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Acciones estadounidenses caen ante el nerviosismo de la banca

Acciones estadounidenses caen ante el nerviosismo de la banca

Las acciones de Estados Unidos cayeron el 2 de mayo mientras las consecuencias de la quiebra del First Republic Bank seguían afectando a las acciones bancarias y la Reserva Federal comenzaba a debatir su décima subida de tipos de interés este año. El S&P 500 cerró un 1,16% por debajo de su apertura, mientras que el Promedio Industrial Dow Jones se desplomó más de un 1,08% y el Nasdaq Composite cayó un 1,08%.

Tres de las cinco mayores quiebras bancarias de la historia de Estados Unidos se han producido en las últimas nueve semanas. A los inversionistas les preocupa que quiebren más bancos si la Reserva Federal sigue subiendo los tipos de interés en su afán por combatir la inflación.

Efecto dominó: el director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, responsable de la mayor firma de gestión de activos del mundo, se preguntó en su carta anual a los accionistas del 15 de marzo si “las fichas de dominó” están “empezando a caer” en el sistema financiero estadounidense. Señaló la quiebra del Silicon Valley Bank, el aumento de la inflación y las agresivas subidas de tipos de interés de la Reserva Federal. Luego advirtió que “ya estamos pagando por años de dinero fácil” y que “más embargos y cierres” pueden llegar en un futuro próximo.

En estos momentos ha fracasado un banco dos veces mayor que el Silicon Valley Bank, y un estudio publicado por la Red de Investigación en Ciencias Sociales revela que otros 185 bancos corren el riesgo de quebrar si sus depositantes deciden retirar sus fondos. Las turbulencias financieras en EE UU están lejos de terminar. Es probable que quiebren bancos pequeños y medianos, lo que provocará que los bancos más grandes se hagan aún más grandes y que el poder financiero se centralice aún más y pase a estar controlado por muy pocas élites.

Profecía central: Herbert W. Armstrong predijo que una crisis financiera en Estados Unidos sería probablemente el catalizador que impulsaría a Europa a unirse. Concretamente, advirtió en 1984 que una crisis bancaria “podría provocar repentinamente que las naciones europeas se unieran como una nueva potencia mundial más grande que la Unión Soviética o Estados Unidos” (carta a los colaboradores, 22 de julio de 1984). En otras palabras, una crisis bancaria podría destruir el sistema financiero mundial, asustar a las naciones europeas para que cedieran el control a una autoridad central y crear un nuevo orden mundial en el que Estados Unidos dejara de ser la superpotencia.

Conozca más: lea “Cómo la crisis financiera mundial producirá los 10 reyes de Europa”.