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Una nueva era requiere un nuevo papa
Durante los últimos meses, millones de católicos se han preocupado por la salud del papa Francisco. El 7 de diciembre y el 16 de enero sufrió sendas caídas, una de las cuales le dejó un moretón en la barbilla.
El 14 de febrero, el papa Francisco fue admitido en el hospital. Muchos pensaron que su batalla contra la neumonía doble podría ser la última. Después de cinco semanas, fue dado de alta. Pero las preocupaciones no han terminado. Los médicos recomendaron al menos dos meses de descanso y rehabilitación, lo cual es difícil de llevar a cabo para un hombre que dirige una organización global con 1.400 millones de miembros.
El hecho de que esta crisis de salud fuera precedida de una caída el 7 de diciembre y seguida por otra el 16 de enero puede resultar significativo. Las dos fechas abarcan un periodo de 40 días, un número que la Biblia asocia con la prueba y el juicio. Estas dos fechas también tienen un significado especial para la verdadera Iglesia de Dios. El 16 de enero de 1986, murió el pastor general de la Iglesia de Dios Universal, Herbert W. Armstrong. Casi cuatro años después, el 7 de diciembre de 1989, me despidieron por aferrarme a las verdades que él enseñaba.
Una de estas verdades se centraba en el ascenso de la Iglesia católica para volver a guiar y dirigir un Sacro Imperio Romano resucitado en el corazón de Europa, tal y como se profetizó en Apocalipsis 17.
Con base en esta y otras profecías, he pensado durante algún tiempo que un nuevo papa podría tomar el poder pronto.
Los tiempos están cambiando
Ha comenzado una nueva era en la historia del mundo. Jesucristo profetizó sobre este periodo, llamado “los tiempos de los gentiles” (Lucas 21:24). Debemos comprender lo que esto significa: estamos entrando en el peor sufrimiento de la historia. Será extremadamente violento y, afortunadamente, corto. No debería cogerle desprevenido.
La Biblia da muchos detalles sobre lo que cabe esperar durante este periodo. Esto incluye muchas profecías que revelan específicamente el papel que desempeñará el Vaticano.
En cierto modo, el papa Francisco ha preparado a la Iglesia católica para cumplir algunas de estas profecías. Sin embargo, creo que el tiempo cambiante en el que vivimos requerirá un papa diferente. El papa Francisco no encaja del todo en el panorama.
La profecía nos dice que deberíamos esperar que un líder fuerte surja en Alemania. El país más poderoso de Europa enfrenta muchas presiones en este momento: la guerra en Ucrania; un conflicto significativo en Oriente Medio (en Líbano y Siria, donde Alemania tiene intereses); la posibilidad de que más migrantes inunden Europa. Y Alemania está en un desastre político. Esta nación necesita un liderazgo mucho más fuerte. La profecía nos dice que está a punto de conseguirlo.
El Vaticano ayudará a que ese líder político entre en escena, y será entonces cuando veamos realmente los fuegos artificiales. La profecía dice que el Vaticano se volverá muy poderoso e instigará cambios radicales.
Europa sabe que para sobrevivir a los problemas del mundo actual, el Continente debe unirse y actuar como uno solo. Ha dado muchos pasos para ello, pero siempre surgen obstáculos importantes.
Esta unificación europea también está profetizada en la Biblia. Pero la ayuda de la Iglesia católica romana va a resultar esencial para hacerla realidad.
El Sr. Armstrong escribió el 23 de enero de 1980 que el reto de crear unos “Estados Unidos de Europa” es tan grande que “los políticos no pueden hacerlo por sí solos. Sólo con la colaboración del papa podrán hacerlo”.
En La Pura Verdad de noviembre-diciembre de 1954, el Sr. Armstrong observó: “Alemania inevitablemente surgirá como el líder de una Europa unida. Se necesitará alguna fuerza vinculante espiritual para inspirar esta confianza, para eliminar estos miedos, ¡y esa fuerza vinculante espiritual debe surgir del interior de Europa!”.
El Sr. Armstrong basó este pronóstico en Apocalipsis 17.
La mujer y la bestia
Esta profecía del tiempo del fin retrata las siete cabezas, o siete resurrecciones, del Sacro Imperio Romano. Esta unión Iglesia-Estado comenzó con la Restauración Imperial del 554 d. C. y ha dominado repetidamente Europa a lo largo de los siglos hasta el eje Hitler-Mussolini de la Segunda Guerra Mundial. Esa fue la sexta resurrección. (Esta increíble historia se explica en nuestro libro gratuito The Holy Roman Empire in Prophecy [El Sacro Imperio Romano en profecía; disponible en inglés]).
Se profetiza que la séptima y última resurrección de este imperio se levantará en nuestros días. Este Sacro Imperio Romano actual es de nuevo una alianza Iglesia-Estado, en realidad un imperio guiado por un poder religioso, como lo ha sido en las seis resurrecciones anteriores de los últimos 1.500 años.
Europa no es hoy tan católica como lo fue en el pasado, pero eso cambiará pronto y con rapidez.
Apocalipsis 17:1-2 describe a una “gran ramera”, una mujer “que está sentada sobre muchas aguas; con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación”. Una mujer es un símbolo profético para una Iglesia. ¿Quién es esta gran Iglesia falsa que se sienta “sobre muchas aguas”? Tiene Iglesias grandes en muchas partes del mundo. Ella tiene intimidad espiritual con los reyes de la Tierra, incluso los domina. ¿De quién podría tratarse? ¡Hasta un adolescente debería poder responder a esa pregunta! Lamentablemente, la mayoría de la gente es ignorante en lo que respecta a la Biblia.
Necesitamos estar atentos al surgimiento de un hombre fuerte político que guíe este imperio. Y es igualmente importante estar atentos al aumento de la influencia de la Iglesia católica sobre él.
Lo más probable es que veamos a un líder de la Iglesia instalado en el trono papal que conozca el sistema alemán y ayude a instalar al líder político que realmente pueda cambiar el rumbo de Europa, un buen creyente firme en las doctrinas de la Iglesia.
Unidad de la Iglesia
La Unión Europea sabe que debe unirse. Alemania tiene muchos protestantes, pero también quiere más unidad. La Biblia indica que esto es exactamente lo que sucederá a medida que los protestantes vengan cada vez más bajo la autoridad del papa. (Esto se retrata vívidamente en la profecía del tiempo del fin de Isaías 47. Explico esto en detalle en mi libro La visión de Isaías sobre el tiempo del fin, gratuito a solicitud). Entonces Alemania, el poderoso motor económico de la UE, liderará con verdadero poder.
“Oye, pues, ahora esto, mujer voluptuosa, tú que estás sentada confiadamente, tú que dices en tu corazón: Yo soy, y fuera de mí no hay más; no quedaré viuda, ni conoceré orfandad” (Isaías 47:8). Esta Iglesia perdió a sus hijos protestantes, o que protestan. Sin embargo, ¡tiene un plan maestro para obligarles a volver al redil!
El difunto papa Benedicto xvi y el papa Francisco expresaron simpatía y elogios hacia Martín Lutero. Algunos católicos especulan con la posibilidad de que el Vaticano declare pronto santo a Lutero. Eso puede ser cierto. Después de todo, si Martín Lutero estuviera con todos los santos católicos “juntos en el cielo”, no habría motivo para la división entre católicos y protestantes, ¿verdad? Por supuesto, si se unen, sería bajo la autoridad de la Iglesia católica.
Sin embargo, la profecía bíblica indica que la plena unidad no se logrará voluntariamente. En algún momento, la Iglesia madre abandonará sus esfuerzos por atraer a sus hijas de vuelta mediante halagos y en su lugar volverá al antiguo método de imponer la unidad “cristiana” mediante la fuerza física.
Eso también requerirá probablemente un papa diferente.
¡Es crucial que comprenda esta descripción de los acontecimientos del tiempo del fin predichos en la profecía bíblica! Puede que le resulte difícil creer que la Iglesia católica podría estar involucrada en algo tan cruel como lo que la Biblia describe. ¡Pero estudie la historia de esta institución —historia que ha intentado desacreditar y enterrar— y conocerá los fríos y duros hechos! Lea The Holy Roman Empire in Prophecy. ¡Esta Iglesia nunca se ha arrepentido de su pasado violento, malvado y sin paralelo! Dios nos advierte a todos. ¡Debemos prestar atención, no sea que nos encontremos atrapados en lo peor de estos acontecimientos profetizados!