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SUZANNE PLUNKETT/WPA POOL/GETTY IMAGES

¿Qué ocurrirá cuando muera la reina Isabel?

El fin de una era para Gran Bretaña.

El próximo 6 de febrero, Isabel ii habrá sido reina por 70 años. Ella es la gobernante que más tiempo ha reinado en la historia británica, y en el mundo actual. Ha sido un notable ejemplo de buena calaña, deber y servicio a su pueblo. Lamentablemente ella representa una época de la historia británica, que prácticamente ha desaparecido.

Ella ahora tiene 95 años. Sus problemas de salud que comenzaron en octubre la han mantenido alejada de los compromisos públicos. En noviembre, se perdió la ceremonia tradicional en el Cenotafio el Domingo del Recuerdo. Muchas personas están preocupadas.

“[L]a Reina es una constante irremplazable en la vida de la nación británica”, escribió la periodista británica Melanie Phillips. “Sus presentaciones públicas no son sólo el ejercicio de su papel como símbolo de la nación. Muchos sienten visceralmente que ella es la nación. (…) Con su incomparable sentido del deber, su estoicismo y su contención emocional, muchos ven en la Reina la encarnación de una Gran Bretaña cuya identidad cultural se está deteriorando fatalmente. Muchos sienten en sus huesos que cuando la Reina finalmente muera, Gran Bretaña simplemente no será la misma. Y a pesar de que la monarquía continuará, se habrá perdido algo de infinito valor” (29 de octubre de 2021; énfasis mío).

Penny Juror, la biógrafa de la realeza, declaró a Town & Country que la muerte de la reina Isabel sería “traumática” para Gran Bretaña. “La Reina es una figura tremendamente popular y en el transcurso de su reinado muchas cosas han cambiado de forma dramática. No hay un aspecto de la vida que no haya cambiado, pero la única constante en medio de todo esto ha sido la Reina, la cosa sólida como una roca a la que podemos aferrarnos”.

Cuando la reina Isabel muera, el príncipe Carlos se convertirá en rey. ¿Qué pasará entonces?

La encuesta de YouGov muestra que la Reina tiene el índice de favorabilidad más alto de todos los miembros de la familia real, con un 72%, seguida por su marido, que murió la primavera pasada. La favorabilidad del príncipe Carlos es sólo del 45%, y la de su esposa del 33%. Entre los mileniales, esas cifras son del 33 y el 25%. La familia ha estado plagada de escándalos, incluyendo la vergonzosa conducta del príncipe Andrés y la bochornosa abdicación del príncipe Harry, de su papel y deberes reales. Indignantemente, muchas personas consideran que la monarquía es una institución racista, y el príncipe Harry ha estado pública y vergonzosamente de acuerdo.

Cuando la Reina se haya ido, ¿qué quedará de la reputación real? ¿Qué papel desempeñará la familia real en el futuro de Gran Bretaña?

Fuera del Reino Unido la Reina es reconocida como jefa de Estado, en 15 de los 54 países que componen la Mancomunidad Británica. Hay fuertes movimientos en Canadá y Australia para separarse de la corona británica. Escocia también está intentando abandonar el Reino Unido. Barbados renunció a la monarquía el 1 de noviembre de 2021. Jamaica podría ser la siguiente. ¿Cuánto más aceleraría esta tendencia, un gobierno del rey Carlos?

Carlos no se convertiría automáticamente en cabeza ceremonial de la Mancomunidad. “El ánimo actual de los líderes de la Mancomunidad es mirar más allá de Carlos, hacia un tiempo en el que la que la cabeza de la misma, rote por elección o selección entre los representantes de los Estados miembros”, según la organización de noticias canadiense iPolitics.

La muerte de la Reina podría debilitar y disolver aún más los lazos ya desvanecidos que una vez formaron el imperio más grande de la historia: el Imperio Británico.

Lo crea o no, ¡ese imperio estaba específicamente profetizado en la Biblia! Cumplió una promesa que Dios le hizo al patriarca Abraham y que se la confirmó a su nieto Jacob en Génesis 35:11, al que renombró como Israel: “[U]na nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos”. Como lo demostró Herbert W. Armstrong en Estados Unidos y Gran Bretaña en profecíaese “conjunto de naciones” fue el Imperio Británico. En su apogeo, ese imperio tenía una inmensa riqueza y poder. ¡Controlaba una cuarta parte de la tierra del mundo y gobernaba a 1 de cada 5 personas en la Tierra!

¡Dios le dio a Gran Bretaña ese imperio! Pero el mismo Dios que lo hizo también advirtió que colapsaría si el pueblo se rebelaba contra Él. Eso ha sucedido. Cuando Isabel subió al trono en 1952, el Imperio Británico estaba en las primeras etapas de su declive. Bajo su mandato, ha pasado de ser un imperio a una mancomunidad, y luego a una potencia de segunda categoría, cada vez menos relevante. Además, ¡Gran Bretaña está mucho más degenerado moralmente que hace 70 años! Esta caída se acelerará bajo el sucesor de la Reina.

La Biblia predice la caída dramática de Gran Bretaña y Estados Unidos, en el tiempo del fin. Advierte que lo que sigue es un período extremadamente oscuro y violento, ¡uno que ya vemos formándose en el mundo actual!

La gente hoy piensa que no importa deshacerse de esa institución, ¡una que ha anclado la vida británica por más de mil años!

Asombrosamente, Dios también tuvo una participación directa en la longevidad de la monarquía británica.

En 2 Samuel 7:12-16, Dios prometió establecer el trono del rey David y asegurar que tendría una dinastía ininterrumpida de descendientes reales para siempre. ¡Otras profecías muestran que ese trono se transferirá finalmente a Jesucristo Mismo! (Isaías 9:7; Lucas 1:32).

[Nuestro libro gratuito] Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía muestra cómo Dios preservó ese trono en el reino de Judá, luego, cumpliendo la profecía de Ezequiel 21:27, lo transfirió tres veces: primero trasladándolo a Irlanda a través del profeta Jeremías; luego a Escocia unos mil años después; y más tarde a Inglaterra. Usted puede seguir esa línea real a través de la historia, junto con los movimientos de la piedra del destino, la piedra sobre la que han sido coronados los monarcas británicos desde que Eduardo i la capturó y la trasladó a la Abadía de Westminster en 1296.

Así es, ¡la reina Isabel ii fue coronada en el trono de David! Su coronación en 1953 estuvo llena de pruebas de esta historia bíblica inspiradora. Fue coronada sobre la piedra del destino. Se cantó el himno “Sadoc el Sacerdote”, con palabras de 1 Reyes 1:38-40, que describen la coronación de Salomón, hijo de David. Los sacerdotes le entregaron una Biblia que calificaron como “el regalo más valioso que este mundo ofrece”. El arzobispo dijo: “Estos son los oráculos vivos de Dios”, y luego leyó las instrucciones de Dios a los monarcas en Deuteronomio 17. La nueva reina fue ungida con aceite santo. Ella fue dedicada a Dios.

¡Usted puede estar seguro que la próxima coronación será muy diferente a la de hace 70 años! ¡Los miembros restantes de la familia real han rechazado la Biblia! Gran Bretaña ya no respeta esas tradiciones, ¡ni a la Biblia, ni a Dios!

Antiguamente, Israel quería un rey para poder parecerse más a las naciones de su entorno (1 Samuel 8:4-5). ¡Hoy muchos en la Mancomunidad Británica quieren eliminar la monarquía por la misma razón!

El príncipe Carlos dijo en 1999 que, si llegara al trono, querría asumir como su título oficial no “Defensor de la Fe” (como lo hicieron generaciones de monarcas antes que él), sino como “Defensor de Fe”, protegiendo toda fe en Gran Bretaña. Esto suena muy justo para mucha gente hoy. La sociedad moderna cree en la mentira de que “la diversidad es nuestra fortaleza”. Pero mire los resultados desastrosos de tal pensamiento. Eso ha dejado a Gran Bretaña sin fe, materialista, dividida y vulnerable a los extremistas extranjeros. Gran Bretaña ha perdido su fe en Dios y en el rey, ¡y ha abandonado su fundamento moral! La Iglesia de Inglaterra ha renunciado a su autoridad moral y ha aflojado sus estándares en todo asunto: en mujeres en el clero, en el sexo prematrimonial, la homosexualidad. La monarquía, en lugar de trabajar para evitar el deslizamiento moral y mantener las normas piadosas, ¡las ha mirado suceder e incluso las ha fomentado! La familia real, incluyendo al hombre que debería ser el próximo rey, se ha visto envuelta en escándalos inmorales terribles. La sociedad británica ha sufrido inmensamente como resultado. Estas tendencias seguramente se intensificarán cuando la reina Isabel muera.

Pero Dios tiene un plan para corregir este problema, ¡y ya lo ha puesto en marcha!

Oseas 3:4 tiene esta profecía importante del tiempo del fin sobre la Gran Tribulación, un tiempo de terrible sufrimiento que precede a la Segunda Venida de Jesucristo: “Porque los hijos de Israel [refiriéndose a Gran Bretaña, Estados Unidos y el Estado judío de Israel] permanecerán muchos días sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, y sin imagen...” (vkj)— lo cual se refiere a la piedra pilar de Jacob.

Durante la Tribulación Gran Bretaña ya no tendrá un rey, ¡ni siquiera un príncipe! ¿Cómo se compagina eso con la promesa de Dios, de que en el trono de David nunca faltaría un hombre que se siente en él? (Jeremías 33:17). Dios ha cumplido esa promesa durante unos 3.000 años, ¡pero justo al final llegará un momento en que ese rey, y esa piedra, no estarán allí! Esto le espera a Gran Bretaña ¡en un tiempo muy próximo! Muchas otras profecías muestran que esa nación será derrotada, ¡y su pueblo llevado al cautiverio!

Esto es lo que escribí sobre estos versículos en mi libro El nuevo trono de David (solicítelo gratis): “Cuando esta profecía se cumpla, Gran Bretaña habrá sido conquistada por el Sacro Imperio Romano. Los británicos perdieron su rey y perdieron su piedra (un símbolo del trono de David) (…) ¿Qué significa esto? Dios prometió que ese trono continuaría para siempre, pero aquí vemos que de repente no hay rey y no hay piedra, y la profecía incluso no dice dónde están éstos. Durante la Tribulación, ¡probablemente el rey estará muerto! Y la piedra pilar de Jacob estará perdida; no sabemos qué le va a suceder a la piedra, pero pudiera ser destruida”.

“Si nadie está sentado en el trono de David, ¡entonces Dios habrá quebrantado Su promesa!”.

Cualquiera que vea esto suceder, si sabe algo sobre las promesas de Dios con respecto al trono de David, tendría que pensar que Dios rompió Su promesa.

¡Pero Dios nunca rompe Sus promesas!

“La verdad es que, cuando esta profecía se cumpla, ¡el trono en Gran Bretaña ya no es el trono de David!”, dice mi libro. “Incluso antes que Gran Bretaña pierda su rey y su piedra, el trono británico ya no es el trono de David, o la promesa de Dios se quebranta”.

“La profecía de Oseas muestra que antes de la Tribulación, Dios debe tener una nueva piedra y un nuevo rey, es decir, un nuevo trono. De otra forma Él no podría permitir que Oseas 3:4 sucediera. ¿De qué otra forma puede uno explicar lo que está sucediendo en Gran Bretaña?”

Este libro recorre varias profecías y pasajes bíblicos que explican esta verdad electrizante. Dios ha trasladado el trono de David fuera de Gran Bretaña. Así que el trono en el que se sienta la reina Isabel, y en el que se sentará su sucesor, en realidad ya no es ese trono de David.

Hace tres años, escribí en ese libro: “Piense sobre esto: si Gran Bretaña ya no tiene el trono de David, esto indica rotundamente que ¡Gran Bretaña va a declinar rápidamente! ¿Cómo pudiera ser de otra forma? ¡Esto es una gran condenación de Dios contra ese pueblo!”

Yo creo que cuando la Reina muera, eso acelerará la desaparición de Gran Bretaña. Estamos a punto de ver un triste final para ese trono, el cual ya no es el trono de David.

¡Quiero animarles a estudiar la verdad sobre el nuevo trono de David! En medio de todas las malas noticias en este mundo, ¡esta es una verdad muy inspiradora! Muestra cómo Dios está vigilando de cerca estos eventos. También muestra lo cerca que estamos del regreso de Jesucristo, ¡cuando venga a reclamar Su lugar legítimo en ese trono de David! 

Este artículo fue traducido del artículo “What Happens When Queen Elizabeth Dies?” de theTrumpet.com.


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