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¿Está exponiéndose EE UU para ser traicionado?

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¿Está exponiéndose EE UU para ser traicionado?

Un arma que ni siquiera los imperios más fuertes ven venir: la traición.

El Imperio Romano sufrió pocas derrotas. Al conquistar toda la cuenca mediterránea y hacia Europa, parecía invencible. Pero en el año 9 d. C., un grupo de bárbaros aparentemente atrasados aniquiló por completo a un ejército romano en una batalla, dejando al emperador lamentándose y angustiado golpeando su cabeza contra la pared.

La historia de un imperio más grande, más fuerte y mejor organizado que es aplastado por un enemigo más débil es una poderosa advertencia de la historia para un EE UU aparentemente invencible.

¿Qué marcó la diferencia? Un arma que ni siquiera los imperios más fuertes ven venir: la traición.

¿Aliados?

En el año 9 d. C., Roma estaba conquistando rápidamente gran parte de Alemania. Muchas tribus germanas se habían aliado oficialmente con Roma. Los príncipes germanos eran generales romanos, y los ejércitos germanos luchaban en guerras romanas.

Arminio era un jefe de la tribu germánica de los queruscos. Era el modelo de un general romanizado: dominaba el latín y era un ciudadano romano que ascendió al rango de ecuestre (caballero). Habiendo dirigido fuerzas en el ejército romano, se convirtió en el intermediario de mayor confianza entre Roma y las tribus germanas.

Arminio trajo informes de una revuelta entre las tribus germanas más distantes, y recomendó que Roma se moviera rápidamente para enfrentarla. El representante del emperador, Publio Quintilio Varo, partió con una fuerza de 18.000 hombres.

Arminio acompañó a la fuerza. Mientras marchaba hacia un territorio menos familiar, se ofreció a explorar el terreno y unir a los aliados de Roma al lado de Varo.

Cuando Arminio no regresó, el ejército siguió adelante, a través de laderas empinadas y un bosque denso.

Entonces Arminio tendió su trampa.

Él y sus compatriotas sabían exactamente cómo pensaban y luchaban los romanos. Conocía su doctrina militar, sus maniobras, sus armas y tácticas. Había utilizado ese conocimiento y la confianza de Roma para dirigir a 18.000 hombres hacia una emboscada perfecta.

Atrincherados en un terreno elevado, los germanos lanzaron una lluvia de lanzas sobre los romanos, permaneciendo a la vez fuera del alcance de un contraataque. Los espesos bosques impidieron que los romanos formaran muros de escudos y huyeron hasta llegar a campo abierto donde pudieron reagruparse y construir fortificaciones.

En el campamento, Varo planeó su retirada. Los ejércitos romanos habían sido emboscados antes, y Varo lo manejó como lo indicaría un manual: descarte la mayor cantidad de equipo y suministros posible y viaje ligero y rápido por campo abierto hacia territorio amigo. Si los germanos atacan y se retiran al bosque, no los siga por terrenos desfavorables.

Pero Arminio conocía ese manual. Sabía adónde correría Varo, y allí había tendido otra emboscada. Tres días después, el camino de los romanos los llevó a través de un pantano entre colinas empinadas, el Paso de Teutoburgo. Solo un estrecho sendero permitía dar pasos estables.

Los germanos se habían atrincherado a ambos lados del paso, utilizando los propios métodos de construcción de los romanos. Una vez que el ejército romano se hubo adentrado a lo largo del estrecho camino, los germanos atacaron.

Mataron a las tres legiones romanas. Más del 10% de los hombres de todas las fuerzas armadas romanas fue aniquilado.

Como consecuencia, Roma se retiró de gran parte de Germania. Las ciudades recién construidas para servir como cimientos de una provincia romana en la región fueron abandonadas. Los germanos habían hecho lo que ninguna otra tribu bárbara había logrado antes: expulsar a los romanos.

“Fue una de las derrotas más devastadoras sufridas por el ejército romano”, escribe Peter S. Wells en su libro La batalla que detuvo a Roma. “Los efectos de esta catástrofe fueron profundos. Terminó los planes de Roma de conquistar más al oriente, más allá del Rin. (…) El efecto psicológico de la aplastante derrota sobre Augusto y sus sucesores contribuyó a que pusieran fin a la política de expansión militar no solo en Europa, sino también en África y Asia. Esta batalla realmente cambió el curso de la historia mundial”.

¿Podría pasarle algo similar a EE UU? Pocas naciones desde la antigua Roma han confiado su defensa a tantos otros países.

Auxiliares extranjeros de EE UU

EE UU ha transformado su defensa en un esfuerzo cooperativo. Su seguridad se basa en alianzas: la Organización del Tratado del Atlántico Norte en Occidente, Japón y Corea del Sur en Oriente. Para que estas alianzas funcionen, EE UU comparte sus activos y sus secretos.

Estos aliados tienen acceso a muchos sistemas de armas estadounidenses importantes, incluido su nuevo avión de combate furtivo F-35. Ellos constantemente realizan ejercicios y entrenamientos con el Ejército, la Marina, la Infantería de Marina y la Fuerza Aérea de EE UU.

EE UU incluso ha dado lo mejor de sus armas a muchos de estos aliados. Bélgica, Alemania, Italia, Países Bajos y Turquía tienen armas nucleares estadounidenses desplegadas en su territorio, configuradas para uso en sus aviones cazas.

En los últimos años, han aumentado las tensiones con algunos de estos aliados. Francia y Alemania critican frecuente y abiertamente a EE UU. El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que la otan tenía “muerte cerebral”. Alemania ha creado una alianza de facto con Rusia, construyendo un importante oleoducto entre los dos países que da poder a alemanes y rusos al poner en peligro al resto de Europa. Como dijo el presidente Donald Trump, nuestra alianza contra Rusia queda en entredicho cuando siendo aliados “se supone que nos protejamos de Rusia, pero Alemania va y paga a esa nación miles y miles de millones de dólares al año”.

Un líder alemán tras otro ha declarado muerta la relación transatlántica. En 2000, el 80% de los alemanes decía tener una opinión positiva de EE UU. Ahora solo es el 26%. Y para que no piense que todo esto es resultado de la impopularidad internacional de Donald Trump, tenga en cuenta que el hecho de que Joe Biden se convirtiera en presidente de EE UU no ha disminuido en absoluto la retórica antiestadounidense que emana del Continente.

Sin embargo, EE UU sigue confiando en Alemania. Aunque Alemania atacó a la administración Trump, EE UU ha mantenido sus bombas nucleares allí y está gastando miles de millones para actualizarlas. El presidente Trump intentó retirar 12.000 soldados de Alemania, pero el presidente Biden revocó esa decisión.

El 22 de octubre de 2020, la otan anunció la creación de un Centro Espacial en el Comando Aéreo Aliado en Ramstein, Alemania. La órbita terrestre baja y la órbita terrestre alta se están convirtiendo en un escenario de operaciones cada vez más disputado para los militares. En pocas palabras: al derribar satélites se puede cegar y silenciar al enemigo.

En 2019, la otan anunció que su base en Rostock, Alemania, albergaría a su Comando Báltico, y en 2018, anunció que su comando para el despliegue rápido de tropas estaría ubicado en Ulm, Alemania.

Además, el 4 de agosto de 2020 el Boletín Verteidigung del ejército alemán informó: “A fines de 2019, Alemania y EE UU acordaron intensificar su cooperación en las áreas de cibernética y [tecnología de la información]”.

Oficiales alemanes también han sido nombrados a altos rangos dentro del ejército de EE UU. El 8 de mayo de 2020, el brigadier general alemán Jared Sembritzki se convirtió en el cuarto jefe de personal multinacional del Ejército de EE UU en Europa. La tradición de nombrar generales alemanes para este puesto comenzó en julio de 2014 con el brigadier general Markus Laubenthal, quien era “prácticamente la mano derecha del comandante general de las fuerzas terrestres estadounidenses en Europa, el teniente general Donald Campbell Jr.”, según la edición alemana del Wall Street Journal.

“Laubenthal se ganó la confianza de los estadounidenses”, señaló Defense News. “En los comités de promoción, por ejemplo, nadie impugnaba las recomendaciones del alemán” (27 de mayo de 2020).

Los alemanes y otros están aprendiendo bien cómo pelea EE UU. Tienen sus propias copias de los sistemas de armas estadounidenses y saben cómo funcionan. Los aliados de EE UU tienen todo lo que necesitaría una fuerza más pequeña para derribar a una más grande en un ataque sorpresa.

¿Se está tendiendo EE UU para ser traicionado?

Falsos amantes

La confederación germana de Arminio era mucho más débil que el Imperio Romano; y aun así él ganó. Usó la traición para expulsar a Roma de Germania. En la era de las armas de destrucción masiva, tal traición tendría resultados devastadores para el mundo.

Imaginar lo que un Arminio alemán moderno le haría a EE UU no es solo un ejercicio de pensamiento, es la realidad del futuro cercano.

¡La Biblia profetiza que EE UU está a punto de ser traicionado!

Herbert W. Armstrong mostró en Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía que los descendientes modernos del Israel antiguo son principalmente los británicos y los estadounidenses, y que las profecías sobre Israel se aplican durante nuestra vida.

En Jeremías 30:14, Dios advierte a Israel: “Todos tus enamorados te olvidaron; no te buscan…”. EE UU confía en sus aliados: amantes extranjeros. Dios continúa diciendo: “Porque como hiere un enemigo te herí…”. EE UU cree que estos otros países son amantes, pero en realidad son enemigos. Dios les permite cometer su traición porque EE UU le ha dado la espalda a Él.

Ezequiel 16:37 da una advertencia similar. Dios dice: “Reuniré a todos tus enamorados con los cuales tomaste placer (…) y los reuniré alrededor de ti…”.

Ezequiel 23 da más detalles de esta traición profetizada. El versículo 4 personifica a Samaria, la capital de las tribus del norte de Israel, como a una joven llamada Ahola. Samaria había sido capturada e Israel esclavizado antes de que Ezequiel escribiera estas palabras, lo que significa que esta es una profecía para los descendientes modernos de esas tribus del norte.

Dios eligió a Israel con el propósito de que lo siguieran a Él y sirvieran al mundo. Pero en cambio, “Ahola cometió fornicación aun estando en mi poder; y se enamoró de sus amantes los asirios, vecinos suyos, vestidos de púrpura, gobernadores y capitanes, jóvenes codiciables todos ellos, jinetes que iban a caballo” (versículos 5-6).

¿El resultado? Estos amantes la traicionan. “Ellos descubrieron su desnudez, tomaron sus hijos y sus hijas, y a ella mataron a espada; y vino a ser famosa entre las mujeres, pues en ella hicieron escarmiento” (versículo 10).

Aquí Dios identifica quién hace la traición: Asiria. Otros pasajes de la Biblia, como Isaías 10, también describen a Asiria atacando al Israel moderno. En la profecía bíblica, Asiria se refiere a Alemania.

Otras Escrituras describen la misma traición. “Tocarán trompeta, y prepararán todas las cosas, y no habrá quien vaya a la batalla…” (Ezequiel 7:14). La Trompeta ha escrito sobre cómo esto podría implicar algún tipo de ciberataque. “La profecía bíblica habla sobre una traición masiva que la Unión Europea liderada por Alemania cometerá contra EE UU”, escribe el jefe de redacción de la Trompeta, Gerald Flurry. “Esa traición podría incluir perfectamente ciberataques. Podrían derribar grandes partes de nuestra red eléctrica y causar un gran caos” (Great Again).

La Biblia no es la única fuente que advierte sobre una traición alemana.

Con respecto a sus temores antes de la Primera Guerra Mundial, Winston Churchill escribió: “Las guerras de Federico y de Bismarck habían demostrado con qué extraordinaria rapidez y sorpresa la nación prusiana estaba acostumbrada a caer sobre su enemigo. (…) Obviamente, por lo tanto, el peligro de un ‘ataque por sorpresa’ no era en absoluto absurdo”.

Hoy en día, muchos también descartan tal ataque como algo imaginario. Pero fíjese si las palabras de Churchill de entonces no son escalofriantemente ciertas ahora: “Suenan tan cautelosas y correctas, estas palabras mortales. Voces suaves y silenciosas que susurran frases corteses y graves, exactamente medidas, en habitaciones grandes y tranquilas. Pero con menos aviso los cañones habían abierto fuego y las naciones habían sido derribadas por esta misma Alemania. (…) Es demasiado tonto, demasiado fantástico para considerarlo en el siglo xx. ¿O es fuego y asesinato saltando de la oscuridad a nuestras gargantas, torpedos desgarrando los vientres de barcos medio despiertos, un amanecer en una supremacía naval desaparecida y una isla bien custodiada hasta ahora, por fin indefensa? No, no es nada. Nadie haría esas cosas. La civilización ha superado esos peligros. La interdependencia de las naciones en el comercio y el tráfico, el sentido del derecho público, la Convención de La Haya, los principios liberales, el Partido Laborista, las altas finanzas, la caridad cristiana, el sentido común han hecho que tales pesadillas sean imposibles. ¿Está seguro? Sería una pena equivocarse. Un error así solo podría cometerse una vez, una vez por todas” (La crisis de la guerra; énfasis agregado en todas partes).

Churchill también temía un ataque alemán sorpresa en Segunda Guerra Mundial. Martin Gilbert escribió en su biografía sobre Winston Churchill que el estadista estaba “convencido de las posibilidades de sorpresa en el marco organizativo alemán”. Churchill advirtió a sus oyentes que “recordaran la afición que Alemania ha mostrado en la historia por esta forma particular de sorpresa”.

“El Estado Mayor del Aire”, continuó Gilbert, “comparte plenamente las aprensiones del Sr. Churchill con respecto a la capacidad alemana de dar una sorpresa a su enemigo al estallar la guerra mediante alguna maniobra inesperada”.

Antes de comenzar la Segunda Guerra Mundial, hablando de cuando llegaran las hostilidades, Adolfo Hitler juró: “Yo caería sobre mi enemigo de repente, como un rayo cayendo en la noche”.

Arminio no es una figura histórica menor en Alemania. Su victoria en la emboscada se celebra como el momento de fundación de la nación. Su estatua es un símbolo del nacionalismo alemán.

Los alemanes recuerdan el poder de un ataque traicionero. ¿Lo recuerdan los estadounidenses? 


ESTADOS UNIDOS Y GRAN BRETAÑA EN PROFECÍA

La gente del mundo occidental estaría sorprendida y boquiabierta, ¡si lo supieran! Los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australasia y África del Sur pondrían en marcha gigantescos programas de protección, ¡si lo supieran! ¡Ellos podrían saberlo! ¡Pero, no lo saben! ¿Por qué?