Reciba nuestro boletín gratis

japan, minister

(Getty Images)

El lugar de Japón en el futuro (tercera parte)

Russia y China en profecía: capítulo cinco

Continuación de El lugar de Japón en el futuro (segunda parte)

Un bloque de poder global

Al otro lado del mar de China desde la tierra del sol naciente, se despierta un dragón. Los dragones mitológicos podían ser conocidos por quedarse dormidos a la entrada de sus cavernas, pero ciertamente no son conocidos por su debilidad. El dragón chino ha estado por mucho tiempo, podría parecer, observando soñolientamente como la dominación global estadounidense declina. Pero busca consolidar un bloque de poder global en el oriente que lo reemplace.

Para crear tal bloque, China necesita algo más que Rusia. Como Stratfor escribió: “China y Rusia, unidas en una alianza más estrecha, pueden cambiar el balance regional en Eurasia, pero no pueden afectar el balance global…” (16 de abril de 2001). Para ser capaces de realmente alterar el balance de poder global, esta alianza probablemente necesite que Japón sume su pericia tecnológica y su poderío naval.

Tal alianza habría parecido casi imposible hace tan sólo un poco de tiempo atrás. Pero estamos viendo el cambio de esa tendencia en Asia.

El primer paso vino en la forma de una de una propuesta en noviembre de 2001 para crear un área de libre comercio entre China y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (asean por sus siglas en inglés). Luego, en la cumbre China‑asean en noviembre de 2002, fue firmado un tratado marco sobre cooperación económica integral, con acuerdos comerciales adicionales siendo firmados desde entonces. Este nuevo bloque asiático se oficializó en 2010, y con más de 2 mil millones de consumidores que tienen un producto interno bruto combinado de cerca de 11 billones de dólares, es la zona de libre comercio más grande del mundo, en términos de población.

Japón, aunque tiene una de las economías independientes más grande del mundo, continúa siendo obstaculizado por el fracaso de sucesivos gobiernos en enfrentar la necesidad de una reestructuración económica dolorosa. Por más que se resista a ser relegado a un papel de seguidor detrás de Rusia y China, Tokio sabe que necesita trabajar hacia este futuro pan-asiático, si quiere estar en algún lugar cerca de la influencia de la esfera asiática oriental que el tamaño de su economía y peso industrial demandan. Japón quiere forjar un bloque comercial que emerja como una gran fuerza motora dentro de la economía global.

Todo lo que se necesitaría es una gran crisis regional para empujar a los japoneses hacia la acción para ofrecer su poderío naval en particular como un garante de seguridad para sus vecinos. Japón tiene esta poderosa herramienta para usarla como pieza de cambio en negociaciones para la cooperación económica con el resto de Asia.

El prospecto de la expansión continua de la UE hacia un bloque combinado más grande y más poderoso que EE UU o Rusia, y la debilidad observada de la influencia global estadounidense, están llevando a China y a sus vecinos asiáticos a posicionarse como el siguiente gran bloque de poder global. Rusia, China y Japón probablemente se combinarán en alianzas asiáticas, con la intención final de forzar a EE UU a quedar fuera de la “esfera de influencia” rusa y fuera del Pacífico occidental. Y entonces, como ha sido la estrategia de la UE, la cooperación económica y política de Asia progresará finalmente hacia una alianza militar y de seguridad.

El Occidente está en declive. El islam está en ascenso globalmente. El poder de la bestia europea está casi listo para ponerse en marcha. Los reyes de Oriente se están tornando inquietos. La influencia y el acceso de EE UU a la península de Corea, las costas chinas y soviéticas, las líneas marítimas del Pacífico asiático, Malasia, Indonesia, las Filipinas, Micronesia, Polinesia y Papúa Nueva Guinea están declinando.

Llenando el vacío de poder

¿Quién llenará el vacío de poder?

La economía de China sobrepasó a la de Japón en 2010 al convertirse en la segunda más grande del mundo, pero Japón aún está adelante de China en términos de la calidad de su crecimiento. Japón tiene la (actualmente subutilizada) capacidad industrial desarrollada a tal punto que podría fácilmente igualar a la de EE UU y la UE en el desarrollo y producción de armas de alta tecnología.

Hace setenta y cinco años, Japón procuraba extender su imperio por medio del poderío militar. Después de décadas de descolonización, desarrollo y crecimiento en el lejano oriente, Japón ahora enfrenta a una muy diferente y más poderosa China, y a una colectiva esfera asiática mucho más industrializada. Éste debe cumplir sus metas usando medios muy diferentes de aquellos usados en los años cuarenta. Cualquier dominación que Japón busque ahora en el hemisferio oriental debe ser hecha por medio de alianzas y tratados.

¡Este esfuerzo dará lugar a una alianza nuclear!

Si Japón decidiera hacerlo así, podría llegar a ser una potencia nuclear independiente en tan sólo un año. Las voces dentro de Japón clamando por dichas acciones se están volviendo más fuertes.

La revista La Pura Verdad predijo una alianza entre China y Japón hace años. Un artículo en la edición de febrero de 1963 afirmaba: “¡Hay una absoluta inevitabilidad de la vinculación final entre Japón y la China roja! La gran pregunta cuánto tiempo China permanecerá ‘roja’ y sobrevivirá sin una vinculación con el capitalismo japonés”. Hoy, China no es tan “roja” como lo era antes, y está lista para una unión más estrecha con Japón.

Un artículo en La Pura Verdad de abril de 1968 decía: “A pesar de sus muchas diferencias políticas, religiosas y nacionales, Asia finalmente se fusionará en un bloque de poder común. Éste finalmente enviará su músculo militar hacia el Oriente Medio al retorno de Jesucristo. Esta profecía está registrada en Apocalipsis 16:12 y 16. Japón jugará un papel vital en esta batalla”. Cubriremos esa profecía en detalle en el siguiente capítulo.

Manténgase atento a las alianzas de Asia oriental desarrollándose económica y militarmente. Esté pendiente de los próximos acuerdos entre Rusia, China, Japón, Corea del Sur y otros para controlar a la rebelde Corea del Norte y sacar por la fuerza a EE UU de la diplomacia oriental en Corea y Taiwán. Preste cuidado a un tercer gran bloque de poder surgiendo en el oriente para balancear el poder de la expansión de la Unión Europea y la volátil marea islámica.

El nuevo orden de poderes globales está surgiendo precisamente como se describe en la profecía de la Biblia.

Continúa en Asia en profecía (primera parte)

RCP_ES_AD