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Iran, Military

Ahid Reza Alaei/AFP/Getty Images

El rey del sur (octava parte)

El rey del sur: capítulo uno

Continuación de El rey del sur (séptima parte)

Hegemonía regional

En 1992 el New York Times escribió: “Habiéndose convertido ya en una potencia petrolera mundial (en segundo lugar a Arabia Saudí), Irán espera promover su mayor ambición de ser la potencia regional más importante en el golfo Pérsico, un objetivo de largo plazo en política exterior” (7 de noviembre de 1992).

El artículo examinaba como Irán planeaba alcanzar este objetivo: “Más preocupante para otros países en el área y para Occidente es la otra parte del plan iraní para alcanzar este objetivo: un enorme programa armamentista, financiado grandemente por el dinero del nuevo petróleo”.

El Analista de asuntos islámicos de Gloucester, Inglaterra, imprimió un artículo en agosto de 1994 que decía que, “Irán está persiguiendo una política paralela de rodear a Israel con enemigos implacables”. Turquía se está moviendo más cerca de Irán. Al norte de Israel, Irán ha inundado a Hezbolá en el Líbano con dinero y armas. Con Hamás en control de Gaza, Teherán podría encender otro conflicto en las fronteras norte y occidente de Israel en cualquier momento. Irán también está abriendo otro frente en Cisjordania, que hierve con simpatizantes, ya sean fanáticos o pagados por Irán. Y Egipto, desde el derrocamiento del presidente Mubarak, se está moviendo rápidamente hacia descartar su tratado de paz con Israel mientras se mueve hacia el campo de Irán.

Por supuesto, los chiitas controlan Irán y son la mayoría (60 por ciento) en Irak. La remoción de Saddam Hussein por parte de EE UU en 2003 abrió el camino para que Irán infiltrara fuertemente a Irak, proveyendo armamento, financiando y entrenando a milicias chiitas, enviando miles de operativos dentro del país y estableciendo lazos económicos con este. Además, el partido político más poderoso en Irak está aliado con Teherán. Esto podría ser un factor decisivo causando que Irak caiga bajo el control iraní.

Ese artículo del Analista de asuntos islámicos en 1994 mencionó adicionalmente que, “iniciando al pie del mar Rojo, Irán está listo para aumentar su influencia considerablemente en Somalia y en Yemen (…). Más arriba en la costa del mar Rojo, Sudán ya está firmemente en manos proiraníes con el régimen militar de [Omar Hasán] al-Bashir quien es no más que un frente para los islamistas de Hasan al-Turabi. Desde las bases en Sudán los fundamentalistas islámicos están comenzando a minar la estabilidad de la recién independiente Eritrea, la cual, se debería notar, ahora controla todo lo que era antes la costa de mar Rojo de Etiopia”.

Estas tendencias continúan hasta hoy. Irán ha continuado enviando cargamentos de armas a los islamistas en Somalia. En marzo de 2008, Irán firmó un acuerdo militar con Sudán. En mayo de 2008, fortaleció aún más sus vínculos con Eritrea, firmando operaciones y acuerdos de inversión. Nuevamente, el año siguiente, en abril de 2009, Irán y Eritrea, junto con Argelia, acordaron expandir su cooperación bilateral. Irán tiene una influencia y control aterradores en el norte de África, lo cual se intensificó enormemente con los disturbios que comenzaron a surgir en los Estados árabes a principios de 2011. El gobierno tunecino cayó en enero, en manos de los musulmanes radicales. El partido del Renacimiento [Ennahda], el partido islamista prohibido bajo la dictadura de Zine El Abidine Ben Ali, emergió rápidamente como probablemente la fuerza política más poderosa en el país. En octubre de 2011, el partido islamista ganó las primeras elecciones libres de la nación desde su independencia en 1956. Eso es casi exactamente lo que sucedió en Egipto cuando sus primeras elecciones libres dieron paso a la Hermandad Musulmana en 2012. Sin embargo, no tomó mucho antes de que el descontento surgiera contra el partido de línea dura del Renacimiento. Los asesinatos de dos figuras de oposición prominentes en 2013 amenazaron con otra revolución en Túnez. Sólo se evitó cuando facciones rivales negociaron una abdicación pacífica del gobierno islamista elegido. Túnez entonces eligió el partido secular-nacionalista Nidaa Tounes. Su candidato, Beji Caid Essebsi, llegó a ser presidente. Sin embargo, Essebsi es un antiguo oficial del derrocado régimen de Ben Ali. Él ha estado bajo fuego por la economía fallida de Túnez y por los ataques terroristas que han paralizado la industria del turismo en Túnez. Reitero, este es un escenario no muy diferente al de Egipto.

Irán también ha infiltrado fuertemente a Yemen y Bahréin, y está firmemente afianzado en Afganistán. Muchas naciones árabes moderadas tienen miedo, y están temerosas de ofender a Irán.

Esto es lo que el Analista de asuntos islámicos del 13 de mayo de 1992, dijo: “El principal objetivo estratégico de Irán es dominar el Golfo Pérsico y sus alrededores. Un paso importante en alcanzar esta meta es ganar el liderazgo indiscutible en el campo del islam radical”. Muchos de los buenos reportes de inteligencia acerca de Irán, han probado ser ciertos. ¿Vemos cuán poderoso militarmente Irán está llegando a ser?

El profesor Barry Rubin escribió en 2007: “Irán intenta extender su influencia en tres formas: propaganda e instigación; la promoción de grupos clientes, y proyectando el poder del Estado. Hoy, Irán patrocina a grupos islamistas radicales en Afganistán, Irak, Líbano, y entre los palestinos como también en otros países. Sus dos clientes más importantes son Hezbolá en Líbano y el grupo palestino Hamás” (Global Politician, 25 de julio de 2007). 

Continúa en El rey del sur (novena parte)

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