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Ved aquí al Dios vuestro

Ved aquí al Dios vuestro

El gran Dios valora mucho a Jerusalén. También lo hace Su pueblo leal, al que se le ordena proclamar a los judíos: “¡Ved aquí al Dios vuestro!”. Conozca por qué Jerusalén es tan especial para Dios y lo que la Obra de Dios está haciendo en la nación judía hoy.

Transcripción de La Llave de David

Ustedes necesitan, todos necesitamos, vigilar a Jerusalén. Y si... si se fijan, a partir de ahora, van a encontrar que el punto focal de los sucesos mundiales y algunas crisis, van a estar en Jerusalén y en Oriente Medio, así que tenemos que estar atentos a eso, según la Biblia.

Dios le ha ocultado Su rostro a Jerusalén, desde hace tiempo a causa de su rebelión. Pero dice que aun así Él va a elegir a Jerusalén como Su ciudad. Su ciudad, y de nadie más. Porque Él va a hacer cosas asombrosas, y nos va a traer la paz mundial, lo que todos necesitamos.

Noten Isaías 40:9, “Oh tú que das buenas nuevas a Sion, sube al monte alto; Oh tú que das buenas nuevas a Jerusalén” [jps]. Así que Jerusalén es la ciudad importante para Dios, ¡y debería ser importante para nosotros! Piensen en lo que dice la Biblia al respecto. Es tan importante para Dios, y si de verdad entendemos la Biblia, claro que tiene que ser muy importante para nosotros, y además se acerca mucho el inminente regreso de Jesucristo a la Tierra. Bueno, la mayoría de la gente realmente no suele verlo de esa manera, y darle tanta importancia a la ciudad de Jerusalén. Pero todo, quiero decir, todo gira en torno a ella en el futuro, en todo el milenio, e incluso creando la belleza en el universo por toda la eternidad. También entonces seguirá siendo la capital. Así que sin duda debería ser supremamente valiosa para nosotros.

Si piensan en Jerusalén, o han ido allí, y han visto lugares turísticos, y ciertamente cuando yo fui por primera vez, uno se queda asombrado de lo que ve, y de todos esos lugares que están justo ahí en la Biblia, y realmente hace que la Biblia cobre vida, quizás como nunca antes. Y uno realmente queda muy conmovido por lo que ve.

Pero volvamos a Isaías 40 en verso 9 [jps], déjenme leerlo de nuevo: “Oh tú que das buenas nuevas a Sion”, se trata en este caso de la Iglesia tibia de Dios porque los muy elegidos tienen que advertirles, sobre lo que viene y de cómo necesitan enderezar algunas cosas en sus vidas; pero, “Oh tú que das buenas nuevas a Sion”, hay uno muy elegido que entrega este mensaje, “sube al monte alto; Oh tú que das buenas nuevas a Jerusalén”, esta es la mejor noticia que se puede oír en este momento, “levanta fuertemente tu voz (…) levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro!” ¡Ved aquí al Dios vuestro!

¿Por qué se lo dice Dios, en este contexto, sólo a Judá? ¿Por qué se lo dice a ellos? Bueno, porque Jesucristo estará regresando a Jerusalén, y a las ciudades de Judá y establecerá Su trono allí, y por eso Él dice: Ahora, ustedes necesitan, realmente considerar esto. Este es un tremendo honor para el pueblo de Judá, las ciudades de Judá, y estoy seguro de que sienten cierto temor ante este suceso que está a punto de llegarles. ¡Ved aquí al Dios vuestro! Una vez más, ¡es un gran honor que el Mesías venga a Jerusalén!

Ahora, si lo piensa, el hecho mismo de que Él vaya allí y establezca Su trono allí, tiene que ser simplemente un tremendo honor para las personas que lo entienden, si de verdad lo entienden.

Ahora, el trono de David, desde el tiempo del trono de David hasta la Segunda Venida, Dios se ha asegurado de que ese trono de David (que está en la Tierra y ha estado aquí desde el tiempo de David hasta la Segunda Venida cuando Cristo Mismo se sentará en ese trono); cuando Cristo llegue aquí y se siente en ese trono, entonces, por supuesto, va a ofrecer la salvación a todos los seres humanos que han vivido alguna vez, a todas las personas que hayan vivido alguna vez.

Ahora, déjenme señalar algo más, en qué pensar. Hay un pequeño rebaño en la Tierra, dice Dios. Ahí es donde están Sus muy elegidos, no mucha gente, sino un pequeño rebaño y un pequeño remanente, que, ha de llevar este mensaje al mundo. Pero aquí, a través de la arqueología bíblica, hay un mensaje que se dirige a los judíos, a las ciudades de Judá, a partir de la arqueología bíblica. Y todos esos reyes y reinas que se sentaron en el trono de David eran descendientes de David mismo. Tenían que ser descendientes de David para sentarse en ese trono, porque el cetro le pertenece a Judá (Génesis 49 en verso 10). Vean, ellos tienen el cetro, que significa el trono de David y todo lo que eso significa que acabo de explicar. ¡Todo lo que significa para nosotros!

Y sólo piense, donde Dios dice, muy bien, está saliendo un mensaje que dice: ‘¡Ved aquí al Dios vuestro! ¡Ved aquí al Dios vuestro!’ ¡Ese es el mensaje! ¡El gran mensaje! Olvide el resto, va a haber pruebas y dificultades y tiempos difíciles, pero ponga su mente en el regreso de Jesucristo; o sea, el regreso del Mesías. ¡Ved aquí al Dios vuestro! Y todo ese mensaje se está transmitiendo a través de su propia arqueología, la arqueología bíblica.

Así que ya lo ven, incluso ahí, por qué esta ciudad es tan importante. Si solo se fija en ese suceso, se dará cuenta de lo importante que es la ciudad de Jerusalén, y de lo importante que es esa ciudad para usted y para mí. ¡En verdad es supremamente importante para Dios! ¡Y también debería serlo para nosotros! Ese es el punto que debemos comprender.

¡Dios va a gobernar el mundo desde esa ciudad! Y todo el universo, ¡desde esa ciudad! Y habrá una nueva Jerusalén. Y tenemos que tener todo eso en mente. Hay mucho más en ello que no puedo abordar hoy, pero podemos tener una visión que creo que es de lo más inspiradora y conmovedora.

En realidad, empezamos todo esto —la arqueología de la que estamos hablando aquí, la arqueología bíblica— pero en diciembre de 1968 Herbert W. Armstrong llegó a un acuerdo con la Universidad Hebrea, y después de la guerra que tuvieron allí en 1967, por supuesto ganaron la Ciudad Vieja y pudieron empezar a tener este proyecto arqueológico; el más importante del mundo, en lo que a mí respecta. Y así, hoy en día seguimos trabajando con la Universidad Hebrea para excavar en busca de artefactos y de lo que podamos encontrar en Jerusalén, y hemos hecho descubrimientos asombrosos, y les hablaré un poco de ello a medida que avancemos aquí.

Pero déjenme leerles el Salmo 102 en verso 14 para mostrarles cómo la Biblia sí habla de esa arqueología bíblica, y de lo importante que es, y de que conduce directamente a la Segunda Venida de Cristo. Muchas profecías lo dicen. Observe el verso 14 del Salmo 102 (kjv): “Porque tus siervos se complacen en sus piedras, y a su polvo muestran favor”. Nos complacemos en ello porque nos inspira de muchas maneras.

El verso 13 habla de que “… el plazo, ha llegado”. El plazo para que Dios muestre favor a Sion (Su Iglesia), y especialmente a Sus muy elegidos sobre el favor que va a darle a Su pueblo, el de ser parte de este gran proyecto arqueológico en Jerusalén. Y tenemos el honor de formar parte de él, ¡y de estar allí en tiempos realmente significativos!

Los versos 15 y 16 dicen: “Cuando [el Eterno] habrá edificado a Sion, y en su gloria será visto”. Ahora, ¡escuchen eso! Este es el contexto aquí. Y cuando se ven todos estos mensajes de arqueología bíblica dirigiéndose a Judá e incluso al mundo de muchas maneras, ¡entonces eso conduce directamente a la gloria de la Segunda Venida de Cristo! Quiero decir, ¡es realmente una señal de lo inminente que es eso!

Y por eso, por supuesto, tenemos una revista sólo para Judá y la ciudad de Jerusalén, llamada Dejen que hablen las piedras. Esas piedras realmente tienen un mensaje, y tienen un mensaje que envían a las ciudades de Judá y al mundo, si el mundo está interesado. Y deberían estarlo, porque se trata de todos nosotros, se trata de toda la humanidad, y ¡oh, qué inspirador es eso!

Y en los versos 15 y 16 dice: “Entonces las naciones temerán el nombre de [el Eterno], y todos los reyes de la tierra tu gloria”. Oh, el mundo entero va a ser traído a Jerusalén, honrando a Jerusalén con toda esa gloria, y la paz que el mundo busca, y la alegría y la felicidad, está llegando a la Tierra. Y ¡oh, tan pronto! ¡Ved aquí al Dios vuestro! ¡De eso se trata todo! ¿Y cuánta gente lo entiende realmente?

Noten en el libro de Ezequiel, es un libro profético del tiempo del fin, y tenemos un folleto gratuito que le enviaremos si solicita ese libro sobre Ezequiel. El verso 11 de Ezequiel 48 dice: “Los sacerdotes santificados de los hijos de Sadoc que me guardaron fidelidad, que no erraron cuando erraron los hijos de Israel, como erraron los levitas”. Los ministros y el pueblo se descarriaron. Ahora bien, eso es para este tiempo actual, para este tiempo final. Está hablando del Israel espiritual de Dios. Se apartaron de Dios. ¡Conocen a Dios! O lo conocían. ¡El 95% de ellos se apartó! Pero hay unos pocos muy elegidos aquí, que siempre se aferraría a ese trono de David, tal como lo hizo Sadoc antiguamente. Desde el principio hasta el final del gobierno de David, él siempre estuvo allí, apoyando a David, y apoyando el trono de David, y apoyando a Dios ¡porque todo es obra de Dios!

Hay esta maravillosa promesa a David sobre este trono, y luego hay mucha profecía aquí sobre cómo Dios ya está midiendo la ciudad, para prepararse a construir el templo de Ezequiel.

El verso 15 dice, la última frase allí, “… y la ciudad estará en medio”. Eso es Jerusalén, la capital del mundo.

Verso 17: “Y el ejido de la ciudad será al norte de doscientas cincuenta cañas, al sur de doscientas cincuenta, al oriente de doscientas cincuenta, y de doscientas cincuenta al occidente”. Todo está medido, y todo está bien organizado. Esta ciudad va a ser magnífica, como ninguna ciudad que haya existido en la Tierra. Esta Jerusalén que viene va a ser espectacular cuando Cristo gobierne sobre ella, y entonces cuando el Padre baje con la nueva Jerusalén, va a ser la mitad del tamaño de los Estados Unidos de Norteamérica; esa es la clase de ciudad que va a ser entonces.

Luego el verso 30 habla de: “las salidas de la ciudad”, etcétera. Todas estas cosas, todo está medido.

Y en el verso 35: “En derredor tendrá dieciocho mil cañas. Y el nombre de la ciudad desde aquel día será [el Eterno]-está allí” [vkj]. ¿Qué le parece? Este es Ezequiel profetizando sobre ese tiempo glorioso, y dice que la ciudad desde ese día será, El Eterno está allí. ¡Ese es su nombre! Bueno, es otro nombre para ella, El Eterno está allí. ¡Gracias a Dios por eso!

¿Nos damos cuenta de lo que todo esto significa para nosotros? Y de la felicidad y la alegría y el éxito y la riqueza que la gente va a tener tan pronto, y nunca, nunca tendrán que soportar lo que están a punto de soportar si no se vuelven a Dios. Dios quiere que nos volvamos a Él. Y la gente no lo está haciendo como debería.

Pero, ¡El Eterno está allí! Vean, Él va a estar allí, y Él va a estar gobernando y todo en la Tierra va a girar en torno a ese trono en Jerusalén. ¡Qué tiempo tan espectacular será!

Una de las principales razones por las que Dios ha abierto una puerta para que esta Obra participe en una excavación arqueológica en Jerusalén ¡es para amplificar el mensaje del templo de Ezequiel! Ya se está midiendo cómo construir a Jerusalén, ¡cuando llegue Cristo! Y cómo todo esto se explica en detalle.

Escribimos sobre ello antes, yo lo hice, y dije: “¿Qué va a suceder cuando todos estos gobiernos mundanos se desmoronen? ¡El comienzo de ese tiempo ya está aquí! El templo de Ezequiel está en el corazón de un claro plan todo trazado”. Está todo trazado, ahí mismo en Ezequiel. Está todo planeado, ¡hace miles de años!

Pero ahora tenemos que conocerlo de verdad y ver cómo podemos medirlo y ayudar a construir Jerusalén en un futuro muy próximo. Y nunca jamás tendremos que volver a experimentar tales horrores. No tendremos que experimentarlo nunca más. Todos estos problemas horribles a los que nos enfrentamos, ¡y nuestro problema número uno es el de la supervivencia humana! Oímos a la gente hablar de usar sus bombas nucleares para simplemente arrasar naciones y continentes enteros si las usan; y las usarán. Si no nos arrepentimos, ciertamente lo harán. Eso es lo que siempre han hecho.

Ezequiel 48 en verso 17 habla de todas estas medidas, y el templo de Ezequiel se construirá en el mismo lugar donde Zorobabel y Salomón construyeron sus templos, el mismo lugar.

Y tenemos una exposición a partir de diciembre [2023], si todo va bien. Tendremos una exposición sobre los reyes David y Salomón. El título de esa exposición será: ¡Los reyes David y Salomón, descubiertos! Y tendremos todos los artefactos (excepto dos bulas) que proceden del periodo de la Edad de Hierro 2, y eso es básicamente el siglo que va del 1.000 a. C. al 900 a. C., y ese es el periodo de David y Salomón. Y tendremos un artefacto sobre Salomón y la reina de Saba, y el incienso sobre el que escribí un artículo hace poco. ¡Pero tendremos ese artefacto allí para que la gente pueda verlo! Y señala hacia esta historia y a lo que ocurrió hasta cierto punto entre Salomón y la reina de Saba, de lo que se habla en la Biblia. ¡Qué gran futuro!

Pero será la primera vez que esa inscripción se exponga al público, por lo que mostraremos las pruebas históricas y arqueológicas que apoyan la descripción bíblica de Israel durante los reinados de David y Salomón en el siglo x a. C.

David venció a los jebuseos, y Jebús era el nombre de la ciudad de Jerusalén al principio, y David la conquistó, cuando nadie más pudo, durante cientos de años. Pero él sabía que Dios quería que Jerusalén fuera conquistada por Israel y que estuviera en Judá, y así es algo de la historia de la que les hablaremos, y le enviaremos literatura que explicará todo eso.

Ahora, hemos ayudado a descubrir el palacio de David en Jerusalén, y todas las pruebas apuntan a que era eso. Simplemente hay ciertos muros que tienen tres metros de ancho, ¡y yendo más allá se encuentran algunos que tienen cinco metros de ancho! ¡Y la ingeniería es espectacular! Ahora, la gente puede hablar de eso y criticarlo todo lo que quiera, pero déjenme decirles, ¡es espectacular! Y tenemos que tenerlo en cuenta.

También necesitamos recordar acerca del muro que Salomón construyó alrededor de Jerusalén; eso está en I Reyes 9 verso 15. Y esto es lo que la difunta Dra. Eilat Mazar dijo sobre este muro que estaba alrededor de Jerusalén: “La muralla que se ha descubierto atestigua una presencia gobernante’, dijo la Dra. Mazar a la Trompeta poco después de su descubrimiento en 2010. ‘Su fuerza y forma de construcción indican un alto nivel de ingeniería”. Allí había piedras enormes como nunca antes se encontraron más grandes hasta que llegó Herodes con todas sus construcciones.

Pero, ¿qué es lo que nos debe interesar aquí? Siempre uno encontrará gente que critique, pues, la Biblia, y siempre habrá gente que no tendrá nada que ver con Dios, pero si le creemos a Dios y probamos lo que Dios está haciendo, ¡vamos a ser inspirados y conmovidos y motivados y felices como nunca antes lo haya sido en su vida! Va a ser maravilloso de tantas maneras. ¡De tantas maneras!

Déjenme leerles de nuevo lo que leí al inicio. Isaías 40 en verso 9, una vez más: “Oh tú que anuncias buenas nuevas a Sion”, estas son buenas nuevas, ¡estas son las mejores noticias que podrían escuchar! “Súbete sobre un monte alto”; hay un monte alto aquí, esa es la Ciudad de David donde se está excavando ahora, y acabamos de terminar una excavación allí con nuestros estudiantes, ayudando a la Universidad Hebrea y apoyándoles, “Tú que das buenas nuevas a Jerusalén [vkj]”, tenemos buenas noticias para Jerusalén, y buenas noticias para cualquiera que se enfoque en esto. ¡Son las mejores noticias que se pueden oír! “Levanta fuertemente tu voz (…); levántala, no temas; di a las ciudades de Judá”, a todas las ciudades de Judá, dilo a través de esta arqueología, este es el mensaje que hay en la arqueología que se está descubriendo, pero “di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro!”. ¡Ved aquí al Dios vuestro! Todo esto tiene que ver con la Segunda Venida de Jesucristo, ¡y esta arqueología bíblica está conduciendo directamente a la venida del Mesías!