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Los judíos no son bienvenidos en Birmingham

JAMES GILL/DANEHOUSE VIA GETTY IMAGES

Los judíos no son bienvenidos en Birmingham

“Si ha habido un día más vergonzoso en la reciente historia británica, me cuesta recordarlo esta noche”, escribió Jake Wallis Simons en el Telegraph. El Aston Villa de Birmingham se impuso ayer por 2-0 ante el Maccabi de Tel Aviv. Pero pocos se enfocaron en el partido de fútbol en sí. El principal espectáculo fueron los musulmanes radicales, ayudados por el gobierno y la policía, gritando odio a los judíos.  

El gobierno de la ciudad de Birmingham había prohibido, de hecho, que los aficionados del Maccabi asistieran al partido. Algunos salieron a protestar por esta drástica limitación de sus libertades. La policía se enfrentó rápidamente a quienes intentaban desplegar banderas israelíes. Mientras, la turba coreaba: “Muerte, muerte a las FDI”.

Turbas musulmanas recorrían las calles mientras que los partidarios de Israel se limitaban a manifestarse detrás de la valla metálica de una cancha de baloncesto por mutuo acuerdo de la policía y los organizadores de la protesta.

“Las imágenes eran inquietantes: un enorme cordón de camionetas policiales, judíos acorralados tras mallas metálicas”, informó el Telegraph, “y una horda merodeadora de perturbadores propalestinos que sólo pretendían causar disturbios”.  

Presumiblemente, la gran mayoría de los que merodean por las calles y exigen el genocidio de los judíos son inmigrantes. Pero lo de anoche demuestra lo alto que han llegado estos inmigrantes antiisraelíes —por no hablar de antibritánicos—. Intimidan a quien quieran, dirigen ciudades, ocupan escaños en el Parlamento y otros grupos, incluidos los británicos nativos, les tienen miedo en lo político, lo profesional, lo cultural y lo físico.

Ashrar Rashid, el predicador radical que ayudó a azuzar la oposición al Maccabi de Tel Aviv desde su mezquita de Birmingham, estaba en el lugar. “No debemos tener piedad”, afirmó. “Lo que dije fue en serio”.

Birmingham ha caído.

“El extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy abajo”, profetizó Dios en Deuteronomio 28:43-44. “Él será por cabeza, y tú serás por cola”. Eso ocurrió en Birmingham ayer. Para los israelitas de entonces y para sus descendientes en Gran Bretaña ahora, la única esperanza es el arrepentimiento hacia Dios.