Reciba nuestro boletín gratis

KOD_17-13_ES

La Trompeta

Por qué Dios es un misterio (transcripción)

Saludos a todos.

Este mundo está lleno con religiones. Pero, ¿sabía usted que el Dios de la Biblia dice que este mundo no Le conoce, no conoce a Dios? Él es un misterio a ellos. Esto, desde luego, se explica en el Antiguo y en el Nuevo Testamento de la Biblia.

La Biblia también dice muy enfáticamente que este mundo está lejos, lejos de Dios espiritualmente, peligrosamente retirado de Dios en ese modo. Y si usted le pregunta a la gente acerca de, “Pues, ¿cuándo fue el tiempo más antiguo o de primeros comienzos en la Biblia? La mayoría de ellos dirían, “Pues, está en Génesis capítulo 1, el versículo 1”. Pero eso no es ni siquiera cerca de la verdad y está ahí donde los misterios comienzan realmente. Tenemos que ir al tiempo más temprano, si es que nosotros vamos a poder entender esto y ver porque Dios es un misterio. Hay una causa por cada efecto y hay una razón por qué así es.

Veamos ese concepto y vamos a comenzar en Juan 1, versículo 1: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”.

Pues bien, este versículo habla acerca del Verbo que está con Dios y ésta es una palabra que, de hecho, es una visión en sí misma. Simplemente no es una preposición que denota lugar o espacio pero se refiere a la relación más cercana que dos seres pudieran tener, el Verbo y Dios. Esta intimidad estaba ahí para ilustrar a nosotros como esto pudiera ser y será muy pronto sobre la Tierra. Pero por edades y eternidades de tiempo, Dios y el Verbo vivían en perfecto amor y armonía.

Uno puede ver al mundo y ve la diferencia y uno sabe que Dios es un misterio a este mundo porque ellos pudieran pensar que están siguiendo a Dios, pero ¿dónde está el amor? ¿Dónde está la armonía? ¿Dónde está la unidad que Dios y el Verbo tuvieron por toda la eternidad? Pero la palabra “con” significa simplemente eso: unidad y un amor, una cercanía, un amor agape, una relación y ése es el propio amor de Dios.

Vamos a regresar a ese tiempo anterior que es antes de Génesis 1, versículo 1 y veremos donde comienza el misterio acerca de Dios en una forma muy profunda. Claro, si alguien comienza con la premisa equivocada, van a tener un resultado muy malo. Pero no hay otra forma de expresar eso. Pero en Juan 1, versículo 1, uno pudiera decir, “Bueno, ¿cuántos Dioses están hablando aquí, este primer versículo que está antes de cualquier creación?” Cuando ese tiempo estaba ahí, no había ángeles, no había universo y no había hombres, simplemente el Verbo y Dios. Ahora, uno pudiera decir, “Pues, bueno, yo creo que la mayoría o muchas religiones dirían, ‘Hay un solo Dios’, o ‘Hay tres dioses”. Pero en este versículo está claro, está tan claro como pudiera serlo, y dice que hay dos Dioses, dos Dioses. Dios y el Verbo y ellos Se transformaron en el Padre y el Hijo. Uno puede ver, se lo mostraremos en estos versículos.

El Espíritu Santo no es una persona, no es un personaje. Es el poder de Dios y es el poder que necesitamos para ser hijo. Les mostraré esto en un momento.

Pero, en Hechos, dice acerca de vaciar el Espíritu Santo sobre los hombres. Uno no hace eso con un personaje. Uno lo hace con el poder que Dios asemeja al agua, al aceite y a ese tipo de líquido.

Pero vamos a ver en Juan 1, versículo 1 al 4, y quiero mostrarles algo: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”. Aquí, pues, tenemos un tiempo cuando Dios está explicándonos cómo debemos tener la vida abundante. Nosotros debemos de tener luz para dar a este mundo, eso es lo que debemos tener.

Y vamos ahora al versículo 14. Nosotros podemos ver aquí lo que el Verbo tuvo que decir: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”.

Aquí nosotros tenemos Dios y el Verbo. Pero, ¿qué es lo que pasa? Algo realmente asombroso pasa con Dios y el Verbo. ¡Hay un gran, gran cambio aquí que tiene todo que ver con su futuro! Y nosotros tenemos que entender esto o no vamos a llegar a ningún lado espiritualmente.

Aquí hay una cita del Herbert Armstrong y su libro, Misterio de los siglos , dice: “El Verbo, pues, es un Ser que fue hecho carne, engendrado por Dios, quien a través de este engendramiento más tarde llegó a ser su Padre. Más en aquel momento prehistórico al que se refiere el primer versículo de Juan 1, el Verbo aún no era Hijo de Dios. Él se despojó de su gloria como ser espiritual divino para ser engendrado como ser humano. Se convirtió en Hijo de Dios cuando fue engendrado por Dios y nació de la virgen María”.

Pues bien, ¿cuánta gente cree eso? Como ven, ¿cuánta gente realmente cree que Dios y el Verbo se volvieron el Padre y el Hijo? ¡Éste es un misterio al mundo! Desde el mismo inicio del tiempo más temprano en la Biblia, uno ve donde están saliéndose del carril. ¿Puede usted contar tres Dioses, como mucha gente cree que hay, haciendo el Espíritu Santo un Dios, que no es, y uno puede probar eso fácilmente?

Pero, como ven, aquí es donde Dios se volvió el Padre y el Verbo se volvió el Hijo. El Padre y el Hijo. ¿Y cuál es el propósito de todo eso? ¿Por qué fue eso necesario? Pues bien, Dios está a punto de reproducirse a Sí mismo en el hombre, es que si uno ve al marco del tiempo aquí.

En Hebreos 2 (mencionaré, voy a parafrasear eso) habla acerca de Cristo, “habiendo de llevar muchos hijos a la gloria…” Muchos hijos a la gloria. Él es el primer nacido de muchos hermanos y el único engendrado del Padre en una mujer y aquí Él dice que Él trae “muchos hijos a gloria”. Es acerca de traer a muchos hijos a la gloria, de traerlo a usted a la gloria, traernos a la misma Familia de Dios. Padre, Hijo, Hijos y nosotros somos los primeros frutos, son la esposa de Cristo, tenemos Esposo, Esposa, Familia.

Fíjense el versículo 10 y 12 de Juan 1, quiero leerlos: “En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció”. Aquí está el mundo no Lo conocía, si pueden ustedes creer eso. Bueno, en el 11: “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.

Aquéllos que creen en Su nombre, aquí el mundo no Lo conocía a Cristo. Y, no obstante, dice aquí que a aquéllos que Le recibieron, Él les dio poder, les dio el Espíritu Santo a ellos y el poder de llegar a ser hijos de Dios. ¡Se necesita poder! Se necesita el poder de Dios para vencer y entrar en la Familia de Dios. ¡Claro que se necesita!

El mundo no conoce a Cristo, esto es lo que está diciendo, que no conoce al Hijo de Dios, no sabe realmente acerca de la Familia de Dios. Ellos no entienden eso y está aquí mismo en el tiempo más antiguo mencionado en la Biblia.

Entonces nosotros tenemos este poder que Dios quiere dar a todos nosotros y, si nosotros Lo recibimos y recibimos este entendimiento, Él nos da poder. ¡Él nos da el poder de ser hijos de Dios! ¿Qué pudiera ser más importante que eso? Nada, nada para usted o para mí.

Permítanme leer ahora lo que dice en Juan 17, versículos 25 y 26. Ésta es la oración que Cristo oró la noche antes de ser crucificado. Escuchen lo que tuvo que decir: “Padre justo…”, Él le llamó Padre, “el mundo no te ha conocido”, el mundo no te ha siquiera conocido, “pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Y les he dado a conocer tu nombre”, el nombre de Familia, aquí no hay misterio, si entendemos eso, “y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos”.

Como ven, ellos se amaban uno al otro, por toda la eternidad, ellos se amaban. Y ése es el modo de vida que Él va a traer a este mundo para darnos unidad y armonía y gozo y felicidad. Esto es lo que este mundo debería tener por 6.000 años, pero nosotros nos revelamos en contra de Dios. No Le hemos dejado enseñarnos. ¿Por qué?

Pues, déjenme mostrarle, leer un par de Escrituras a usted. No quiero tomar mucho tiempo aquí. Pero, Ezequiel es un libro del tiempo del fin, y es para este tiempo de hoy y esto muestra que el mundo nunca realmente ha conocido a Dios. Y esto está dirigido a Israel, las naciones de Israel en este tiempo del fin, y si no sabe quiénes son ellos, necesita nuestro libro en Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía porque es para nuestro tiempo y es para nuestros pueblos hoy.

Versículo 7 de Ezequiel 6: “Y los muertos caerán en medio de vosotros; y sabréis que yo soy [el Eterno]”. Pues bien, como ven, Dios dice que Él tiene que castigar a la gente antes de que lleguen a conocerle y Él repite esta expresión casi idénticamente más de 50 veces en el libro de Ezequiel. “Y sabrán que yo soy el Señor”, es decir, el Eterno. Versículo 10: “Y sabrán que yo soy [el Eterno]; no en vano dije que les había de hacer este mal”.

Dios dice, “Yo voy a corregirlos, si no me escuchan a Mi Palabra”. Y es por medio de esta corrección severa que el mundo llega a conocer a Dios. ¿Pueden creerlo?

No necesito leer todos estos, ¡pero es casi la misma expresión en más de 50 de estas Escrituras! Ahora pues, usted puede leer eso en la Concordancia de Strong y verlo por sí mismo. Pero Dios está mostrando que el hombre no llega a conocerlo a Dios hasta que ellos sufren, a menos que ellos entiendan Su mensaje, a menos de que ellos vean lo que Dios quiere y se arrepientan. Usted puede leer eso, más de estas expresiones como en Ezequiel 30 y adelante y ver que la misma cosa está sucediendo.

Este mundo no conoce a Dios. Pero ellos van a llegar a conocerlo. Dios nos ha traído aquí para llegar a conocerlo y saber lo que Él está haciendo y saber y remover el misterio acerca de Dios. Nosotros necesitamos y necesitamos conocer a Dios, si es que vamos a llegar a ser hijos de Dios y entrar en la Familia misma de Dios por toda la eternidad y vivir en esa gloria como Dios dice.

Versículo 11 de Ezequiel 33 dice: “Diles: Vivo yo, dice [el Eterno] el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?” Como ven, Dios no quiere que muramos. Él no quiere que nosotros seamos castigados severamente, de atravesar todas estas terribles pruebas, simplemente porque no Lo hemos recibido. ¡Él no quiere eso para nada! ¡Él quiere mantener a la gente viva, Él quiere que se vuelvan y se vuelvan a Él y apartados del camino que causa los problemas! ¡Éste es el amor de Dios! Y desde luego, nosotros deberíamos haber estado haciendo esto, todos estos años, pero eso simplemente no sucedió así. Dios va a enderezar las cosas para individuos o quien sea o naciones.

En Apocalipsis 12 y versículo 9 dice (voy a parafrasear esto): Apocalipsis 12:9 habla acerca del gran dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás que engaña al mundo entero. Pues, ¡es el mundo entero engañado por este engañador peligroso! Después de todo, si uno está engañado así, debe de haber alguien detrás engañando, ¡y es esa vieja antigua serpiente, el diablo, que ha engañado al mundo entero! No obstante, ¿cuánta gente cree eso? Ven, es por esto que Dios es un misterio. ¡Nosotros estamos engañados! Hemos sido engañados por el diablo porque no hemos permanecido cercanos a Dios o no hemos permitido que Dios nos muestre cómo podemos conocerlo. Vamos a regresar a Juan 1, versículo 18. Voy a mencionar algo más. Dice: “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer”.

Él le ha dado a conocer, versículo 18. Dios envió a Jesucristo a la Tierra, el Padre Lo envió a esta Tierra para declarar el Padre, no a Sí mismo. ¡No gira alrededor de Jesucristo; todo gira alrededor del Padre! Esto es lo que Juan 1 nos está diciendo, ¡y muchas, muchas otras Escrituras!

Entonces, el Hijo está en el seno del Padre. Ellos están tan cercanos como dos seres pudieran estarlo. Y éste es Dios, es una cercanía que nosotros ni siquiera podemos comprender. Pero debemos entenderla mejor y mejor todo el tiempo. ¡Es una relación de Padre e Hijo con todo el amor de Dios y toda la unidad, la armonía, la paz que uno puede imaginar! ¡Y esto es lo que Dios quiere darle a usted! ¡Ahora! Él quiere dar todos nosotros esto ahora, no la semana que entra, o el año que entra, o 10 años de ahora, ¡no, ahora! Nosotros necesitamos paz y gozo y armonía ahora en este mundo. ¡Vean lo que está a punto de suceder! Tenemos bombas nucleares inundando este mundo. ¡Parece tantas de ellas, tan prevalentes! ¿Cómo vamos a enfrentar esto? ¿Cómo puede nadie enfrentar esto, si siguen proliferando estas armas peligrosas y nadie puede detenerlo? Quizás piensan ellos que pueden, pero no pueden detenerlo.

Dios dice a Su propio pueblo, voy a parafrasear esto también, Malaquías 1, versículo 6: “El hijo honra al padre y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra?” Dios está diciendo eso al 95% de Su propio pueblo; ellos dejaron de honrar al Padre. Si usted no honra al Padre, usted no entiende a la Familia de Dios y Dios es un misterio para usted y eso es lo que está sucediéndole a Su propio pueblo. Y ésa es la crisis más grande de este tiempo del fin, la es realmente.

Como ven, la familia es una relación del plano divino. Las familias fueron creadas para mantener el estándar de Dios, la Familia Dios. “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”.

Como ven, ¡levanten a ese estándar! Es una relación del plano divino. No puede decir uno de eso o de cualquier otra familia, solamente la familia humana porque ellos tienen el espíritu del hombre en ellos y pueden conectarse con el Espíritu Santo de Dios y Dios puede vivir en ellos y darles el poder de ser hijos de Dios y de nacer, pues, nacer en la Familia de Dios.

Cristo no trató de exaltarse a Sí mismo sobre del Padre. Dijo: “…el Padre es mayor que yo”. Entonces Dios y el Verbo se volvieron Padre e Hijo y el Padre es la cabeza de la Familia. ¡Así es como es la cosa! Pero cuando hablan acerca de padre e hijo, hijos y niños y a esposo y esposa, lo cual es un tipo de Jesucristo y la Iglesia, ¡éstos todos son términos de familia! Dios es una familia y Él quiere traer a la humanidad, miles y millones de personas, a Su Familia como hijos, ¿y que cómo se van a ver estos hijos?

Bueno, usted puede ver, si quiere revisar a Romanos 1, versículos 18 al 22. Pueden ver que los hombres, dice Dios: “Ellos me conocían pero suprimieron la verdad”. Ellos conocían y probaron las cosas acerca de Dios, pero después no quisieron recibirlo, y ésta es la actitud de demasiados en la Tierra.

El versículo 28 de ese capítulo dice: “Ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios”, en su conocimiento. No querían el conocimiento de Dios, no les gustó retenerla, retener el conocimiento de Dios. Algo está mal con el hombre. ¡Por esa razón Dios es un misterio! Algo está mal con la forma como los hombres tratan el conocimiento de Dios y fracasan y rehúsan recibir a Dios. Ahí es donde todos nuestros problemas proceden.

Colosenses 1, versículo 23: “Si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro”. Como ven, los colosenses era una Iglesia fuerte, pero ahí estaban los laodicenos con ellos y ellos se apartaron de Dios en el tiempo de Pablo, ¡y están haciendo lo mismo en este tiempo del fin!

Cuando uno habla acerca del evangelio, ¡está hablando de la buena noticia de la venidera Familia de Dios! ¡La buena noticia de la venidera Familia de Dios que va a administrar el gobierno para gobernar sobre este mundo por 1.000 años y después por toda la eternidad! Eso va a traer todas las cosas buenas que Dios y el Verbo tuvieron por toda la eternidad antes que el hombre fuera creado. ¡Qué bello cuadro es éste!

Versículo 27: “A quienes Dios quiso dar a conocer [dar a conocer] las riquezas de la gloria de este misterio”. Dios quiere hacerlo conocido para que Él pueda remover este misterio de Dios, acerca de Dios: “La gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”.

Dios hace el misterio manifiesto a Sus santos, como ven. Y déjenme decirles, cuando uno piensa acerca de estos versículos, nos dice que debemos estar bien aferrados y bien fundados en estos versículos. ¡Es la verdad más maravillosa que uno pudiera posiblemente conocer! ¡Nosotros tenemos una visión de la Familia Dios que absolutamente debemos mantener!

Déjenme leerles a ustedes. Bueno, no tengo tiempo para un par de versículos aquí, pero déjenme leer éstos a ustedes. Éste es el resultado. Es lo que Dios quiere para usted. ¿Puede usted creer esta Escritura? ¿Puede usted realmente creerla? Filipenses 3, versículo 21: “El cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas”.

Ustedes lean en Ezequiel capítulo 1 y Apocalipsis 1 y Él dice que su cuerpo va a ser como ese cuerpo glorioso. ¿Puede usted creer eso? ¿Puede usted realmente creer que su cuerpo va a verse como eso? ¡Usted va a nacer en la Familia de Dios, si usted remueve este misterio y llega a conocer a Dios, ahora! ¡Él está disponible y Él quiere que nosotros Le conozcamos ahora!

Primera de Juan 3:2 dice: “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es”. ¿Quiere decir que Dios va a parecer en toda esa gloria y nosotros seremos como Él? Pues, eso es exactamente lo que dice la Biblia. Como ven, ¡todo esto es acerca de la Familia de Dios! ¡Es las buenas noticias de la Familia o Reino de Dios venidero que va a administrar el gobierno de Dios en este mundo y al universo entero por toda la eternidad! Ahora, eso es lo que viene muy pronto a la Tierra, ¡y gracias a Dios por eso! ¡Y gracias a Dios que tenemos un futuro como éste en medio de toda esta terrible turbulencia y horrores del mundo en el que vivimos!

Hasta la próxima vez. Habla Gerald Flurry.

Adiós, amigos.