Un preludio a las armas de la Tercera Guerra Mundial 

Hemos entrado en una nueva era de guerra, en la que el tamaño de una nación, su población e incluso sus arsenales militares se ven eclipsados por el ritmo de la innovación tecnológica. Cada vez más, las guerras serán libradas por máquinas, pero ningún conflicto se decidirá sin un costo humano devastador.

Los esfuerzos por predecir los conflictos militares venideros sólo pueden rozar la superficie de un campo de batalla que cambia rápidamente. Sin embargo, la profecía bíblica desvela los detalles más cruciales y asombrosos de las guerras del futuro. Hoy en día, la realidad de la guerra moderna se alinea con la profecía con gran precisión. Si alguna vez hubo un momento para prestar atención a las advertencias proféticas de Dios, es ahora.

El ataque sorpresa de Ucrania contra Rusia el 1 de junio y el ataque fulminante de Israel contra Irán el 13 de junio ofrecen una visión de las guerras del futuro.

Operación Telaraña

Tanto Napoleón Bonaparte como Adolfo Hitler, tras conquistar partes de Europa, se encontraron con la derrota en la vasta extensión de Rusia. Pero el 1 de junio, el enemigo aparentemente insuperable recibió un vergonzoso golpe de una nación considerada un peso militar ligero: Ucrania.

Solo los avances tecnológicos de los últimos cinco años han hecho esto posible.

Bajo el nombre clave de Telaraña, Ucrania ejecutó un importante ataque con drones que destruyó varias bases aéreas en lo más profundo del territorio ruso. Para ello se utilizaron 117 drones de pilotaje con visión remota ocultos en cabinas móviles de madera sobre camiones con techos operados por control remoto. Los drones fueron lanzados cerca de aeródromos situados en Siberia y el Ártico, y atacaron aviones estratégicos diseñados para transportar bombas nucleares rusas.

La Luftwaffe [fuerza aérea alemana] de Hitler sólo pudo llegar hasta Moscú, y allí causó daños limitados; pero la base aérea de Belaya, en el óblast de Irkutsk (una de las bases atacadas por los drones ucranianos), se encuentra a unos 4.000 kilómetros más allá de Moscú.

Con la ayuda de la inteligencia artificial, los drones apuntaron a pilones de armamento que transportaban misiles de crucero, tanques de combustible sobre las alas, entre otros, con la intención de infligir el máximo daño, escribió el Kyiv Post el 2 de junio. Ucrania afirmó haber dañado o destruido 41 aeronaves y degradado el 34% de los portamisiles de crucero estratégicos rusos, causando daños por valor de 7.000 millones de dólares. Nunca subestime las innovaciones militares más recientes.

En 2024, Time escribió: “La guerra siempre ha impulsado la innovación, desde la ballesta hasta Internet, y en la era moderna la industria privada ha hecho contribuciones clave a avances como la bomba atómica. Pero la colaboración entre las empresas tecnológicas extranjeras y las fuerzas armadas ucranianas, que dicen tener un ingeniero de programas desplegado con cada batallón, está impulsando un nuevo tipo de experimentación en la Inteligencia Artificial (IA) militar. El resultado es una aceleración del ‘cambio fundamental más significativo en el carácter de la guerra jamás registrado en la historia’, dijo el año pasado a la prensa en Washington el general Mark Milley, ex jefe del Estado Mayor Conjunto” (8 de febrero de 2024).

Se avecina un nuevo tipo de experimentación en IA militar, y la mayor parte de la humanidad no tiene ni idea de lo destructiva que será. “¡Será mejor que prestemos atención a lo que podría ser ‘el cambio fundamental más significativo en el carácter de la guerra jamás registrado en la historia’!” escribió el editor en jefe de La Trompeta, Gerald Flurry, en febrero de 2024. “A menudo se exageran los avances tecnológicos, pero creo que hay razones para que no sea así en este caso” (“IA y el fin de la ‘destrucción mutua asegurada”, laTrompeta.es/1/2l6he).

Citó al director ejecutivo de Palantir, Alex Karp, quien dijo que la IA podría “permitir a David vencer a un Goliat moderno”.

Hasta cierto punto, eso es lo que presenciamos en el ataque de Ucrania a Rusia. Ucrania, comparativamente más débil, asestó un golpe mortal a Rusia, una potencia militar. Los drones neutralizaron aviones de guerra gigantes.

“Pero, al fin y al cabo, no se trata de que Ucrania le gane a Rusia”, escribió el Sr. Flurry. “¡Ucrania se ha convertido en un ‘laboratorio’ de preparación para guerras mucho más grandes!” (ibíd.).

Operación León Naciente

A mediados de junio, los cielos sobre Oriente Medio se transformaron en una zona de guerra, cuando Israel atacó Irán e Irán tomó represalias.

Durante la Batalla de Inglaterra de la Segunda Guerra Mundial, los bombarderos alemanes sufrieron un alto índice de bajas. Pero entre Israel e Irán fue una guerra de máquinas: misiles y drones contra interceptores. Sólo se produjeron víctimas humanas cuando se rompieron las defensas. Las víctimas mortales de Israel fueron limitadas debido a su ataque preventivo del 13 de junio contra Irán.

A primera hora de esa mañana, Israel atacó docenas de sitios militares iraníes con el objetivo, como dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu, de “frustrar la amenaza nuclear y de misiles balísticos del régimen islámico”.

Además de sus 200 aviones de combate, Israel habría utilizado también “drones cuadricópteros con explosivos, cohetes y otros equipos sofisticados ubicados dentro de Irán para ataques de precisión contra científicos nucleares iraníes, líderes militares, baterías antiaéreas y misiles tierra-tierra” (Times of Israel, 15 de junio).

Las operaciones se basaron en “un pensamiento innovador, una planificación audaz y una operación quirúrgica de tecnologías avanzadas, fuerzas especiales y agentes que operaban en el corazón de Irán eludiendo los ojos de la inteligencia local”, declaró un funcionario de seguridad.

Israel había introducido de contrabando los drones en Irán utilizando camiones, contenedores de transporte e incluso maletas, según informó el Wall Street Journal. En un golpe maestro, las fuerzas israelíes habían establecido una base secreta de drones dentro de Irán.

El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, el general de brigada Effie Defrin, anunció el 16 de junio que la Fuerza Aérea había destruido un tercio de los lanzadores de misiles balísticos de Irán, 120 en total. Sin este ataque preventivo, Irán pudo haber disparado un mayor número de misiles cada día, abrumando potencialmente el sistema de defensa de Israel y causando cientos de muertos.

Uno sólo puede imaginar la destrucción que podría haber logrado Irán si hubiera enriquecido el uranio suficiente para montar cabezas nucleares en sus misiles. Si una sola cabeza nuclear hubiera penetrado las defensas aéreas de Israel, las víctimas se habrían contado por cientos de miles.

La embestida iraní habría sido aún más catastrófica si el régimen hubiera conseguido lo que Israel: tras sólo cuatro días de ataques de precisión contra las defensas aéreas y los sistemas de misiles iraníes, Israel declaró la superioridad aérea sobre Teherán, dejando la capital iraní expuesta y vulnerable. Si Irán hubiera ejecutado esta maniobra, las ciudades israelíes habrían quedado a merced del régimen iraní que ha jurado aniquilarlas. Israel habría dejado de existir.

Con una población cercana a los 90 millones de habitantes y una superficie de 1.648.000 kilómetros cuadrados, Irán parece ser la potencia superior, frente a los 9 millones de habitantes y 22.000 kilómetros cuadrados de Israel. No obstante, Irán lleva años sufriendo sanciones críticas que limitan sus innovaciones militares y paralizan su economía, mientras que Israel tiene acceso a los mejores sistemas occidentales e innovaciones militares propias.

Israel es sin duda la fuerza militar superior. Sin embargo, a diferencia de Irán, no busca causar bajas masivas. Si lo hiciera, los acontecimientos de junio habrían sido muy diferentes.

Imagine que Israel tuviera las ambiciones destructivas de Irán. Tras inutilizar las defensas aéreas iraníes, habría enviado una lluvia de misiles a las ciudades iraníes, matando a miles de personas y sumiendo a la nación en el caos. Habría utilizado sus cazas, submarinos y misiles balísticos para lanzar bombas nucleares sobre la capital de Irán y otras ciudades. En cuestión de días, Irán sería escombros e Israel no temería represalias.

La innovación militar en la profecía

“Las guerras futuras incluirán con toda seguridad bombas nucleares y armas biológicas”, escribió el Sr. Flurry. “Estas armas mortíferas pueden montarse en aviones y drones y enviarse a todo el mundo. ¡Imagínese lo que podrían hacer! La covid-19 era un arma biológica leve comparada con algo que podrían enviar en uno de esos drones. Algunos analistas advierten que la inteligencia artificial puede utilizarse para desarrollar armas biológicas dirigidas únicamente contra etnias específicas. Sólo conocemos una fracción del armamento que se está desarrollando en secreto”…

“Una profecía de Apocalipsis 9 describe el equipo militar utilizado en esta guerra como enjambres de langostas. ¿Podrían ser estas langostas enjambres de varios aviones que coordinan sus patrones de vuelo a través de la IA?” (“El futuro desconocido de la inteligencia artificial”, laTrompeta.es/1/2onem).

Hasta nuestros días no era posible que el equipo militar volara en enjambres coordinados como langostas, ¡a pesar de que la Biblia lo profetizó hace casi 2.000 años!

Otra profecía de la guerra moderna se encuentra en Habacuc 1:8-10: “Sus caballos serán mas ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos, y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos sus jinetes, y volarán como águilas que se apresuran a devorar. Toda ella vendrá a la presa; el terror va delante de ella, y recogerá cautivos como arena. Escarnecerá a los reyes, y de los príncipes hará burla; se reirá de toda fortaleza, y levantará terraplén y la tomará”.

¿Qué es “más ligero que leopardos”, “más feroz que lobos nocturnos” y vuela “como águila que se apresura a devorar”? El Sr. Flurry lo explica: “Esta es una increíblemente malvada fuerza destructiva; como lobos nocturnos que se comen todo lo que encuentran, hasta los huesos de sus presas. ¿Comprendemos realmente lo voraz y mortífera que esta bestia va a ser? Va a ser mucho más destructiva que los nazis de la Segunda Guerra Mundial” (Profetiza otra vez).

Durante 80 años el mundo ha evitado los horrores de una guerra nuclear global. “¿Por qué?”, preguntó el Sr. Flurry. “No fue por amor al prójimo. Fue por el miedo a la ‘destrucción mutua asegurada’: la probabilidad de que un ataque nuclear se topara con una represalia nuclear” (“IA y el fin de la ‘destrucción mutua asegurada”).

Incluso sin armas nucleares, el miedo a las represalias ha detenido innumerables guerras. Cuando la represalia puede significar la destrucción de la propia nación, la disuasión es aún mayor.

Pero la Biblia profetiza que este orden establecido será anulado en la guerra venidera.

Ezequiel 7:14 profetiza: “Tocarán trompeta, y prepararán todas las cosas, y no habrá quien vaya a la batalla; porque mi ira está sobre toda la multitud”.

“En otras palabras”, escribió el Sr. Flurry, “¡los misiles, aviones y drones no volarán! Desde la década de 1990, he creído que esto podría referirse a los efectos de un ciberataque. Con los recientes avances en la IA, un ataque de este tipo resulta mucho más probable” (ibíd.).

Otra profecía del tiempo del fin añade detalles vitales. “Oh Asiria, vara y báculo de mi furor, en su mano he puesto mi ira. Le mandaré contra una nación pérfida, y sobre el pueblo de mi ira le enviaré, para que quite despojos, y arrebate presa, y lo ponga para ser hollado como lodo de las calles” (Isaías 10:5-6).

Todas estas profecías se refieren a la misma nación que Dios utilizará para corregir a un pueblo pecador, los descendientes de Israel, la casa de Jacob (versículos 20-21). Israel es un término profético para Estados Unidos y Gran Bretaña principalmente. Asiria se refiere a la Alemania actual (para comprobarlo, solicite un ejemplar gratuito de Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía). “EE UU se verá sorprendido por la tecnología militar alemana. Los alemanes se mueven con rapidez y, en algunos aspectos, ya van por delante de EE UU. Lo que vemos en las noticias es sólo una fracción de lo que está ocurriendo entre bastidores, estoy seguro” (“El futuro desconocido de la inteligencia artificial”).

El armamento alemán en el centro de atención

Los líderes militares más importantes de 35 países se reunieron en Dresde, Alemania, invitados por el Jefe del Estado Mayor del Ejército alemán, Alfons Mais, durante la última semana de agosto de 2024. El “10º Foro de Comandantes de las Fuerzas Terrestres Europeas” celebró una exposición de armamento en la que se destacaron las innovaciones de la industria armamentística alemana.

Una de las armas más destacadas fue el sistema de defensa aérea Skyranger de Rheinmetall, diseñado para eliminar al más pequeño de los drones enemigos en un radio de 3 kilómetros con su cañón revólver de 30 mm y otros objetivos aéreos a una distancia de hasta 9 kilómetros con sus cuatro misiles Stinger.

“Los talibanes no tenían fuerza aérea cuando estuvimos en Afganistán”, comentó Mais. “Ahora estamos viendo en el conflicto de Ucrania que el uso de drones en particular ha dado un salto masivo, que los drones son omnipresentes en el campo de batalla. Por eso todos tenemos que hacer frente a la nueva amenaza desde el aire”.

Según Bild, al general estadounidense Darryl A. Williams (ahora retirado) lo que más lo impresionó fue el obús 155 teledirigido de knds, que puede alcanzar su objetivo con gran precisión desde 54 kilómetros, disparando hasta nueve rondas por minuto mientras circula por terreno accidentado a más de 28 kilómetros por hora. “Llevo 40 años en la artillería estadounidense. Y esto cambia las reglas del juego”. El comandante del Ejército estadounidense en Europa y África añadió en alemán: “Increíble. Esto es ingeniería alemana”.

Citando un documento clasificado, Spiegel informó en 2024 que Alemania y Noruega quieren desarrollar conjuntamente un “misil guiado supersónico mar-mar de largo alcance, capaz de ejecutar y combatir” que se desplegará en fragatas alemanas a partir de 2035. La cooperación se ha suscitado a raíz de la invasión rusa de Ucrania y el supuesto uso de armas supersónicas. Estas armas, que vuelan a varias veces la velocidad del sonido, pueden burlar los sistemas de defensa, lo que socava el principio de destrucción mutua asegurada, ya que podrían neutralizar la capacidad del enemigo para tomar represalias.

La ingeniería alemana es mundialmente reconocida. Pero en las décadas transcurridas desde la Segunda Guerra Mundial, su armamento militar no ha desfilado con orgullo. Ahora esto está cambiando.

A finales de 2024, Helsing presentó el HX-2, un dron de ataque de precisión con un alcance de 257 kilómetros. “La IA avanzada a bordo permite una resistencia total a la guerra electrónica y a las interferencias”, explicó la empresa. “Múltiples HX-2 pueden reunirse en enjambres, controlados por operadores humanos individuales”. El dron puede fabricarse en serie por una fracción del costo de los sistemas convencionales. Y se dice que los enjambres de drones de ataque tienen el potencial de ser más destructivos que las bombas nucleares e incluso es más difícil defenderse de ellos.

Pero Helsing no se conforma con conquistar el cielo: una de las últimas innovaciones de la empresa despliega enjambres de drones impulsados por IA en las profundidades de los mares. Su SG-1 Fathom “redefine la vigilancia del subsuelo”, escribe la empresa. “Se puede fabricar en masa, cientos de SG-1 pueden desplegarse a escala para vigilar vastas zonas submarinas. (…) El planeador opera en profundidad y en toda la columna de agua. Es resistente y energéticamente eficiente, lo que permite un funcionamiento continuo de hasta tres meses”. En la actualidad, estos drones submarinos no están armados; el posible golpe mortal se deja en manos de otro equipo militar. Pero eso también podría cambiar.

En febrero, Fortune destacó a arx Robotics, otra empresa emergente de tecnología de doble uso con sede en Múnich. “Su tecnología ayuda a convertir equipos militares tradicionales como camiones y tanques en vehículos autónomos no tripulados”, señalaba Fortune. “Esto permite realizar tareas de reconocimiento, logística y combate con mayor seguridad en zonas de alto riesgo, como el frente de Ucrania”.

arx también produce pequeños robots y además suministra a seis países europeos, incluyendo las fuerzas armadas alemanas. Los robots, probados y operados en Ucrania, están diseñados para ayudar a los soldados en zonas de combate, transportando suministros o espiando al enemigo. La empresa consiguió recientemente una importante inversión del Fondo de Innovación de la otan.

arx colabora estrechamente con otra empresa emergente cercana a Múnich: Quantum Systems, que fabrica drones de reconocimiento. Quantum Systems también adquirió experiencia en Ucrania desarrollando drones de despegue vertical para espiar la ubicación de las tropas rusas.

Para producir rápidamente drones en serie en el futuro, Alemania también está recibiendo ayuda del exterior. La empresa alemana Rheinmetall y la compañía emergente estadounidense Anduril Industries formaron una asociación estratégica el pasado 18 de junio para acelerar la producción de drones y motores de cohetes en Europa. Juntos desarrollarán variantes europeas del Barracuda de Anduril (un dron de bajo costo y de producción en serie) y del Fury (un dron multimisión de alto rendimiento).

Es difícil el sobrevalorar cómo la combinación de la guerra de Ucrania y los avances de la IA están transformando el campo de batalla actual. Los viejos sistemas de armamento se están mejorando, mientras que tecnologías completamente nuevas están surgiendo a una velocidad sin precedentes.

Después de que Helsing anunciara la entrega de miles de drones de ataque para Ucrania a finales de 2024, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, declaró a Bild: “Mantenemos un estrecho diálogo con nuestros socios ucranianos y podremos sacar conclusiones para nuestras fuerzas armadas sobre cómo utilizar eficazmente este tipo de drones. Esto también nos ayudará a desarrollar nuestras propias capacidades en materia de drones”.

Citando a un funcionario europeo anónimo, el Washington Post escribió el 19 de abril: “La estrategia también permite a los países de la otan utilizar a Ucrania como campo de pruebas para desarrollar armas, como los drones, en las que no tienen tanta experiencia…”.

El gobierno alemán ha contratado a Helsing para hacer que el Eurofighter sea capaz de guerra electrónica y proporcionar la infraestructura de IA para el Sistema Aéreo de Combate Futuro, que implica enjambres de drones, cazas, aviones de carga y satélites.

En junio del año pasado, Airbus Defense and Space firmó un acuerdo de cooperación con Helsing para hacer avanzar la IA en un futuro sistema Wingman, una aeronave no tripulada modelo caza diseñada para trabajar conjuntamente con aviones cazas tripulados.

“Los conflictos actuales en las fronteras de Europa demuestran lo importante que es la superioridad aérea”, declaró Mike Schoellhorn, director ejecutivo de Airbus Defence and Space. “Los equipos tripulados y no tripulados desempeñarán un papel fundamental en la obtención de la superioridad aérea: con un dron de combate Wingman a su lado, los pilotos de combate pueden operar fuera de la zona de peligro. Ellos dan las órdenes y siempre tienen la autoridad para tomar decisiones. Respaldado por la IA, el Wingman entonces se encargará de las tareas peligrosas, incluyendo el reconocimiento de objetivos y la destrucción o interferencia electrónica y las maniobras para eludir los sistemas de defensa aérea enemigos”.

Verdaderamente, nos estamos haciendo una idea de cómo serán los “enjambres de langostas” bíblicamente profetizados, conformados por diversas aeronaves, desde los más pequeños hasta los más grandes.

Cuando Ucrania estaba probando sistemas de IA que permitían a los drones reconocer el equipamiento enemigo, pocos prestaron atención. Pero cuando apretó el gatillo, el mundo tomó nota. ¿Cuánto más podría hacer Alemania con esta innovación? Winston Churchill advirtió: “¡Cuidado! Alemania es un país fértil en sorpresas militares”.

Es cierto que el ejército de EE UU es responsable de avances e innovaciones impresionantes. Pero la profecía bíblica no advierte de ataques sorpresa estadounidenses que provoquen una guerra mundial. Pero sí predice específicamente que el ejército de EE UU será neutralizado y sorprendido por una guerra relámpago extranjera, específicamente por una fuerza militar devastadora dirigida por Alemania.

La víctima desprevenida

Después que la empresa estadounidense Rheinmetall Vehicles entregara el vehículo terrestre autónomo no tripulado Mission Master SP al Cuerpo de Marines de EE UU, realizó una demostración de su variante armada en Fort Clinton, Ohio, en febrero de 2024. Rheinmetall presumió de cómo el vehículo “proporciona a los infantes de marina una variedad de capacidades operadas a distancia, incluyendo reconocimiento armado, vigilancia centinela, refuerzo de artillería, seguridad de flancos, capacidad de detección y mucho más”.

“Y mucho más” podría incluir abrirle el paso a Alemania para vengarse de su enemigo de la Segunda Guerra Mundial de una forma espectacular.

Ucrania e Israel introdujeron piezas de drones en Rusia e Irán, respectivamente, en operaciones secretas para poder lanzarlos dentro de la nación enemiga. Pero Alemania ya tiene caballos de Troya colocados por todo EE UU.

La estadounidense Rheinmetall es una filial del fabricante alemán de automóviles y defensa, al que se le ordenó en una reunión celebrada en 1944 entre los principales líderes nazis y otros ejecutivos industriales que financiara la resistencia nazi. En la actualidad, desempeña “un papel fundamental en la modernización militar de EE UU”, de acuerdo con su página web. Para ampliar esta misión, ellos adquirieron Loc Performance Products a finales de 2024.

¿Qué podría hacer Rheinmetall para ayudar a ejecutar un ataque sorpresa contra su cliente desprevenido?

Otro ejemplo de que EE UU confía tontamente en Alemania es la aprobación del Congreso de la adquisición de Monsanto por parte de Bayer AG en 2018. La historia de Bayer AG se remonta a IG Farben, la infame empresa química que ayudó empoderar a Hitler y que fabricó el gas para los campos de exterminio.

¿Qué pasaría si el ataque sorpresa no procede de un enemigo en el campo de batalla, sino de un supuesto aliado que conspiró no por meses, sino durante décadas? ¿Y si ese aliado es la tercera economía mundial y tiene un historial de iniciar guerras mundiales?

En lugar de 100 drones de ataque, envía 100.000, o incluso un millón, repartidos por un país desprevenido. Imagine el ataque acoplado a un vehículo terrestre no tripulado Rheinmetall Mission Master SP 1000 armado con una variedad de armas programadas para matar y destruir. Y añada también drones de Bayer, que no rocían los pesticidas habituales, sino venenos mortales.

Su primer objetivo pueden ser las bases aéreas militares, los radares, las redes eléctricas, las ciudades y los altos dirigentes; mientras que un ciberataque simultáneo a gran escala paraliza las defensas de la nación y hace que los vehículos militares y civiles, los drones y la maquinaria esten fuera de control.

Imagine que el ataque sorpresa sea seguido de 100 drones armados con ojivas nucleares compactas que arrasan instalaciones militares en ataques coordinados. Mientras tanto, enjambres de drones submarinos apuntan a submarinos, buques de guerra, portaaviones y embarcaciones civiles.

Combine un ataque de este tipo con lo que prohíbe el derecho internacional: la guerra química y biológica. Imagine drones dispersando virus artificiales sobre ciudades abarrotadas; otros liberan toxinas incoloras e inodoras en represas, ríos y tierras de cultivo. Los campos de cultivo se vuelven no sólo incomestibles sino mortalmente venenosos. Los grifos de agua pasan de ser fuentes de vida a instrumentos de muerte.

Imagine no saber si su próximo aliento, bebida o bocado podría ser el último.

El caos resultante convertiría a la nación en un blanco fácil para un ejército avanzado que utilizaría misiles hipersónicos (que Alemania y muchas otras naciones también están desarrollando) y aviones de combate que dispararían ataques de precisión sobre cualquier cosa que el primer ataque fallara. Para cuando llegue la invasión terrestre, con tanques autónomos y soldados humanos mejorados, la mayoría de las defensas ya se habrían rendido y la gran mayoría de los ciudadanos estarían listos para ondear la bandera blanca.

Cualesquiera que sean las horribles posibilidades que pueda imaginar, se están convirtiendo rápidamente en realidades en la guerra moderna. La IA no sólo podría permitir la ejecución de tales ataques, sino que podría aprovechar las lecciones de miles de años de guerra para elaborar el plan de guerra más diabólico de la historia.

Se profetiza una guerra futurista

Nadie quiere imaginar lo que significaría para la humanidad una guerra moderna total. Sin embargo, la Biblia advierte que Dios permitirá que esta pesadilla siga su curso para que experimentemos en carne propia las consecuencias de nuestra rebelión contra Él.

Jesucristo llamó a estos tiempos que se avecinan “gran tribulación” (Mateo 24:21). Dijo que a menos que Él interviniera, nadie sobreviviría (versículo 22).

Esto es lo que hará falta para que Dios llame la atención de la humanidad. Pero observe: “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria” (versículos 29-30).

Todos los instrumentos de guerra parecerán un juego de niños al regreso de Cristo. Con un poder sobrenatural, pondrá fin para siempre a los conflictos bélicos del mundo.