Los archivos de Epstein exponen el vínculo con Obama

Republicanos y demócratas del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes hicieron públicos diferentes conjuntos de documentos relacionados con el difunto Jeffrey Epstein. La Cámara votará sobre la divulgación de los archivos completos la próxima semana.

Mientras tanto, los últimos archivos arrojan luz sobre los vínculos entre Epstein, un pedófilo monstruosamente prolífico, y el ex presidente Barack Obama, mientras que los medios de comunicación izquierdistas se han centrado en –y en gran medida tergiversado– el contenido relativo al presidente Trump.

Los archivos muestran que Epstein estaba a menudo en contacto con Kathryn Ruemmler, consejera de Obama en la Casa Blanca. En una cadena de correos electrónicos de septiembre de 2014 entre ambos se puede leer:

Epstein: Tienes que hablar con el jefe 
Ruemmler: De acuerdo. pero necesito estar preparada para decir que sí antes de hablar con él.  
Epstein: Entendido. se resume en alto riesgo / recompensa / bajo riesgo / recompensa. profesional , emocional. y financiero 

Esto ocurrió poco después de que Ruemmler dejara de trabajar para la Casa Blanca. Más adelante en la conversación, mencionó que “el jefe” estaría en Nueva York para la Asamblea General de las Naciones Unidas, lo que confirma que se refería a Obama. Epstein tenía programadas decenas de reuniones con Ruemmler entre 2013 y 2017.

Los dos hablaban a menudo de lo mucho que odiaban a Trump. Este desdén por Trump también queda claro en la correspondencia de Epstein con el escritor de chismes Michael Wolff, autor de Fire and Fury: Inside the Trump White House [Fuego y furia: dentro de la Casa Blanca de Trump]. Los dos discutieron formas de derrocar a Trump.  

• Epstein dijo a otro contacto que los medios de comunicación están “realmente intentando derribar a Trump y haciendo todo lo que pueden para conseguirlo...”. Más tarde, explicó que “es una locura porque yo soy el único capaz de derribarlo”.

• Epstein escribió a su cómplice y otrora novia, Ghislaine Maxwell: “Quiero que te des cuenta de que ese perro que no ha ladrado es Trump. [VÍCTIMA] pasó horas en mi casa con él, no se le ha mencionado ni una sola vez”. Se reveló que esa víctima redactada era Virginia Giuffre, que no hizo ninguna acusación contra el presidente Trump e hizo varias declaraciones en el sentido de que nunca le vio implicado en la pedofilia de Epstein.

El presidente Trump tiene un claro historial de inmoralidad. Es posible que supiera algo de lo que hacía Epstein. Sin embargo, si Epstein tenía realmente una pistola humeante que podía “derribar” al presidente Trump, le odiaba tanto como decía y tenía a los medios de comunicación de izquierdas listos y esperando para utilizar cualquier prueba que tuviera, ¿por qué no la utilizó? Epstein decía a los periodistas anti-Trump lo que querían oír, sabiendo que pronto los necesitaría de su lado.

“Antes de poder superar realmente el escándalo Epstein, EE UU debe encerrar a los que han infringido la ley y desmantelar la cultura que glorifica la pornografía, la fornicación, el adulterio, la homosexualidad y la pedofilia”, escribieron Stephen Flurry y Andrew Miiller en nuestro número de septiembre.   

La publicación de ayer plantea interrogantes sobre la implicación de Obama. ¿Fue su dominio de la izquierda y del gobierno estadounidense posible en parte gracias a su conocimiento de la inmoralidad que rodeaba a Epstein?

En su libro Estados Unidos bajo ataque, Gerald Flurry explica que Barack Obama sólo fue capaz de transformar radicalmente Estados Unidos gracias a la infracción generalizada de la ley entre las élites estadounidenses y el pueblo estadounidense: 

No se trata simplemente de un problema de un hombre en la cima con un espíritu sin ley. ¡Él nunca habría alcanzado las alturas del poder si no fuera por una crisis masiva de transgresión de la ley en toda la nación! Nuestro pueblo está saturado de pecados de todo tipo imaginable, ¡y está orgulloso de ello!

Tanto si Epstein contribuyó directamente a ello pasándole trapos sucios a Obama a través de Ruemmler o no, esta inmoralidad generalizada causó las maldiciones que experimentó Estados Unidos. Hay que enfrentarse a este pecado si Estados Unidos se arrepentirá.