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Francia vota por más extremismo

BERTRAND GUAY/AFP VÍA GETTY IMAGES

Francia vota por más extremismo

Durante la presidencia de Emmanuel Macron los extremos en Francia se volvieron más audaces. El Sr. Macron comenzó como un visionario para reformar la Unión Europea. Juró lealtad con Alemania, declaró a la OTAN con muerte cerebral y se vio a sí mismo como la esperanza del continente en las negociaciones con el presidente ruso Vladimir Putin. Pero a nivel interno la oposición se hizo más fuerte y vehemente. Los resultados de la primera ronda electoral en Francia el pasado domingo demuestran lo dividido que está el país.

Aunque Macron ganó la primera ronda electoral con un 27,8%, Francia ya no es la Francia que él comenzó a gobernar hace cinco años.

Desde un inicio, Macron se enfrentó a una Alemania reticente que no cooperaba con sus ideas europeas visionarias. Internamente, los manifestantes de los chalecos amarillos lo tenían acorralado. Macron se vio desfilando los intereses de Francia en el extranjero de manera prepotente, mientras se preocupaba poco por su pueblo. Los manifestantes del 2019 exigían una reducción de los impuestos al combustible, la devolución de un impuesto de solidaridad sobre el patrimonio y un aumento del salario mínimo.

A menudo, los manifestantes fueron golpeados brutalmente.

Luego vino el coronavirus y los cierres masivos. La división social creció y las medidas del gobierno se hicieron más duras.

“Emmanuel Macron afirmó que a Francia le faltaba una ‘figura de rey’; y luego pasó cinco años gobernándola como un monarca”, señaló The Jacobine. “Su récord ha alimentado la promesa de Jean-Luc Mélenchon de deshacerse por completo de la presidencia y reconstruir la democracia francesa desde la raíz”.

Mélenchon quedó en tercer lugar el domingo con un notable 21,9%. Su visión para Francia consistía en una reestructuración total del sistema de gobierno.

Otro de los grandes problemas que ha sufrido Francia en los últimos cinco años ha sido el intento fallido de integrar a millones de inmigrantes musulmanes. Cada vez más formaron sus propias comunidades y crearon una sociedad paralela. Éric Zemmour advirtió que Francia se convertiría en un país musulmán tarde o temprano y exigió medidas drásticas; quedó en cuarto lugar con el 7,1%.

Aunque el filósofo intentó presentarse como la solución a todos los problemas de Francia, fue considerado por muchos como demasiado extremista.

Otra candidata extrema fue Marine Le Pen, hija de un político de extrema derecha que desde entonces ha intentado ser más moderada. Ella promete una mezcla de nacionalismo y socialismo. Aunque sigue atrayendo a muchos de la extrema derecha, también reunió a muchos votantes disgustados en general. Bajo su gobierno, Francia le haría frente al islam, le quitaría poderes a la UE y abandonaría la estructura militar de la OTAN; al menos, eso es lo que promete en su campaña. Además, entregaría 100.000 euros a las familias que tuvieran tres hijos, en forma de préstamo que no tendrían que devolver si se cumple el objetivo. Quiere que no haya impuestos para los menores de 30 años y que se rebaje la edad de jubilación para los pobres.

Quedó en segundo lugar con el 23,1% y sigue teniendo posibilidades de ganar las elecciones en una segunda ronda electoral el 24 de abril: entre Macron y Marine Le Pen, las encuestas muestran que la contienda está muy pareja. El Wall Street Journal señala:

La votación del domingo ilustró cómo el panorama político de Francia se ha polarizado cada vez más desde que el Sr. Macron asumió el cargo. Los candidatos de los partidos socialista y conservador sólo obtuvieron un 6,7% de los votos estimados, frente al 26% de las últimas elecciones, mientras que los aspirantes de la extrema derecha y la extrema izquierda obtuvieron el apoyo de más de la mitad del electorado.

Hay que observar de cerca las elecciones y la respuesta de Macron a la creciente oposición derechista podría transformar al país de una manera u otra.

Las tendencias extremas en Francia contribuirán a un importante cambio en la política europea. La Biblia revela que Francia será una nación líder en un superestado europeo que se asemejará a las políticas nacionalsocialistas (Apocalipsis 13), mientras que al mismo tiempo presentará un frente unido (Apocalipsis 17), aunque la unidad será de corta duración (Daniel 2). Este conglomerado unido llamado “el rey del norte” en Daniel 11 se enfrentará al islam radical en Oriente Medio (versículo 40). Hace muchos años la gente no habría estado dispuesta a dejar que el gobierno dictara sus vidas y a ir a la guerra, pero el estado de ánimo está cambiando en Francia y en otros lugares. Tanto Daniel como Apocalipsis también profetizan que quien gobierne Francia lo hará como si fuera un rey.

Para saber más sobre el papel de Francia en la profecía bíblica lea: “Francia está resucitando el Sacro Imperio Romano”.


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