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iStock.com/Kieferpix

Un pequeño consejo terrible

Uno que los padres en todas partes están siguiendo

Si usted busca instrucción de los expertos en el mundo sobre la crianza de los niños, va a encontrar algunos consejos terribles.

Una vez recibí un correo electrónico con este tipo de instrucción. Esto es lo que decía: “A estas alturas usted probablemente ya sabe lo impotente que uno se puede sentir cuando su niño pequeño decide hacer una pataleta en el área de los vegetales. Puede ser embarazoso, pero tenga la seguridad de que otros padres también sienten su dolor”.

Yo he visto esos espectáculos públicos y me quedo asombrado cuando veo a los padres “lidiar” con el problema, continuando felizmente sus compras como si todo fuera perfectamente normal. Resulta que esos padres podrían no ser tan ignorantes como pensé. Ellos podrían estar aplicando escrupulosamente la “sabiduría” más moderna sobre la crianza de los niños.

El correo electrónico continuó: “Haga lo que haga, no se enoje. (...) En vez, simplemente saque a su hijo de la tienda (incluso si esto significa dejar el carrito de compras lleno de comida) y siéntese con él en su auto o en una banca hasta que termine de llorar. Cuando la tormenta haya terminado, su hijo se sentirá cercano a usted y feliz de nuevo, y habrá superado los sentimientos que lo condujeron a la pataleta. También usted puede consolarse al saber que con el tiempo su hijo desistirá de este comportamiento”.

Este es un consejo terrible.

Otra columna en un periódico nacional respetable imprimió la súplica de una madre que en realidad temía por su seguridad debido a la violencia de los berrinches de su hijo. Su hijo tenía 3 años. El columnista “experto” ofreció una gama de posibles causas, desde demasiado sol hasta alergias a ciertos alimentos.

¿Alguno de estos expertos ha escuchado alguna vez el término de “madurez emocional”?

Nuestras emociones en gran medida, ¡no crecen naturalmente junto con nuestros cuerpos físicos! El mundo está lleno de adultos emocionalmente infantiles. Las emociones deben ser entrenadas, incluso en los niños más pequeños.

El niño al que se le permite hacer berrinches se convertirá en un adulto sujeto a la manipulación emocional de todos lados. Como dice Proverbios 25:28: “Como ciudad derribada y sin muro, es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda”. Esto puede conducir a consecuencias serias en muchos aspectos de la vida: relaciones, dieta, salud, productividad y bienestar general. Fallar en entrenar las emociones y las actitudes de nuestros niños, es prepararlos para el fracaso.

Los berrinches no vienen de los rayos uv o del polen. Vienen del egoísmo.

El artículo clásico de Herbert W. Armstrong sobre este tema se llama “¡Hay un enemigo oculto en su hogar!”

“El tiempo para comenzar este ‘crecimiento’ emocional es el mismo tiempo en que se inicia el entrenamiento mental”, escribió el Sr. Armstrong. “Debe comenzarse en el hogar, en los primeros meses de la vida de un niño”.

“Padres: estudien a sus propios hijos. Recuerden que el entrenamiento de las emociones implica el control y la dirección correcta de los sentimientos, el temperamento, los impulsos. Significa el control sobre la ira, los celos, el odio, el temor, el dolor, el resentimiento, el egoísmo, la vanidad” (Good News, marzo de 1985; énfasis agregado).

Cada elemento de esa lista vale la pena contemplar a la luz del comportamiento de nuestros hijos.

Los niños deben estar felices la mayor parte del tiempo. “El príncipe de la potestad del aire”, como lo llama la Biblia, hace un gran trabajo para mantenerlos infelices bombardeando sus espíritus humanos susceptibles con actitudes egoístas y rebeldes. Lo sé, por experiencia propia y frustrante.

A través de mucho amor, risas, recordatorios amables y hasta confrontación cuando fuera necesario, necesitamos expulsar esas actitudes de nuestros hogares.

Y lo que es más importante, necesitamos enseñar a nuestros hijos como hacer lo mismo por sí solos. En otras palabras, necesitamos ayudarles a crecer emocionalmente.

El Sr. Armstrong continuó: “Y dado que la dirección correcta es el camino de la ley de Dios (lo cual es el camino del AMOR: el principio del dar en lugar del tomar), esto significa enseñarles a sus hijos a usar sus propias mentes para comprender sus estados de ánimo y guiarlos en la dirección del dar, y de amar al prójimo como a sí mismo.

“Gritar, hablar fuerte, enfados repentinos, ser groseros, todo esto es falta de ‘crecimiento emocional’. La inmadurez emocional es simplemente permitir que la naturaleza humana corra sin ningún control de un pensamiento correcto, de una mente razonable. Enséñele a sus hijos a permitir que sus mentes dirijan a su naturaleza humana de una forma apropiada y sabia”.

¡Este sí es un consejo que les ayudará a nuestros hijos a realmente superar el mal comportamiento!

Cuando nuestros hijos obedecen, podemos observar lo felices que son a causa de ello. Cuando están frustrados, deprimidos, temerosos, rebeldes, egoístas o enojados, podemos ayudarlos a reconocer esto y mostrarles los pasos para convertir estas emociones negativas en algo positivo y productivo.

El Sr. Armstrong escribió: “Si tiene hijos, usted tiene una responsabilidad seria en su entrenamiento emocional, así como en su salud física, educación mental y orientación espiritual”.

Esto, ¡sí que es un buen consejo! 

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