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Brandenburg Gate by Tama Leaver on flickr/CC by 2.0/Cropped from the Original

Edición especial: ¡Él tenía razón! (décima parte)

¡Él tenía razón!: Los nazis secretos

Continuación de Edición especial: ¡Él tenía razón! (novena parte)

“La idea fundamental de lo que hoy yace en la mente alemana fue anunciada en 1950. En ese tiempo, según el libro de T.H. Teten Alemania conspira con el Kremlin , el Dr. Konrad Adenauer, entonces Canciller de Alemania, causó mucha turbación al incitar a una multitud alemana a cantar ‘Deutschland über Ales’ [‘Alemania sobre todos’] en presencia de representantes Aliados” ( Curso Bíblico por Correspondencia del Ambassador College , Lección 3, 1955).

Vaya sentimiento, porque en ese tiempo la nación alemana estaba en escombros. Antes del desembarco del Día D en Normandía el 6 de junio de 1944, muchos en el alto comando alemán sabían que su derrota era sólo cuestión de tiempo. El destino alemán, sin embargo, no sería frustrado. Un nuevo plan ya estaba formulado; que luego de la derrota se levantaría una nueva nación.

Herbert W. Armstrong le reveló ese plan al mundo, antes de que Alemania fuera destruida … ¡lo crean o no!

El Sr. Armstrong escribió, “Aún antes de terminar esta guerra, les revelé los planes nazis para un movimiento nazi clandestino, de irse subterráneamente como una organización secreta al momento en que perdieran la guerra — para mantenerse abajo unos pocos años durante la ocupación militar aliada y rusa; luego, salir cuando menos se esperara y restaurar Alemania al poder, y proseguir hasta finalmente lograr sus objetivos en una Tercera Guerra Mundial” (La Pura Verdad, septiembre de 1948).

También escribió: “Tan ciertamente como restauramos a Europa Occidental a la prosperidad económica, y luego al poder militar, un sucesor de Hitler surgirá, ganará el control de este poder a través de unos ‘Estados Unidos de Europa’, que nosotros [Estados Unidos] también estamos alentando, y despertaremos después, demasiado tarde, ¡para darnos cuenta de que habremos restaurado a nuestro enemigo fascista al poder, para destruirnos!” (Ibíd., noviembre de 1948).

Note que él hizo cuatro declaraciones específicas, de las cuales tres fueron: que Alemania nazi se iría a la clandestinidad; que Alemania emergería después de la ocupación Aliada y rusa; y que se levantaría de nuevo al poder militar. Todos estos eventos han ocurrido a la fecha — y en ese orden.

¿Percibió alguien más lo que traerían los eventos futuros? No, ni siquiera los alemanes mismos. Fíjese en un discurso dado por el General alemán von Stuelpnagel en 1944: “Ninguna derrota es decisiva. Las derrotas simplemente son lecciones para ser aprendidas en preparación para el próximo y más grande ataque”. Continuó diciendo: “En la próxima guerra mundial, que deberá tener lugar dentro de 25 años, no deberá cometerse el mismo error” (Curso por correspondencia, Op. Cit.).

“Dentro de 25 años” habría puesto su esperada reaparición en el año 1969. Según él, la clandestinidad alemana estaba enfocada en el periodo de tiempo de 1969 a 1972. ¿Por qué eso no podía haber ocurrido? Por la declaración del Sr. Armstrong, que este movimiento saldría “cuando menos se esperara” después de que hubiera terminado la ocupación Aliada y rusa. ¿Cuándo terminó eso? No en 1969, ó 1972, ¡sino en 1989 con la caída del Muro de Berlín y la retirada de las fuerzas rusas ocupantes!

Víctimas pensionadas

Para agosto de 1944, los oficiales del Partido Nazi sabían que la guerra estaba perdida. En ese tiempo el plan provisional para el renacimiento de Alemania, concebido en los primeros días de la guerra, comenzó a ser puesto en acción. Ese plan incluyó la bien documentada huída de sobrevivientes partidarios del Tercer Reich a destinos secretos. Los nazis se fueron a la clandestinidad, tal como el Sr. Armstrong dijo que lo harían.

Después de la rendición de Alemania se hicieron esfuerzos por localizar a los nazis que escaparon, y que para entonces ya habían sido transportados a otras partes del mundo. Para la primavera de 1946, sólo 85.000 de los 200.000 líderes industriales y de la gestapo habían sido arrestados. Es más, la búsqueda de los nazis que saquearon oro (oro transferido a través del Banco de Pagos Internacionales) comenzó en serio.

En su libro Oro Nazi, Tom Bower escribió: “A principios de enero de 1945, al descubrirse que recientes movimientos de bancos suizos (especialmente el Crédit Suisse) estaban transfiriendo regularmente botín y oro alemán a Argentina, nuevos proyectos del programa Safehaven [Guarida Segura] resaltaron la intención de los 'caza-nazis' de rodear, intimidar y virtualmente invadir países neutrales (especialmente a Suiza) para erradicar a los alemanes [clandestinos] y su botín”.

¿Adónde fueron los nazis? Ese secreto es conocido. Según una asombrosa cláusula de legislación, muchos de ellos pueden ser rastreados. Podemos rastrearlos a través de las pensiones a “Víctimas”. “Miles de millones de marcos [moneda alemana] de impuestos a ciudadanos alemanes, [han sido] pagados a criminales de guerra nazis y se les llama Pensiones a ‘Víctimas’. Un portavoz del Ministerio del Trabajo alemán confirmó que el dinero de ayuda adicional está siendo gastado en criminales de guerra pero afirmó que no se podría cambiar nada debido a razones constitucionales” (The Panorama Report, ard [red de televisión alemana] 30 de enero, 1997).

El reportaje continuó: “Los criminales de guerra nazis reciben, además de sus pensiones regulares, pensiones de ‘Víctimas’, según la ley alemana de ‘Compensación Social y Ayuda a Víctimas de Guerra’ (bvg). Sólo el año pasado, del presupuesto Federal y Territorial, se pagaron casi 13 mil millones de marcos generalmente a más de 1.1 millón de pensionados ‘Víctimas’. Para calificar para recibir la pensión de ‘Víctimas’, uno debe haber sido herido como resultado de un servicio de guerra. Ya que nadie es excluido del bvg, a cada criminal de guerra que postula se le garantiza una pensión de ‘Víctimas’ simplemente si puede demostrar una lesión de guerra.

Panorama descubrió que muchos nazis criminales de guerra alrededor del mundo reciben hoy pagos mensuales de entre 100 y varios miles de marcos, de los contribuyentes alemanes. El muy respetado historiador militar alemán Gerhard Schreiber estima que el número de criminales de guerra que reciben estos pagos extras del gobierno alemán es de 50.000”. Fuentes de noticias afirman que esos 50.000 son ex miembros de la élite del SS de Hitler. 

Continúa en Edición especial: ¡Él tenía razón! (undécima parte)

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