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CHARLY TRIBALLEAU/AFP/GETTY IMAGES, KOICHI KAMOSHIDA/GETTY IMAGES, GETTY IMAGES

Un ejército de clase mundial—de la noche a la mañana

‘No es un suceso pequeño’

El impulso de Japón hacia el militarismo se ha acelerado rápidamente. Las décadas de propulsión gradual desde el pacifismo hacia la normalización militar ahora se han acelerado. Si continúa por la senda que va, la tierra del sol naciente pronto podría superar a Francia, Alemania, Arabia Saudí, Reino Unido e incluso a Rusia e India y construir la tercera maquinaria militar más cara y letal del mundo.

¿Qué hay en un punto porcentual?

Durante décadas, Japón ha limitado su gasto en defensa al 1% del producto interno bruto de la nación. Este límite de gasto no oficial se estableció para calmar las preocupaciones, tanto dentro de Japón como en el extranjero, por un posible resurgimiento del tipo de militarismo fanático que llevó a Japón a la Segunda Guerra Mundial y enardeció a sus soldados con una crueldad que incluso los nazis consideraban horrorosa. Japón mantuvo el límite en gran medida para evitar que el mundo se preocupara por una repetición de su bárbaro intento de conquistar Asia Oriental y el mundo.

Pero ahora los miembros del gobernante Partido Liberal Democrático (pld) de Japón creen que estas preocupaciones sobre el historial de crímenes de guerra de la nación son infundadas, y que ha llegado el momento de duplicar el gasto militar a un 2% del pib.

Un aumento del 1% puede parecer insignificante. Pero Japón posee la tercera economía más grande del mundo, que genera 5 billones de dólares por año. El aumento propuesto elevaría el gasto en defensa a unos 100.000 millones anuales y haría que Japón pasara del noveno puesto en gasto militar al tercero, sólo por detrás de Estados Unidos y China.

El 13 de octubre de 2021, durante una conferencia de prensa hablando sobre el impulso propuesto, la jefa de políticas del pld, Sanae Takaichi, dijo: “Estamos demostrando nuestra determinación de defender la vida, la propiedad, el territorio, las aguas territoriales, el espacio aéreo territorial, la soberanía y el honor nacional del pueblo japonés”. Dijo que Japón podría “ofrecer políticas que resulten en una diplomacia firme y una capacidad de defensa más fuerte”.

Miedo al dragón

No es ningún secreto que la “capacidad de defensa más fuerte” de Japón estaría dirigida principalmente contra China. El presidente Xi Jinping y el Partido Comunista Chino han reforzado el ejército chino hasta niveles asombrosos. Es bien sabido que China codicia los territorios y recursos de sus vecinos y está decidida a usar la fuerza para subvertir el orden regional e incluso el mundial para conseguirlos. Esta determinación se manifiesta de forma escalofriante en el aumento de las provocaciones de China en el Mar del Sur de China y en partes del Mar de la China Oriental que son reclamadas tanto por China como por Japón.

Los japoneses ven claramente el peligro de las ambiciones de China. Una encuesta reciente a 1.696 japoneses encuestados por el Nikkei Business Daily encontró que el 86% cree que China representa una seria amenaza para su nación, superando incluso al 82% que cree que Corea del Norte representa un peligro.

Debido principalmente a estos temores de China, la estrategia militar de Japón se centra cada vez más en la fuerza naval. Actualmente posee una armada de clase mundial de 114 buques de guerra, incluyendo 26 destructores, 22 submarinos, 10 fragatas, 6 escoltas de destructores, 3 buques de desembarco de tanques e Izumo, un llamado portahelicópteros de 249 metros de largo y 27.000 toneladas.

Cuando se lanzó Izumo en 2013, los líderes japoneses tuvieron cuidado de nombrarlo oficialmente como un “portahelicópteros”. La Constitución japonesa, impuesta por EE UU después de que el Imperio de Japón matara a más de 160.000 estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial, tiene como objetivo contener el fanatismo militar japonés prohibiendo estrictamente las armas ofensivas por mar y aire. Los portaaviones, que están construidos específicamente para transportar aviones de guerra y tropas a aguas, espacio aéreo y terreno enemigos, se consideran una de las plataformas de armas ofensivas más capaces que puede poseer una nación. Los japoneses esperaban que nombrarlo así atenuara las acusaciones de violar la Constitución. Pero en 2020, Japón comenzó a abandonar incluso esa delgada pretensión. Comenzó a modificar tanto el Izumo como su buque gemelo Kaga con cubiertas de vuelo resistentes al calor y otros sistemas de apoyo para aviones de combate. Luego, en octubre de 2021, Izumo lanzó y recuperó un par de F-35. Un buque de guerra japonés ha desplegado aviones de ala fija por primera vez desde que sus predecesores causaron estragos en China, Corea, Gran Bretaña, EE UU y otros durante el conflicto más sangriento de la humanidad.

Independientemente de cómo los japoneses clasifiquen a Izumo, esta es la nueva realidad naval: un portaaviones japonés navega una vez más por los océanos.

Japón “ya es la segunda armada más capaz del mundo”, publicó en Twitter el estratega geopolítico Peter Zeihan. “¿Ahora van a duplicar el gasto? No es un suceso pequeño” (13 de octubre de 2021).

Se espera que Japón use los 50 mil millones de dólares adicionales por año para mejorar aún más su poder naval con más cazas furtivos F-35, aviones de rotor basculante Osprey, submarinos y otros materiales estadounidenses. Japón también desarrollará sus propios sistemas de armas, incluidos cazas furtivos, lanchas de desembarco anfibio, buques de guerra, submarinos tripulados y no tripulados, y más portaaviones.

Verdaderamente esto constituirá una fuerza naval asombrosamente poderosa y letal.

Conozca al nuevo jefe, igual que el anterior

Fumio Kishida lleva 28 años en la arena política japonesa. Por mucho tiempo fue visto más como una paloma que como un halcón de guerra. Incluso después de que el primer ministro Shinzo Abe lo nombrara ministro de relaciones exteriores en 2012, Kishida parecía tibio sobre el “preciado deseo” de Abe de reescribir la cláusula pacifista de la Constitución japonesa. Mientras Abe impulsaba el gasto en defensa a niveles récord y lideraba una reinterpretación histórica de esa cláusula, Kishida se mantuvo a favor de Japón confiando principalmente en su aliado de siete décadas, EE UU, para la protección estratégica.

Luego, Kishida se convirtió en el nuevo primer ministro de Japón el 4 de octubre de 2021. El nuevo plan para duplicar el gasto militar proviene de su administración. Ahora está decidido a impulsar la agenda militar de Abe y presionar firmemente para transformar del ejército de Japón en una fuerza ultramoderna y normalizada.

Con la nueva propuesta de gasto, algunos analistas creen que la agresividad de Kishida en realidad está eclipsando a la de Abe.

‘Los reyes del oriente’

Los japoneses son un pueblo excepcional con muchos rasgos admirables y una capacidad tecnológica y económica incomparables, especialmente considerando sus desventajas geográficas y de recursos naturales. Su laboriosidad y contribuciones culturales y tecnológicas han enriquecido la experiencia humana de miles de millones de personas en todo el mundo.

Pero la oscura e inquietante historia de Japón en tiempos de guerra muestra por qué su acelerado retorno al militarismo es una tendencia vital que hay que vigilar. La Segunda Guerra Mundial y varios conflictos anteriores muestran que, en tiempos de guerra, Japón puede caer en un fanatismo de pesadilla y una brutalidad impactante. Fue el reconocimiento de esta realidad lo que llevó a los oficiales estadounidenses en la década de 1940, encabezados por el general Douglas MacArthur, a incluir la cláusula en la Constitución japonesa de posguerra que prohibía la guerra como un medio para que la nación resolviera disputas internacionales. “Estamos comprometidos”, dijo MacArthur después de la rendición de Japón, “a velar porque el pueblo japonés sea liberado de esta condición de esclavitud”.

Pero ahora, en el impulso de EE UU por contener a China, está ignorando la historia reciente de Japón. Con un guiño y un asentimiento de cabeza, EE UU está alentando a Japón a eludir su Constitución pacifista y volver a militarizarse. EE UU incluso está suministrando a Japón gran parte de su nuevo material militar.

Junto a la historia, la profecía bíblica también hace sonar la alarma sobre el regreso de Japón al militarismo. Los periodistas ocasionalmente se refieren a la palabra bíblica Armagedón que se encuentra en Apocalipsis 16:16, pero pocas personas mencionan a “los reyes del oriente” de los que se habla en el versículo 12. La Biblia muestra que estos “reyes del oriente” liderarán un bloque de países asiáticos que reunirán sus ejércitos en un futuro próximo para formar una fuerza gigantesca.

Apocalipsis 9:16 afirma que este ejército asiático pondrá en acción a unos impresionantes 200 millones de soldados. Ezequiel 38 y 39 muestran que Rusia y China liderarán esta enorme fuerza, y Ezequiel 38:6 especifica que una parte clave consistirá de “Gomer” y “Togarma”, nombres antiguos que se refieren a los principales pueblos que componen el Japón moderno.

Hoy, la animosidad y el miedo están surgiendo entre los pueblos de Japón y China, lo que motiva a estas dos economías líderes en el mundo a aumentar sus fuerzas. Pero estos pasajes bíblicos revelan que estas dos naciones pronto unirán sus fuerzas. La Biblia también deja en claro que esta superpotencia multinacional asiática participará en la guerra más devastadora de la historia humana.

Jesucristo profetizó esta guerra futura, diciendo: “Pues habrá más angustia que en cualquier otro momento desde el principio del mundo. Y jamás habrá una angustia tan grande. De hecho, a menos que se acorte ese tiempo de calamidad, ni una sola persona sobrevivirá” (Mateo 24:21-22; Nueva Traducción Viviente).

Cada expansión de la potencia de fuego japonesa pone esa calamidad más cerca del alcance. La marcha de Japón hacia la militarización está conduciendo directamente a un futuro aterrador que afectará a todos los seres humanos.

Pero hay más en esta historia.

Justo después de que Jesús profetizó que esta guerra que pondría fin a la era —y a la civilización— casi acabaría con la última vida humana en la Tierra, añadió esta promesa de esperanza: “Pero se acortará” (versículo 22; ntv).

Antes de que la guerra de los hombres extinga a la humanidad, ¡Cristo interrumpirá la carnicería con una fuerza superior! Él conquistará todos los ejércitos y todos los gobiernos y establecerá un nuevo gobierno. Este gobierno literal de Dios producirá una época de paz y prosperidad sin precedentes para los pueblos de Japón, China y todos los demás países. Con respecto a esta futura era de armonía global, Isaías 2:4 dice que “no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra”. 

Este artículo fue traducido del artículo “A World-class Military—Overnight” de theTrumpet.com.


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