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Hussein, statue

Ramzi Haidar/AFP/Getty Images

El rey del sur (decimotercera parte)

El rey del sur: capítulo uno

Continuación de El rey del sur (decimosegunda parte)

¿Está Irak a punto de caer ante Irán?

Irán es el país islámico más poderoso en Oriente Medio. ¿Puede usted imaginar el poder que tendría si ganara el control de Irak, el cual fue en un tiempo el tercer exportador de petróleo en el mundo? Yo predije desde 1992 que esto podría suceder.

En diciembre de 1994 escribí: “Tal toma de control [de Irak] por parte de Irán estremecería al mundo, especialmente a Europa. Esto daría un fuerte ímpetu para que Europa se uniera rápidamente. Dicho movimiento, con toda probabilidad, le daría a Irán el poder para provocar un gran aumento en el precio del petróleo. [En realidad, controlaría virtualmente todo el petróleo de Oriente Medio]. Esto podría ayudar a desencadenar un colapso en las monedas débiles del mundo occidental. En consecuencia, podría causar que Europa se uniera rápidamente en el bloque económico más poderoso del mundo. ¡Ese preciso evento está profetizado en su propia Biblia que ocurrirá!” (“¿Está Irak a punto de caer ante Irán?”, Philadelphia Trumpet).

¡Usted debería leer ese párrafo nuevamente!

La forma en que se han desarrollado los eventos desde aquel tiempo, han abierto el camino para que ese escenario sea cumplido incluso de forma más dramática de lo que yo imaginé.

En 2003, Estados Unidos eliminó el liderazgo de Irak. Saddam Hussein era el único líder al que Irán temía. EE UU lo quitó del camino, pero no tenía la voluntad para proteger los trofeos de guerra. Estados Unidos acordó retirar todas sus tropas de Irak para finales de 2011.

¡Estados Unidos efectivamente despejó el camino para que los chiitas iraníes gobernaran sobre los chiitas iraquíes!

Fue EE UU quien subyugó al líder serbio Slobodan Milosevic en la guerra de Kosovo de 1999. Él era el único líder en Europa al que Alemania temía.

La increíble paradoja podría ser el hecho de que el poder estadounidense despejó el camino tanto para el rey del norte como para el rey del sur; y por último pavimentó el camino para su propia destrucción.

El New York Times del 1 de mayo de 2003, dijo: “En semanas recientes, ha habido un flujo constante de informes de inteligencia sobre los esfuerzos de Irán para influir y dar forma a los acontecimientos dentro de Irak”.

“Irán, en la opinión de analistas estadounidenses, no le da acogida a un fuerte papel estadounidense en Irak, el cual extendería la influencia política y militar estadounidense en la región”.

“Bajo esta apreciación, Irán no está buscando confrontar a las fuerzas estadounidenses, sino influir en los acontecimientos para que Estados Unidos fracase en su esfuerzo de darle forma a Irak, y decida retirarse”. Desde entonces, los eventos han demostrado cuán cierta era esta apreciación.

Ciertos aspectos en la campaña de Irak expusieron la debilidad estadounidense. Y aunque la administración Bush se comprometió a no permitir que una teocracia al estilo iraní obtuviera el control en Irán, le faltó la voluntad política para ver esa promesa realizada. Irán ya tiene gran influencia dentro del gobierno en Irak. El gobierno iraquí bajo el primer ministro chiita Nuri al-Maliki tenía buenas relaciones con Irán, y el apoyo del clérigo chiita antiestadounidense Muqtada al-Sadr, respaldado por Irán; fue crítico para que Maliki formara un gobierno en 2010 después de un impase de nueve meses.

El sucesor de Maliki, Haider al-Abadi, también es chiita con fuertes conexiones iraníes. Él fue designado primer ministro en agosto de 2014, y dos meses después visitó a Irán durante su primer viaje al exterior. “Elegir a Irán como mi primer destino después de tomar el cargo indica la profundidad de los lazos”, Abadi dijo, de acuerdo con la Agencia de Noticias de la República Islámica. “El terrorismo es una amenaza para todos los países de la región, y estamos seguros que Irán nos respaldará”.

Tres días antes de la visita, el excomandante militar de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, Kanani Moghadam, dijo en una entrevista con la Televisión Central de China: “Mientras más ayuda provenga de Irán a Irak, menos dependiente será de las fuerzas aliadas. Muy probablemente Irak resistirá el requerimiento de los aliados de construir bases militares en el país. El parlamento iraquí está discutiendo si permitir o no que los aliados desplieguen tropas terrestres, lo que también se ha convertido en una línea roja. Por lo tanto, la reunión de Abadi con los líderes iraníes es muy importante y decisiva”.

Irán está utilizando efectivamente la amenaza de los terroristas del Estado Islámico [isis] para justificar su continua intromisión en Irak. Ali Khedery, un consultor estratégico que asesoró a varios embajadores de EE UU en Irak, advirtió que el Estado Islámico “será derrotado; el problema es que después de eso, habrá aún docenas de milicias, endurecidas por décadas de experiencia en batalla, financiadas por petróleo iraquí, y comandadas o al menos fuertemente influenciadas por [los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria de Irán]. Y ellos serán los últimos en pie”. 

Continúa en El rey del sur (decimocuarta parte)

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