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Poned la mira en las cosas de arriba

Poned la mira en las cosas de arriba

El reino espiritual justo bajo Dios el Padre está medido a la perfección. Aprenda a medir cada aspecto de su vida de esta manera al poner su mira en las cosas de arriba.

Transcripción de La Llave de David

Gran parte de la humanidad ve a su Salvador como uno muerto o tienen la imagen de Él como de bebé recién nacido; sin embargo, tenemos que tener en cuenta que Jesucristo ¡está vivo hoy, el gran y todopoderoso Jesucristo está vivo!

Ahora, pero lo que más necesitamos saber, creo que es, pues, ¿qué está haciendo Él ahora mismo? ¿Qué está haciendo? ¿Qué está haciendo por nosotros en este momento?

Si miran en Hebreos 4, versos 14 y 15, dice allí que Él es un sumo sacerdote que tiene simpatía y sentimientos por nosotros y nuestras debilidades. Él tiene sentimientos reales y trabaja para ayudarnos de diferentes maneras. Él hace eso.

Y si miran en Colosenses 3, versos 1 y 2 Pablo habla de buscar “las cosas de arriba, poned la mira en las cosas de arriba”. Pongan su mira allí; esa expresión “pongan su mira” podría leerse, “tengan la misma mente”. En otras palabras, ¡piense como Dios piensa! ¡Piense como Él lo hace! Y ponga sus pensamientos allá arriba donde Él está y lo que Él está haciendo, y esa es una de las verdades más asombrosas que nunca jamás escuchará.

Pablo también escribió esto. Cuando Moisés subió al monte, recibió una visión de un templo celestial, y Dios le ordenó hacer el tabernáculo de acuerdo con ese patrón, lo que vio en el cielo. Dios le mostró esa visión en el monte, y le dice: Ahora, quiero que construyas el tabernáculo tal como lo que ves en el cielo. Y por supuesto Moisés hizo eso, siguió ese patrón. Él tenía su afecto en lo alto, y allí es exactamente donde Dios quiere que todos nosotros tengamos nuestra visión. Eso es Hebreos 8 verso 5.

Pero entonces también en Hebreos 9, versos 23 y 24, dice esto: “Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. (24) Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios”. Está acudiendo ante la presencia de Dios, el Padre, por nosotros. ¿Por qué? ¿Por qué está apareciendo allí mismo, en la presencia de Dios, haciendo algo por nosotros? ¿De qué se trata todo eso?

Miren, eso es poner su afecto en las cosas de arriba. Veamos más de cerca lo que Él está mirando en 1ª de Juan 2 verso 1. Esto es lo que dice: “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. Si alguno peca, si pecamos tenemos un abogado ante el Padre. Tenemos a Jesucristo allí siendo un abogado para nosotros cuando pecamos, no cuando somos justos. Ahora, eso es un entendimiento asombroso que necesitamos.

Jesucristo estuvo en la Tierra, y fue tentado, y nunca pecó, pero fue tentado igual que nosotros, y entendió la batalla que tenemos, ciertamente en algunos aspectos mejor que el Padre porque estuvo aquí. Y el Padre lo quería allí para que ellos pudieran conversar y comentarlo juntos y discernir la ayuda a los santos o los miembros de la verdadera Iglesia de Dios cuando ellos pecaran, cuando pecaran.

Ahora, pueden ver que Dios el Padre también está en eso. Pero tenemos un abogado, tenemos un abogado, no ‘tuvimos’. Tenemos un abogado ante el Padre cuando pecamos. Dios no nos condena a muerte ni nada así. Él nos ayuda a levantarnos, a recobrarnos y a seguir adelante para vencer nuestra naturaleza humana y a Satanás el diablo, y a este mundo; esa es una gran batalla que tenemos que librar. ¡Pero Él es nuestro abogado ahora mismo, hoy! Él es un abogado para usted y para mi si lo deseamos, si realmente lo queremos. Es algo de un esplendor impresionante si lo piensa. ¿Quién entiende eso?

Y luego por supuesto pasa a hablar del Padre. Voy a leer algo que escribí sobre esto: “Esta palabra también revela mucho acerca de nuestro Padre. Él también está vivo, profundamente sensible a todo detalle importante en nuestras vidas. Él estableció la responsabilidad de Cristo como nuestro Abogado. Es un Padre que tiene amor perfecto por todos y cada uno de sus hijos. ¿Cómo puede un Padre con amor perfecto no estar involucrado por igual con cada miembro de la Familia? Nuestro Padre no tiene ningún favorito en Su Familia. ¡Qué inspirador es saber que somos amados tan profundamente!”. Eso es algo que todos necesitamos saber. Jesucristo es un abogado con el Padre, y ellos discuten nuestros problemas y nuestras dificultades si estamos obedeciendo y tratando de hacer todo lo posible para complacerlos. Ellos van a cuidar de nosotros y van a hacer todo lo que puedan para sacarnos de nuestros problemas, de nuestros pecados, y ayudarnos a superarlos porque Él nos quiere, es decir, el Padre nos quiere en Su Familia, y Jesucristo también. ¡Ambos quieren eso! Esa es una visión majestuosa que todos nosotros necesitamos tener en nuestras vidas.

Fíjense en el verso 2: “Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”. La “propiciación” simplemente indica que Cristo pagó por nuestros pecados. Él ha pagado por los pecados de todo el mundo. La mayoría no lo sabe todavía, pero Él ya lo hizo.

Entonces, ¿qué se necesita para pagar por nuestros pecados? El Antiguo Testamento habla de la sangre de toros y cabras, pero luego Pablo dice, Bueno, no hay manera de que la sangre de toros y cabras pueda pagar por nuestros pecados. ¡Se necesita a Dios en la carne para hacer eso! Se necesita la muerte de dios para hacer eso. No sólo fue crucificado, sino que fue golpeado salvaje y brutalmente antes de que eso sucediera. Él pagó por nuestros pecados, y pagó por nuestros pecados físicos, así como por los problemas de salud que tenemos debido a nuestros pecados físicos. Así que es un pago dual por nuestros pecados en ese sentido.

Entonces, ¿por qué Cristo se hizo hombre? ¿Por qué Dios se hizo hombre? Pues una de las razones grandes fue, para poder pagar por nuestros pecados.

Noten Hebreos 4:16. Dice: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”. Dios quiere que vengamos confiadamente a Su trono cuando necesitemos ayuda. Ahora, si entendemos todo esto, realmente debemos ir con confianza ante el trono de Dios porque eso es lo que Él nos dice que hagamos, y eso es lo que él quiere que hagamos, para obtener ayuda en tiempo de necesidad. No hay nada que no podamos superar si tenemos la ayuda de Dios, ¡nada! Cristo intercede por nosotros, así como nuestro abogado. él intercede por Su pueblo, Sus santos.

Ahora, hay unos versos muy interesantes en Isaías 22, y si mira Isaías 22 verso 20 dice, “en aquel día”. En otras palabras, eso siempre se refiere a este tiempo del fin, llevándonos justo al regreso de Cristo. Y está hablando de “en aquel día” en Isaías. El verso 25 dice lo mismo: “En aquel día”.

Ahora quiero que escuchen algo de lo que está hablando y no mucha gente entiende esto. Les digo que muy pocos, sólo unos pocos realmente entienden esto, y es para nosotros hoy. Miren lo que dice en el verso 9 de Isaías 22: “Visteis las brechas de la ciudad de David, que se multiplicaron; y recogisteis las aguas del estanque de abajo”. Bien, ahora, ese “estanque de abajo” está dentro de la última era de la Iglesia de Dios. ¿Qué significa esto? Ese es el tiempo específico del que estamos hablando aquí en Isaías, la última era de la Iglesia de Dios.

Pero fíjense, hay otro estanque que no está dentro de la Iglesia, y este estanque es simplemente nueva revelación de Dios; eso es lo que es. Así es como Cristo nos habla, le habla a la Iglesia, y luego hace que la Iglesia proclame ese mensaje al mundo y a los rebeldes laodicenos que se apartaron de ese estanque inferior, esa nueva revelación. Es un símbolo del Espíritu Santo en este caso; de eso se trata.

Las aguas de un manantial siempre han salido del templo de Dios. ¿De qué se trata? ¿Por qué siempre hay un manantial allí, un lago alimentado por un manantial? Porque es un símbolo de nuestra salvación que sale del templo de Dios. ¡Y ese templo hoy es el propio pueblo de Dios! Así que hay mucha profundidad aquí si podemos comprenderla.

Miren el verso 11 de Isaías 22. Dice: “Hicisteis foso entre los dos muros para las aguas del estanque viejo [o el estanque superior, debería decirse] y no tuvisteis respeto al que lo hizo, ni mirasteis de lejos al que lo labró”. Bueno, sí, Él lo profetizó hace mucho tiempo, hace cuatro mil años, o hace dos mil años, o hace casi seis mil años. Todo está profetizado. Y ese estanque superior no es de la última era de la Iglesia; es de la era previa donde Dios reveló las grandes verdades fundacionales a través de un hombre. Él restauró todas las cosas (Mateo 17, versos 10 y 11), y lo hizo a través de un tipo de Elías en este tiempo final. ¿Cuántas personas entienden eso?

Así que estos dos estanques son realmente (tenemos un artículo que le enviaremos, titulado “Ponga la mira en lo alto”, y también nuestra Verdadera historia de la verdadera Iglesia le explicará esto muy claramente si quiere estudiar más de esto). Esto significa la nueva revelación de Dios, y está simbolizada por esta agua de manantial en este caso. Ese es el símbolo.

Y si miran a las dos eras del tiempo del fin mencionadas en Apocalipsis 3 y Apocalipsis 12, pueden ver que ahí es donde estas dos eras, cada una tiene el estanque de agua, o la nueva revelación que Dios les da para que puedan proclamar el mensaje de Dios a este mundo.

Pero noten lo que Dios tiene en contra de ellos, el 95% que se ha rebelado contra Él. Bueno, Él dice que ellos juntaron todos estos estanques, ellos juntaron todo este material, pero Él dice: Tú no estás mirando a tu Hacedor o al Creador de eso ni de donde vino, la Fuente. ¡No estás mirando eso! No estás poniendo tu mira en las cosas de arriba. ¡Estás mirando humanamente! Y se han desviado de Dios, ¡el 95% del propio pueblo de Dios! Así que esto no es una cosa fácil de hacer. Tenemos que trabajar en ello, pero cada persona que tiene esta oportunidad va a ser empoderada por Dios si realmente se aplica. Cada vez. Pero tienen que mirar a la Fuente. Tienen que hacer eso.

Dos estanques de nueva revelación, pero tienen que poner su mira en las cosas de arriba. En otras palabras, ¿de dónde viene esa nueva revelación? ¡No de esta Tierra! Vino del tercer cielo, ese cielo del norte donde está el trono de Dios, y Él siempre revela estos secretos a Su pueblo, los muy elegidos. ¡Siempre! Amós 3 les dice eso... y explica todo eso. Apocalipsis 3 habla de las dos eras que tuvieron eso, esa maravillosa verdad en este tiempo final. Dios da nueva revelación a Su pueblo leal. Siempre ha sido así.

Noten Jeremías 17, verso 13. “¡Oh [Eterno], esperanza de Israel! todos los que te dejan serán avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos en el polvo [tierra, vkj]”, todo se trata de tierra si usted se aparta de Dios. No está poniendo su mira en las cosas de arriba. Y luego Él dice: “Porque dejaron a [el Eterno], manantial de aguas vivas”. ¡Son aguas vivas! Vean, aguas vivas, esa agua de manantial es representada como aguas vivas. Está viva. Es el Espíritu de Dios fluyendo en los seres humanos, y empoderándolos con el mismo poder de Dios para vencer cualquier cosa si están dispuestos a hacerlo.

Sólo voy a leer esto: “El manantial de Gihón es uno de los símbolos más poderosos de la Biblia. El Gihón es la única fuente de agua dulce en ocho kilómetros a la redonda de Jerusalén. Simboliza el Espíritu Santo y la fuente de aguas vivas en el templo de Dios en el cielo” (y acabo de leerles una escritura que dice eso), “para tipificar esa agua en Su templo celestial. Dios siempre se aseguró de que Su santuario en la Tierra estuviera asociado a una fuente. El Dr. Ernest Martin escribió que tal manantial ‘visto por David y Salomón como una característica necesaria del templo en Jerusalén, duplica precisamente el patrón o réplica del templo de Dios en el cielo”. Esa agua alimentada por un manantial siempre estaba en el templo, y todo eso es un símbolo del templo de Dios hoy, que es Su pueblo. Ellos tienen el Espíritu de Dios en ellos. Esa agua fluye en ellos, esa agua espiritual, ese Espíritu Santo. Esta es una verdad muy, muy profunda, y necesitamos pensar mucho en ella para asegurarnos de poner nuestra mira en las cosas de arriba. Eso hace toda la diferencia del mundo.

Ahora, Jesucristo está allá arriba trabajando de lleno si es necesario para llevarnos a la Familia de Dios. Él y el Padre están trabajando juntos ahora mismo, hoy, para ayudarnos si realmente estamos dispuestos y Le obedecemos, para ayudarnos a entrar en el Reino de Dios. Su propósito es hacernos entrar en esa Familia. Muchos hijos van a entrar en la gloria, muchos de ellos, dijo Pablo.

Déjenme leerles algo que escribí aquí, en uno de mis folletos, que dice: “Dése cuenta de lo que significa recibir el poder de Dios y hacia dónde apunta este simbolismo. Si mira esto espiritualmente, ve la misma visión que el manantial de Gihón. El Espíritu Santo es el poder que Dios el Padre y Jesucristo usan. Es agua pura o justicia pura. Nos permite ver la visión del templo de Dios arriba”. Veremos esa visión que viene desde Dios arriba. Siempre tiene que venir de Él, o sólo estamos caminando en el desierto de esta Tierra, sin ir a ningún lado. Perdemos nuestra meta, perdemos nuestra visión, ya no seremos visionarios.

Fíjense en Ezequiel 43 verso 10: “Tú, hijo de hombre, muestra a la casa de Israel esta casa, y avergüéncense de sus pecados; y midan el diseño de ella”. Ahora, “diseño” significa patrón para copiar. Webster lo define como un modelo o plan usado para hacer cosas o para hacer una imitación de algo. Esto está hablando de un modelo en el cielo, el patrón en el que debemos fijarnos está arriba. Debemos tener nuestra mira en lo que Dios quiere que veamos allá arriba, arriba en ese tercer cielo donde Él y Cristo están, en el Lugar Santísimo. Y tenemos acceso a esto porque Jesucristo borró nuestros pecados pasados, la pena por ellos, los borró, pagó por esos pecados, como el cordero, el Cordero de Dios.

Ahora, vean, este templo físico es realmente un tipo del templo Santo en el cielo, y Dios hace todo para mantenernos mirando hacia allá.

Fíjense en Joel 3 [:18] dice: “Sucederá en aquel tiempo, que los montes destilarán mosto, y los collados fluirán leche, y por todos los arroyos de Judá correrán aguas; y saldrá una fuente de la casa de [el Eterno], y regará el valle de Sitim”. Una fuente va a brotar en medio del templo de Dios en el Milenio, y las aguas simplemente van a fluir de la casa de Dios en Jerusalén, y la gente con solo tocar las aguas serán sanados. Pero es el Espíritu de Dios que está fluyendo para sanar a este mundo de todos sus pecados y todos sus males y todas sus debilidades y toda clase de pecados. Esta fuente va a llenar la Tierra con la preciosa verdad de Dios; llenará toda la Tierra con ésta.

Sadoc ungió a Salomón justo en el Manantial de Gihón (1ª de Reyes 1:38 y 39). El rey David puso el Arca del Pacto justo sobre el Manantial de Gihón y lo dejó allí hasta que su hijo construyó el primer templo. ¿Por qué? Bueno, ¡porque eso representa el trono de Dios! Esa Arca del Pacto representa el trono de Dios, y tenemos que seguir mirando hacia el trono de Dios, donde Dios está. El Arca tiene esos querubines protectores que cubren el propio trono de Dios, y así es como se ve el Arca, y es un símbolo de lo que está allá arriba. Tenemos que mirar hacia arriba, hacia Dios mismo, para comprender estas maravillosas verdades.

Continúa hablando de los hijos de Sadoc, y pueden ver al estudiar este artículo, verán que los hijos de Sadoc están aquí justo antes de que Jesucristo regrese, y nos lleva a la propia Segunda Venida de Jesucristo.

Así que esto es para nosotros hoy. ¡Tenemos que mirar hacia arriba, hacia ese trono! Y habla de medir, medir, medir, y siempre que uno esté construyendo el trono de Dios tiene que medir todo de acuerdo a lo que está arriba. Somos el templo hoy y tenemos que medir todo espiritualmente por lo que está allá arriba. Ponga su mira en las cosas de arriba. Mida como Dios dice que mida, y mida según el patrón de Dios. Esta es una verdad tan espléndida y magnífica, si podemos comprenderla. Dios quiere que midamos todo esto, ¡y lo que va a descubrir y lo que va a ver es simplemente la verdad más fenomenal y maravillosa que jamás haya escuchado y que jamás escuchará en su vida! Es así de precioso y simplemente llena su vida de gozo y felicidad y paz y abundancia, y Dios nos ayuda a ver cuál es Su meta para el hombre en cada momento de Su instrucción.