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Su capacidad para comprar y vender está en peligro (Web)

“Sin una cuenta bancaria, te conviertes en una no-persona”, dijo el político del Reino Unido y líder del Brexit, Nigel Farage. Habla por experiencia. Cuando su cuenta bancaria se cerró en junio, no sabía por qué. Lo que todo el mundo sospechaba se comprobó más tarde: su cuenta se cerró por motivos políticos. El 29 de junio, escribió en Twitter: “Si pueden hacérmelo a mí, también se lo pueden hacer a usted”.

El 26 de julio, el Epoch Times informó de que JPMorgan Chase cerró las cuentas de las compañías pertenecientes al Dr. Joseph Mercola, crítico de la vacuna contra la covid-19. Esto se remonta a la respuesta del gobierno canadiense a las protestas del Convoy de la Libertad en Ottawa el año pasado.

Pero esta tendencia no se limita a los gobiernos occidentales liberales. Las cuentas bancarias o los activos de quienes critican a gobiernos son congeladas con regularidad alrededor del mundo. Ha ocurrido en Uganda, Bielorrusia, Rusia, China, Hong Kong, India, Irán, Turquía y otros países.

Algunos gobiernos incluso han confiscado el dinero de manifestantes. Puede que no necesite oponerse al gobierno para perder su negocio. En Francia, las empresas pierden la financiación necesaria si no cumplen con los objetivos climáticos del gobierno.

Piénsese en todas las cosas que puede hacer que no le gusten a su gobierno particular: apoyar a una organización en particular, una protesta o la suscripción a una revista. Las sanciones y la congelación de activos pueden restringir la capacidad de una persona para dedicarse a los negocios, y todo indica que esta práctica puede llegar a ser demasiado habitual. Pero puede que ni siquiera haga falta que le cierren la cuenta para limitar su capacidad de hacer negocios.

Son muchos los factores que determinan si una persona puede obtener una tarjeta de crédito, una hipoteca o un préstamo. Se basa sobre todo en su historial financiero, pero algunos prestamistas también comprueban sus antecedentes antes de darle una hipoteca. Como la gente se está dando cuenta, la lista puede fácilmente expandirse.

Por ejemplo, un banco podría decir que una persona es un riesgo financiero porque no apoya el movimiento lgbtq+, limitando sus oportunidades laborales. Lo mismo podría ocurrir con alguien que no se ha vacunado contra la covid o que conduce un coche de gasolina. Al prohibir esas cosas, el gobierno podría arruinar la capacidad crediticia de una persona.

Cuanto más complejas se vuelven las políticas gubernamentales, más complejas son las consideraciones para dar un préstamo. Para verificar que una empresa está cumpliendo con las normas de diversidad en el empleo, de cambio climático y otras tendencias liberales, es posible que necesite la ayuda de la inteligencia artificial.

La Unión Europea redactó una ley que regula precisamente eso. La ley dice así: “Los sistemas de inteligencia artificial utilizados para evaluar la puntuación crediticia o la solvencia de las personas naturales deben clasificarse como sistemas de inteligencia artificial de alto riesgo, ya que determinan el acceso de esas personas a los recursos financieros o a servicios esenciales como la vivienda, la electricidad y los servicios de telecomunicaciones”.

Alto riesgo significa que se someterá a una estricta vigilancia gubernamental:

Los sistemas de inteligencia artificial utilizados con este fin pueden dar lugar a la discriminación de personas o grupos y perpetuar patrones históricos de discriminación, por ejemplo, basados en el origen racial o étnico, la discapacidad, la edad o la orientación sexual, o crear nuevas formas de impacto discriminatorio.

La Unión Europea quiere asegurarse de que ningún grupo minoritario sea discriminado por sistemas de inteligencia artificial que puedan limitar su capacidad de llevar una vida normal. Pero ¿qué pasaría si se desarrollara un sistema de crédito social al estilo chino que evaluara su credibilidad basándose en la tolerancia hacia las normas liberales de nuestro mundo occidental? ¿Y si este sistema determinara si se le permite tener una cuenta bancaria?

La inteligencia artificial podría analizar las cuentas de redes sociales de alguien y determinar si esa persona podría tener problemas con el gobierno en el futuro. Podría analizar cualquier comunicación, actividad financiera u otros registros a los que el gobierno permita acceder. En lugar de examinar los antecedentes penales previos, podría predecir posibles antecedentes penales futuros. Podría evaluar datos complejos y sacar conclusiones difíciles de entender para los seres humanos.

¿Y si el gobierno diseña el sistema de inteligencia artificial y exige a los bancos que lo utilicen? Puede que el banco no entienda por qué se le niega a un cliente el acceso a su servicio financiero.

Si se sabe que existe un sistema de este tipo, se evitaría criticar al gobierno. Las posibilidades de que el gobierno se extralimite son infinitas.

Esto hace que una profecía bíblica en particular cobre vida. Como explicó el difunto Herbert W. Armstrong en ¿Quién o qué es la bestia profética? , Apocalipsis 17 describe la unión entre un poderoso gobierno y una iglesia, representada por una mujer montada en una bestia. Esta combinación Iglesia-Estado es el Sacro Imperio Romano.

Apocalipsis 13 revela lo que este imperio ha hecho y hará en un futuro próximo: “Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre” (versículos 15-17).

Alrededor del año 363 d. C., el Concilio de Laodicea decretó: “Los cristianos no deben judaizar descansando el Sábado, sino que deben trabajar ese día, descansando más bien el domingo. Pero, si se descubre que alguno es judaizante, que sea declarado anatema de Cristo”.

La Iglesia lo decretó y el Estado lo hizo cumplir. La Biblia revela que ocurrirá lo mismo en el tiempo del fin. Los gobiernos tienen más poder que nunca para forzar tal decreto.

Es necesario que entienda lo que es la marca de la bestia. Los que rechazan esta marca están protegidos por Dios. Aprenda más leyendo ¿Cuál es el día de reposo cristiano?