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Tenemos una palabra profética más segura
¿Qué significa para usted la profecía bíblica? Es mucho más importante de lo que la mayoría de la gente cree.
Nuestro mundo actual está sumido en la guerra. Los líderes luchan con decisiones trascendentales que afectan dramáticamente la vida de sus pueblos, incluso determinan el destino de las naciones. Sus errores arruinan economías y provocan terribles derramamientos de sangre.
La profecía bíblica explica por qué suceden estas crisis. También muestra hacia dónde conducen. ¡Muestra la presencia del gran Dios en los acontecimientos mundiales y nos ayuda a conocer a Dios!
Millones de personas se ven inmersas en la desesperación y la desesperanza porque desconocen la verdad de la profecía bíblica. Pero usted puede entenderlo.
Observe esta poderosa declaración del apóstol Pedro: “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones” (2 Pedro 1:19).
¡Este versículo muestra la bendición que puede ser la profecía! La palabra profética más segura debe ser personal para cada uno de nosotros. Debe guiarnos en nuestra vida diaria.
Pero ¿qué es esta “palabra profética más segura”? Lea los versículos 16-18, donde Pedro habla de haber “visto su (...) majestad”. Hace referencia a una visión espectacular que vio muchos años antes en la cima de una montaña.
Una visión gloriosa
En Mateo 16:28 Jesucristo dijo a sus discípulos: “De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino”. Obviamente, todos estos hombres murieron, y Cristo aún no ha regresado. Así que Él no estaba hablando de ese acontecimiento futuro. Él se refería a una visión que Dios daría a aquellos hombres, y que aún despierta nuestra esperanza hasta este día.
En el capítulo siguiente, leemos que Jesús “se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz” (Mateo 17:2). Entonces sonaron desde el cielo las palabras de Dios el Padre: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd” (versículo 5).
¡Qué acontecimiento tan espectacular! Después, los tres discípulos estaban ansiosos por compartirlo. Pero mientras descendían de la montaña, Jesús les dijo: “No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos” (versículo 9). ¡Eso fue sólo una visión, pero llegaría el momento, algún tiempo después de que Cristo fuera asesinado en Su primera venida y luego resucitara, en que la realidad de esa visión se cumpliría! ¡Cristo va a regresar en gloria!
Esta experiencia recordó a los discípulos una profecía del Antiguo Testamento sobre un acontecimiento que precedería a la Segunda Venida. Preguntaron: “¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?”. Jesús respondió: “A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas” (versículos 10-11).
¡Qué profecía! Piense en sus implicaciones. Justo antes del regreso de Cristo, Dios enviaría a un hombre en el espíritu del profeta Elías, y él “restauraría todas las cosas”. Esto significa que, en los días previos a la espectacular Segunda Venida de Cristo, la mayoría de las verdades espirituales se habrían perdido; de lo contrario, ¡Dios no necesitaría enviar a un hombre para restaurarlas! Este hombre traería las verdades maravillosas de Dios que se habían perdido en un mundo de confusión religiosa.
¿Sabía usted que esta profecía se ha cumplido en tiempos modernos? ¡Este tipo de Elías del fin de los tiempos, esta señal de la Segunda Venida, ya ha venido y se ha ido! Su nombre era Herbert W. Armstrong. (Aprenda sobre esto en nuestro folleto gratuito A Pivotal Sign of the End Time [Una señal pivotal del tiempo del fin; disponible en inglés]).
Eso significa que estamos muy cerca del glorioso retorno de Cristo. Lo que Pedro vio en una visión, ¡estamos a punto de verlo en la realidad!
Si comprende esta verdad, se da cuenta de que este mundo actual aún no está gobernado por Dios. De hecho, el “mundo entero” está engañado por Satanás el diablo (Apocalipsis 12:9). El mundo entero incluye a todos, excepto a un “pequeño rebaño” (Lucas 12:32).
Esta visión nos ayuda a comprender el mal que nos rodea. Pero más que eso, nos da una esperanza viva.
Engendrados espiritualmente
¿Cuál es la “palabra profética más segura” en 2 Pedro 1:19?
Como escribo en mi folleto La epístola de Pedro: Una esperanza viviente: “Cuando Pedro vio esa imagen del Reino de Dios, él no tenía el Espíritu Santo de Dios dentro. Pedro está diciendo que cuando el Espíritu de Dios entra en uno y le da revelación, entonces esa es la palabra de profecía más segura que hay, ¡habiéndola inyectado Dios directamente en su mente por medio del Espíritu Santo!”.
Muchas personas creen que ya tienen este Espíritu, pero no es así. Para recibir el Espíritu Santo, usted debe ser bautizado y recibir la imposición de manos por parte de uno de los ministros de Dios (Hechos 2:38; 8:14-17). Y Dios da Su Espíritu sólo a los que le obedecen (Hechos 5:32).
Recibir el Espíritu Santo es un engendramiento espiritual por parte de Dios el Padre. Una vez que lo reciba, podrá tener la misma mente de Cristo en usted (Filipenses 2:5). Siga viviendo como lo hizo Cristo, y usted será lleno de gozo y felicidad y hará muchas obras gloriosas para Dios.
Si usted está obedeciéndole a Dios y tiene hambre y sed de Su instrucción, entonces recibirá entendimiento espiritual y revelación de Dios (1 Corintios 2:9-14). Tendrá “una palabra profética más segura”. ¡Eso es una promesa!
“¡Una palabra profética más segura” viene directamente de Dios Mismo a través de Su Espíritu Santo! Usted puede entender las profecías de la Biblia porque Dios Mismo le da ese entendimiento.
Tener esta “palabra más segura” nos obliga a apoyar la obra de Dios de difundir Su mensaje a este mundo. Dios lo recompensará y le abrirá puertas, ¡y le dará un entendimiento profético aún mayor!
Luz en un mundo oscuro
2 Pedro 1:19 dice que debemos “estar atentos” a esta palabra profética segura “como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca”.
Pedro escribió sus epístolas justo antes de ser martirizado. Aunque estaba a punto de morir, escribió este libro tan esperanzador porque vio la visión de Dios y la recompensa que Dios promete a quienes le obedezcan ahora y ayuden a entregar Su mensaje a este mundo.
El apóstol Pablo tuvo esa misma visión y también fue martirizado por hacer la obra de Dios. Aquellos hombres vivieron en tiempos oscuros. Sin embargo, sus palabras están registradas para nosotros, porque los peligros que experimentaron fueron tan sólo una muestra de los que se avecinan en nuestros días.
Nuestro mundo actual es un lugar oscuro, ¡y está a punto de volverse mucho más oscuro! ¡Se están proliferando y desarrollando armas que destruirían a todos los seres humanos de la Tierra! La profecía muestra que se avecina la mayor tribulación de la historia si no nos arrepentimos y nos volvemos a Dios (Mateo 24:21; Daniel 12:1; Jeremías 30:7). Esa es una revelación vital de Dios: parte de la palabra profética más segura.
Pero se acerca un nuevo amanecer. Justo después de todas estas terribles crisis, comenzará el Mundo de Mañana. Ese “amanecer” es la Segunda Venida de Jesucristo, ¡el mayor acontecimiento de la historia! Cuando Él regrese, pondrá fin a todos estos problemas aterradores.
Cuando Pablo dice “el lucero de la mañana salga en vuestros corazones”, está hablando del día en que los santos de Dios sean glorificados como seres espirituales, ¡miembros plenos de la Familia Dios nacidos del Espíritu!
¡Dios está expandiendo Su Familia trabajando con los seres humanos y perfeccionándolos! Esa es la mayor maravilla del mundo. Pero debemos permitir que Dios trabaje en nosotros. (Solicite nuestro libro gratuito El misterio de los siglos; le explicará esta asombrosa verdad de una forma poderosa).
La estrella de la mañana
Dios ha llamado a unos pocos a salir de este mundo y les va a recompensar como nadie si difunden este mensaje.
Pero tenga en cuenta que hacer la obra de Dios no es fácil, como no lo fue para Pedro y Pablo. “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo…” (1 Pedro 4:12-13). Nuestra fe es sometida a prueba y examinada. Pero Pedro dijo que esas pruebas son más preciosas que el oro (1 Pedro 1:7). Nos está diciendo: No se preocupen por las pruebas y tribulaciones. Dios los pone a prueba porque los ama. ¡Él los está formando y moldeando, construyendo Su carácter en ustedes!
La verdadera Iglesia de Dios está siendo escudriñada y evaluada ahora mismo (1 Pedro 4:17). Debemos estar construyendo con oro, plata y piedras preciosas; de lo contrario, todo lo que construyamos en la vida arderá como madera, heno y hojarasca, lo que significa perder nuestra recompensa (1 Corintios 3:12-15).
Demasiados del propio pueblo de Dios se han vuelto espiritualmente tibios y ciegos a este entendimiento profético porque han rechazado Su autoridad (Apocalipsis 3:17). Usted debe obedecer a Dios para recibir este entendimiento, ¡y debe obedecer a Dios para conservarlo!
Qué emocionantes recompensas aguardan hoy a quienes hacen la obra de Dios. El Thayer’s Greek Lexicon dice acerca de la “estrella de la mañana”: “Le daré la estrella de la mañana para que se irradie con su esplendor y eclipse a todos los demás”. ¿Quién es “la estrella de la mañana”? ¡Apocalipsis 22:16 nos dice que es Jesucristo! Cristo es la más brillante de todas las estrellas, ¡y aquellos que lo reciban se convertirán en Su Esposa! (Apocalipsis 2:28; 19:7).
Pablo dijo que una estrella difiere de otra en gloria (1 Corintios 15:41). Dios nos dará gloria en las estrellas según lo que hagamos en esta obra hoy, antes de la Segunda Venida. Cuanto más pongamos nuestro corazón en la obra de Dios, más nos bendecirá y recompensará.
La mayor oportunidad
La mayor oportunidad para hacer la obra de Dios es hoy. Estamos difundiendo y publicando la palabra más segura de la profecía. En esta revista cubrimos muchas profecías bíblicas. También distribuimos folletos que las explican aún con más detalle, y se los ofrecemos todos gratis.
Todas estas profecías apoyan el objetivo primordial de Dios: ¡reproducirse en el hombre!
¿Hasta qué punto esta realidad futura forma parte de su vida cotidiana? ¡Dios quiere una esperanza viva en usted! (1 Pedro 1:3). ¿Tiene usted esta esperanza viva, maravillosa y llena de gozo?
Si usted tiene esta esperanza, ¡entonces lo tiene todo! No hay razón para temer a los acontecimientos en este mundo. ¡Pedro estaba a punto de morir; sin embargo, estaba lleno de esperanza!
Incluso si se enfrenta a la muerte, puede llenarse de esperanza como lo hizo Pedro, sabiendo que en el momento en que resucite, ¡recibirá una recompensa espectacular!
¡Tenemos una palabra profética más segura! Nuestro entendimiento de la profecía procede directamente de Dios. Él nos dice lo que se avecina y cómo conduce al regreso de Jesucristo. Necesitamos esta anticipación gozosa del futuro glorioso que le espera a la Familia de Dios para motivarnos a trabajar diligentemente para Dios.
