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Ophiria

Ophiria

La vida es muy diferente aquí en Ofiria desde el establecimiento del Reino de Dios. Kilómetros de asfalto, concreto y arquitectura deprimente han sido reemplazados por infraestructura que complementa la naturaleza. Donde antes la gente se enfrentaba a basura molesta, contaminación tóxica, estacionamientos y vallas publicitarias estridentes, ahora se ven nuestras calles con granjeros y sus rebaños. La fauna silvestre abunda, y ahora es dócil. La naturaleza está en todas partes; usted la verá, la escuchará e incluso la tocará. También puede degustarla en nuestros mercados locales y restaurantes apoyados por la agricultura local.

Lo que ya no está en el pueblo dice mucho sobre lo diferente que se ha vuelto la vida. No hay hospitales, ni un juzgado, ni estación de bomberos. Estos, junto con una gran cantidad de edificios que alguna vez se dedicaron a la burocracia, ya no son necesarios.

Hay áreas populares para reuniones comunitarias, construidas por las mismas personas que las usan. Un clima consistentemente salubre promueve una vida saludable al aire libre. Esto también beneficia a las empresas agrícolas del distrito. Los monocultivos y los métodos de agricultura industrial han sido reemplazados por iniciativas diversificadas y regenerativas. Esto contribuye a la energía y bienestar de nuestra comunidad, y cada familia disfruta literalmente de los frutos de su propio trabajo. El resultado: salud vibrante para todos.

El cambio más notable está en la naturaleza de las personas. Los días de hogares rotos, crimen desenfrenado, pobreza y soledad se han ido. Ahora, la vida familiar prospera. La comunidad es fuerte. La gente del campo y la ciudad se apoyan mutuamente. Y todos están unidos bajo Dios.

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