Los bancos británicos cierran cuentas conservadoras
Los bancos del Reino Unido están cerrando cuentas de figuras de derecha. La semana pasada, al político británico y líder del Brexit Nigel Farage le cerraron su cuenta bancaria sin darle ningún motivo. Había estado con el mismo grupo bancario desde 1980.
The establishment are trying to force me out of the UK by closing my bank accounts.
— Nigel Farage (@Nigel_Farage) June 29, 2023
I have been given no explanation or recourse as to why this is happening to me.
This is serious political persecution at the very highest level of our system.
If they can do it to me, they… pic.twitter.com/O4xQ1h79ub
Farage intentó abrir cuentas en otros siete bancos y todos le rechazaron. Escribió en el Telegraph: “Soy una ‘persona políticamente expuesta’ y conllevo demasiados riesgos y demasiados costes de cumplimiento”. También se han cerrado cuentas a miembros de su familia.
Tendencia creciente: esto no le ha ocurrido sólo a Farage, y no es una táctica política nueva. La izquierda empezó a utilizarla hace años.
Lo mismo les ocurrió a Mark Collett y Laura Towler en 2020. A ambos cofundadores de Alternativa Patriótica que hicieron campaña contra la inmigración les cerraron las cuentas en el mismo mes, a pesar de estar en bancos distintos. Como en el caso de Farage, no se dio ninguna explicación.
Christina Jordan es otra víctima de esta tendencia. En 2019, a la miembro del Parlamento Europeo por el Partido Brexit le cerraron la cuenta sin darle ninguna razón tras su elección.
Un grupo de campaña por la libertad de expresión fue objeto de ataques el año pasado después de que su secretario general, Toby Young, cuestionara por qué su banco celebraba el Orgullo. PayPal congeló tres de sus cuentas.
La empresa de servicios financieros Yorkshire Building Society fue objeto de críticas tras la polémica con Farage. Cuando se les acusó de cortar lazos con un cliente que cuestionó el uso de banderas del Orgullo en sus sucursales, admitieron públicamente que cierran las cuentas de quienes utilizan un lenguaje “grosero” o “discriminatorio”.
Si no cree que los bancos deban participar en la promoción de la comunidad lgbtq, ya no se le permite tener una cuenta bancaria.
¿Separación del banco y el Estado? Antes, el sector bancario estaba desvinculado de la política. Eso ya no es así. Ahora los bancos pueden decretar prohibiciones deliberadas y políticamente motivadas contra quienes discrepan de la ideología de izquierda.
Farage señaló que antes todo el mundo en el Reino Unido tenía derecho a una cuenta bancaria. La privatización de la oficina postal hace más de 10 años cambió esta situación.
La censura no es un fenómeno nuevo. Silenciar a los disidentes cerrando cuentas en los medios sociales es algo habitual. Pero esto no es comparable a cerrar una cuenta bancaria. “Sin una cuenta bancaria, te conviertes en una no-persona”, dijo Farage.
Corrupción gubernamental: los burócratas y los funcionarios tienen mucho más poder del que la mayoría de la gente cree. Este incidente con Farage demuestra que incluso tienen la capacidad de destruir financieramente a quienes se les oponen.
En su libro Estados Unidos bajo ataque, el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, escribe:
La complicidad entre la clase política, incluidos demócratas, republicanos, medios de comunicación y otros, es mucho más profunda de lo que los estadounidenses creen. La cantidad de poder, dinero, influencia, tecnología e intimidación que ejercen es asombrosa.
El mismo problema corre por las venas políticas de Gran Bretaña. Las ideologías políticas se están apoderando de las empresas.
La corrupción está saliendo a la luz. Lea nuestro artículo de tendencias “¿Es real el ‘Estado profundo’?” para saber más.