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La interpretación moderna de la historia (Transcripción)

La interpretación moderna de la historia (Transcripción)

El estudio de la historia actual omite a Dios. Aprenda cómo la mayoría de los historiadores han corrompido la historia, y la única manera de resolver este problema.

Transcripción de La Llave de David

Hoy en día hay una interpretación radicalmente nueva de la historia... y se enseña en nuestras escuelas y universidades. Y lo que hacen es que rechazan a Dios y a la Biblia de su historia, y podría sorprenderle escuchar con qué autoridad lo hacen.

Pues bien, tenemos una autoridad aquí que me gustaría citar, el Sr. Herman Hoeh del Colegio Ambassador de hace algunos años; él ya no vive, murió recientemente. El primer capítulo en su Compendio se tituló “La interpretación moderna de la Historia”, y él demostró, miren, que simplemente no se puede (es imposible) creer en ambas la historia secular y en la Biblia. Es imposible, así que sin duda debería ser un problema que nos preocupe a todos. Pero les diré esto, lo que los historiadores modernos radicales han hecho es abandonar a Dios, y se han confundido, y se los mostraré en este programa.

Un historiador incluso la llamó “caótica”, a la historia moderna. ¡Caótica! Entonces, creo que es tiempo de que también tengamos la visión de Dios de la historia, para que entendamos esto y tengamos Su perspectiva. Los estudiantes en particular, pero también el público, han escuchado a los arqueólogos e historiadores y científicos y teólogos, y creen que la interpretación de la historia es correcta, aunque rechace a Dios. ¡Creen que es correcta!

Un famoso historiador, C.W. Seram, dijo que no podía haber nada más lejos de la verdad. Eso lo dijo un historiador.

También Henrik van Loon, un historiador muy famoso, escribió La historia de la humanidad y dijo: “Vivimos bajo la sombra de una gran interrogación. ¿Qué somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde nos dirigimos?”.

Ahora bien, tenemos un libro El misterio de los siglos , que responde a todas esas preguntas.

Pero ellos le dirán que están bajo la sombra de un gran signo de interrogación.

¿Qué somos? ¿De dónde venimos? ¿Y a dónde vamos? Son preguntas que si no respondemos vamos a estar confundidos, y la historia no va a tener sentido. Sin duda no lo tendrá y puedo demostrárselos.

Ahora, les diré que... yo no vivo bajo un enorme signo de interrogación. Yo no. Para nada en toda mi vida adulta, en la mayor parte de mi vida adulta. Y Dios dice que si quieren tener respuestas a esas preguntas, Él se las dará si son como “niños”, si son enseñables; eso está en Mateo 11: 25.

En nuestro libro, El misterio de los siglos , Herbert W. Armstrong hizo estas preguntas y dijo: “Se ha preguntado usted alguna vez: ‘¿Quién soy yo? ¿Qué soy? ¿Por qué existo?’. Usted es un misterio. El mundo que lo rodea es un misterio. ¡Ahora usted puede comprenderlo!”.

Así que demos un vistazo a la interpretación moderna de la historia.

Y toda nuestra literatura es gratis, y se la enviaremos si la pide, no le costará nada.

Pero este hombre dijo: “Vivimos bajo la sombra de una interrogante enorme”, una interrogante enorme. Y si seguimos con lo que dijo aquí, fíjense qué fue su respuesta: "Todavía sabemos muy poco, pero hemos llegado al punto en el que, con un buen grado de precisión, podemos adivinar muchas cosas”. Pues, piensen en eso. Esto no es lo que necesitamos. Necesitamos hechos y necesitamos pruebas de la Biblia, o pruebas de la historia. Es trágico ver las cosas así... ¡sólo dice que ahora podemos adivinar muchas cosas! Están basando la historia en conjeturas. Ahora, realmente tienen que pensar en eso. ¿Es este el tipo de historia que queremos? con razón no sabemos ni quienes somos ni por qué estamos aquí... ni hacia dónde vamos. No lo sabremos si no hacemos algo más que adivinar. Tenemos que ir más allá.

Herman Hoeh escribió diciendo: “Sin embargo, estas conjeturas se hacen pasar por interpretaciones autorizadas de la historia. Simplemente las hemos aceptado. Aceptamos sus suposiciones, y la historia del mundo lo demuestra”, dijo el Dr. Hoeh. Y los historiadores lo admiten aquí, como les mostraré en este programa. Lo admiten, al menos algunos de ellos. Tal vez algunos no lo admiten tan rápido, pero deberíamos discutirlo de todos modos. Normalmente suponemos que ellos (estos historiadores) sólo están recogiendo hechos y luego evalúan con juicio todo eso y lo ponen junto y lo dan a la gente como la verdad de nuestro pasado.

Ahora bien, el historiador de hoy no es un escriba, sino un juez quien juzga la historia. Da su interpretación y es un juez de la historia. No deja que la historia lo juzgue a ÉL. La verdad debería juzgarlo a él, y debe hacerlo con todos nosotros. De lo contrario, entonces, se limitan a conformarse con las creencias comúnmente aceptadas por la gente.

Así que si estos historiadores viven bajo la sombra de un enorme signo de interrogación de “¿Quién soy? ¿Qué soy? ¿Por qué existo?”; y ellos están diciendo que Dios es un mito. Pero si buscan a Dios Él es el único que tiene las respuestas a estas preguntas; no las hallarán con el hombre; no las hallarán con nadie sino con Dios. Dicen que Dios es un mito, pero Dios invierte esto diciendo que ellos son un mito. Pues... alguien está equivocado aquí, y tenemos que mirar esto de cerca.

Es natural, es la naturaleza humana, como escribió el Dr. Hoeh, es la naturaleza humana simplemente estar convencido de estos prejuicios. Él dice primeramente que “esto de suprimir parte de la verdad es la razón principal por la que el mundo nunca ha aprendido las lecciones de la historia. La razón secundaria, por supuesto, es que la mayoría no quiere creer la verdad de la historia, incluso cuando se les cuenta”. Y, ¿cree usted eso? La mayoría de la gente no quiere creerlo.

Fíjense en Jeremías 17: 9: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”. ¿Cree usted eso? Así es la naturaleza humana. ¿Quiere poner su fe en eso? Estamos hablando de la naturaleza humana... la que todos tenemos. Y tenemos que vencerla si queremos entender bien la historia o la Biblia o cualquier otra cosa.

Fíjense en Romanos 1: 28: “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada”; o como dice el margen, entregados a ‘una mente carente de juicio’. Ahora, Dios dice que no les gusta tenerlo en cuenta en su conocimiento, y Él los va a entregar a una mente que no tiene juicio. En otras palabras, ellos van a juzgar la historia. La historia no los va a juzgar a ellos. La verdad no los va a juzgar a ellos. Ellos carecen de juicio, y por eso juzgan la historia, y no son como niños, no son enseñables, y no dejarán que Dios les enseñe, a los “niños”, no se volverán en niños, no se humillarán ni escucharán a Dios. Ellos simplemente lo rechazan sin siquiera la usual búsqueda de la verdad. Ellos lo rechazan automática y rápidamente.

Vean Mateo 23 verso 23; estas son las propias palabras de Cristo y fíjense en lo que dijo: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello”. Bueno, ¿qué les parece? Vean, los judíos estaban contando las semillitas, todo para asegurarse de que tenían el diezmo correcto y Él les dijo, ustedes han rechazado los asuntos más importantes como el juicio (número uno), la misericordia, y luego la fe. Él pone el juicio por delante de la misericordia y la fe. ¡Esto debe ser muy importante! Si va a entrar en los asuntos más importantes, ¡necesitará tener juicio! Y Dios nos lo daría a cualquiera de nosotros, si se lo pidiéramos, si sólo lo pedimos... nos lo daría; eso es lo que Él dice.

Aquí hay un ejemplo que creo que tengo que darles. Se trata de la Corte Suprema del país en 1954, ellos fueron confrontados con un asunto social mayor, y un historiador notable se había involucrado, y aquí está lo que él dijo a sus compañeros historiadores: “El problema que enfrentamos no fue el descubrimiento (por parte del historiador) de la verdad, de toda la verdad y nada más que la verdad; en vez de eso, el problema fue la formulación de una glosa adecuada”. ¡Oh oh! Más vale ver esto de cerca. “No es que nos dedicáramos a formular mentiras. No había nada tan burdo o ingenuo como eso”. Ah, yo no acepto eso. Leamos lo que dice aquí, a ver si no tiene algo que ver con mentiras. Continúa diciendo: “Sino que estábamos usando los hechos, enfatizando los hechos, enfocándonos en los hechos, haciendo a un lado los hechos, discretamente ignorando los hechos, y sobre todo, interpretando los hechos para que pasaran por aceptables”. interpretábamos los hechos para hacerlos aceptables. Esa es una admisión franca que ataca el corazón del problema. Esta es la forma en que los seres humanos razonan, y se ajustan a lo que la gente cree y tratan de hacer que la historia encaje pero no lo hace. Entonces, quiero decirles, que eso va directo al meollo del problema. Tenemos que tener entender esto.

Ahora, continuó diciendo: “Supongo que si un hombre no tiene escrúpulos”, señaló como pensamiento final, “este asunto no le molestaría. ¡Pero yo soy sincero al decir que a mí me molestó terriblemente!”. Y debería molestarnos terriblemente a todos. ¡Terriblemente! Entonces, ¿qué debemos hacer?

Continúa diciendo: “Estoy convencido ahora de que esta interpretación, la cual

elaboramos con todo, menos la verdad histórica”, ¿lo imaginan?, ¡era cualquier cosa menos la verdad histórica!, "como nuestro objetivo, de todas maneras, contiene un cierto grado esencial de verdad histórica”. Bueno, ¿qué les parece? Incluso se convenció de sus propios argumentos. Bien, miren, bueno, no buscamos la verdad histórica. No buscábamos eso. Pero había algo de verdad esencial allí, y sentíamos que eso estaba bien. Eso era bueno, y por eso la historia estaba bien. Pero es una mentira si sólo se dan algunos de los hechos y se pasan por alto los otros o se apartan o se ignoran o se rechazan. Pues bien, ¡eso es una mentira! ¡La gente es engañada con lo que se está enseñando y tenemos que ver eso! La Biblia dice muy claramente, bueno, eso es sólo rechazar la verdad, abandonar a Dios; ¡eso es todo!

Pueden mirar, por ejemplo, la historia de la Revolución de 1776 en Estados Unidos que luchaba contra Gran Bretaña, y ver la historia de Gran Bretaña y luego la historia de Estados Unidos, y encuentran un gran desacuerdo allí. ¿Por qué? Bueno, porque ellos ven la historia así, pero no deberían hacerlo.

Y aquí hay algo que debemos entender. Vemos esta cita, el Dr. Hoeh dice: “La historia no es un simple registro de hechos. Contrario a las ideas comunes, es esencialmente interpretativa”. ¡La interpretan! ¿Ven? La gente no entiende esto.

Y aquí hay una cita que utilizó: “La reconstrucción de la historia antigua es una abstracción de los hechos por medio de hipótesis’, G.Ernest Wright escribió en el Lector del arqueólogo Bíblico”. ¿Qué tal eso? Tienen que explicar esto con hipótesis. ¿Saben lo que es una hipótesis? Bueno, la definición de Webster dice que es una “suposición tentativa hecha con el fin de sacar, y probar sus consecuencias lógicas o empíricas”; definición número dos: es “una suposición o concesión hecha en aras de la argumentación”. Así que lo que están diciendo es que están suponiendo y adivinando. ¿Quiere que la historia se base en eso? Si tiene ese tipo de historia uno nunca sabrá quién es, por qué está aquí ni cuál es su futuro. Pero usted debe saberlo ante todo. ¡Debe saberlo! Déjenme mostrarles. Dios dice que debemos probar todas las cosas.

Bien, tengo aquí una cita que tengo que darles y leer algo más de esto. “El método de estudio histórico es esencialmente un nuevo enfoque de la historia. No se basa en hechos demostrables. Se apoya en una sola hipótesis fundamental e indemostrable: la de que Dios nunca ha intervenido, ni interviene, ni determina el curso de la historia”. Bueno, ¿qué les parece? Dios ni siquiera interviene en la historia. Todo es un mito. Ahora, ¿aceptan eso ustedes? Les diré que si construimos nuestras “pruebas” (entre comillas) con sólo conjeturas y suposiciones, nunca vamos a entender la historia como deberíamos. Nunca.

Rudolf Bultman, un historiador, dice en su libro Jesucristo y la Mitología que “Lo mismo ocurre con el estudio moderno de la historia, que no toma en cuenta ninguna intervención de Dios o del diablo ni de los demonios en el curso de la historia”. Bueno, ¿qué les parece? Oigan, rechazamos cualquier cosa sobre Dios, el diablo, los demonios. Jesucristo, cuando estaba en esta Tierra, se la pasaba echando demonios como rutina. ¿Acaso ya se fueron? Pueden encontrar toda clase de pruebas de que Satanás el diablo existe. Y si leen Isaías 14 y Ezequiel 28, la Biblia se atreve a decir que varios de los líderes que gobiernan el mundo fueron poseídos por el diablo.

Ahora, vamos a tener que deshacernos de estas suposiciones o nunca vamos a llegar a la verdad, ¡y sólo vamos a tener una historia caótica! Quiero decir, ¡ellos casi pueden creer cualquier cosa hoy en día! Y es un triste, triste cambio entrar en esa historia radical. Quiero decir, incluso en la historia pasada hubo sucesos en los que hubo testigos humanos de eventos que demostraron que Dios existe, y ni siquiera los consideran. Eso es historia pasada, historia secular, ¿y qué tal? Así de radical es nuestra historia hoy en día y como se la enseñan a sus hijos en las escuelas y universidades.

¿Qué hay del punto de vista de Dios? ¿No tenemos derecho de dar a los estudiantes y al público la versión de Dios? Déjenme decirles que él tiene un punto de vista, y los historiadores están en un caos profundo. A eso se reduce.

Sólo hablan de una hipótesis. “Sigue siendo sólo una hipótesis; sin embargo, los científicos y los historiadores la dan por sentada como si fuera cierta”, dice el Dr. Hoeh.

Pero si los historiadores no la aceptan, van a ser expulsados por sus colegas historiadores, y van a ser, pues, criticados por sus colegas historiadores y los llamarán ignorantes o supersticiosos, o quizá incluso digan que tienen una falla mental. Tendrán ese estigma sobre ellos, si no se apegan o conforman a lo que el pueblo acepta. Así es como se hace.

Sin embargo, hoy tenemos el 90% de la profecía de Dios cumpliéndose, y les digo que pueden comprobar eso sin mucho problema, si leen la Biblia y ven lo que Dios dice que sucederá cada vez, y lo hemos estado comprobando por más de 75 años. Ahora, eso no es un mito; es la verdad. Pero miren, ¡estas hipótesis son mitos! ¡La historia radical actual es un mito! Sin embargo, ellos rechazan a Dios como un mito. Dios dice que ellos simplemente no quieren tenerlo en cuenta en su conocimiento, y por lo tanto no tienen juicio. E incluso a menudo llegan a tener una mente reprobada. Esa es la verdad trágica.

Pero tenemos miles de registros antiguos que corroboran la historia de la Biblia. ¡miles! Y ellos dicen que “demuestran” esto o “demuestran” aquello; pero en realidad no demuestran nada. Todo se basa en conjeturas y suposiciones, al menos la mayor parte. Cierto, utilizan algunos hechos, algunos esenciales que ellos creen ser datos esenciales, y piensan que eso es suficiente. Pero esa no es toda la verdad. ¡Darle a la gente sólo una parte de la verdad es una mentira porque los engañará! No es la verdad si dejan fuera partes esenciales de la verdad. Así que esa es una manera muy triste de ver las cosas.

Y dice: “La erudición hoy está en confusión, y suelen dignificarlo con la expresión ‘controversia erudita’. El desacuerdo sobre el significado de casi todo es tan amplio, tan agudo que el arqueólogo George E. Mendenhall, escribió que ella [la historia], podría, tal vez con menos cortesía pero con más precisión, ser llamada caos!”. Ahora bien, ¡eso lo dice un historiador que escribió La Biblia y el Antiguo Oriente Próximo . Esto es lo que dice, y sin embargo está de acuerdo, tal vez, con algo de eso; no lo sé. Pero la mayoría sí están.

Así que hay tanto sobre la historia que necesitamos entender, y sólo les diré, una arqueóloga que conozco y con la que hemos trabajado y que murió hace poco, y su abuelo le enseñó esto. Le dijo: “Repasa la Biblia una y otra vez porque en su interior hay descripciones de realidad histórica auténtica”. Y esta dama hizo caso y ella excavó toda su vida siguiendo la historia bíblica. Ella encontró el palacio de David —y le enviaremos material para mostrarle eso— y toda clase de artefactos, ¡y creo que son los descubrimientos más importantes en arqueología en este tiempo final!... Y todo lo que ella hizo fue seguir la Biblia. Sólo leeré rápido lo que esta dama escribió sobre ella: “¡La Dra. Eilat Mazar, autoridad mundial en el pasado de Jerusalén, sacó al rey David de las páginas de la Biblia y lo puso de nuevo en la historia viva!”. ¡Eso es lo que la historia de Dios le dará! ¡Historia viva! ¡Y su vida se volverá vibrante y dinámica!