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Tenemos que hablar del antisemitismo

emma moore/la trompeta

Tenemos que hablar del antisemitismo

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En la mañana del 24 de junio de 1922, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Walther Rathenau, salió de su villa de Berlín en una limusina descapotable. Otro vehículo descapotable lo adelantó y dos asesinos vestidos de negro dispararon contra la limusina y la hicieron explotar con una granada.

Pero ¿por qué matar a Rathenau? Él había trabajado para el káiser Guillermo ii y trabajaba para que Alemania volviera a ser fuerte. Los asesinos eran de extrema derecha y tenían el mismo objetivo. Pero querían librar una sangrienta “guerra interna” para forzar “la expulsión de los judíos” del gobierno alemán.




El asesinato de Rathenau fue un precursor del Holocausto. La mayoría de los alemanes estaban horrorizados por la violencia, pero bajo la superficie estaba latente un resentimiento menos extremo hacia los judíos. Muchos creían en alguna variante del mito de la “puñalada por la espalda”, es decir, que el káiser y Alemania habían perdido la Primera Guerra Mundial porque los socialistas y los judíos habían saboteado el esfuerzo bélico en casa. En Estados Unidos, hombres prominentes como Henry Ford y Charles Lindbergh promulgaban ideas similares sobre las “conspiraciones judías”. Si se sustituyen estas frases por “lobby israelí”, “genocidio palestino” o “Palestina libre”, los sentimientos de la década de 2020 se hacen eco de los de la década de 1920.

Para cuando la Segunda Guerra Mundial estaba en apogeo, muchos europeos de todas las clases sociales consideraban lógico el excluir a los judíos del gobierno, de los derechos básicos y de la sociedad en general. Como la corriente antisemita nunca se revirtió, aquellos que en 1922 se habían escandalizado por el asesinato de Rathenau ahora estaban daban el saludo “Heil Hitler” en 1941 y atiborraban vagones con judíos para su exterminio en Auschwitz y Treblinka en 1942.

La misma actitud está latente hoy en día.

El 13 de abril de 2025, Cody Balmer incendió la residencia del gobernador de Pensilvania en un intento de asesinar al gobernador Josh Shapiro, quien es judío. El 21 de mayo, Eli Rodríguez cometió un doble asesinato terrorista de la pareja comprometida Yaron Lischinsky y Sarah Milgrim frente al Museo Judío de la Capital en Washington, D. C. El 1 de junio, un hombre atacó a manifestantes pacíficos pro-Israel en Boulder, Colorado, con cócteles molotov y un lanzallamas, causando la muerte de una mujer de 82 años. Cuando la representante Alexandria Ocasio-Cortez, habitualmente una vehemente crítica de Israel en el Congreso, votó a favor de Israel en una ocasión, su oficina fue vandalizada y recibió amenazas de muerte.

Mientras tanto, en Europa, cada vez son más las personas que tienen como objetivo a los judíos para actos de intimidación, acoso y violencia. Durante el festival anual de Glastonbury, el pasado 28 de junio, el dúo británico de punk rock Bob Vylan incitó al público a condenar con odio a las Fuerzas de Defensa de Israel, coreando: “Muerte, muerte a las fdi”. En un concierto celebrado el 20 de julio, las autoridades belgas detuvieron a dos israelíes después que un grupo propalestino les acusara de “severas violaciones al derecho internacional humanitario” sin más pruebas que el hecho de que habían ondeado banderas de las fdi. El 22 de julio, un crucero israelí impidió desembarcar a sus pasajeros en la isla griega de Siros porque 300 manifestantes habían acampado en el puerto para intimidarlos.

Estas personas atacan a los judíos por el hecho de ser judíos y porque creen que pueden expresar su antisemitismo con impunidad. Muchas veces, tienen razón. Y son los pro-israelíes quienes sufren las consecuencias.

Holocausto

La mayoría de las personas condenaría los brutales asesinatos de Lischinsky y Milgrim, al igual que lo hicieron con el asesinato de Rathenau. Pero muchos hoy, como entonces, también sienten que el resentimiento hacia los israelíes y los judíos es legítimo. No reconocen el antisemitismo como lo que realmente es: una señal de advertencia, un presagio de algo peor por venir.

El antisemitismo es una locura; sin embargo, ha prosperado en la cultura occidental durante 2.000 años. En la antigua Roma se gravaba a los judíos con impuestos extraordinarios y se les trataba como si fueran de segunda clase. Los europeos del medievo culparon a todos los judíos de matar a Jesucristo, de causar la peste negra y de comerse a niños cristianos. Se ha culpado a los judíos de los males tanto del capitalismo como del comunismo.

¿De dónde proviene este singular odio hacia este pueblo en particular?

Antes que los descendientes de Judá se convirtieran en una nación, Dios profetizó que el Mesías vendría de la tribu de Judá (Génesis 49:10). Jesucristo nació judío. Y Él dijo que “la salvación es de los judíos” (Juan 4:22). Jesús tuvo una relación especial con los judíos durante su vida humana. Apocalipsis 5:5 identifica a Cristo como “el León de la tribu de Judá”. Romanos 3:1-2 dice que Dios preservó “los oráculos de Dios” (sus Sagradas Escrituras y el Sábado) a través de los judíos. Los judíos rechazaron a Cristo como el Mesías en Su primera venida, pero Romanos 11 establece que esto no les quita su condición de pueblo de Dios. Dios incluso dice que los verdaderos cristianos deben convertirse en judíos espirituales para ser salvos (p. ej., Romanos 2:29). En otras palabras, si usted cree en la Biblia, cree que Dios ha dado a los judíos un papel especial.

“Jesucristo creció como un muchacho judío”, escribe el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, en La Llave de David. “Dios dio a los judíos un lugar muy destacado en Su plan. “De estos hechos debemos deducir que Dios el Padre y Jesucristo tienen una conexión cercana con la raza judía, pero sólo para promover su plan espiritual”.

La Biblia también revela que el diablo existe, que él se opone al plan de Dios, y que es tan poderoso como para ser “el dios de este mundo” que “engaña al mundo entero” y es el “acusador de nuestros hermanos” (2 Corintios 4:4; Apocalipsis 12:9-10). Está atacando a Dios, la obra de Dios y el pueblo de Dios, incluidos los verdaderos cristianos, las naciones de Israel y, como es bastante evidente, a los judíos.

Apocalipsis 12 revela que en el “poco tiempo” previo al regreso del Mesías, el diablo es “arrojado” y confinado a la Tierra. Jesucristo profetizó a Sus discípulos acerca del mismo período de tiempo, diciendo que Jerusalén (que actualmente está controlada por los judíos) será rodeada por ejércitos inspirados por Satanás y quedará desolada (Lucas 21:20). Y advierte a Su pueblo “en Judea” que huya antes que la masacre envuelva a la ciudad (versículo 21). “Y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan” (versículo 24).

“Cuando un linaje recibe honor como Dios ha honrado a los judíos, Satanás los odia por ello”, escribe el Sr. Flurry. “¡Él inspiró a los enemigos para que se levantaran y los despojaran de toda dignidad!”. Los nazis a menudo les afeitaban la cabeza, les quitaban la ropa, los golpeaban y los utilizaban para experimentos médicos. Dios dice que será mucho peor la próxima vez. ¿Le cree usted a Dios?…

“Los judíos dicen: ‘¡Nunca más!’. Lamentablemente, tenemos que decirles que están totalmente equivocados”. Va a suceder otra vez y hará que el Holocausto parezca un ensayo general. Los judíos sufrieron horriblemente en la Segunda Guerra Mundial. ¡Esa historia es una cruda advertencia de lo que está a punto de acontecerles!” (ibíd.).

Cristo criticó a quienes no distinguen las señales de los tiempos de la profecía bíblica (Mateo 16:3). En Lucas 21:36, Él nos advierte que debemos observar el mal que está sucediendo en nuestro tiempo y estar atentos, o nos convertiremos en víctimas: “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del hombre”.

Esperanza

“¡Ellos necesitan saber qué papel tan extraordinario les ha dado Dios!”, escribe el Sr. Flurry acerca de los judíos en La Llave de David. “¡Ellos necesitan esperanza! El mundo entero necesita esperanza”.

Jesucristo profetizó que la razón por la que regresará a la Tierra es para detener al diablo, quitarle su gobierno como “dios de este mundo” y restablecer el gobierno de Dios en la Tierra.

“Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca” (Lucas 21:27-28).

Jesucristo es el Mesías de los judíos y de toda la humanidad. Él regresará a una ciudad específica, Jerusalén, y traerá la verdad al mundo a través de los verdaderos cristianos y de las naciones de Israel. (Vea la página 19 y solicite su ejemplar gratuito de Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía).

“Dios no hace acepción de personas” (Hechos 10:34), como atestigua la historia de los judíos y de todo Israel. La razón por la que la Biblia, de principio a fin, trata de los descendientes de Abraham en Israel, es que Dios los está utilizando en Su plan para alcanzar a toda la humanidad.

El dramático aumento del antisemitismo en todo el mundo debería alarmarnos a todos. También debería motivarnos a estudiar más a fondo su origen y cuál es el papel de los judíos y de otros pueblos de Israel. ¡Este estudio hace que la Biblia y la profecía bíblica cobren vida con fuerza!

EL MISTERIO DE LOS SIGLOS

Se ha preguntado usted alguna vez: "¿Quién soy yo? ¿Qué soy? ¿Por qué existo?" Usted es un misterio. El mundo que lo rodea es un misterio. ¡Ahora usted puede comprenderlo!