MELISSA BARREIRO/LA TROMPETA
Revelando el encubrimiento de Epstein
Jeffrey Epstein se ha convertido en el rostro pervertido de la élite de Estados Unidos. Fue un depredador plutócrata corrupto que utilizó su riqueza y su poder para abusar de los indefensos, pero está lejos de ser el único.
EE UU está moral y espiritualmente enfermo. Epstein es un síntoma de pecados sexuales que están mucho más extendidos en EE UU.
Durante tres décadas, el financiero de Wall Street manipuló, traficó y violó a cientos de adolescentes. Junto con su novia y cómplice, Ghislaine Maxwell, este monstruo transportó a niños a Florida, Nuevo México, Nueva York, el Reino Unido y las Islas Vírgenes para abusar de ellos y violarlos.
Invitados de las más altas esferas de la sociedad —príncipes, políticos, celebridades, científicos— estaban deseosos de visitar a Epstein en sus casas. Docenas volaron en su avión privado, apodado “El Lolita Express” en honor a una niña ficticia de 12 años que fue manipulada, corrompida, victimizada y violada repetidamente por un pedófilo. Se sabía que Epstein tenía una primera edición del libro Lolita. Muchos de los pasajeros se dirigían al complejo turístico de Epstein en la isla Little St. James. La gente local la llamaba “Isla de los Pedófilos” porque muchas de las chicas que tomaban el sol semidesnudas en la playa parecían adolescentes. Se sabe que casi 200 personas visitaron el antro de perversión de Epstein.
Han pasado seis años desde que Epstein fue finalmente arrestado y luego murió en su celda esperando juicio. Han pasado más de cuatro años desde que Maxwell fue condenada por cinco cargos de incitación y transporte de menores con fines de violación. Sin embargo, ni uno solo de sus clientes ha comparecido ante la justicia.
El presidente Donald Trump prometió hacer públicos los “Archivos de Jeffrey Epstein” cuando recuperara la presidencia. Ahora tiene el poder de liberarlos, pero no lo ha hecho. La gente se pregunta por qué la Casa Blanca mantendría en secreto la verdad sobre Epstein y Maxwell. Pero el presidente está criticando incluso a sus propios partidarios por exigir la información prometida.
¿En qué se han convertido nuestras élites? ¿En qué nos hemos convertido nosotros mismos? ¿Hasta dónde llega la perversión en EE UU? Están sucediendo cosas horribles a nuestros niños, y aun así, ¡no ponemos límites! ¿No hay nada que sea indecible, impensable?
Los archivos Epstein
La explicación oficial de la muerte de Epstein es que se suicidó en su celda de la cárcel el 10 de agosto de 2019. Sin embargo, los metadatos muestran que se eliminaron 2 minutos y 53 segundos del video original de vigilancia de las últimas horas de Epstein en prisión. Muchos estadounidenses creen que personas poderosas mandaron asesinar a Epstein antes de que pudiera divulgar las identidades de quienes habían violado a niños con él.
El presidente Trump era uno de estos estadounidenses. En agosto de 2019, volvió a publicar una acusación de que Bill Clinton estaba relacionado con la muerte de Epstein y pidió al fiscal general Bill Barr que llevara a cabo una investigación exhaustiva. Barr concluyó que la muerte de Epstein mientras estaba entre rejas en una de las cárceles más seguras de EE UU fue el resultado de “una tormenta perfecta de errores y fallas”. Barr y el Departamento de Justicia siguieron adelante como si no hubiera nada que ver.
Sin embargo, una parte significativa del movimiento Make America Great Again [Hacer grande a EE UU otra vez] se negó a abandonar el tema. El presidente Trump prometió que, si era reelegido, iba a desclasificar los Archivos Epstein. Esta es la razón por la que tantos estadounidenses se sienten traicionados por el anuncio de Trump el 16 de julio de que el “engaño’ de Epstein” es una “historia inventada” escrita por Barack Obama, Joe Biden y James Comey, que sus “antiguos seguidores” se han tragado “entera”.
¿Qué hay detrás de este dramático giro de 180 grados?
El 21 de febrero, a la nueva fiscal general del presidente Trump, Pam Bondi, le preguntaron en una entrevista en Fox News si era cierto que el Departamento de Justicia “podría hacer pública la lista de clientes de Jeffery Epstein”. Bondi dijo: “Está sobre mi escritorio en este momento. Esa ha sido una directiva del presidente Trump”.
El 27 de febrero, desclasificó y dio a conocer públicamente algunos de los archivos relacionados con la explotación sexual de más de 250 chicas adolescentes por parte de Epstein. La mayoría de estos archivos habían sido filtrados previamente al público, por lo que ninguna de la información que contenían era una nueva revelación. Pero Bondi llamó a la divulgación “Los Archivos Epstein: Fase i”, indicando que daría a conocer más archivos más adelante. “Este Departamento de Justicia está siguiendo el compromiso del presidente Trump con la transparencia y levantando el velo sobre las repugnantes acciones de Jeffrey Epstein y sus co-conspiradores”, dijo. “La primera fase de los archivos publicados hoy arroja luz sobre la extensa red de Epstein y comienza a proporcionar al público la rendición de cuentas que se esperaba desde hace tiempo”. Su uso de la palabra “co-conspiradores” fue una admisión oficial de que Maxwell no era la única otra persona implicada en la “explotación sexual de más de 250 chicas menores de edad” por parte de Epstein.
Ese mismo día, Bondi escribió una carta a su subordinado, el director del fbi Kash Patel, en la que le decía que sólo había recibido unas 200 páginas de información, pero que la Oficina de Campo del fbi en Nueva York tenía “miles de páginas de documentos”. Ordenó a Patel que los entregara antes de las 8 de la mañana del día siguiente, “sin retenciones ni limitaciones”.
“El fbi está entrando en una nueva era, una que se definirá por la integridad, la responsabilidad y la búsqueda inquebrantable de la justicia”, dijo Patel en un memorando del Departamento de Justicia ese mismo día. “No habrá encubrimientos, ni documentos perdidos, ni piedra sin remover, y cualquiera de la oficina anterior o actual que socave esto será rápidamente perseguido. Si hay deficiencias, las encontraremos. Si se han ocultado registros, los descubriremos. Y llevaremos todo lo que encontremos al Departamento de Justicia para que lo evalúe exhaustivamente y lo divulgue de forma transparente al pueblo estadounidense, como debe ser. El juramento que hacemos es a la Constitución, y bajo mi liderazgo, esa promesa se mantendrá sin concesiones”. Este tipo de transparencia es exactamente por lo que votaron 77 millones de estadounidenses.
Patel proporcionó los documentos según lo indicado antes de las 8 de la mañana del 28 de febrero. Desde entonces, silencio.
Encubrimiento federal
Pasaron casi 10 semanas después de “Los archivos Epstein: Fase i” sin señales de “Los archivos Epstein: Fase ii” cuando el periodista encubierto James O'Keefe se puso en contacto con Bondi. Le dijo que uno de sus reporteros encubiertos había grabado en secreto una conversación que había tenido con ella. “¿Sabe cuándo se harán públicos los archivos de Epstein?”, preguntó la reportera. “Esperamos que pronto”, respondió Bondi. “El fbi ha estado trabajando en ellos. (…) Hay decenas y miles de videos, y todos son con niños pequeños. Así que tienen que revisarlos todos”.
Fue una declaración impactante. En una conferencia de prensa en la Casa Blanca el 7 de mayo, Bondi lo confirmó públicamente: “Hay decenas de miles de videos de Epstein con niños o pornografía infantil. Hay cientos de víctimas, y ninguna de ellas será expuesta jamás. Es sólo una cuestión de volumen, y eso es lo que están teniendo que hacer ahora mismo”.
Pasaron dos meses.
Por último, el Departamento de Justicia de Bondi publicó un memorando sin firmar en el que se decía que sus investigadores habían llegado a la conclusión de que “Jeffrey Epstein se suicidó”, que “no encontraron ninguna ‘lista de clientes’ incriminatoria” y que “no se encontraron pruebas creíbles de que Epstein chantajeara a personas prominentes”.
En otras palabras, Ghislaine Maxwell fue condenada por tráfico sexual y sigue en prisión por ello, pero el Departamento de Justicia cree que Epstein y Maxwell fueron las dos únicas personas implicadas en este abuso. No hay ninguna explicación de lo que Bondi quiso decir cuando se refirió a “Epstein y sus co-conspiradores”, ni de lo que contienen esos “miles de páginas de documentos”.
Los estadounidenses están obviamente molestos con la explicación del gobierno. Virginia Giuffre declaró a la bbc que “a ella se la pasaban como un plato de fruta” a los socios de Epstein, incluido el príncipe Andrés de York. La familia real británica consideró sus acusaciones lo suficientemente creíbles como para pagarle 16 millones de dólares para que guardara silencio sobre su estancia con el príncipe Andrés en la “Isla de los Pedófilos” de Epstein cuando ella sólo tenía 17 años. (Giuffre murió, supuestamente por suicidio, dos meses después de que la fiscal general Bondi empezara a hablar de “Los archivos Epstein: Fase ii”).
Hay abundantes pruebas de que la red de tráfico sexual de Epstein implicaba a algo más que a él mismo y a Maxwell.
El presidente Trump respondió al nuevo memorando del Departamento de Justicia con una publicación de Truth Social en el que afirma que el “engaño de Epstein” es una estafa. Sin embargo, ha sido misteriosamente ambiguo sobre qué partes del escándalo cree que son un “engaño”. No ha acusado a Bondi de mentir sobre las miles de páginas de pruebas y las miles de horas de video que muestran los abusos sexuales a menores, ni ha pedido que Ghislaine Maxwell salga de la cárcel. Así que obviamente sigue creyendo que Epstein y Maxwell son culpables.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que Trump prohibió a Epstein la entrada a su club de Mar-a-Lago en 2004 “por ser un depravado”. Así que la única parte del “engaño de Jeffrey Epstein” que el presidente Trump podría calificar de conspiración es la lista de clientes. Tal vez teme lo que esos clientes harán si se ven expuestos.
No hay pruebas de que Donald Trump haya violado a nadie o haya mantenido relaciones sexuales con un niño. Sin embargo, frecuentaba los mismos círculos sociales que Epstein y ciertamente tiene un pasado como mujeriego. En la década de 1980, el Sr. Trump tuvo un romance muy publicitado con Marla Maples cuando aún estaba casado con Ivana Trump. Asistió a la fiesta del 40 aniversario de la revistaPlayboy en 1993. Se jactó abiertamente en el Show de Howard Stern de entrar en los camerinos mientras las concursantes de Miss U.S.A. se cambiaban de ropa en la época en que era propietario de ese y otros concursos. El presidente Trump ha limpiado algo su vida desde que se casó con su actual esposa, Melania, pero nunca se ha disculpado por los pecados que cometió y glorificó hace años.
Perversión nacional
El New York Times informó que Trump y Epstein solían salir de fiesta juntos con animadoras y modelos en Mar-a-Lago, por lo que es muy probable que el presidente Trump aparezca mencionado en los Archivos Epstein. (Ghislaine Maxwell empezó a preparar a Virginia Giuffre mientras ésta trabajaba como asistente de spa en Mar-a-Lago). Pero si la vergüenza por errores pasados es lo que le impide publicar los Archivos Epstein, el presidente Trump necesita tragarse su orgullo y hacer lo correcto por el bien de las niñas que Epstein y sus cómplices abusaron, y por el bien de la verdad y la justicia en EE UU.
Es notable que los Archivos Epstein destaquen las acusaciones de que el príncipe Andrés (hermano menor del rey Carlos iii) se acostó con una joven de 17 años en la isla de Epstein. El redactor jefe de la Trompeta Gerald Flurry, escribió en 2017 un artículo titulado “La caída de la familia real británica” en el que destacaba algunos de sus pecados sexuales (laTrompeta.es/1/gpplg).
“Antes de la plaga de la homosexualidad, exite el espíritu de la fornicación, ¡el cual desgarra a matrimonios y familias!”, escribió hablando de Judas 7. “Muchos ni siquiera aprenden el concepto de matrimonio y familia. Nosotros no tendríamos el problema homosexual si estuviéramos construyendo familias del plano divino. Las familias al revés son la causa primaria de la homosexualidad. El plan de Dios es expandir Su propia Familia a través de las familias humanas. Grandes naciones sólo pueden ser construidas a través de grandes familias. La familia es el corazón de todo lo que es esencial en esta vida. Los homosexuales y las lesbianas son la evidencia del total desmoronamiento de las familias dentro de nuestra sociedad, ¡y son una señal de que tales naciones están maldecidas por Dios y están a punto de ser destruidas! ¡Judas 7 es la advertencia más fuerte en la Biblia contra las naciones que se han entregado a la sodomía!”.
Esta afirmación sobre “el espíritu de fornicación” como causa fundamental de la “homosexualidad” también es cierta en lo que respecta al transexualismo, la pedofilia, la zoofilia y otras perversiones. Así que cuando Donald Trump a sus 47 años asistió a una fiesta de celebración del 40 aniversario de Playboy (una revista que manchó la cultura estadounidense al promover una visión del sexo y un estilo de vida lascivos), estaba celebrando la cultura que produce hombres como Jeffrey Epstein. La verdad es que Epstein se adentró aún más en el oscuro camino que el propio Trump recorrió en las décadas de 1980 y 1990.
En algún momento de la vida de Epstein, salir de fiesta con mujeres adultas dejó de emocionarlo, así que empezó a aprovecharse de las adolescentes. Sus pecados sexuales se extendieron y le convirtieron en el monstruo que era.
Definitivamente, la administración Trump tiene que empezar a procesar a los implicados en esta red ilegal de tráfico sexual. Sin embargo, hacerlo le obligará a enfrentarse a una realidad que el presidente no quiere afrontar: “el espíritu de fornicación”. ¡Ese espíritu pecaminoso es el que crea a los desviados sexuales como Epstein!
Según un estudio publicado en el Journal of Sex Research, el 92% de los hombres y el 60% de las mujeres estadounidenses ven pornografía mensualmente. Páginas web muy populares se lucran proporcionando videos de violaciones, abusos sexuales y tráfico sexual de niños. La industria de la pornografía está llena de hombres como Jeffrey Epstein que están desesperados por evitar ser expuestos. ¿Los expondrá el presidente Trump? Dios le ha dado el poder para hacerlo. Pero tomar medidas puede requerir que admita que sus propias acciones fueron erróneas y que actividades que millones de estadounidenses consideran “normales” ¡son perversas!
El “engaño Epstein” no es una teoría conspirativa sobre una camarilla elitista que ha secuestrado al gobierno estadounidense. Más bien, es un testimonio condenatorio sobre adónde conduce a las naciones el “espíritu de fornicación”. ¡Cualquier cultura en la que el 92% de los hombres son esclavos de la pornografía no puede evitar producir múltiples Epsteins!
Antes de poder superar realmente el escándalo Epstein, EE UU debe encerrar a los que han infringido la ley y desmantelar la cultura que glorifica la pornografía, la fornicación, el adulterio, la homosexualidad y la pedofilia.
La dimensión desconocida
El difunto Herbert W. Armstrong publicó un libro en 1964 titulado Dios habla sobre ‘La nueva moral’. Siete años después, volvió a publicarlo con un nuevo título: La dimensión desconocida de la sexualidad. La editorial de la Trompeta pone este libro a su disposición de forma gratuita si lo solicita.
“En toda la Biblia Dios condena la concupiscencia”, escribió el Sr. Armstrong en este libro. “La fornicación, o sea el acto sexual antes del matrimonio, es pecado pues quebranta el séptimo de los 10 mandamientos. La homosexualidad también está condenada en la Biblia como pecado. ¡Los sodomitas no heredarán el reino de Dios! Todo acto sexual que no tenga como objeto la expresión de amor dentro del matrimonio y también la procreación dentro del matrimonio, ¡es pecado y quebranta el séptimo mandamiento! Esto incluye la masturbación, la bestialidad y cualquier otra perversión, ¡cualquier uso excepto el que tenga como fin la expresión del amor o la reproducción en el matrimonio! ¡La relación matrimonial es fiel reflejo de la relación entre Cristo y la Iglesia!”.
La mayoría de los estadounidenses no están de acuerdo con estas verdades bíblicas. La mayoría de los estadounidenses ya han aceptado un panorama de pecados sexuales. ¡Por eso se necesita un monstruo sexual demoníaco como Jeffrey Epstein para que se molesten!
La masturbación se convirtió en algo “normal”. La pornografía se volvió “normal”. La fornicación se volvió “normal”. El adulterio se volvió “normal”. La homosexualidad se volvió “normal”. La pornografía violenta se volvió “normal”. El transexualismo se volvió “normal”. ¿Cuánto falta para que la pedofilia se vuelva “normal”?
Los escándalos como el de los Archivos Epstein son consecuencia de la violación de la ley. Así que mientras la izquierda quiere destruir la presidencia de Donald Trump señalándole hipócritamente por irse de fiesta con Epstein, sigue siendo un hecho que tanto republicanos como demócratas son culpables de transformar EE UU en una sociedad pervertida. Los archivos Epstein deberían ser un tema políticamente imparcial. Deben provocar un llamado al arrepentimiento nacional.
Dios creó el sexo para que fuera una expresión de amor maravillosamente bella y desinteresada entre marido y mujer dentro del matrimonio. Utilizado de cualquier otra forma, es un acto de lujuria, que es pecado. Una de las cosas peligrosas del pecado es que, sin arrepentimiento, conduce a más y mayores pecados. Esta es la razón por la que Dios tiene que añadir “sobre vosotros siete veces más plagas según vuestros pecados”. Hubiera sido mucho más fácil para EE UU arrepentirse en la década de 1950, cuando la fornicación era la línea del frente de la revolución sexual. Será más difícil ahora que la nación ha ido mucho más allá de la fornicación llegando a la homosexualidad y otras perversiones sexuales. Los archivos Epstein nos muestran lo que puede venir si la nación no regresa a las virtudes que Dios estableció para nosotros en la Biblia.
