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Hall of Administration

Reese Zoellner/La Trompeta

¿Qué más puede hacer usted?

¿Está usted dispuesto a ir hasta el final por Dios?

¿Está usted realmente apoyando la obra de Dios, o simplemente cree que lo está haciendo? ¿Está usted haciendo algo con el conocimiento que Dios le está dando a través de Trompeta , o está contento con leer y escuchar sin hacer nada al respecto? ¿Está usted esperando , aguantando y haciendo lo suyo hasta que Jesucristo regrese?

En 1954, Herbert W. Armstrong recibió una carta de una chica conflictiva de 21 años. Ella había estado expuesta a la verdad de Dios desde su juventud. Sin embargo, cuando se convirtió en una joven adulta, comenzó a temer lo que la gente pensaría si realmente se comprometía con las enseñanzas de la verdadera Iglesia. Temía que la vieran como una fanática religiosa. Así que tomó una decisión. Ella no se comprometió completamente con la obra de Dios. Ella no quería hacer nada, sólo quería esperar. El Sr. Armstrong le escribió una larga carta animándola a actuar, la cual reimprimió en Las Buenas Nuevas como una motivación para otros.

¿Está usted en la misma posición que la chica de 21 años? ¿No está usted dispuesto a ir hasta el final por Dios? ¿Tiene miedo de lo que la gente pueda pensar? Quizás usted piense, Bueno, esperaré y veré qué pasa. O bien, Probablemente nos quedan algunos años, así que no tengo que actuar todavía.

En la Iglesia de Dios hablamos mucho sobre el trabajo que Dios nos ha dado para hacer. Jesucristo dijo en Juan 5:17: “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo”. Cuando Dios llama a alguien a Su Iglesia, la razón es porque hay trabajo por hacer.

El Sr. Armstrong a menudo explicaba que el apóstol sólo puede hacer bien su trabajo cuando tiene personas que lo apoyan. En 1 Corintios 12, el apóstol Pablo compara a la Iglesia con un cuerpo humano, compuesto de muchas partes diferentes, cada una importante para la función de todo. En el Cuerpo de Cristo, cada miembro tiene un papel importante que desempeñar.

El Sr. Armstrong también explicaba que ser un verdadero cristiano significa hacer. Significa cambiar su forma de vivir. Debemos desarrollar carácter, y una forma importante de hacerlo es apoyando la obra de Dios. Es muy fácil cruzarse de brazos y pensar que alguien más lo hará, o que usted no tiene nada para contribuir. Ese es un pensamiento superficial y egoísta.

Noé trabajó durante cien años construyendo el arca. ¿Qué hubiera pasado si hubiera pensado “Bueno, sólo soy un hombre; toda esta gente se está burlando de mí? ¿De qué sirve mi trabajo, cuando ni siquiera hay una señal de que viene el Diluvio?”. Pero debido a ese hombre, su fe y su voluntad de trabajar para Dios, la civilización humana todavía existe hoy en día.

Juan 6:44 dice que ningún hombre puede venir a Cristo a menos que el Padre lo traiga. El Padre es quien llama y trae. La Biblia también nos dice que muchos son llamados, pero pocos son elegidos (Mateo 22:14). Muy pocas personas responden al llamado de Dios, y aún menos se aferran a eso y apoyan la obra de Dios.

Efesios 4:4-6 dice que hay “un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos”. Mateo 16:18 muestra que sólo hay una Iglesia verdadera. Sólo hay un Cuerpo de Cristo. Si usted no es parte de esa única familia, ¡entonces no es parte del Cuerpo de Cristo!

La obra detrás de la revista que usted está leyendo representa el único camino verdadero. Los frutos son claros si abre los ojos y ve lo que Dios está haciendo.

Pregúntese: ¿cuánto más puedo hacer para ayudar a apoyar la obra de Dios? ¿Cuánto más puedo poner mi corazón en ello? ¿Qué más puedo hacer?

¿Quiere usted ser parte de la solución? ¿Quiere contribuir a la preparación de un mundo nuevo basado en las leyes perfectas y justas de Dios? Miles de personas se han unido a esta causa a lo largo de los años. Y usted también, quienquiera que sea, donde sea que esté, no importa qué tan viejo o joven es, sin importar cuán serios sean sus problemas o con lo que usted esté luchando, puede compartir esta causa. Usted puede unirse a esta obra mundial, si está dispuesto a abandonar los caminos de este mundo.

Dios no está buscando personas perfectas. Él sabe que tenemos defectos. Dios llama a los humildes (1 Corintios 1:27-28). Pero Él llama a los humildes a salir de este mundo y a entrar en la Familia de Dios. Cristo no se casará con 150 grupos religiosos en competencia cuando regrese. La Biblia dice que Él se casará con una Novia, que es la Iglesia de Dios. Pero debemos estar con Él, en Su Iglesia, comprometidos con Su causa, para ser parte de ese futuro.

Usted puede ser parte de eso. Dios le ayudará. La Iglesia de Dios le ayudará. Los ministros de Dios le ayudarán. Con la ayuda de Dios, usted puede arrepentirse, cambiar y salir de este mundo. Miles de personas lo han hecho, limpiando sus vidas con la ayuda de Dios y respaldando esta obra.

Usted también debería hacerlo. Dios lo necesita

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