Un ministro alemán advierte del odio contra los judíos ‘como en la década de 1930’

El ministro alemán de Cultura, Wolfram Weimer, comparó el nivel actual de antisemitismo con el de 1933, cuando los nazis empezaron a perseguir a los judíos, lo que condujo al Holocausto. Weimer cree que este ataque procede de ambos lados del pasillo político. Sus comentarios “marcan un punto de inflexión para la Alemania de posguerra”, escribió Bild el 10 de septiembre.

Alemania se encamina hacia una peligrosa repetición de la historia.

“Nos enfrentamos a una situación en la que los judíos en Alemania —especialmente aquellos que de alguna forma son visibles en público, y eso incluye al sector cultural— tienen miedo”, dijo Weimer. El miedo es “una reacción muy inmediata a un clima completamente cambiado, a una agresividad latente” hacia los judíos, añadió. “Ya sea un violinista, un cantante o un DJ (…) ya no consiguen actuaciones. Ya no se les permite subir al escenario”.

Advirtió que esto se está convirtiendo en “la norma en Europa”: “Y es algo parecido a lo que ocurría en los años treinta: aquí no se permite que actúen los judíos; aquí no se admite la presencia de judíos”.

En cuanto al espectro más amplio del odio hacia los judíos, dijo: “Vienen de las esquinas de derechas; vienen de las esquinas de izquierdas; vienen de las esquinas islamistas. Y estoy realmente consternado por la rapidez con la que, bajo el pretexto de ‘Sí, se nos seguirá permitiendo criticar a Israel,’ se abre paso el odio descarado contra los judíos”.

Señaló que cuando Israel es atacado, mucha gente responde con un “corazón de piedra”, pero cuando Israel se defiende, estalla la indignación.

Trágicamente, el propio gobierno de Weimer está alimentando este doble estándar.

El 8 de septiembre, dos pistoleros palestinos procedentes de Cisjordania abrieron fuego en una parada de autobús en el norte de Jerusalén, asesinando a seis personas e hiriendo a otras doce. En lugar de condenar este brutal ataque, el canciller alemán Friedrich Merz criticó a Israel, denunciando su ofensiva militar contra Hamás en Gaza y su política de asentamientos en Cisjordania.

Cuando Israel atacó a los líderes de Hamás en Catar el 9 de septiembre, un portavoz del gobierno dijo que Merz llamó al emir de Catar y condenó el ataque de Israel como inaceptable.

Cuando se masacran a judíos civiles por orden de los líderes de Hamás, los políticos rara vez llaman la atención sobre ello. Pero siempre que Israel apunta a la raíz del problema, se le acusa de ser el problema.

No es de extrañar que tanta gente condene la guerra de Israel contra el terrorismo. No es de extrañar que culpen no sólo al gobierno israelí, sino a todos los judíos.

Cuando se le preguntó por el reciente embargo parcial de armas de Merz contra Israel, Weimer defendió la medida, citando la controvertida ofensiva israelí en Gaza y la presión ejercida por otras naciones europeas. Con el aumento del antisemitismo que influye en los gobiernos europeos, el apoyo significativo a Israel está disminuyendo.

Weimer, sin embargo, continúa siendo uno de los defensores más contundentes del Estado judío y del pueblo judío en Alemania. Aunque él y Merz critican al gobierno israelí, siguen siendo considerados los aliados más fiables de Israel en Alemania. En palabras de Weimer, el gobierno alemán sigue siendo uno de los pocos que todavía disfruta de un canal abierto con sus homólogos israelíes.

Cuanto peor sea la presión internacional sobre Israel, más se alzará Alemania como su único aliado, a pesar de sus críticas.

Pero, como explicó el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, en “Hope Amid the Darkness of Terrorist Attacks” [Esperanza en medio de la oscuridad de los ataques terroristas, disponible en inglés], la confianza de Israel en Alemania está fuera de lugar.

Oseas 5:13 es una de las muchas profecías del tiempo del fin que se refieren a la relación del pueblo judío con Alemania. Con base en esta profecía, la Trompeta ha predicho durante décadas que el pueblo judío, el Judá bíblico, se volvería hacia Alemania, a pesar de la historia de los años treinta y cuarenta.

El Sr. Flurry advirtió: “¡La amistad entre Alemania e Israel dará lugar a una de las mayores traiciones en la historia de la humanidad!”.

El creciente nivel de odio hacia los judíos en Alemania, junto con la hostilidad hacia el Estado de Israel, constituye una señal de advertencia de que esta amistad es falsa. Sin embargo, a través de esta traición profetizada, el pueblo judío y toda la humanidad verán por qué sólo Dios puede traer la verdadera paz, como se explica en “Hope Amid the Darkness of Terrorist Attacks”.