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Reese Zoellner/La Trompeta

Asia en profecía (primera parte)

Russia y China en profecía: capítulo seis

Continuación de El lugar de Japón en el futuro (tercera parte)

Herbert W. Armstrong dijo que cerca de un tercio de la Biblia está dedicado a la profecía. La estructura de toda la profecía; explicó él, se encuentra en dos libros proféticos: los libros de Daniel y Apocalipsis. Y sólo en Apocalipsis “encontramos los eventos de varias otras profecías correlacionados en orden de secuencia de tiempo”, escribió él en El libro de Apocalipsis ¡al fin descifrado!

El libro de Apocalipsis detalla los eventos que conducen al retorno de Jesucristo. Los eventos están simbolizados por siete sellos, siete trompetas y siete copas. Éstas representan una progresión de catastróficas plagas que Dios infligirá sobre la humanidad.

El Sr. Armstrong categorizó estos sucesos proféticos en tres eventos importantes. “Así que aquí tenemos tres sucesivos eventos que sacudirán al mundo, primero y ahora, próximo a ocurrir en posiblemente esta década o la siguiente, la Gran Tribulación. Segundo, inmediatamente después de la Tribulación, las señales celestiales en el sol, la luna y las estrellas. Tercero, siguiendo a las señales sobrenaturales en los cielos, ¡el terrible Día del Señor!” (ibíd).

Los primeros cuatro sellos en Apocalipsis 6:1-8: religión falsa, guerra, hambre y pestilencia, conducirán al quinto sello, la Gran Tribulación, el tiempo de la ira de satanás. Muchas escrituras describen la Gran Tribulación, incluyendo los versículos 9 al 11. La tribulación durará 2 años y medio.

Luego, en los versículos 12 al 14, leemos eventos que estremecerán al mundo: “Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento”. Estas son las señales celestiales que el Sr. Armstrong destacó como el segundo de los tres eventos sucesivos.

Finalmente, llegamos al Día del Señor, el tiempo de la ira de Dios. Aquí es cuando Dios castiga a la humanidad por su rebelión contra Él y Su gobierno. Dios enviará plagas sobre todos los pecadores para traerlos al arrepentimiento. Los habitantes de la tierra que sobrevivan a los previos desastres sabrán que están entrando al tiempo de la ira de Dios (versículos 15-17).

El Día del Señor dura un año. Porque éste toma lugar durante el último año de un periodo de 3 años y medio al que la Biblia frecuentemente se refiere, algunos han supuesto que el Día del Señor es sinónimo de la Gran Tribulación, pero no lo es. La secuencia de tiempo es ésta: primero la Gran Tribulación, luego las señales celestiales, y entonces el Día del Señor. Estos tres eventos devastadores caen dentro de un periodo de 3 años y medio que la Biblia llama “un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo” (Apocalipsis 12:14). Es crítico que entendamos esta secuencia de tiempo.

El comienzo de la Gran Tribulación

El tiempo de la “gran tribulación” es un periodo de sufrimiento en el tiempo del fin a una escala nuca experimentada en la historia humana (Mateo 24:21; Daniel 12:1). Muchas escrituras muestran que las naciones más devastadas serán Estados Unidos, Gran Bretaña y la nación judía de Israel.

En el pasado, creíamos que esta Tribulación comenzaría cuando estas tres naciones fueran atacadas militarmente. Pero el profeta Ezequiel describe la Tribulación comenzando con un sitio económico contra estas naciones.

Tome nota de los detalles: “Tú, hijo de hombre, tómate un adobe, y ponlo delante de ti, y diseña [o esculpe] sobre él la ciudad de Jerusalén. Y pondrás contra ella sitio, y edificarás contra ella fortaleza, y sacarás contra ella baluarte, y pondrás delante de ella campamento, y colocarás contra ella arietes alrededor. Tómate también una plancha de hierro, y ponla en lugar de muro de hierro entre ti y la ciudad; afirmarás luego tu rostro contra ella, y será en lugar de cerco, y la sitiarás. Es señal a la casa de Israel” (Ezequiel 4:1-3).

La “casa de Israel” en primer lugar no se refiere a los judíos, sino a los descendientes modernos de Israel, específicamente Estados Unidos y Gran Bretaña. Aquí está representado un asedio contra la casa de Israel. ¡Es una profecía de como un tercio de estas naciones será destruido económica y socialmente por un asedio! ¡Otras profecías muestran que este asedio causará un cataclismo económico que desencadenará en guerras raciales y luchas por la comida y la supervivencia!

El profeta Isaías discute sobre un poderoso “mercado de naciones” que incluye a naciones europeas y asiáticas, incluyendo Rusia, China y Japón (Isaías 23). Los eventos se están moviendo hacia el cumplimiento de esta profecía. En años recientes, la potencia económica de la Unión Europea sobrepasó a EE UU y Japón en llegar a ser el más grande socio comercial de China. Europa y China han emprendido muchos proyectos conjuntos en años recientes, incluyendo un acuerdo histórico de 2015 entre en sistema de comercio de divisas de China y la bolsa más grande de Alemania, lo cual significativamente fortalece los vínculos financieros entre ambas partes.

Un importante banquero alemán, Folker Hellmeyer, jefe economista en Bremer Landesbank, predice que el eje económico de Moscú-Pekín prevalecerá contra Estados Unidos. Él también advierte que el daño económico para Alemania y la Unión Europea será significativo si ellos continúan siguiendo la política de EE UU en oposición a la alianza de los brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Alemania ya se unió al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, liderado por China. ¡Analistas financieros como Jim Willie están advirtiendo que Alemania podría estar planeando ya abandonar el dólar y unirse a las naciones brics!

¡La relación que vemos desarrollarse entre el “rey del norte” y los “reyes del oriente” es exactamente la que Isaías profetizó hace cerca de 2.700 años! ¡Piense acerca del papel que esta alianza probablemente jugará en el asedio económico de EE UU!

El Sr. Armstrong profetizó por muchos años que la alianza entre Europa y Sudamérica se volvería extremadamente fuerte. Los factores más significativos que cimentarán esta conexión son la religión y el idioma: el catolicismo romano es la religión dominante de Latinoamérica; y después del chino y el inglés, el español es la siguiente lengua más hablada en el mundo. Pero ésta no será una unión de iguales: ¡los países latinoamericanos llegarán a ser estados vasallos de Europa!

Con una Europa liderada por Alemania (referenciada en la profecía como “el rey del Norte”) que posee un gran poder marítimo, Norteamérica será flanqueada al oriente por Europa y al sur por Latinoamérica.

La Biblia contiene muchas profecías de ese poder europeo atacando a EE UU. Aquí es donde China y los otros gigantes de Asia entran en escena. Considerando que China ahora posee la mayoría de las puertas marítimas estratégicas del mundo (en otro tiempo estaban controladas por Gran Bretaña y EE UU), el Sacro Imperio Romano liderado por Alemania necesitará formar una breve alianza con los poderes asiáticos identificados en Isaías 23 (Rusia, China, Japón—los “reyes del Oriente”).

Si Europa encuentra la manera de sacar ventaja de los recursos claves y las posiciones estratégicas de China, Rusia y Japón, incluso por un corto periodo de tiempo, entonces tendría más que suficiente poder para sitiar a las naciones anglosajonas. Estados Unidos y Gran Bretaña serán excluidos como dos bloques comerciales gigantes, Europa y Asia, se engranarán y comenzarán a llevar la batuta en el comercio mundial. ¡Estas naciones de Israel van a ser literalmente sitiadas, económicamente excluidas del comercio mundial!

Este asedio económico es parte del quinto sello de Apocalipsis, la Gran Tribulación que Ezequiel profetizó. Marcará el comienzo en la crisis de las crisis, ¡la peor que jamás haya habido sobre la Tierra! El tiempo es extremadamente corto. ¿Tenemos la osadía de burlarnos del Dios vivo? 

Continúa en Asia en profecía (segunda parte)

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