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REESE ZOELLNER/LA TROMPETA

El origen de la gran iglesia falsa

La verdadera historia de la verdadera Iglesia de Dios Y su guerra de 2,000 años con la gran iglesia falsa (Capítulo 2)

Continuación de Una profecía sobre la Iglesia de Dios

La Iglesia de Dios del Nuevo Testamento comenzó oficialmente en el día de Pentecostés, 17 de junio del año 31 d.C. En Apocalipsis 2 se le llama a ésta, la primera era de la Iglesia, la era de Éfeso. Esta era no podría haber tenido un mejor comienzo. Jesucristo personalmente le puso el cimiento.

Lucas es el autor incuestionable del libro de los Hechos. Lo escribió alrededor del año 62 d.C., treinta y un años después del comienzo de la verdadera Iglesia. Hechos fue escrito para un hombre llamado Teófilo, como un libro que complementaba el relato del evangelio de Lucas (Hechos 1:1).

Los estudiosos de la Biblia están de acuerdo en que el libro de los Hechos contiene una historia importante de la Iglesia primitiva. Pero un estudio minucioso de este libro revela que su historia es bastante selectiva. El relato de Lucas es mejor conocido como los Hechos de los Apóstoles. Sin embargo, el libro no menciona los hechos de por lo menos 10 de los apóstoles originales. ¿Acaso eso significa que esos apóstoles no hicieron un trabajo importante? ¡De ninguna manera! Ellos realizaron muchas obras poderosas.

En los Hechos, Lucas registra solamente aquellos eventos que afectaron de manera importante a la Iglesia primitiva. Su exclusión de ciertos eventos muestra que Dios canonizó sólo aquellos eventos que eran vitales para que la futura Iglesia de Dios los conociera.

La era de Éfeso comenzó muy pequeña. Jesucristo dirigió a Sus discípulos durante 3 años y medio, y luego el mundo Lo mató. El versículo 15 revela que incluso después de todas las predicaciones y milagros de Cristo, ¡había sólo 120 discípulos!

La mayor parte de la persecución contra el pueblo de Dios vino de la religión falsa. Si Cristo hoy encabezara físicamente a un pequeño grupo, ¡este mundo volvería a matarlo! Y el culpable principal sería la religión falsa.

El día de Pentecostés después de la muerte de Cristo, los discípulos originales y los nuevos conversos recibieron el Espíritu Santo y se enardecieron con la pasión de proclamar el evangelio de Cristo. La nueva Iglesia engendrada por el Espíritu tuvo un impacto significativo en la gente y la sociedad, comenzando en Jerusalén. La era de Éfeso comenzó a crecer. Tres mil miembros fueron añadidos durante la temporada de Pentecostés (Hechos 2:1, 41).

Los eventos fantásticos de Pentecostés en el año 31 d.C. comenzaron a crear revuelo dentro de la comunidad judía y entre los líderes judíos (Hechos 2). Luego vino una dramática curación de un hombre a las afueras de la puerta del templo, llamada Hermosa (Hechos 3). Este hombre era bien conocido por ser cojo de nacimiento. Muchos le habían dado limosna antes de entrar en el templo. No muchos días después de Pentecostés, Pedro y Juan entraron en el templo. Cuando este hombre les pidió dinero, pero no tenían y en vez lo curaron. Pedro y Juan fueron inmediatamente citados a comparecer ante el alto Consejo judío. Ellos fueron amenazados, ¡pero no se dejaron intimidar!

La predicación del evangelio de Cristo cobró impulso. La Iglesia experimentó un rápido crecimiento de como 120 a unos 5.000 miembros durante el tiempo de Hechos 4:4. Este crecimiento provocó una seria persecución. Los líderes judíos se enfurecieron y se asustaron. Los apóstoles fueron arrojados a la cárcel (Hechos 5:18). Un ángel los liberó y les dijo que volvieran al templo y predicaran. Cuando ellos obedecieron, la Obra creció aún más.

Los líderes judíos querían detener a este nuevo bando fervoroso. Su persecución se volvió mucho más intensa y mortal. Hombres, mujeres e incluso familias enteras fueron masacradas.

Esteban, uno de los siete diáconos originales, era un hombre de fe y celo. Dios pudo hacer muchos milagros a través de él, y su trabajo se hizo notar. Esteban fue arrestado y llevado ante el Consejo judío. En su juicio, y en su propia defensa, Esteban predicó un sermón acusador y condenatorio (Hechos 7). Su mensaje sobre la verdad enfureció a los judíos. El sumo sacerdote y el Consejo se enfurecieron.

“Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él. Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo. Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió” (versículos 57-60).

Estos líderes religiosos apedrearon a Esteban hasta la muerte. ¡Su único “crimen” fue predicar la verdad de Dios! ¡Recuerde que estos hombres representaban una religión que hablaba de mucho amor! ¡Qué Dios nos proteja de tales religiones “amorosas”!

Pablo

Note que Lucas mencionó a Saulo en ese relato (Hechos 7:58). Hechos 8:1 muestra que él consintió en el asesinato de Esteban: “Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles”. La persecución contra la Iglesia joven fue tan severa que todos los hermanos, excepto los apóstoles, fueron dispersados de Jerusalén. Los verdaderos cristianos fueron echados de sus hogares hacia ciudades de todo Judá y Samaria. ¡Ellos huyeron por sus vidas!

“Y hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, e hicieron gran llanto sobre él. Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel” (versículos 2-3). Saulo lideró la persecución judía contra la Iglesia; él tenía el respaldo de los líderes judíos para acabar con los seguidores de Cristo. Él encarceló personalmente a muchas personas. Muchos hombres, mujeres y familias fueron destruidos por culpa de Saulo.

El versículo 4 muestra que la persecución a la Iglesia no detuvo la predicación del evangelio. Aunque la Iglesia se había ido de Jerusalén, a fin de cuentas, estos primeros esfuerzos para erradicar a la Iglesia fracasaron. En realidad, esta dispersión del pueblo de Dios impulsó el evangelio, haciendo que éste se propagara por todo el mundo conocido.

Saulo había estado persiguiendo a los verdaderos cristianos hasta la muerte, pero el apedreamiento de Esteban debe haber tenido un profundo impacto en él. Poco después, Saulo se dirigía a Damasco para hacer daño a más hermanos que vivían allí. Pero Cristo intervino milagrosamente y detuvo el reino de terror de Saulo, ¡llamándolo personalmente! (1 Corintios 9:1; Hechos 26:14). Saulo fue convertido y su nombre fue cambiado a Pablo, que significa “pequeño”.

A veces se necesita un evento dramático para que Dios pueda captar nuestra atención. Dios el Padre y Jesucristo planearon usar a Pablo poderosamente y de una manera que sería muy diferente a la de los otros apóstoles. ¡No es fácil convertir a un asesino de cristianos en un fanático por Dios! Así que vemos que el apedreamiento de Esteban sirvió para varios buenos propósitos.

Sin embargo, en poco tiempo, la persecución contra la Iglesia tomó un nuevo giro.

La historia desagradable de Samaria

Uno de los aspectos más determinantes de la Iglesia del primer siglo fue su encuentro con Simón el Mago. Éste es el primer registro del conflicto entre la verdadera Iglesia de Dios y la gran iglesia falsa que se iba a desarrollar a través de los siglos. Es una historia extremadamente importante que necesitamos entender.

El Sr. Armstrong preparó el escenario en su libro El increíble potencial humano diciendo: “En Samaria, al norte de Jerusalén, vivía un pueblo gentil al que los judíos de los tiempos de Cristo despreciaban, llamándolos ‘perros’. Habían sido trasladados allí desde áreas del Imperio Babilónico alrededor del año 700 a.C. por varios reyes, incluyendo a Salmanasar de Asiria (2 Reyes 17:18, 21-24, etc.)”. El pueblo de Samaria no era israelita; era mayormente babilónico de nacimiento. Después que Israel fue llevado en cautiverio, poblaciones de cinco tribus babilónicas fueron trasladadas a Samaria. Esas tribus trajeron sus dioses babilónicos y asirios, y sus prácticas paganas con ellas.

Estudie 2 Reyes 17. Es una historia bastante reveladora. Poco después de poseer el territorio, estos babilonios fueron atacados por leones (versículo 25). Los nuevos colonos creían supersticiosamente que los ataques de los leones venían sobre ellos porque no habían honrado al dios del nuevo territorio (versículo 26). No reconocieron que Dios había enviado a Israel en cautiverio debido a su idolatría (adoración del becerro).

Los samaritanos recién establecidos le pidieron al rey asirio que enviara a un sacerdote de Israel para enseñarles cómo adorar al Dios de su tierra. El rey accedió (versículo 27), pero lo que ellos recibieron fue un sacerdote que les enseñó las prácticas paganas del norte de Israel. Por lo tanto, recibieron las enseñanzas sobre una religión del Antiguo Testamento mezclada con paganismo.

Los samaritanos comenzaron a adorar al Dios de Israel usando las falsas enseñanzas del malvado rey Jeroboam. Recuerde el hecho de que Jeroboam era completamente rebelde. Él formó su propia religión; obligó a los verdaderos sacerdotes de Dios a huir a Jerusalén y Judea (2 Crónicas 11:14); estableció la adoración del becerro en Dan y en Bet-el (1 Reyes 12:28-30); cambió los días festivos de otoño del mes séptimo al octavo. Hizo sacerdotes de entre el pueblo, que no eran de los hijos de Leví (versículo 31).

Así que los samaritanos fueron profundamente engañados por un sacerdote israelita que les enseñó prácticas paganas mientras les mostraba el nombre de Dios. Ellos comenzaron a referirse a sí mismos como el pueblo de Dios, pero esencialmente siguieron siendo idólatras babilónicos (2 Reyes 17:41).

Ahora note lo que el Sr. Armstrong dijo sobre los samaritanos de la época de los apóstoles: “Habían traído con ellos a la tierra de Samaria su propia religión de los misterios babilónicos. En el octavo capítulo de los Hechos usted leerá acerca de su líder religioso en el tiempo de Cristo, llamado Simón el Mago el hechicero” (ibíd.; énfasis mío en todo).

Exponiendo a Simón el Mago

Hechos 8 dice que Simón “ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande. A este oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Éste es el gran poder de Dios” (versículos 9-10). Estos versículos reflejan más que un simple encuentro con un hombre que se convierte al cristianismo.

¡Lucas da más detalles sobre este hombre que sobre muchos de los apóstoles!

¿Por qué? ¡Por una razón profunda y vital!

Simón era la figura religiosa más importante de Samaria, era un hombre impresionante. En su vida religiosa él confiaba enormemente en los poderes demoníacos. Utilizaba la brujería y la magia para hechizar al pueblo de Samaria. Él creía que era “alguien grande”. Este hombre quería que el pueblo se fijara en él de una forma extraordinaria.

Un verdadero ministro dirige las personas a buscar al Dios viviente, ¡no a un hombre insignificante!

Toda la población de Samaria escuchaba atentamente a Simón. ¡Todos los de Samaria, desde el más pequeño hasta el más grande, le creían! De hecho, el pueblo lo adoraba como el “gran poder de Dios”. Ellos creían que él era Dios en la carne.

Este hombre es conocido en la historia secular como Simón Magus. El apellido “magus” revela que él era miembro de la casta sacerdotal de la antigua Persia. (Vea cualquier enciclopedia o diccionario para la definición de magus). En otras palabras, este Simón era un sacerdote de la religión de los misterios babilónicos.

¡En realidad este relato revela el comienzo de la gran iglesia falsa descrita en el libro de Apocalipsis como “la gran ramera” y “Misterio, Babilonia la grande, ¡la madre de las rameras y de las abominaciones de la Tierra”! ¡Simón Magus iba a desempeñar un papel fundamental y trascendental en la historia de esa iglesia!

Satanás usó a este hombre para empezar a construir esa iglesia. Todo comenzó aquí mismo. Cristo edificó a Su Iglesia en el año 31 d.C., ¡y Simón el Mago entró inmediatamente en escena en el año 33 d.C.! Eso no es difícil de probar. ¡Incluso los católicos le dirán hoy que su iglesia comenzó en el año 33 d.C.!

Dondequiera que la Iglesia de Dios esté, usted siempre encontrará una religión falsa.

Es asombroso lo rápido que esta iglesia comenzó a crecer en la escena mundial. ¡Ésta era la iglesia especial de Satanás, una herramienta que él ha usado poderosamente a través de los siglos! Esa iglesia ha cometido muchos crímenes violentos, especialmente contra la verdadera Iglesia de Dios (Ej. Apocalipsis 17:1-6). La Biblia describe el crecimiento de esa iglesia, aunque mucha de esa historia ha sido borrada, tal como veremos.

Cuando el Sr. Armstrong reveló este entendimiento, ¡fue algo impresionante! Había cierta electricidad en el aire entre los del pueblo de Dios, mientras él hablaba sobre de esto.

La explicación del Sr. Armstrong fue simple y comprensible. A medida que yo estudio la historia a la manera en que él la escribió, me maravillo de lo simple que es. Es sencilla, si no confiamos mucho en la erudición mundana. Si uno sigue al Sr. Armstrong paso a paso, todo se vuelve claro y fácil de entender.

Durante la era de Filadelfia y la de Laodicea, yo he leído lo que escribieron otros escritores sobre la verdadera historia de la Iglesia, y no estaba tan enfocada y tan clara como debería haber estado, ¡porque ellos no se adhirieron lo suficiente a la descripción bíblica precisa hecha por el Sr. Armstrong! Ellos confiaron demasiado en su propia capacidad erudita.

Demonios

Felipe, otro de los siete diáconos originales, llevó el evangelio a Samaria, justo donde Simón el Mago tenía su sede, y comenzó a trabajar con la gente de allí. Pero fíjese en lo que él enfrentó: “Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos [demonios], salían estos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; así que había gran gozo en aquella ciudad” (Hechos 8:6-8). Muchas personas allí eran perturbadas por demonios que estaban tratando de atacar y plagar la Iglesia de Dios desde el principio. Dios usó a Felipe para expulsar a esos demonios.

¡Estos versículos deberían electrizar y aleccionar a cualquier creyente de la Biblia! Se trata de Satanás y sus demonios poseyendo a personas en la gran iglesia falsa.

Hoy en día, ¡los ministros de la mayoría de las iglesias rara vez hablan de Satanás y de posesión demoníaca! ¡Casi no mencionan a Satanás y sus poderosos demonios! Con razón este mundo es tan fácil de engañar (Apocalipsis 12:9). ¡Ya es hora de que este mundo despierte de su adoración a Satanás el diablo! (2 Corintios 4:4).

¡Satanás y esos demonios que plagaron a Samaria todavía están en la Tierra hasta el día de hoy! Todavía están trabajando para acosar y engañar al pueblo de Dios. Es mejor que lo sepamos. Esos mismos espíritus malignos están haciendo un trabajo poderoso. Dios le dice a Su pueblo que debemos anunciar Su mensaje, a pesar de la actividad de los espíritus malignos.

Simón el Mago estaba allí, y él mismo trajo una gran legión de esos demonios. Hechos 8:11 dice: “porque con sus artes mágicas [Simón] les había engañado mucho tiempo”. Simón había estado trabajando en esto durante mucho tiempo. Satanás estaba inspirando a este hombre impresionante, y los demonios estaban muy activos en su ministerio y en el área.

Vea el impacto que Simón el Mago tuvo en los samaritanos. ¿Entiende usted realmente el poder que Satanás tiene? Por eso es tan importante que nos mantengamos de rodillas, tratando de acercarnos lo más posible a Dios: ¡Nosotros tenemos un enemigo poderoso!

Satanás y estos demonios han engañado a la mayoría del pueblo de Dios, ¡y a casi todos los ministros de Dios durante esta era de Laodicea! Muchos de los ministros más destacados de la Iglesia, que sabían tanto de la verdad de Dios y que eran educadores tan eficaces, ¡vergonzosamente han perdido ese precioso conocimiento! Cuando alguien comienza a mostrar desprecio por el apóstol de Dios, ¡usted puede estar seguro de que esos demonios van a estar muy cerca! Ellos reconocen la vulnerabilidad y estarán tocando a la puerta.

El poder del Espíritu

El pueblo de Samaria quedó profundamente impresionado cuando escuchó la predicación de Felipe. Muchos creyeron y fueron bautizados. Simón también estaba fascinado. “Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito” (Hechos 8:12-13).

Aunque Simón fue bautizado, su conversión fue falsa. Lo que más le impresionó fue el poder espiritual que Felipe demostró. Él pasó la mayor parte de su tiempo “viendo las señales y grandes milagros que se hacían”. Lucas deja bien claro que Simón sólo profesó el cristianismo.

Pronto llegaron a Jerusalén informes sobre el éxito de Felipe en Samaria. Eran noticias increíbles especialmente considerando el dudoso pasado de Samaria. Pedro y Juan viajaron rápidamente a la región. Una vez allí, oraron por aquellos que habían sido bautizados para que la gente pudiera recibir el Espíritu Santo (versículos 15-17).

Cuando Simón el Mago vio que el Espíritu de poder vino con la imposición de manos de estos apóstoles, quedó impresionado. Él decidió que quería tomar el nombre de Cristo; quería llamar cristianismo a su perversa religión. La Iglesia tenía el Espíritu de Dios, y Simón el Mago trató de comprar ese Espíritu y el cargo de apóstol.

Pedro captó inmediatamente la realidad de la situación. “Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero” (versículo 20).

Note esto: Pedro llamó al Espíritu Santo “el don de Dios”. ¡El pueblo de Dios posee este maravilloso don!

¡Dios nos concede ese poder porque lo necesitamos para hacer el trabajo que Él nos da y así prepararnos para el Reino de Dios! ¡Nosotros necesitamos tener ese poder!

Simón el Mago quería el poder del Espíritu Santo. ¡Incluso este hombre de mente carnal pudo reconocer que había poder en ese Espíritu! Y de hecho lo hay. Al pueblo de Dios no le falta poder. Todos tenemos que vencer la naturaleza humana, pero Dios nos da el poder para vencerla. Él no nos deja sin poder. El problema es que muy a menudo no lo usamos. Vergonzosamente la gran mayoría del pueblo de Dios hoy, ¡ha perdido la mayor parte o la totalidad de ese poder!

Simón el Mago reveló sus verdaderas intenciones. Él había ejercido un poder considerable sobre el pueblo. Ahora reconocía que los apóstoles tenían un poder aún mayor. Así que él quiso comprar un cargo, un apostolado. Pedro le dijo que él perecería con su dinero. ¡Usted no puede comprar un cargo de Dios! ¡Los ministros de Dios son puestos por Dios en esos cargos! ¡Es un llamado sublime, y ningún cargo está a la venta!

La hiel de amargura

Pedro cernió a Simón el Mago con lo que seguramente es una de las mayores reprimendas de la Biblia.

No tienes tú ni parte ni suerte en este asunto”, dijo, “porque tu corazón no es recto delante de Dios” (Hechos 8:21). ¡Tú no tienes absolutamente nada que ver con nosotros! dijo él con extremo énfasis.

“Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón” (versículo 22). ¡Pedro no estaba seguro de que Simón pudiera ser perdonado! Este falso profeta podría ya haber ido demasiado lejos como para arrepentirse y recibir el perdón de Dios. Él era la personificación del mal, y Pedro lo reconoció. Él sabía que algo terrible estaba sucediendo.

Estas palabras tuvieron que penetrar profundamente en Simón el Mago. Sin embargo, Pedro continuó: “Porque percibo que estás en [dentro de, debería decir] la hiel de amargura, y en el lazo de la iniquidad [o desafuero]” (versículo 23, versión kj). ¡Simón el Mago estaba apresado y en las garras de Satanás!

La palabra griega traducida como “hiel” aparece sólo en otra escritura: Mateo 27:34. El Estudio de la Palabra de Vincent dice que “la hiel de amargura es una amarga enemistad contra el evangelio”. Es “la hiel de amargura”, no una hiel de amargura. ¡El evangelio es la buena noticia de la inminente Familia de Dios! ¿Cómo puede alguien odiar eso? Bueno, Satanás lo odia, y Simón también se había metido dentro de esa hiel de amargura. Él estaba absorto en ella. Tenía una mala actitud como uno jamás haya visto en nadie; ¡y ésta era en contra de Dios y del mensaje de Dios!

Una expresión similar se encuentra en el Antiguo Testamento. “Porque vosotros sabéis cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado por en medio de las naciones por las cuales habéis pasado; y habéis visto sus abominaciones y sus ídolos de madera y piedra, de plata y oro, que tienen consigo. No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de [el Eterno] nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo [amargura]” (Deuteronomio 29:16-18). La frase “hiel de amargura” en el antiguo Israel se refería a una persona que intentaba introducir prácticas paganas en la religión de la nación. Pedro sabía que Simón haría esto en el futuro. La reprimenda de Pedro a Simón fue una grave advertencia profética.

El lazo de la anarquía

La palabra “lazo” significa un lazo cerrado y sólido. Se refiere a lo que permanece unido, como una unión de los ligamentos mediante los cuales los miembros del cuerpo humano están unidos entre sí.

¡Simón estaba completamente apresado en el desafuero!

La palabra tiene el siguiente sentido: “aquello en lo que todas las virtudes están tan unidas entre sí que el resultado es la perfección, y a ninguna de ellas le falta esa perfección” (Léxico de Thayer). ¡Simón tenía un desafuero perfecto!

¡De esto se trata Satanás! Él está amargado, lleno de odio contra Dios, y en perfecto desafuero. Aunque él hace un notable trabajo de enmascararla como justicia y rectitud, su religión falsa predica esa doctrina del desafuero. Ésta es una enseñanza fundamental de la religión de los misterios babilónicos con origen en Simón: que la ley ha sido abolida . Uno ve esa enseñanza en la iglesia madre, al igual que en sus hijas protestantes.

La epístola de Judas habla de estos seguidores de Simón el Mago: “Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo” (Judas 4). El Sr. Armstrong explicó que éstos “algunos hombres (...) hombres impíos” eran discípulos de Simón, quienes, como veremos más adelante, ¡ya estaban infiltrados en la verdadera Iglesia de Dios! ¡Su doctrina era convertir la gracia de Dios en desafuero!

Entiéndase bien que nosotros necesitamos desesperadamente de la gracia de Dios que incluye el perdón inmerecido del pecado, que sólo Dios puede conceder. Es maravilloso que Cristo haya venido a la Tierra y haya sufrido y se haya sacrificado y se haya desangrado hasta la muerte para que, cuando nos arrepintamos, ¡Dios pueda perdonar nuestros pecados y no tengamos que morir para siempre!

Sin embargo, Satanás ha engañado a un inmenso número de personas religiosas, incluyendo católicos, protestantes y, en muchísimos casos, incluso a algunos de la verdadera Iglesia de Dios, a convertir esa espectacular gracia en una licencia para desobedecer. ¡Ellos enseñan que no tenemos que guardar “esa ley antigua”! Esa doctrina de anarquía es la esencia de esa gran iglesia falsa. Ese fue su comienzo, ¡y así es como es hoy, y lo será hasta el final! Y esa mentira ¡es precisamente lo que Simón el Mago predicaba! ¡Él estaba atrapado en el desafuero!

Jesucristo vino a la Tierra y murió por nuestros pecados, y usted puede estar seguro de que Satanás va a falsificar algo así de importante.

Simón era la encarnación de Satanás. Reitero, ¿quién está realmente en el lazo del desafuero? Isaías 14 y Ezequiel 28 muestran que éste es el estilo de vida de Satanás; ¡es la forma en que él vive! ¡Él odia la ley! Él se alejó de Dios, alejó a un tercio de los ángeles de Dios, alejó a este mundo de Dios, y en este tiempo del fin, incluso hizo que la mayoría del propio pueblo de Dios se alejara de Él. ¡Él está en el lazo del desafuero! ¡Y tiene un poder aterrador para engañar y destruir!

Una profecía trascendental

Simón no se arrepintió de este pecado extremadamente malvado. “Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí” (Hechos 8:24). Simón no mostró ningún indicio de arrepentimiento. Espiritualmente, su mente estaba llena de veneno amargo. ¿Cómo puede uno razonar con una mente así? ¿Alguien con una hiel amarga en contra de lo que uno intentara enseñarle de la Biblia, la Palabra inspirada de Dios? Sólo Dios puede abrir esa mente a la verdad y darle el arrepentimiento.

Simón el Mago anhelaba poder. Él quería ser un líder con muchos seguidores, pero quería aún más que eso. Él quería tener su propia organización, y quería poder político para implementar su mensaje e imponerlo sobre la gente, ¡incluso para matarlos si no se sometían!

La historia muestra que Simón se convirtió en un gran antagonista de la Iglesia primitiva. Esto es lo que el Nuevo Léxico del Diccionario Webster de la Lengua Inglesa dice sobre él: “Reprendido por Pedro, le rogó que intercediera ante Dios en su nombre, y [Simón el Mago] ya no vuelve a aparecer en los Hechos. Literatura posterior lo muestra reapareciendo en Roma durante la época de Claudio con un nuevo movimiento propio, combinando curiosamente elementos cristianos y paganos, y en el que él figura como un dios”.

Hay muchos relatos de Simón viajando a Roma y convirtiéndose en uno de los grandes dioses para la ciudad y para el pueblo de Roma. Los registros muestran que Simón “profetiza que Roma será el escenario de su coronación gloriosa, cuando sea adorado como un dios” (Diccionario de Religión y Ética, Vol. 11). En el caso de Simón, ¡esto fue un problema monumental para este mundo! ¡Él quería un grupo de otros seguidores engañados, que se ilusionaran creyendo que él era un dios!

La verdad más trascendente de la Biblia es el futuro maravilloso que Dios ha planeado para los seres humanos. ¡Dios está tratando de hacernos ver que Él se está reproduciendo a Sí mismo en la humanidad! ¡Ése es nuestro asombroso potencial humano! ¡Dios está creando hijos de Dios! Y sin embargo, ¡lo máximo en lo que estos hombres pueden pensar es en tener seguidores! Cuando una persona cae en esa actitud, no tiene límites. Sólo quiere más y más y más poder. ¡Jamás deberíamos comenzar a pensar de esa manera! Deberíamos simplemente tratar de servir a Dios de cualquier manera que podamos, o podemos meternos en serios problemas.

Simón no logró su objetivo durante su vida. Pero más tarde, la iglesia que él fundó, con sede en Roma consiguió el poder para dirigir al Imperio Romano. Cuando uno mira a la historia de esa iglesia, ve lo que sucedió. ¡Ha sido una historia de asesinatos! Esa iglesia es la más violenta de la historia, sin embargo, parece ser la más justa y las personas creen que lo es.

Si usted tiene un pasado católico, yo no estoy tratando de ofenderle. ¡Pero le reto a que mire la historia! Está disponible para que cualquiera la estudie, pero la gran mayoría de las personas la ignoran y fingen que no existe. La mayoría de las personas son superficiales e ignorantes respecto a la Biblia y a la historia. Están totalmente engañadas acerca de su religión.

Dios va a salvar a católicos, protestantes y gente de todas las religiones. Pero lo hará a Su manera y en Su propio marco de tiempo. ¡Todos esos miles de millones de personas que han muerto sin conocer a Dios van a ser resucitados y van a conocer a Dios! Así que la verdad de esta historia, por muy condenatoria que sea, debe ser vista dentro de ese contexto espectacular.

No se olvide de Hechos 8:23: “Porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás”.

En la Biblia King James, La traducción de las palabras que Pedro le dijo a Simón el Mago, no es la mejor. ¡Lo que Pedro dijo fue muy profético! El sentido de sus palabras transmite lo que le sucedería a Simón si no se arrepintiera. “En” puede ser usado para expresar el destino; en otras palabras, “Estás destinado a una ira amarga, es decir, a experimentar la ira de Dios (suponiendo que no te arrepientes)” (Comentario Crítico Internacional, Hechos: Vol. 1:1-14). ¡Eso es lo que el libro de Apocalipsis muestra que le sucederá a la iglesia de Simón! En realidad, ¡Hechos 8:23 contiene la semilla de la profecía de Apocalipsis 17 acerca de lo que esa iglesia falsa hace en esta Tierra!

Según el Comentario de Lange, las palabras de Pedro literalmente significan: “Te considero un hombre cuya influencia será como la de una hiel amarga y de un lazo de injusticia, o como un hombre que ha llegado a ese estado”.

Ésta es una profecía sobre esa iglesia (esa antigua religión babilónica) que entrará en la escena mundial. Dios le reveló mucho a Pedro y le mostró mucho sobre la hiel de amargura que impregna a esa iglesia. ¡Pedro lo vio todo en una visión profética!

¿Y a quién odia más esa iglesia? ¿Contra quién ha luchado a lo largo de la historia? La historia revela una batalla entre dos iglesias cristianas, y una de ellas es falsa. Ésta reclama el título de cristiandad. Apocalipsis 12 trata sobre dos iglesias, ambas afirmando que Cristo las dirige, pero una está mintiendo.

Ésta es la razón por la cual Lucas registró tanto para nosotros acerca de Simón el Mago. Recuerde que Lucas escribió el libro de los Hechos alrededor del año 62 d.C. Para esta época, Simón ya había causado serios problemas a la verdadera Iglesia de Dios. Las cartas de Pablo reflejan muchos de los problemas que Simón y sus ministros causaron a la verdadera Iglesia de Dios. Lucas tuvo que mostrar a la gente que Simón no formaba parte de la Iglesia cristiana como afirmaba. La mayoría de los eruditos reconocen que Lucas nos da tantos detalles sobre Simón, debido a su fama y al peligro que representaba para la Iglesia.

Lucas también registró la fantástica profecía de que Simón el Mago se convertiría en el fundador de Misterio, Babilonia la Grande, ¡la gran iglesia falsa de Apocalipsis 17! Simón formó una alianza especial con el gobierno de Roma. Esta relación demostró ser mortal para muchos del verdadero pueblo de Dios a lo largo de la historia.

Esa iglesia hace todo lo que puede para borrar el mensaje de Dios. Y cuando ve que no puede tener éxito, ¡trata de eliminar a la gente que transmite ese mensaje! Eso es lo que esa iglesia ha hecho a través de los siglos, ¡así que no espere a que se detenga ahora! El pueblo fiel de Dios no debe temerle, pero tenemos que reconocer con qué estamos tratando.

¡Esa iglesia ha matado a muchas más personas del propio pueblo de Dios que cualquier otra iglesia en la Tierra!

Pedro vio la magnitud de lo que este hombre haría y lo que su obra lograría. Dios le dio una gran visión de ello. Y Lucas la registró aquí en los Hechos porque sabía que esto sería una amenaza continua para la Iglesia de Dios. ¡La reprimenda mordaz de Pedro marcó el comienzo de lo que ha sido una guerra continua entre estas dos iglesias desde entonces hasta hoy! Esa guerra se va a poner mucho peor en este tiempo del fin.

He aquí un comentario explosivo del libro del Sr. Armstrong, Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía: “¿Y dónde se encuentran hoy esos antiguos babilonios, los caldeos? Ellos emigraron al oeste y se establecieron en Italia. Su religión era la religión de los misterios asirio-babilónicos. Va a ser una sorpresa impresionante, impactante, terrible cuando el mundo aprenda que Simón, el mago de Samaria en tiempo de los apóstoles originales, es el líder de la religión de los misterios babilónicos y tiene el título de Páter o Pedro, cuyo significado es Papa, que en realidad se apropió del nombre de Cristo y del principio cristiano de la gracia, la cual él convirtió en una licencia para alejarse de la ley de Dios (Judas 4), y comenzó lo que hoy es llamado ‘cristianismo’. ¡Cuán asombrado quedará el mundo al descubrir que esa no es, ni nunca fue, la extensión de la Iglesia de Dios, fundada por Jesucristo y Sus apóstoles!”

“¡Pronto, este conocimiento estallará como una bomba en un mundo incrédulo! ¡Las personas se horrorizarán cuando sepan cómo han sido engañadas! Cuando llegue el tiempo de Dios, ¡la noticia ‘bomba’ explotará!” ▪

Continuará...

Capítulo 3: La apostasía del primer siglo

Boletín, AD