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Alemania está preocupada: ¿Provocará Trump una crisis financiera?

ANDREW HARNIK/GETTY IMAGES

Alemania está preocupada: ¿Provocará Trump una crisis financiera?

Dados los numerosos peligros a los que se enfrenta la economía estadounidense, un colapso es sólo cuestión de tiempo.

Aumentar el límite de la deuda, incrementar los aranceles, presionar a la Reserva Federal, promover las criptomonedas estables; las formas únicas del presidente Donald Trump de abordar los problemas financieros de Estados Unidos están generando inquietud en el extranjero. Alemania, la mayor nación acreedora del mundo y líder del euro, el principal rival del dólar, parece especialmente preocupada y percibe una oportunidad.

Deuda: Estados Unidos tiene una deuda nacional incomprensible de más de 37 billones de dólares. El pago de sus intereses supera su presupuesto militar. Como otros antes que él, el presidente Trump prometió abordar el problema de la deuda. Pero en lugar de reducir el gasto, su presupuesto trae más de lo mismo.




El Dr. Martin Lück, uno de los principales estrategas del mercado de capitales en el mundo de habla alemana, dijo a Spiegel el 26 de mayo: “Las políticas de Trump están alimentando la inflación, y los inversionistas están perdiendo la fe en que EE UU logrará controlar su deuda. (…) Lo que Trump está haciendo es realizar una cirugía a corazón abierto en la economía mundial, creando instrucciones para el colapso total”.

Lück advirtió entonces que podríamos estar “a seis meses o un año de un colapso”.

Una de las formas en que Estados Unidos sostiene su deuda de 37 billones de dólares es emitiendo bonos del Tesoro, que los inversores compran a cambio de pagos regulares de intereses. Pero en mayo, la agencia de calificación Moody's rebajó la calificación crediticia de EE UU de un perfecto aaa a Aa1. Después de la degradación, Spiegel preguntó a Lück: “¿Han dejado de ser los bonos del Estado de EE UU el ‘refugio seguro’ al que se acude cada vez que hay una crisis?”.

Su respuesta: “En principio, sigue siendo así, pero no bajo Trump. Sus políticas desastrosas son veneno para la economía, y así lo ven los mercados financieros”.

La gente teme que Estados Unidos pueda dejar de pagar su deuda y desencadenar una crisis financiera masiva. La única razón por la que esto no ha sucedido todavía es porque un número suficiente de personas aún confía en el dólar estadounidense más que en otras alternativas. Pero esto está empezando a cambiar. En cambio, muchos inversores han empezado a invertir en bonos del Estado alemán.

Aranceles: en 2018, Trump publicó en Twitter que los aranceles permitirían a Estados Unidos pagar “grandes cantidades” de su deuda. Siete años más tarde, en abril de 2025, Trump empezó a poner en marcha ese plan, que al principio provocó un susto económico. El Washington Post escribió el 9 de abril:

Puede que el presidente Donald Trump haya puesto al mundo al borde de una crisis financiera antes de pausar su guerra arancelaria el miércoles, ya que el mercado de bonos del Tesoro, de 28 billones de dólares, mostró tensiones inusuales en las horas previas a su cambio de rumbo.

Ese mismo día, el presidente Trump reconoció: “El mercado de bonos es muy complicado”. En lugar de imponer aranceles simultáneamente a casi todo el mundo, Trump ha renegociado los acuerdos comerciales y ha introducido gradualmente los aranceles. Pero la gente sigue temiendo que una crisis mundial esté a la vuelta de la esquina.

Trump cree que los temores son injustificados. A principios de este mes, publicó en Truth Social: “Se ha demostrado que, incluso en esta etapa tardía, los aranceles no han causado inflación ni ningún otro problema para Estados Unidos, aparte de las cantidades masivas de dinero en efectivo que se vierten en las arcas de nuestro Tesoro”. “Además, se ha demostrado que, en su mayor parte, los consumidores ni siquiera están pagando estos aranceles; son sobre todo las empresas y los gobiernos, muchos de ellos extranjeros, los que corren con los gastos”.

Presionando a la Reserva Federal: Una forma de combatir la inflación es mantener altas las tasas de interés, y eso es exactamente lo que ha hecho la Reserva Federal de Jerome Powell. Pero el presidente Trump no está nada contento con Powell. Tasas más altas significan pagos de deuda más elevados, y si Estados Unidos gasta más pagando intereses, tiene menos margen de maniobra en su presupuesto. En consecuencia, Trump ha presionado repetidamente a Powell para que recorte las tasas de interés.

“La independencia de la Reserva Federal se ve seriamente amenazada por Trump”, advirtió el experto en mercados financieros Christian Röhl, según informó el diario alemán Bild el 24 de agosto. Aunque Trump no destituya a Powell, es probable que nomine a un sucesor leal a él el año que viene. “Eso debilitaría la confianza en el dólar y aceleraría su pérdida gradual de importancia como moneda de reserva mundial”, señaló Röhl.

Jürgen Matthes, economista del Instituto Económico Alemán de Colonia, advirtió: “Si Trump sigue socavando la independencia de la Reserva Federal de Estados Unidos, estará socavando un pilar central del mercado financiero estadounidense”. “A largo plazo, los inversores la castigarían si ya no pudieran confiar en que la Reserva Federal luche contra la inflación de forma fiable”.

Pero mientras que la Reserva Federal se ha mantenido hasta ahora en su trayectoria, algunos de los partidarios de Trump ven en las criptomonedas la solución a los males financieros de Estados Unidos.

Criptomonedas estables: “Las criptomonedas estables tienen el potencial de asegurar el dominio del dólar estadounidense a nivel internacional para aumentar el uso digital del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial, y en el proceso crear potencialmente billones de dólares de demanda para los bonos del Tesoro de Estados Unidos, lo que podría reducir las tasas de interés a largo plazo”, dijo David Sacks, asesor especial de la Casa Blanca para inteligencia artificial y criptomonedas, en una conferencia de prensa en febrero.

El Banco Central Europeo (bce) escribió el 28 de julio:

Las monedas estables están reconfigurado las finanzas mundiales, con el dólar estadounidense al timón. Sin una respuesta estratégica, la soberanía monetaria y la estabilidad financiera europeas podrían deteriorarse. (…)

La administración estadounidense ha dejado claro (…) que su apoyo a las criptomonedas estables va más allá del mero fomento de la innovación tecnológica. El objetivo es dual: proteger el dominio mundial del dólar estadounidense expandiendo su uso en las plataformas digitales a escala mundial, y reducir los costos de endeudamiento aumentando la demanda de bonos del Tesoro de EE UU a través de las reservas de criptomonedas estables.

Las criptomonedas estables prometen mantener el mismo valor que las monedas fiduciarias y, al mismo tiempo, comerciar globalmente fuera del sistema bancario tradicional, como las criptomonedas. Las empresas más comunes que emiten criptomonedas estables, son empresas privadas como Tether y Circle. En la mayoría de los casos, los clientes compran criptomonedas estables con dólares estadounidenses, y las empresas que las emiten suelen invertir esos dólares en bonos del Tesoro de EE UU. Por lo tanto, las criptomonedas estables aumentan la demanda de bonos del Tesoro, ayudando al gobierno de EE UU a financiar su deuda.

Pero si la gente pierde la confianza en las criptomonedas estables, los poseedores las monedas se precipitarán a intercambiarlas por efectivo. Para cumplir las demandas de redención, las empresas que emiten criptomonedas estables se verán obligadas a vender sus bonos del Tesoro de EE UU, lo que podría inundar el mercado y provocar problemas financieros de mayor magnitud. En ese escenario, el resultado que prevé Sacks —mayor fortaleza del dólar y menores costos de endeudamiento— podrían producirse a la inversa.

Mientras tanto, los europeos tienen motivos para socavar el uso de las criptomonedas estables. Como escribe el bce: “En caso de que se generalice el uso de las criptomonedas estables respaldadas por dólares estadounidenses en la zona del euro —ya sea para pagos, ahorros o liquidaciones—, podría debilitarse el control del bce sobre las condiciones monetarias”.

La oportunidad del euro: “Siempre he dicho que la próxima crisis financiera está por ocurrir, sólo que no sabemos cuándo ni por qué”, dijo el canciller alemán Friedrich Merz a Handelsblatt en abril. “Las políticas del presidente Trump aumentan el riesgo de que la próxima crisis financiera llegue antes de lo esperado. Los europeos necesitamos una respuesta convincente a esto”.

Lück dijo a Spiegel: “El dólar aún no se ha colapsado como moneda de reserva, pero gracias a Trump, vamos por buen camino. (…) En este momento, Europa es significativamente más atractiva que EE UU, y sin duda más seria y liberal. El euro puede dar el salto y convertirse en una alternativa real al dólar como moneda de reserva. Esto es principalmente el resultado de las desastrosas políticas de Trump”.

El bce se mostró de acuerdo, diciendo que “la incertidumbre actual también ofrece una oportunidad única para Europa. (…) En un mundo de arenas movedizas, el euro tiene el potencial de ser el cimiento sobre el que otros puedan construir”.

Europa observa los problemas financieros de Estados Unidos y se prepara para salir fortalecida y más unida. Esto es exactamente lo que el difunto Herbert W. Armstrong predijo que ocurriría. En 1984, advirtió que una crisis bancaria en Estados Unidos “podría desencadenar repentinamente la unión de las naciones europeas en una nueva potencia mundial, mayor que la Unión Soviética o Estados Unidos”.

Este pronóstico estaba basado en un buen entendimiento del sistema financiero mundial y de las profecías bíblicas.

Estados Unidos lleva décadas dirigiéndose hacia esta crisis. El hecho de dar largas al asunto ha aumentado el poder explosivo de esta crisis. La profecía bíblica muestra que la explosión ya no puede posponerse. Los transgresores han llegado al colmo y el mundo sigue sin arrepentirse (Daniel 8:23). Nos acercamos al periodo más devastador de la historia de la humanidad, y gran parte de él comenzará con una crisis financiera.

Apocalipsis 17 profetiza que las naciones europeas se unirán y entregarán su poder a un gobernante supremo. Isaías 23 y Apocalipsis 18 revelan que Europa está a punto de convertirse en el centro del comercio mundial. Una crisis financiera en Estados Unidos podría desencadenar ambas.

Tenemos que analizar los recientes movimientos de Trump bajo esa luz y dejar de lado todos los prejuicios. Lea el artículo del redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, “Una crisis financiera es inminente ”, que explica estas profecías en detalle.