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Obama desenmascarado

KASSANDRA VERBOUT/TROMPETA, GETTY IMAGES (4), SAUL LOEB/AFP/GETTY IMAGES

Obama desenmascarado

El antiguo mandatario del Partido Demócrata no es tan moderado como aparenta.

Barack Obama pasó a primera plana antes de las elecciones intermedias del 8 de noviembre para tratar de reducir la previsible “ola roja” de victorias republicanas. En las últimas dos semanas, Obama hizo campaña por el Partido Demócrata en Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin, los mismos seis Estados empañados por la atroz manipulación de votos en las elecciones de 2020 que llevaron a Joe Biden —y a Obama— de nuevo al poder.

El resultado de las elecciones fue decepcionante para los republicanos. A pesar de que la mayoría de las elecciones intermedias producen ganancias significativas para el partido de oposición, a pesar de que los estadounidenses están sufriendo financieramente y de que el 75% de los encuestados dijo que el país va en la dirección equivocada, el total de votos oficiales en todo el país, especialmente en esos seis Estados decisivos, mantuvieron al Partido Demócrata firmemente en el poder.

Algunos comentaristas dijeron que Obama salvó el día apelando a los votantes moderados e indecisos y evitando el extremismo de muchos otros demócratas. Algunos observaron que seguía exigiendo, a veces de forma airada, aún más de los cambios radicales que su partido ha impulsado.

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Lo que es importante entender es que la dirección del Partido Demócrata (incluyendo a Joe Biden) y la dirección de la nación están sujetas a él. Usted debe saber quién es Obama y cómo piensa.

La Biblia predice una figura política del tiempo del fin que utiliza el engaño, la adulación y un resentimiento lleno de odio para transformar fundamentalmente a Estados Unidos. Mi padre, el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, identifica a Barack Obama como este hombre. La prensa nunca investigó a Obama, y muchos estadounidenses lo ven como un centrista, pero están surgiendo nuevas pruebas sobre la verdadera identidad de este hombre.

Política transformadora

Cuando Barack Obama reapareció en las noticias, también lo hizo un manuscrito suyo de la década de 1990. En él se revelaba el motivo de toda su carrera política: formar parte de la transformación de este país.

Antes de atraer la atención nacional como candidato presidencial, Obama era más abierto sobre su programa. En la década de 1990, salió de la Universidad de Harvard con un proyecto para transformar a EE UU. El New York Times informa que Obama fue coautor de este manuscrito de 250 páginas con el profesor Robert Fisher, dándole un título que debería sonar las alarmas: Transformative Politics [Política transformadora].

Ni Obama ni Fisher publicaron el manuscrito, por lo que permaneció oculto durante décadas hasta que David Garrow, investigando para su biografía de Obama, Rising Star, encontró una copia en el sótano de Fisher. El texto completo permanece fuera de la vista pública, pero el Times informa que Obama y Fisher retrataron al EE UU de la década de 1990 como una constante guerra cultural racista. Escribieron que los inútiles demócratas estaban siendo superados por los cínicos republicanos. Su estrategia consistía en que los activistas raciales dejaran de pedir al poder judicial que les concediera victorias que no podían obtener en las urnas y, en su lugar, diseñaran un realineamiento político que iniciara un nuevo capítulo en la historia del país. Esto les ayudaría a lograr una transformación nacional.

Transformative Politics pinta a EE UU como un campo de batalla de razas, con los blancos como los enemigos. Obama y Fisher escribieron que, dado que EE UU es una sociedad racista, no podemos esperar de forma realista que el EE UU blanco haga concesiones especiales a los negros a largo plazo. Ridiculizaron la idea de que los blancos algún día despertarían dándose cuenta del error de sus actos y proporcionarían a los negros reparaciones para expiar los demonios blancos. Así que aconsejaron a los activistas radicales a redistribuir la riqueza, no sólo a los obreros de la minoría, sino también a los obreros blancos.

Obama criticó a Bill Clinton, entonces gobernador de Arkansas, por alejarse del verdadero socialismo y argumentó que hacer hincapié en la economía y no en la raza, era la mejor manera de vencer a los conservadores e impulsar cambios basados en la raza. Atraer a una mayor proporción de personas que votaran en función de sus cuentas bancarias aumentaría el poder político de los demócratas y su capacidad para imponer reparaciones, concesiones especiales y transformaciones al por mayor.

Raíces marxistas

Una década antes de que Obama escribiera Transformative Politics, él era incluso más abiertamente radical. Llegó al Occidental College de Los Ángeles como un marxista-leninista tradicional que predecía un levantamiento violento en EE UU. Se unió a la Alianza Socialista Democrática, una asociación marxista-socialista fundada por el Dr. John Drew (un politólogo que desde entonces ha repudiado el marxismo). Obama aprendió de Drew que el tipo de revolución que buscaba nunca ha ocurrido en una nación del Primer Mundo. La gente de clase media tiene demasiado que perder como para arriesgarlo todo en un levantamiento al estilo bolchevique. Por lo tanto, es más fácil para los marxistas estadounidenses secuestrar el sistema y transformar gradualmente la nación en una sociedad comunista desde dentro.

Drew se ve a sí mismo como un “eslabón perdido” entre la temprana exposición de Obama al comunismo tradicional de Frank Marshall Davis en Hawái y su posterior exposición a formas más sutiles de izquierdismo radical en Chicago antes de convertirse en presidente.

Las 250 páginas de Obama sobre la transformación de la política describen cómo lograr lo que Drew sugirió. Sostiene que no se puede convencer a millones de estadounidenses de clase trabajadora a que voten por el socialismo diciéndoles que el racismo está en su adn. Hay que convencer a millones de estadounidenses de clase trabajadora para que voten por el socialismo destruyendo lo que EE UU ha sido, incluyendo su economía, y ofreciendo el socialismo como la forma de salir de la crisis. En otras palabras, hay que convencer a muchos de los que considera el enemigo para que le apoyen antes de poder librar abiertamente la guerra cultural racial contra la mayoría racial.

Obama promueve al Partido Demócrata con una estrategia igualmente sutil y sofisticada. El comunismo, la teoría crítica de la raza, el transgenerismo y la guerra cultural racial son, sin duda, tan propios de él como de sus compañeros en las élites radicales de Washington, Martha’s Vineyard, Silicon Valley y otros centros de poder. Pero él es mejor que ellos para mantener eso fuera de la vista mientras apela a los trabajadores del petróleo y del acero en la Pensilvania rural, por ejemplo.

Los demócratas radicales vieron a Obama y a sus élites transformar a EE UU durante sus ocho años en la presidencia, combatir la inesperada presidencia de Donald Trump, e incluso derrocar las elecciones de 2020 (particularmente en Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin, irónicamente). Y vieron cómo se salían con la suya. Confiados en su poder, ahora están librando abiertamente la guerra cultural en lugar de hacer propuestas a los independientes o los conservadores.

Al igual que otros radicales, Obama cree que EE UU es una sociedad racista que necesita expiar los demonios blancos mediante concesiones especiales, reparaciones al por mayor y librando una guerra cultural. Pero, a diferencia de ellos, siente la eficacia de ocultar ese radicalismo, incluso a estas alturas. Engañar a los que considera el enemigo acerca de sus motivaciones le ha funcionado ciegamente bien a Obama durante más de 15 años. Da la impresión de ser moderado en comparación con los demás, ¡a pesar de que ha destruido más y transformado más que todos los demás juntos!

El Antíoco del tiempo del fin

Definitivamente es posible que un solo individuo ejerza un control asombroso sobre las élites y sobre un gran número de personas, especialmente cuando ese individuo explota el poder del engaño.

Antíoco iv Epífanes fue uno de esos individuos. Antíoco fue un rey seléucida que obtuvo el gobierno fingiendo ser alguien que no era. Por medio de mentiras y halagos engañosos, usurpó el poder del rey legítimo (su sobrino) y luego trató de extinguir la fe judía. Traicionó al pueblo de Jerusalén, lo masacró y profanó el templo de Dios con un ídolo de Júpiter Olimpo a su semejanza. Entre los aduladores, mentirosos, engañadores y la élite, Antíoco era el maestro adulador, mentiroso y engañador. Entre los que ejercían su voluntad sobre las masas, él ejercía su voluntad por encima de todos. Usó su poder de engaño para ascender como una estrella desde lo que podría haber sido una posición mucho más baja, tomando el poder y ejerciéndolo para su propio beneficio, su propia ideología e incluso sus propios caprichos.

Después de que Barack Obama fuera reelegido presidente en 2012, mi padre escribió un sorprendente folleto titulado Estados Unidos bajo ataque, que recientemente actualizó y amplió en gran medida. Reveló que Obama es un tipo de Antíoco Epífanes del tiempo del fin. Al igual que Antíoco, Obama obtuvo el poder a través de mentiras. Ahora está traicionando al pueblo estadounidense y tratando de extinguir la fe de nuestros Padres Fundadores mediante una combinación de subterfugios y fuerza bruta.

El profeta Daniel dijo que un Antíoco del tiempo del fin “echó por tierra la verdad” (Daniel 8:12). Hay más de una figura de Antíoco trabajando en la escena mundial en este momento. Hay un Antíoco espiritual que “echó por tierra la verdad” dentro de la Iglesia de Dios. También hay un Antíoco político que “echó por tierra la verdad” en EE UU. Esta asombrosa verdad es la razón por la que nosotros en la Trompeta hemos observado a Obama incluso desde que dejó el cargo. Él está en el epicentro de la crisis electoral y del esfuerzo de la izquierda radical para evitar que Donald Trump sea reelecto.

La existencia de un “Antíoco oculto” también se deduce en 2 Reyes 14:26-27: “Porque [el Eterno] miró la muy amarga aflicción de Israel; que no había siervo ni libre, ni quien diese ayuda a Israel; y [el Eterno] no había determinado raer el nombre de Israel de debajo del cielo; por tanto, los salvó por mano de Jeroboam hijo de Joás”.

Con el resurgimiento de Barack Obama, se está viendo el resurgimiento de un Antíoco moderno que es el principal responsable de la “amarga aflicción” que sufre hoy EE UU. Se necesitará un milagro de Dios para restaurar las elecciones libres y justas en el país y arreglar los graves problemas económicos que lo acechan. Pero antes de que tal milagro ocurra, Dios va a desenmascarar al Antíoco político detrás de la administración de Biden y dejar que la gente vea la extensión de la enfermedad que ha acosado a la política estadounidense. El descubrimiento del manuscrito de Obama, Transformative Politics, es parte de este desenmascaramiento. ¡Pero podemos esperar a que se descubran muchas más cosas en un futuro muy cercano!

ESTADOS UNIDOS Y GRAN BRETAÑA EN PROFECÍA

La gente del mundo occidental estaría sorprendida y boquiabierta, ¡si lo supieran! Los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australasia y África del Sur pondrían en marcha gigantescos programas de protección, ¡si lo supieran! ¡Ellos podrían saberlo! ¡Pero, no lo saben! ¿Por qué?