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Una crisis financiera es inminente

CHARLY TRIBALLEAU/AFP via Getty Images

Una crisis financiera es inminente

Será devastador, pero como la Trompeta ha advertido durante décadas, desencadenará el cumplimiento de una profecía aún mayor.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha enfrentado al mundo tratando de rectificar los injustos desequilibrios comerciales. Sin embargo, la reacción del mercado no tardó en demostrarle que limitarse a obligar a otras naciones a someterse no funcionará.

“El mercado de bonos es muy delicado”, dijo el presidente Trump a los periodistas el 9 de abril. “Lo estuve observando (…) Anoche vi que la gente se ponía un poco nerviosa”. Los comerciantes estaban “poniéndose un poco nerviosos, un poco asustados”, dijo. “Hay que tener flexibilidad”.




Donald Trump ha estado preparando a los estadounidenses para tiempos incómodos. Pero lo que previó justo antes de pausar los aranceles era demasiado aterrador incluso para él.

El Washington Post comentó:

Es posible que el presidente Donald Trump haya llevado al mundo al borde de una crisis financiera antes de pausar su guerra arancelaria el miércoles, ya que el mercado de bonos del Tesoro, valorado en 28 billones de dólares, mostró tensiones inusuales en las horas previas a su cambio de rumbo. (...) Esta vez, a diferencia de 2008 y 2020, cuando EE UU lideró el rescate, el Gobierno fue la causa.

Hace décadas, el difunto Herbert W. Armstrong advirtió sobre una crisis financiera mundial desencadenada por EE UU. Los recientes acontecimientos han demostrado que esto puede ocurrir en cualquier momento.

Los mercados financieros de EE UU se encuentran en terrenos inestables. Un movimiento equivocado y todo el sistema financiero podría derrumbarse.

En la crisis bancaria de 2008, el sistema financiero de EE UU fue salvado únicamente mediante el gasto de enormes cantidades de dinero que no teníamos. Esto sólo nos prepara para una crisis aún más grave en el futuro.

Después de ese susto, ¿qué hizo EE UU para corregir el problema? Absolutamente nada. Ahora tenemos billones más de deuda.

Esta deuda pone en duda el valor del dólar. El dólar se sigue utilizando como moneda de reserva, pero muchas naciones se están alejando de él. Mientras más dejen otros países de utilizar nuestra moneda en el comercio mundial, más se desplomará el valor del dólar. La política arancelaria del presidente Trump está acelerando esta tendencia.

Si el dólar pierde su valor, la inflación se disparará. Al final, los estadounidenses no podrán comprar cosas básicas, ni siquiera alimentos, ¡y las ciudades estallarán en caos!

Tenemos que prepararnos mentalmente para este resultado. Pero por dramático que sea, los efectos posteriores serán aún más dramáticos.

Repercusiones al otro lado del Atlántico

El peligro de la deuda de EE UU se agrava aún más por cómo afecta a Europa. El Sr. Armstrong advirtió en julio de 1984: “Toda la estructura bancaria de EE UU es una red en la que todos están conectados; pero no sólo eso, una nación tiene que tratar con otras naciones en materia de importaciones y exportaciones. Por lo tanto, necesitan medios para transferir dinero de un país a otro. Y así, la estructura bancaria es internacional y está entrelazada. (…) El sistema bancario se ha vuelto muy complejo”.

Si este sistema bancario respaldado por la deuda de EE UU se derrumba, los bancos europeos caerán como fichas de dominó. Aquellos que quieren inmunizar a Europa contra el contagio financiero de EE UU en la situación actual no pueden hacerlo. Esto se debe a que la Unión Europea cuenta actualmente con 27 naciones, y cada una de ellas conserva gran parte de su soberanía, por lo que aprobar nuevas regulaciones financieras es extremadamente difícil.

Pero una crisis sin duda estimulará una reforma significativa. “Podría provocar de repente que las naciones europeas se unieran para formar una nueva potencia mundial, más grande que la Unión Soviética o EE UU”, escribió el Sr. Armstrong.

Esta unificación está profetizada en Apocalipsis 17. Los versículos 12-13 dicen: “Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia”.

Al observar esta profecía, el Sr. Armstrong previó que sólo una crisis grave podría provocar la unificación profetizada de los líderes europeos, tal y como ocurrió en los días del Sacro Imperio Romano. Al ver la interdependencia de la banca mundial, el Sr. Armstrong predijo una crisis financiera. Ahora, tres décadas después, la necesidad de Europa de convertirse en una superpotencia singular es más grande que nunca, al igual que la posibilidad de que se produzca la crisis que desencadene este acontecimiento.

Este imperio unificado, sin duda liderado por una Alemania económicamente fuerte, cambiará drásticamente el curso de nuestro mundo.

El Sacro Imperio Romano ha dominado a Europa durante siglos. Alemania intentó dominar el Continente durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial y convertirlo nuevamente en un gran imperio. Pero desde entonces, Europa ha sido débil y ha dependido de EE UU tanto financiera como militarmente.

Hoy en día, la mayoría de la gente no le teme a Europa. ¡Esto está a punto de cambiar!

Ciertos líderes políticos trabajarán para manipular esta crisis financiera en beneficio de sus propios fines engañosos. Dicha manipulación se ha producido repetidamente debido a que estos mecanismos financieros son tan complejos que la mayoría de las personas no los entienden.

Una vez que Alemania unifique a Europa bajo su liderazgo y termine de construir su imperio militar, sucederá algo terrible.

El Sr. Armstrong escribió que el surgimiento repentino de los diez reyes “podría provocar la Gran Tribulación de forma repentina”. Y eso conducirá rápidamente a la Segunda Venida de Cristo y al fin del mundo tal y como lo conocemos”. A corto plazo, el ascenso de estos reyes será aún peor de lo que la gente puede anticipar. Ese es el resultado de una reacción en cadena provocada en gran parte por una crisis bancaria, ¡de la que estamos teniendo un anticipo en los titulares de hoy!

Sin embargo, aunque el futuro inmediato será desolador para aquellos que ignoren la advertencia de Dios, tal y como dijo el Sr. Armstrong y tal y como revelan las profecías bíblicas, ¡estos acontecimientos acelerarán el regreso de Jesucristo!