Trump corona al Vaticano como un ‘pacificador’

Después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hablara con el presidente ruso, Vladimir Putin, durante dos horas el 19 de mayo, sugirió que Rusia y Ucrania iniciarían “inmediatamente” negociaciones de cese al fuego posiblemente en el Vaticano . Y concluyó: “El Vaticano, representado por el papa, ha dicho que estaría muy interesado en acoger las negociaciones. ¡Que comience el proceso!”.

En la mente de Trump, el Vaticano puede ser el lugar donde dictadores sangrientos y sus víctimas pueden darse la mano y hablar de paz.

Sin embargo, Trump también habría dicho el lunes a los jefes de Estado y de gobierno europeos en una llamada telefónica que Putin no está dispuesto a poner fin a la guerra en Ucrania. Pero en lugar de renovar las sanciones, Trump accedió a proseguir las conversaciones a bajo nivel entre Rusia y Ucrania en el Vaticano. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, el presidente francés, Emmanuel Macron, el canciller alemán, Friedrich Merz, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y la presidenta de la Comisión de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, participaron en la llamada telefónica.

En cuanto al posible papel futuro del Vaticano en las negociaciones, Merz dijo que sería “la última instancia terrenal, por así decirlo, y todos sólo podemos esperar que al menos allí sea posible reunir a las partes en conflicto para una discusión constructiva”.

Muchos ven al Vaticano como la autoridad absoluta o suprema de la tierra. Pero el acercamiento de Trump hacia la institución es notable.

En los últimos años, el Vaticano ha sido noticia por condenar la política de Trump de ”Estados Unidos primero”, sus políticas migratorias y su salida de los Acuerdos Climáticos de París. De principio a fin, el papa Francisco ha estado entre los críticos más feroces e influyentes de Trump. Durante la campaña electoral estadounidense de 2016, Francisco viajó a la frontera entre Estados Unidos y México para expresar su simpatía por los inmigrantes ilegales y su oposición a Trump. La Iglesia católica colaboró con otras organizaciones para ayudar a los ilegales a llegar a la frontera. Francisco también desempeñó un papel decisivo en la negociación de un acuerdo con la administración Obama y Cuba, algo a lo que Trump se opuso apasionadamente.

Tras la muerte del papa Francisco, Trump fue a su funeral y las cosas empezaron a cambiar.

Millones de personas siguieron los acontecimientos que rodearon el funeral de Francisco. Pero la imagen que captó la atención del mundo no fue la de un jefe de Estado despidiéndose de un papa controvertido; fue la de Trump sentado frente a Zelenskyy.

Comentando sobre la reunión, el ex político alemán Karl-Theodor zu Guttenberg reflexionó: “Dos sillas. En la Capilla del Baptisterio de la Basílica de San Pedro. Parecían perdidos ante el telón de fondo de la máxima autoridad del catolicismo. Y en sus asientos, dos personas poderosas se encogieron a su tamaño terrenal; o a lo que la vida había hecho de ellos”.

Comparados con el poder del Vaticano, los gobernantes más poderosos del mundo empiezan a parecer insignificantes.

El prestigio del Vaticano aumentó aún más en la mente de Trump tras la elección del primer papa estadounidense.

“Felicidades al cardenal Robert Francis Prevost, que acaba de ser nombrado papa”, escribió Trump en Truth Social. “Es un gran honor saber que es el primer papa estadounidense. Qué emoción y qué gran honor para nuestro país. Estoy deseando reunirme con el papa León xiv. Será un momento muy significativo”.

No importan los anteriores ataques verbales de Prevost contra las políticas migratorias de Trump y otras diferencias ideológicas.

Seguro que a esta antigua institución le encantará la atención. El Vaticano siempre ha intentado ser una fuerza rectora sobre los gobernantes de este mundo. Durante siglos consiguió hacer y deshacer reyes y emperadores del Sacro Imperio Romano. Pero recientemente ha perdido su control sobre el poder, la política y las personas.

La Iglesia católica aprovechará cualquier oportunidad para recuperar su antiguo prestigio. Sin embargo, los que creen que esto será bueno para nuestro mundo deberían tener cuidado con lo que la historia y la profecía bíblica enseñan, como lo explica nuestro libro Alemania y el Sacro Imperio Romano (gratuito previa solicitud).

La advertencia de la profecía bíblica es especialmente dura. Como explica nuestro libro, Apocalipsis 17 revela la historia del Sacro Imperio Romano y su futuro. A través de la imagen simbólica de una mujer montada en una bestia, el capítulo enseña que esta Iglesia controlará la resurrección final de un imperio vicioso.

El versículo 4 describe la presencia internacional, el prestigio y el poder de la Iglesia: “Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas…”.

Esta “mujer” se presenta en una relación con los “reyes de la tierra”. El versículo 2 revela que los “moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación”.

“Así es como Dios caracteriza a esta iglesia que se mezcla con la política y guía a un imperio. Estamos advirtiendo al mundo, recordándole la historia y los hechos. Pero uno habla de hechos, ¡y este imperio actúa como ebrio”. escribió el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry (Visión Real, noviembre-diciembre de 2021).

La percepción que el mundo tiene de esta Iglesia es delirante. ¿De qué otra forma se puede explicar que una institución que ha provocado guerras religiosas, pogromos, inquisiciones y cruzadas sea hoy alabada y venerada? ¿Estamos dispuestos a prestar atención a la Palabra de Dios o confiamos en nuestra propia percepción errónea?