucrania y esperando que esto lo pacifique. Eso revela una total falta de comprensión del hombre con el que está tratando.
El presidente Trump dijo que Putin era un hombre con el que “se llevaba realmente bien”. ¿Es eso cierto? ¿Es eso sabio? ¿Debería alguien llevarse bien con un hombre malvado como el príncipe de Rusia?
¿Puede Dios llevarse bien con el diablo?
¿Paz en Oriente Medio?
Otro intento equivocado de paz en el primer mandato del Sr. Trump fueron los llamados Acuerdos de Abraham.
A finales de 2020, el Estado judío de Israel forjó acuerdos de paz con tres Estados árabes: los Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Sudán. En aquel momento escribí: “Todos queremos la paz. Pero lamentablemente, estos recientes pactos de paz tienen un defecto fatal”.
Al cerrar el acuerdo con los EAU, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu hizo referencia al Salmo 29:11: “… [el Eterno] bendecirá a su pueblo con paz”. Yo escribí: “La pregunta es, ¿buscan estos líderes mundiales la paz a la manera de Dios? El Sr. Trump y el Sr. Netanyahu hablan de Abraham, ¡pero no hablan de lo que Abraham hizo y de cómo vivió!”(la Trompeta, enero de 2021).
Abraham fue tan fiel y obediente que estuvo dispuesto a sacrificar al único hijo suyo y de su esposa, Isaac, porque Dios se lo ordenó. Abraham puso toda su confianza en Dios. Por ello se le describe como el padre de los fieles (Romanos 4:19-22). Para tener verdadera paz, necesitamos la fe de Abraham.
En su propia vida, si usted imita el ejemplo de Abraham y sigue su fe, podrá tener una paz y una esperanza que son un millón de veces mayores que cualquier acuerdo en el que se esté trabajando en Oriente Medio.
Tener relaciones pacíficas con otras naciones es un buen objetivo a perseguir, pero no a expensas de la confianza en la protección de Dios.
Lamentablemente, el Sr. Trump ha seguido adoptando un enfoque erróneo para lograr la paz en Oriente Medio. Incluso antes de asumir la presidencia, presionó a Israel para que firmara un acuerdo con Hamás, liberando a cientos de terroristas y asesinos a cambio de rehenes. ¡Este acuerdo da una ilusión de paz mientras socava la verdadera paz!
La forma en que el presidente presionó a Netanyahu para que aceptara un acuerdo de cese al fuego con Hamás fue vergonzosa (“El presidente Trump traicionó a Israel”). Él está decidido a demostrar que puede poner fin a la guerra. Pero hay ocasiones en las que surgen amenazas que hay que combatir. ¡Negociar para llegar a una solución es hacer un trato con el diablo!
La forma en que trató con Hamás fue, al igual que con Putin, tratar con el diablo. Este tipo de “paz” no es obra de Dios. ¡Es un error monumental!
Parece que el presidente Trump se está dando cuenta del error que fue ese. Desde entonces ha dado libertad a Netanyahu para abandonar el cese al fuego y reanudar su guerra contra Hamás. El 5 de marzo publicó: “He enviado a Israel todo lo que necesita para terminar el trabajo; ni un solo miembro de Hamás estará a salvo si no hacen lo que digo”. Veremos qué ocurre. Si Israel quiere sobrevivir, ¡debe ganar esa guerra!
Al mismo tiempo, el presidente Trump también dice que quiere llegar a un acuerdo con Irán sobre su programa nuclear. Si lo hace, ¡será otro pacto con el diablo! Cualquier acuerdo ampliará la capacidad de Irán para extender su terror maligno por Oriente Medio. Amenaza con desatar más masacres como la del 7 de octubre (recuadro, abajo).
Empoderando a Alemania
En medio de estos esfuerzos de paz, el presidente Trump dice que quiere reducir la presencia de EE UU en Europa. Está presionando a las naciones de la OTAN, especialmente a Alemania, para que asuman una mayor responsabilidad en la defensa de Europa y del mundo.
Ahora se muestra más agresivo al respecto, pero este fue también su mensaje para Europa durante su primer mandato: Deben levantarse militarmente. Se quejó de que EE UU estaba pagando demasiado por la OTAN y que Europa no estaba haciendo su parte. Combine ese gasto de la OTAN con el gasto en defensa de las naciones de la UE, ¡y Trump estaba abogando nada menos que por una transformación militar en Europa!
Ahora va aún más lejos, insistiendo en que los países de la OTAN gasten el 5% de su producto interno bruto en defensa. Si las naciones de la UE hacen esto, estarían gastando alrededor de 1,1 billones de dólares en sus fuerzas armadas, ¡mucho más de lo que gasta EE UU!
Al mismo tiempo, el presidente Trump ha mencionado la posibilidad de llegar a un acuerdo con Rusia y China en el que las tres naciones reduzcan el gasto en defensa a la mitad. Si ambos planes se llevan a cabo, ¡Europa se convertiría en la superpotencia militar dominante del mundo!
Rusia y China no van a recortar el presupuesto militar. ¡Pero Europa ya está respondiendo a las decisiones de Trump con llamadas urgentes a reforzarse militarmente! Y a EE UU le parece bien.
Al hablar en la Conferencia de Seguridad de Múnich el 14 de febrero, el vicepresidente JD Vance dijo: “La amenaza que más me preocupa con respecto a Europa no es Rusia, ni China, ni ningún otro actor externo. Lo que me preocupa es la amenaza interna. El retroceso de Europa respecto a algunos de sus valores más fundamentales: valores compartidos con Estados Unidos de Norteamérica”.
Vance tiene razón al preocuparse. Tenía razón en muchas de sus críticas a Europa. Pero entonces Vance dijo a los líderes europeos: “Creo fundamentalmente que estamos en el mismo equipo”.
¿Es cierto que Europa y EE UU están en el mismo equipo?
Los representantes europeos odiaron el discurso de Vance. Pero les encantó el discurso del ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, lleno de tópicos sobre que la UE y China son “socios, no rivales”. Deutsche Welle señaló que Wang “utilizó un tono más complaciente y reconciliador para dirigirse a los europeos”. Así pues los europeos están dispuestos a ignorar el hecho de que China tiene a dos millones de sus propios ciudadanos en campos de concentración, espía intensamente a sus propios ciudadanos y prohíbe la libertad de expresión. China no critica a la UE, así que los europeos pasarán por alto los problemas y construirán sus relaciones.
La verdad es que, ¡los europeos no están fundamentalmente en el mismo equipo que EE UU! Los europeos se ponen del lado de China y trabajan activamente contra los intereses estadounidenses. ¿Tiene sentido que la administración Trump esté fomentando una acumulación masiva de armas por parte de Europa?
La profecía muestra que los esfuerzos de EE UU fracasarán estrepitosamente. ¡La superpotencia que según la profecía destruirá y destronará a EE UU y la suplantará como superpotencia dominante del mundo es una alianza europea dirigida por Alemania!
Un mundo de bestias
Estamos entrando en tiempos peligrosos. El profeta Daniel profetizó sobre estos “tiempos de los gentiles”. Dios inspiró a Daniel para que escribiera un libro de profecías destinado a ser comprendido sólo en este tiempo del fin (Daniel 12:4, 8-9). Es crucial comprender esto. Dios le reveló a Daniel qué potencias gentiles se alzarían para dominar el mundo conocido, desde su tiempo hasta la Segunda Venida de Jesucristo. Y reveló detalles asombrosos sobre los líderes de estos imperios.
Daniel hizo declaraciones intrigantes y asombrosas sobre estos poderosos líderes. ¡Piense profundamente en estas afirmaciones! Dios nos dice que estos poderosos líderes político-militares ¡tienen mentes de bestias salvajes!
Daniel dijo: “Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible” (Daniel 2:31). Daniel 7:7 describe el mismo poder como “espantoso y terrible”. Sí, ¡estos grandes imperios de dominio mundial son aterradores! Piensan, hablan y actúan como bestias de presa hambrientas para debilitar a las naciones. ¡Esclavizan, matan y escandalizan al mundo con sus actos grotescos!
Los líderes de estas grandes potencias ya no poseían la mente de seres humanos. ¡Tenían los corazones de bestias salvajes y rabiosas! Por eso a estos imperios se les llama bestias: ¡Eran gobernados por hombres que adoptaron la mente de una bestia!
Existe una dimensión espiritual crucial en su transformación. Estos hombres que se volvieron tan brutales se habían entregado a un espíritu maligno. ¡Tal pensamiento bestial es inspirado por Satanás el diablo!
Una publicación de la Iglesia de Dios Universal, El Sacro Imperio Romano, decía que el poder de la bestia era como un animal salvaje. ¡Eso es un intento de diluir la verdad! ¡Un conejo es un “animal salvaje”! ¡Esta es una bestia terrible!
Estas espantosas bestias conquistan y esclavizan naciones enteras. Eso es lo que hacen estas bestias. Pero el EE UU moderno prefiere pensar en ellos como animales salvajes inofensivos. Nuestras naciones israelitas piensan así debido a sus voluntades quebrantadas. Temen enfrentarse a la extremadamente desagradable verdad. Es sólo cuestión de tiempo que despierten a la cruda realidad. Estas bestias sólo desaparecen cuando son conquistadas.
El presidente Trump no ve a estas potencias como las bestias que son. Esta es una debilidad mortal. ¡El poder de la bestia emergiendo en Europa ahora mismo destruirá a EE UU!
¿Cómo sobrevivimos?
Donald Trump está cometiendo peligrosos fracasos en política exterior. Pero un esfuerzo que podría ser un éxito notable es su intento por recuperar el control del canal de Panamá. Este activo estratégico vital contribuiría a la seguridad de EE UU.
El canal de Panamá es una de las mejores bendiciones que Dios le ha dado a EE UU. El canal ha servido al mundo durante más de un siglo. Fue un gran regalo de Dios a través de un líder destacado, Theodore Roosevelt, porque temía a Dios. ¡Dios nos recompensó por el temor de un hombre!
“Esto está en el corazón de todo”, escribí en nuestra edición de marzo de la Trompeta. “Si EE UU quiere recuperar el canal de Panamá, debemos temer a Dios. Debemos mostrarle que Le tememos; no sólo decir que lo hacemos o actuar como si lo hiciéramos, ¡sino realmente mostrar ese temor obedeciéndole y pidiéndo Su ayuda”. (Cómo EE UU ganó y perdió el canal de Panamá).
Esta es la lección que Donald Trump necesita aprender. EE UU se ha alejado hoy de Dios, tanto republicanos como demócratas. Dios dice que si queremos ser grandes, seremos grandes sólo temiéndole y obedeciéndole a Él.
Ese artículo muestra cómo la construcción de ese canal por parte de EE UU es el cumplimiento de una profecía que Dios le dio a Abraham. Deberíamos estudiar la Biblia y dejarnos guiar por el ejemplo de fe de Abraham. Él acudió a Dios por liberación como pocos hombres lo han hecho. Dios daría hoy la victoria a nuestras naciones —nos daría paz y seguridad— si tan sólo siguiéramos el ejemplo de Abraham.
Dios no ha cambiado desde los tiempos de Abraham. Él recompensará la fe al nivel de Abraham en una nación o en un individuo. El único camino hacia la paz permanente, colectiva e individualmente, es seguir la fe de Abraham y confiar en Dios.
“El presidente Trump pronto recuperará su presidencia”, pronostiqué en mi libro Estados Unidos bajo ataque. Escribí: “Cuando eso ocurra, los estadounidenses tendrán su última oportunidad para arrepentirse”.
“En estos momentos, hay un gran enfoque en si Donald Trump volverá al cargo”, escribí. “La profecía muestra que lo hará. La cuestión más importante es lo que sucederá después de que Trump recupere el poder. Él detendrá la eliminación del nombre de Israel. ¡Pero esta nación está muy lejos de Dios! Y Jeroboam y todos los demás necesitan una poderosa advertencia y un llamado al arrepentimiento”…
“El regreso del presidente Trump ‘salvará a Estados Unidos’ brevemente. Pero él tendrá que escuchar el mensaje de Dios y darse cuenta de que Dios salvó a EE UU a través de él, y que él y esta nación deben arrepentirse, creer y obedecer. Si el pueblo estadounidense no se arrepiente y vuelve a Dios durante el segundo mandato de Trump, entonces Dios permitirá que EE UU quede ‘desolado’ y ‘devastado”.
El presidente Trump tiene razón al afirmar que las finanzas de EE UU son insostenibles. Él tiene razón al preocuparse por la paz mundial. Pero negociar con “bestias” no es el camino a la paz. Sólo Dios puede salvarnos de la tormenta que se está formando.
Dios dice de la humanidad: “No conocieron camino de paz…” (Isaías 59:8). Durante toda la trágica historia de la humanidad, ¡hemos demostrado que no conocemos el camino de la paz! ¡Sólo Dios lo conoce!
El resultado de nuestros equivocados esfuerzos por la paz es siempre el mismo: Dios profetiza que “los mensajeros de paz llorarán amargamente” (Isaías 33:7). Esa es una afirmación general: ¡todos los embajadores de paz! La profecía bíblica revela que muy pronto, ¡finalmente viviremos la paz, la prosperidad y la alegría mundiales! Pero la paz mundial no llegará por el esfuerzo humano. Requiere que nos humillemos, nos arrepintamos y nos sometamos a Dios. Sólo confiando en Él podremos proteger esta nación y tener paz. Si no lo hacemos, las potencias bestiales atacarán. Pero Dios tiene un plan para enseñarnos esta lección y traernos paz. Se hará cumplir en la Segunda Venida de Jesucristo.