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ISTOCK.COM/AGALIZA

Gran Bretaña y EE UU volverán a liderar el mundo

Va a empeorar antes de mejorar, pero a estas antiguas superpotencias les espera otro día bajo el sol.

La oscuridad está cayendo sobre la larga e históricamente extraordinaria era angloamericana. El imperio, la mancomunidad y el trono de Gran Bretaña han desaparecido o se están deteriorando rápidamente. La superpotencia estadounidense está sufriendo una revolución cultural y se asoma al abismo económico.

La historia enseña que los órdenes mundiales no duran. Vienen y se van. El actual está dando paso a algo muy diferente, y realmente será una pérdida para el mundo.

Sin embargo, los días más brillantes de Gran Bretaña y EE UU no son historia. Dentro de su notable pasado brilla la promesa de un futuro mucho más luminoso.

Los británicos y los estadounidenses creyeron durante mucho tiempo que estaban obligados, incluso destinados, a liderar el mundo. “La gloria del Imperio Británico fue su servicio a una causa que trascendía a Gran Bretaña, que trascendía a la historia, que trascendía al propio tiempo”, escribió Harry V. Jaffa en el prólogo de Winston S. Churchill on Empire [Winston S. Churchill sobre el Imperio]. Esa causa era “elevar la vida humana desde la barbarie y el salvajismo hacia la civilización y la excelencia humana”. Churchill se dedicó apasionadamente a promover ese Imperio y “el fomento de la civilización”. “El Imperio civiliza tanto a los gobernados como a sus gobernantes”, escribió.

Los fundadores de Estados Unidos trataron de establecer un faro duradero de libertad y democracia para las naciones. Lyman Beecher dijo que la nación estaba “destinada a liderar el camino de la emancipación moral y política del mundo”. Abraham Lincoln dijo que EE UU debía asegurar “que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no perezca de la Tierra”.

Gran Bretaña dominó el siglo xix y principios del xx. EE UU ha dominado desde entonces. Ambos fueron imperfectos, pero ambos produjeron mucho más bien que mal en comparación con otras grandes potencias. La profecía bíblica revela que hay una razón impresionante para esto: una que apunta a la historia antigua y que, sin embargo, ilumina un futuro inspirador. Puede leerlo en el libro de Herbert W. Armstrong Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía (solicite un ejemplar gratuito). La razón es que estas naciones son los descendientes modernos del antiguo Israel.

La Biblia registra que Dios le dio a Israel una gran responsabilidad: ¡representarlo y ser un ejemplo para el mundo! La historia bíblica y la profecía muestran que, a pesar de sus fallas y pecados y de las inminentes consecuencias desastrosas, Dios todavía tiene la intención de que los descendientes de Israel cumplan este propósito glorioso.

“Ésta es la gran perspectiva general. Dios creó las tribus (más tarde naciones) de Israel para un propósito increíble”, escribe el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry. “Ellas fueron creadas para ser ‘una alabanza y una honra’ para Dios. ¡Las naciones de Israel existieron para motivar al mundo entero a que alabaran y glorificaran a Dios!” (Jeremías y la visión más grandiosa de la Biblia; solicite un ejemplar gratuito). Las vestimentas de los sacerdotes de Israel estaban hechas “para honra y hermosura” (Éxodo 28:2). La nación tenía una vocación sacerdotal (Éxodo 19:5-6), lo que significa una responsabilidad de servir a otras naciones y orientarlas hacia Dios. Jeremías 13:11 describe a Israel como una vestimenta sacerdotal ¡usada por Dios Mismo!

Sin embargo, Dios le dijo a Jeremías que no lavara este cinturón de lino (versículo 1), y que lo dejara en la hendidura de una roca en la orilla del río hasta que estuviera arruinado e inservible. Esto representó vívidamente el fracaso de Israel para cumplir con su hermoso llamado. Los versículos 9-10 también se aplican a los descendientes modernos de Israel, que son arrogantes, malvados, desobedientes, obstinados, idólatras y tan inútiles para Dios como un cinturón podrido.

Cuando John Winthrop habló de EE UU como una “ciudad en una colina” en 1630, emitió una advertencia basada en profecías como ésta: “Debemos considerar que seremos como una ciudad sobre una colina. Los ojos de todos los pueblos están sobre nosotros, de modo que si tratamos con falsedad a nuestro Dios en esta obra que hemos emprendido y hacemos que nos retire Su ayuda actual, seremos historia y refrán en todo el mundo”.

Es ahí donde se encuentran ahora Gran Bretaña y EE UU debido a sus pecados. El sol se está poniendo sobre el dominio anglo-estadounidense, y el mundo se está sumergiendo de nuevo en la oscuridad de la barbarie y el salvajismo.

Sin embargo, la Biblia que profetizó el gran ascenso y la terrible caída de las naciones de Israel también profetiza que los días más brillantes de Gran Bretaña y EE UU están por venir. Jeremías 33 describe el tiempo después de que EE UU y Gran Bretaña hayan soportado terribles tribulaciones como castigo y corrección por sus pecados. Dios promete devolverles la prosperidad y hacer de ellos un ejemplo positivo. Llegarán a ser “alabanza y (…) gloria, entre todas las naciones de la tierra” (versículo 9).

Dios ayudará a estas naciones a usar esa grandeza para convertirse en el ejemplo positivo por el que se han esforzado y no han logrado ser. Jesucristo, Rey de reyes, gobernará las naciones de Israel y del mundo y elevará toda la vida humana hacia la civilización y la excelencia. Gran Bretaña y EE UU finalmente se someterán a Él, convirtiéndose en los hermosos y piadosos ornamentos que siempre estuvieron destinados a ser. Es y será abundantemente obvio que la grandeza de Israel no tiene nada que ver con el pueblo de Israel ¡y todo que ver con el Dios de Israel! 

Este artículo fue traducido del artículo “Britain and the U.S. Will Lead the World Again” de theTrumpet.com.


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