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ISTOCK.COM/THOMASSHANAHAN

Su libertad es mas frágil de lo que cree

Publicado por primera vez el 25 de marzo en theTrumpet.com 

Hoy le estoy escribiendo desde lo que es casi un Estado fascista.

No, no estoy visitando Cuba, Venezuela o Corea del Norte. Estoy escribiendo desde el Reino Unido; el cual casi ha abrazado el fascismo.

El gobierno domina la economía, habiendo puesto a un gran número de trabajadores en la nómina [de empleados] del gobierno. Las reuniones públicas están prohibidas. Se nos ha dicho que no está permitido salir de nuestras casas excepto en condiciones específicas. Todo el país está bajo arresto domiciliario.

Incluso en la Rusia de Putin y la socialista Cuba la gente puede ir al parque si quiere. Pero no en el Reino Unido.

La única cosa que falta es el ultranacionalismo y el Reino Unido podría ser un ejemplo de fascismo en un libro de texto.

Incluso quienes apoyan como están las cosas reconocen lo extremo que es. Steve Baker, miembro del Parlamento, dijo en la Cámara de los Comunes ayer: “Estamos implementando al menos una sociedad distópica”.

Los eventos de los últimos días me han enseñado una gran lección acerca de cuán frágil son nuestros derechos fundamentales y cuán vulnerables somos a la tiranía.

Nunca pensé que Gran Bretaña respondería de esta manera. Sí, los países europeos han impuesto encierros draconianos. Pero ésta es Gran Bretaña; somos diferentes. Los parlamentos de Europa tienen una historia que se puede medir en décadas; los nuestros se pueden medir en siglos. Las figuras políticas destacadas de Francia son Napoleón Bonaparte y Maximilien Robespierre. Las nuestras son John Stuart Mill y Adam Smith.

La idea de que tenemos antiguas libertades sagradas está atada fuertemente a nuestra identidad nacional. Luchamos guerras y ejecutamos reyes para defender estos principios. Cantamos sobre cómo nosotros “nunca, nunca, nunca” renunciaremos a estas libertades. Somos una nación que valora la libertad más que la vida misma. Al menos, eso es lo que nos hemos dicho, hasta esta semana.

Ahora somos una nación bajo arresto domiciliario; a salvo de ser un estado policial sólo por una escasez de policías.

Nuestra ley común está destinada a que esto sea imposible. Somos la nación de la Carta Magna, del habeas corpus y de la Carta de Derechos.

Sir Edward Coke (1552-1634) es considerado uno de los principales guerreros en defender estas libertades; luchando contra los reyes Estuardo a medida que ellos trataban de anular estas antiguas libertades. “Las antiguas y excelentes leyes de Inglaterra son el derecho natural y la mejor y más antigua herencia que los súbditos de este reino tienen”, dijo él. Como parte de este derecho natural, los ingleses heredaron la ley común [derecho consuetudinario]; la que incluye “derechos comunes”, explicó Coke. Él creía que ningún rey, Parlamento o gobierno podría quitarlos.

“La ley común controlará los actos del Parlamento, y algunas veces los declarará completamente nulos; porque cuando un acto del Parlamento es contrario al derecho común y a la razón, o repugnante, o imposible de realizar, el derecho común lo controlará y juzgará tal acto como nulo”, dijo en un fallo legal que se hizo eco a través de los siglos e incluso jugó un rol en la Revolución Estadounidense.

Coke continuó reclamando la “Petición de Derechos”, un documento constitucional que detalla cuatro de los derechos básicos de los ingleses, los cuales fueron violados por el rey Carlos i. Winston Churchill habló muy bien de esta petición. “Llegamos hasta aquí”, escribió Churchill, “en medio de mucha confusión, el principal fundamento de la libertad inglesa. Fue denegado el derecho del gobierno ejecutivo a encarcelar a un hombre, alto o bajo, por razones de Estado; y esa negación, cumplida en luchas dolorosas, constituye la carta de todo hombre que se respeta a sí mismo en cualquier momento en cualquier país”.

Pero ahora el gobierno busca encarcelar a la nación entera en sus hogares por razones de Estado. En lunes 23 de marzo, el gobierno decidió que tiene poder ilimitado, que el “derecho común” de un inglés es ahora nulo y sin valor.

“Desde esta tarde, debo darle al pueblo una instrucción muy simple: Deben quedarse en casa”, declaró el primer ministro Boris Johnson el 23 de marzo. ¿Deben? No hay nada en la ley común o precedentes que diga que un sujeto británico necesite el permiso de su gobierno para dejar su propia casa. Hay senderos públicos en Inglaterra que son más antiguos que el Parlamento. No hay una base en la Constitución inglesa que le dé al gobierno esta clase de poder. Yo pensaba que vivía en un país donde el poder del gobierno estaba restringido por la ley.

Y se vuelve peor. El gobierno está impulsando una Ley de Otorgamiento de Poderes, una nueva ley que le da vastos nuevos poderes al gobierno.

Spiked Online escribió que esta nueva ley “le da al gobierno y las autoridades nuevos poderes sin precedentes, desconocido en una democracia en tiempos de paz”. Silkie Carlo, directora de Big Brother Watch, dijo que “nos deja con la pérdida más grande de libertad que probablemente haya tenido este país gracias a una legislación en tiempos de paz”.

Las autoridades tienen enormes poderes para arrestar arbitrariamente, un abuso de poder por el que hemos estado luchando desde antes de la Carta Magna. Cualquier persona “potencialmente” infecciosa puede ser detenida. No una persona enferma. No una persona realmente infecciosa. Creo que hay alguna justificación de darle al Estado el poder para aplicar una cuarentena y no permitir que la gente enferma salga. Pero una “persona potencialmente infecciosa” es un término tan poco exacto que podría incluir a cualquiera.

“No hay explicación de cómo las autoridades determinarán si una persona está potencialmente infectada”, escribió Carlo. “Para todas las intenciones y propósitos, permite una detención arbitraria e indefinida. Cualquier miembro del público, incluso niños, podría ser detenido por la fuerza, aislado y dejado en cuarentena en una localidad aún no identificada”.

Ya existen leyes en los libros que permiten a las autoridades declarar una emergencia y usar poderes de emergencia. La Ley Civil de Contingencias, por ejemplo, fue escrita exactamente para esta clase de emergencias. Le permite al gobierno prohibir reuniones masivas. No se necesita una nueva ley para eso. La Ley Civil de Contingencias tiene más restricciones para evitar el abuso: por ejemplo, las reuniones políticas y de protestas están exentas de sus estipulaciones, para que así ningún gobierno pueda usar sus poderes como excusa para tomar medidas contundentes contra la libertad de expresión y las protestas políticas. La nueva Ley de Otorgamiento de Poderes no contiene tales protecciones.

También debilita las garantías de la vigilancia gubernamental. Las leyes del Reino Unido permiten una escandalosa cantidad de vigilancia a los ciudadanos británicos. La nueva ley significa que hay pocas garantías, si es que las hay, sobre cómo se está usando.

“El potencial para el abuso es extremo”, escribió Carlo. “En países como China, Irán, Israel y Rusia, las autoridades ya están rastreando los teléfonos de los individuos para asegurarse de que están cumpliendo con las cuarentenas. (…) Lo extraordinario sobre esto, en el Reino Unido, es que ni siquiera sabríamos si el gobierno estaba haciendo esto porque nuestros poderes de vigilancia son tan extremos; éstos están completamente cubiertos y completamente secretos. Si alguien que trabaja en una empresa de telecomunicaciones como O2, u otra red revelara que nos estaban rastreando, esa persona podría ir a prisión por un año”.

Una de las partes más tristes de la actual situación de Gran Bretaña es lo poco que le importa esto a la gente. El 76% de las personas apoya las nuevas medidas, con un 17% que las apoya un poco. Sólo el 4% se opone y apoya la libertad británica.

Pero mire lo que nos entusiasma. Miles apagarán todo Londres para protestar por el cambio climático. ¿Pero terminar con nuestra libertad? No protestarán por eso, lo aplaudirán.

El autoritarismo está siendo racionalizado de la misma manera que el autoritarismo siempre es racionalizado: El fin justifica los medios. Sí, estamos quitando su libertad, ¡pero lo estamos haciendo para salvar vidas!

No importa que el coronavirus haya matado sustancialmente menos personas que una gripe común. El último pronóstico del alarmista Imperial College es que es “improbable” que el coronavirus mate a más de 20.000 personas en el Reino Unido y “sería sustancialmente más bajo que eso”. La gripe común mata a 17.000 en un año. Hemos renunciado a nuestra libertad por algo que no es peor que una gripe.

E incluso si es que fuera a matar a muchos más, ¿qué hay acerca de nuestros ancestros que creían que la libertad valía tanto como la vida misma? Claramente no creemos eso hoy.

Inicialmente, el gobierno “aconsejó” a la gente a permanecer en casa. Pero aprovechar el poder para aplicar eso es muy diferente y muy peligroso.

“Si somos honestos, estos poderes van a estar aquí para quedarse. (…) Una crisis sigue a otra crisis”, escribió Carlo. “Ir cuesta abajo es un término usado en exceso, pero es muy, muy difícil revertir la entrega de esos poderes extraordinarios”.

Mi temor no es que vayamos a estar bajo arresto domiciliario por el resto de nuestras vidas. No creo que las libertades quitadas durante esta crisis sean totalmente restablecidas, pero algunas sí lo serán. Pero será mucho más fácil para el gobierno quitarnos libertades en el futuro.

Ya hemos mostrado que en realidad no nos preocupa. Que no pelearemos para defender nuestras libertades. En vez de eso, muchos periodistas están exigiendo más autoritarismo, suplicándole al gobierno que sea más draconiano.

Se ha roto un tabú, y los políticos en todas partes aprenderán la lección de que la libertad es fácil de quitar.

Vea cómo muchos de quienes están en autoridad han disfrutado de usar estos poderes. Usted puede ver lo mismo en los gobernadores de EE UU, gloriándose en su nuevo rol con poder absoluto dentro de su Estado.

Muchos en los medios y en la política quieren deshacerse de todas estas restricciones legales y constitucionales al poder. Entonces cuando el coronavirus les dio una oportunidad de librarse de las restricciones, lo aprovecharon con entusiasmo.

Algunos ya están haciendo un llamado a que el gobierno se haga con el poder en otras áreas (por ej. para luchar contra el cambio climático).

Antes del lunes, la libertad británica era sagrada. Después del lunes, no lo era. No importa cuánto de nuestra libertad restaure el gobierno, eso no cambiará.

Antes del lunes, la policía protegía la libertad. Después del lunes, la amenazaron.

Antes del lunes, la libertad era un derecho de cualquier inglés. Después del lunes, es algo que el gobierno le da y podría quitársele.

No pensé que alguna vez hubiéramos estado dispuestos a entregar nuestra libertad como ahora. Pensé que los cientos de años de tradición tenían fuerza y peso, y que cualquier gobierno respetaría la ley y los precedentes lo suficiente como para que nunca hicieran algo como esto. Estaba equivocado y me doy cuenta de que soy culpable de cometer un error del cual advertimos en nuestra propia literatura.

El jefe editor de la Trompeta, Gerald Flurry, ha advertido reiteradamente que EE UU se está apartando del Estado de derecho y de su Constitución. Muchos líderes quieren abandonar “la ley fundamental de la nación”, escribe en Estados Unidos bajo ataque. Ellos nos están diciendo, “Mire, eso sólo se interpone en el camino. No necesitamos esa antigua ley. Nosotros sabemos lo que es la justicia. ¡Usted puede confiar en nosotros!”.

Eso es exactamente lo que vimos en Gran Bretaña el 23 de marzo. El Sr. Flurry continúa, “¡Ese razonamiento pavimenta el camino para los tiranos!”.

El Sr. Flurry advierte que muchos responden a las advertencias sobre la tiranía diciendo, “Oh, ¡por favor! … ¡usted sabe que eso nunca ocurriría!”.

“Pero los gobiernos tiranos son una rutina en la historia de la humanidad”, añade él. “No seamos ingenuos y no pensemos que algo como eso nunca ocurriría aquí. Nuestros antepasados no eran estúpidos. Ellos querían garantizar la libertad de los estadounidenses”.

Yo he leído eso. He estado de acuerdo con eso. Pero ahora me doy cuenta que aún doy la libertad por sentado. La idea de que la tiranía realmente pudiera ocurrir en Gran Bretaña no era real para mí.

“Hemos sido protegidos en EE UU por un par de cientos de años porque somos los destinatarios de las bendiciones que Dios prometió”, escribe el Sr. Flurry. “No hemos experimentado la agitación que otras naciones tienen. (…) Como resultado, nuestro pueblo se ha asentado en una irrealidad sobre lo que realmente está pasando a nuestro alrededor. ¡Ellos no entienden cuán mortalmente peligroso es!”.

Ahora comprendo que me he asentado en el mismo tipo de “irrealidad” de que la tiranía no podría llegar a Gran Bretaña porque no ha venido por aquí en mucho tiempo. Pero no hay nada inherente en la sangre de un inglés que mantenga alejada la tiranía. Ha estado ausente debido a las bendiciones de Dios. Algunas veces Dios ha entregado esas bendiciones a través de hombres que se han levantado contra la tiranía. Pero todo viene de Él.

Y estas bendiciones ahora están siendo removidas.

“Éste no es el mundo de Dios”, escribe el Sr. Flurry. “Hay mucho mal en este mundo. Está lleno de tigres esperando despedazar a alguien. Siempre ha sido de esa manera. Como dijo Winston Churchill, la historia del hombre es la historia de la guerra. Pero de alguna manera no podemos conseguir entender eso hoy día.

“¿Está usted dispuesto a enfrentar la realidad? La mayoría de las personas no. Una nube de engaño envuelve a nuestro mundo. Es absolutamente pasmoso qué tan fácil se engaña a la gente en esta nación hoy”.

He admitido que yo no estaba enfrentando la realidad. Nuevamente, estoy de acuerdo con todo esto intelectualmente. Pero aún había una parte de mí que pensaba, No puede suceder aquí. Ahora nuestras libertades más básicas han sido despojadas. Lo mismo está ocurriendo en muchos estados de EE UU. La tiranía es una amenaza muy real.

“Los liberales en el mundo académico, en los medios de comunicación y en el gobierno no creen que los funcionarios de gobierno deberían estar restringidos por las limitaciones impuestas por la Constitución”, escribió el Sr. Flurry en su artículo titulado “Salvando (temporalmente) a EE UU de la izquierda radical”. “¡Los fundadores de EE UU impusieron esas restricciones para evitar la tiranía! (…) Las protecciones proporcionadas por la Constitución han permitido que Dios bendiga a esta nación tremendamente. Éstas evitan que un dictador tome el control de los recursos inigualables de la nación”.

El gobierno de Gran Bretaña se deshizo de todas las restricciones contra la tiranía esta semana. Varios estados en EE UU van por el mismo camino. En Europa, los líderes se están erigiendo como dictadores y sacando los ejércitos a las calles. En Hungría, el gobierno está aprobando una ley de emergencia que le da al gobierno poderes dictatoriales por una cantidad de tiempo ilimitada. El académico de izquierda Gaspar Miklos Tamas acusó al gobierno de “usar la epidemia como un pretexto para introducir una dictadura abierta y estructural”.

La libertad es frágil. Y está bajo ataque.

Quizás para usted, al igual que para mí, la idea de que nos quitaran la libertad no era real. Pero es una amenaza real, y usted necesita entenderla.

Nuestro folleto gratuito Estados Unidos bajo ataque expone la lucha por su libertad. Fue escrito cuando Barack Obama era el presidente de EE UU y se enfoca en esa nación. Pero la realidad de la que habla todavía es cierta hoy, y es verdad para Gran Bretaña y para cualquier otro lugar.

Existe una guerra contra la libertad, y es una guerra que usted debe comprender. No queda mucho tiempo. Esa libertad puede ser quitada mucho más rápido de lo que usted se dé cuenta.

Entender esta guerra no sólo le ayudará a comprender lo que está pasando en el mundo, sino que además le dará una verdadera fuente de esperanza.

Es fácil estar angustiado, frustrado y enojado por este ataque a la libertad. Ciertamente experimenté todas esas emociones esta semana. Pero entender la realidad detrás de este ataque también contiene una esperanza segura; individualmente y para nuestras naciones. Así que si quiere mantenerse cuerdo mientras el mundo a su alrededor se vuelve loco, por favor lea Estados Unidos bajo ataque. Es lo único que evitó volverme loco. 

ATK, AD