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Guttenberg

Johannes Simon/Getty Images

Guttenberg contra Putin: una batalla de titanes (segunda parte)

Un líder alemán fuerte es inminente: capítulo cuatro

Continuación de Guttenberg contra Putin: una batalla de titanes (primera parte)

Usted tiene que admirar la franqueza y la audacia de Guttenberg. A diferencia de muchos otros, este hombre ve la realidad, la acepta, y no tiene miedo de hablar al respecto abierta y honestamente. Él entiende la naturaleza humana y la naturaleza de la geopolítica. Distinto de los líderes estadounidenses, él también entiende a Rusia y a Vladímir Putin. Su honestidad tiene un atractivo refrescante. “Cuando se trata del honorable título de bravucón del año, el presidente ruso con seguridad triunfó en 2013”, escribió él en su artículo de enero de 2014 para Time.

Guttenberg explicó la causa central del patrioterismo de Putin. “La razón primaria para el comportamiento de autoagrandamiento de Putin es el sorprendente vacío de liderazgo en el mundo”, escribió él.

Ésa es una crítica directa a EE UU, el ambiguo líder mundial desde 1989—¡y él está 100 por ciento en lo correcto!

Guttenberg continuó: “La reciente preferencia de Washington en permitir que otras naciones, incluyendo a Rusia, lideren los asuntos internacionales ha erosionado la autoridad de EE UU”. El retorno de Rusia como un poder imperialista es un resultado directo e inmediato de la política exterior inmoral e ineficaz de EE UU.

Las observaciones más profundas y dicientes de Guttenberg se referían a Alemania y Europa, y cómo el continente necesita (y está) respondiendo al comportamiento de Putin. “Un aspecto de algún modo pasado por alto en la lucha de Ucrania es el papel que Berlín ha jugado en ésta. Alemania es el país que a menudo ha enfatizado la importancia de construir puentes con Rusia, y ha ideado políticas como ‘cambio a través de aproximamiento’. Pero por ahora, la mentalidad de juego de suma cero de Putin y la fuerte embestida de poder han provocado que incluso al otro lado, la nada conflictiva canciller alemana tome acción” (énfasis agregado en todo). Él entonces destacó algunas formas prácticas en las que Berlín ha respondido a la incursión del Kremlin en Ucrania.

Pero note el lenguaje y el tiempo: ¡Putin ya ha “provocado” una respuesta de Alemania!

Guttenberg continuó: “Mientras se anota una probable victoria pírrica, Putin ha alienado a un socio importante. Irónicamente, no ha ganado ninguna súplica que el presidente de EE UU o sus compañeros líderes europeos pudieran hacer: Alemania finalmente ha asumido el liderazgo sobre este difícil asunto de política exterior”.

La invocación del término “victoria pírrica” por parte de Guttenberg es interesante. Una victoria pírrica es un triunfo que viene con un costo devastador, una victoria en la cual el ganador es lastimado tan gravemente que finalmente termina en su derrota. Gutten­berg, parece, cree que habrá consecuencias fatales para Putin y Rusia. Cuando usted lee entre líneas esa declaración, uno podría concluir que Guttenberg de hecho está enviando una advertencia a Putin. Algo parecido a “sus acciones tendrán un duro precio”. ¡Puede estar seguro de que Putin no pasará por alto esa declaración!

“Mientras que Europa”, escribió él, “finalmente parece reconocer que necesita ser capaz de cuidar de su propio vecindario. Los conflictos congelados en la era postsoviética han sido ignorados por demasiado tiempo. ¿Por qué se necesitó una guerra en Georgia para darse cuenta de que Tiflis requería mayor asistencia de Europa?” Europa, de acuerdo con Guttenberg, ahora está consciente de la amenaza planteada por Rusia. Agarre esto: “El comportamiento de Rusia hacia Ucrania podría darle a Europa una oportunidad de llegar a ser más unido y efectivo en su política exterior”.

¡Eso es exactamente lo que la profecía bíblica dice que sucederá!

El Sr. Guttenberg concluyó su artículo con una pregunta: “¿Cómo la UE y EE UU reaccionarán al—probablemente inevitable—ascenso del pueblo ruso? Esperemos que no sean demasiado dóciles para levantarse por los valores universales sobre los cuales ellos fueron fundados”. Eso fue clásico de Guttenberg: elocuente, cortés y diplomático, aparentemente nada agresivo y libre de drama. Pero lea entre líneas; piense en el mensaje. Ésas son palabras de guerra. Esencialmente es un llamado a la batalla para que EE UU y Europa se “levanten” y confronten a Vladímir Putin. La profecía bíblica dice que EE UU no escuchará. ¡Pero Europa sí lo hará! 

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