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¿Qué significa orar “Venga tu reino”?

(ALEXI J. ROSENFELD/GETTY IMAGES)

¿Qué significa orar “Venga tu reino”?

Ahora más que nunca, esto no debería ser una vana repetición.

“Venga tu reino”, instruyó Jesucristo a sus discípulos que deberían orar como parte de su esquema de oración registrado en Mateo 6. Hoy en día, la mayoría de las personas que ofrecen esta oración lo hacen sin entender lo que realmente significa.

“Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”, continuó Cristo (versículo 10). Mire el mundo que le rodea. En las ciudades de Ucrania, en las comunidades de Israel, está claro que el mal existe. Es fuerte, y la voluntad de un Dios amoroso no se cumple hoy en la Tierra. El dios de este mundo es Satanás el diablo (Efesios 2:2; Apocalipsis 12:9).

El difunto Herbert Armstrong escribió que el camino de Dios “¡no vendrá para el mundo entero hasta que el Reino de Dios aparezca con la venida de Jesucristo en poder y gloria supremos, como Rey de reyes y Señor de señores, gobernando a todas las naciones en el Reino de Dios!” ¡Piense en eso! Se trata de un evento futuro que estamos anticipando. “El hecho de que el tiempo está ahora cerca, ¡el hecho de que es seguro!, esa es la gran buena noticia de hoy. Ese es el glorioso resquicio de esperanza que se esconde tras la turbia desdicha de hoy. Esa es la gran esperanza del mundo en este momento” (carta a los colaboradores, 28 de abril de 1974).

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Para la mayoría de la gente, incluidos los cristianos tradicionales, ¡el regreso de Jesucristo en poder y gloria simplemente no es real! ¿Qué tan real es la Segunda Venida para usted?

Adán y Eva rechazaron el gobierno de Dios y no consiguieron sustituir a Satanás en el trono de la Tierra. Sin embargo, poco después de este acontecimiento que cambió la historia, Dios prometió un Salvador que vencería y sustituiría a Satanás (Génesis 3:15). Tendría que sacrificar Su vida en el proceso, convirtiéndose, en el “Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo” (Apocalipsis 13:8).

“Su simiente” en Génesis 3:15 se refiere a Jesucristo. Dios permitiría que Satanás “hiriera” el “calcañar” de Cristo al hacer que fuera crucificado. Pero Cristo heriría la cabeza de Satanás al resucitar de entre los muertos y finalmente deponer al diablo como gobernante del mundo (véase 2 Corintios 4:4).

A lo largo del Antiguo Testamento, numerosos maestros de Dios, entre ellos Moisés, David, Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel, profetizaron sobre un futuro Mesías que sería un rey literal sobre las naciones de la Tierra. Hageo escribió que Dios haría “temblar a todas las naciones” en el período previo a la venida de este Rey (Hageo 2:6-7).

En el Nuevo Testamento, Lucas 1:32-33 repitió esta profecía especificando que el trono desde el que Jesús reinaría para siempre sería el trono de David. Cuando Pilato preguntó a Jesús si había nacido para ser Rey, Cristo respondió: “Sí”, pero añadió que Su Reino no era de este mundo (Juan 18:36-37). Por eso Cristo no asumió el gobierno de Roma ni de ningún otro poder durante Su primera venida, sino que murió como un cordero.

Marcos 13 y Mateo 24 profetizan acontecimientos sombríos que afectarán a todo el planeta. Estos cataclismos que pronto se avecinan son abismalmente desesperanzadores, a menos que creamos lo que Cristo dijo: ¡Son una señal de Su Segunda Venida!

Cuando Jesús estaba en la carne, hablando con sus discípulos, dijo: “Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo” (Marcos 13:26-27). Vendrá de nuevo, dijo, desde las nubes, con gran poder y gloria. Sus ángeles vendrán con Él y reunirán a los elegidos de Dios.

“Si me fuere”, dijo Cristo en Juan 14, “vendré otra vez”. ¡Es una promesa inquebrantable!

En repetidas ocasiones a lo largo de los Evangelios, Cristo habló del Reino de Dios. Ese era el original y verdadero mensaje del evangelio. ¡Estaba proclamando lo que haría en su Segunda Venida!

El Sr. Armstrong escribió en El misterio de los siglos: “Es asombroso, y es trágico, que en los servicios religiosos y en las predicaciones del evangelio de hoy día uno rara vez (si acaso) oye hablar de Cristo como futuro rey y gobernante del mundo. Las potestades y príncipes del mal (Efesios 6:12) están gobernando al mundo hoy. Estos gobiernos de Satanás en la Tierra son los que serán destruidos y remplazados por Cristo cuando Él regrese. ¡El reino de Cristo es del mundo de mañana!”.

En Apocalipsis encontramos el mismo mensaje, escrito décadas después de que Cristo hubiera venido y se hubiera ido: “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 11:15; lea también Apocalipsis 19:6 y 22:7).

Ya sea en los escritos de Moisés, en el libro de Hageo, en los Evangelios o en el Apocalipsis, el mensaje sobre el Reino de Dios en la Tierra es coherente y repetitivo. ¡Jesucristo nació para gobernar este mundo como Rey de reyes y Señor de señores!

Este es el asombroso y esperanzador mensaje de buenas nuevas del evangelio: el Reino de Dios será restaurado en la Tierra por Jesucristo en Su ya pronto regreso. Es la única esperanza segura de este mundo. Por eso los verdaderos cristianos comienzan sus oraciones con esta petición sincera y sentida: ¡Venga tu Reino!

EL MISTERIO DE LOS SIGLOS

Se ha preguntado usted alguna vez: "¿Quién soy yo? ¿Qué soy? ¿Por qué existo?" Usted es un misterio. El mundo que lo rodea es un misterio. ¡Ahora usted puede comprenderlo!