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Niklas Frank

Richard Palmer/La Trompeta

‘Nunca confíen en el alemán’

Entrevista con el hijo de un criminal de guerra nazi.

Niklas Frank es un periodista y escritor jubilado. Él ha dedicado gran parte de su carrera de escritor exponiendo y denunciando la ideología y acciones de su padre, Hans Frank, un renombrado oficial nazi que fue condenado y ejecutado en 1946 por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

Hans Frank fue el abogado personal de Adolfo Hitler desde 1926 a 1933, y el representante legal del Partido Nazi cuando ascendió al poder. Después que Alemania invadió Polonia en 1939, Hitler designó a Frank como gobernador general de la Polonia ocupada por los nazis. Frank estuvo en el poder por cinco años, durante los cuales los polacos civiles fueron explotados y sometidos a trabajos forzados. Se llevaron a cabo ejecuciones en represalia, judíos fueron segregados y deportados, y millones de judíos, polacos y ucranianos fueron asesinados. Cuatro de los seis campos de exterminio en el Tercer Reich estaban bajo la jurisdicción de Frank; los otros dos se ubicaban en las cercanías. El sobrenombre de Frank era “el carnicero de Polonia”. Él fue capturado por las fuerzas Aliadas y juzgado por el Tribunal Militar Internacional de Núremberg después de la Guerra. Fue condenado y colgado en 1946, cuando Niklas tenía 7 años.

El 25 de mayo, Niklas Frank visitó la oficina regional de Philadelphia Trumpet en Edstone, Inglaterra. Durante su visita lo entrevisté en cámara. Éstas son algunas partes seleccionadas de la entrevista, ligeramente editadas para mayor claridad y legibilidad.

Sobre la superioridad alemana

Su libro de 1987, In the Shadow of the Reich (En la Sombra del Reich), es muy crítico de su padre. ¿Cuál fue su intención al escribirlo?

“Vivir en Alemania, y crecer en Alemania después de la Guerra… nadie quería hablar acerca del Tercer Reich y de lo que realmente pasó. Y este silencio está pasando, y pasando, hasta el día de hoy. Yo… me puse más y más furioso con respecto a este silencio en Alemania, y [escribí libros] para mostrarle a la gente que tiene que ser fuerte y tiene que ser [lo suficientemente valiente] para enterarse de lo que sus padres y abuelos realmente habían hecho, [y de cómo] Hitler llegó a ser grande con la ayuda de ellos…”.

¿Usted cree que, en general, los alemanes aún creen que son una raza superior?

“Yo diría que sí. …Porque ellos se sienten superiores”.

¿Cómo se manifiesta esta visión?

“Yo no diría que mostramos esta [parte] de nuestra alma y nuestro carácter abiertamente todos los días. Pero es algo [que] nos mantiene unidos. Mantiene al pueblo alemán unido. [Creemos] que somos el mejor [pueblo] y cualquier cosa que hacemos es mejor que lo que otro pueblo hace”.

En su libro, usted escribió, “Hay dos personas dentro de cada alemán. Uno de ellos es un ciudadano sólido, de buen comportamiento y trabajo duro. Esa es la versión oficial del alemán respetable. Pero por debajo, por detrás de eso, como si fuera hecho de eones negativos, están los auténticos alemanes. Un pueblo de asesinos, y los asesinos están aumentando en cantidad, día a día. Yo veo a cada alemán seguido por su propia sombra negativa. El alemán oficial lleva su maletín consigo, se viste bien, habla inglés y francés, va a la ópera y a los partidos de fútbol. El otro tiene una cara como la suya en su caldero. Está lleno de una creciente ira en un mundo que no le reconocerá por amor o dinero, y está flirteando más y más con la idea de volver a ponerse el delantal de carnicero. Sí, de hecho, estoy asustado de la sombra alemana nacida de su espíritu”. Usted escribió eso en 1987.

¿Aún ve usted dos personas dentro de cada alemán hoy?

“Sí, seguro”.

Cuando usted camina por las calles de Alemania, aún puede ver esa “sombra negativa”.

“Claro. Y cuando hice mi investigación para este último libro Dark Soul, Coward Mouth [Alma oscura, boca cobarde], acerca de la desnazificación alemana, después de haber buscado en cerca de 4.000 archivos, este sentimiento acerca de dos alemanes en cada alemán se volvió realmente fuerte. (…) Porque ellos nunca cambiaron su verdadero carácter después de la guerra. Ellos ahora son grandiosos en ocultarlo”.

¿Qué ve usted que indica que hay dos alemanes?

“No tengo una lista, pero casi todos los días encuentro algo en los periódicos… [M]i ejemplo más frecuente es que… una vez durante la crisis [económica] de Grecia, [un prominente miembro del partido de la Canciller alemana Ángela Merkel] dijo: “¡Ahora Europa habla alemán!” Este para mí es uno de los ejemplos más brillantes de lo que el pueblo [alemán] está pensando. Si usted echa un vistazo a nuestros tabloides [y] periódicos, todos están diciendo nuevamente, Miren a toda esa gente ociosa [refiriéndose a los griegos]. Esto fortalece este tipo de sentimiento [o la superioridad alemana] dentro de los alemanes”.

Nietzsche escribió, “El alma alemana tiene pasajes y galerías en su interior. Son cuevas, lugares escondidos y mazmorras dentro. Su confusión tiene mucho del encanto de lo misterioso. El alemán está familiarizado con el camino al caos”.

¿Está usted de acuerdo con eso?

“Sí. …él está en lo correcto. Él tiene mejores palabras”.

¿Hay otras características del pueblo alemán por las cuales usted cree que el mundo debería estar preocupado?

“Creo que lo he dicho antes: Mientras estemos dominando a Europa con nuestra industria, todo estará OK. Pero si se atreven a quitarnos nuestro dinero, entonces se pondrá peligroso”.

Sobre la ‘mayoría silenciosa’ de Alemania

Usted habló mucho sobre la “mayoría silenciosa”. ¿Qué es eso y qué representa?

“De seguro ellos no cree en una verdadera democracia. Ellos obedecen a la democracia [en tanto que] funcione para ellos. …Pero en realidad no creen ella. Y aún sabemos… en medio de nuestra sociedad que hay un gran antisemitismo. Y esto está creciendo nuevamente. Construimos muchos monumentos para nuestras víctimas, nuestras víctimas judías. Pero eso no cuenta para la mayoría silenciosa”.

¿Entonces la mayoría silenciosa aún es antisemita?

“Sí”.

¿Y cuál es la fuente de ese antisemitismo hoy?

“No fue [destruido] después de la guerra. Aún estaba muy vívido en la gente. Ellos no se atrevieron a decirlo en público nunca más, porque estaba prohibido, y está prohibido por ley [ahora]. Pero en los hogares está en las mesas, y [la mayoría silenciosa] aún tiene el mismo sentimiento contra los judíos”.

¿Hay otras características de la mayoría silenciosa?

“Seguro. Una de las principales cosas que siempre viene a través de Alemania es la cobardía de los alemanes. Junto con su famoso ejército de tiempos pasados y sus soldados de duro combate, somos un pueblo cobarde. …no tenemos mucho de valentía civil. Comienza con sí mismo. Si usted no tiene valentía civil, se permite la dictadura más horrible al final”.

Usted ha hecho el comentario de que los alemanes no tienen empatía.

“Sí, eso es lo otro. Son cobardes y no tienen empatía”.

¿Usted quiere decir que ellos no tienen empatía por el sufrimiento de otros?

“Eso es exactamente lo que significa”.

Esto no es sólo algo que vimos en la Segunda Guerra Mundial… ¿es una característica de los alemanes?

“Para mí, es una característica de los alemanes. …Siempre se puede minimizar esto y decir que [los alemanes no son diferentes de] cualquier otro pueblo alrededor del mundo. …Pero por lo que hemos experimentado, a raíz de nuestros horribles crímenes, deberíamos saber mejor. Deberíamos haber forjado una empatía muy fuerte por toda la miseria en el mundo, y especialmente por la miseria en torno a Europa y nuestro propio pueblo. Pero a nadie le preocupa eso”.

Sobre el nazismo y la desnazificación post Guerra

¿Está el nazismo, según usted, confinado al periodo entre 1922 y 1945, o es apropiado decir que hay un espíritu de nazismo que siempre existe en el pueblo alemán?

“Sí, porque perdimos la oportunidad de quemarlo —realmente quemarlo en nuestras almas. Se habrían necesitado muchos terapeutas para tratar con todos los nazis después de la guerra [y para ayudar a] sincerarse realmente. Sin decir las grandes cosas como a cuántos rusos ellos les dispararon, o cuántas cosas que hicieron eran horribles. Lo más importante que se le debería decir a la gente, al menos a sus propias familias, acerca de su cobardía y la verdad sobre lo que ellos realmente han experimentado, donde ellos han ayudado activamente a cometer crímenes…”.

¿Usted cree que el espíritu nazi está vivo hoy en Alemania?

“Sí, sí”.

¿Y es evidente en la mayoría silenciosa?

“Sí”.

¿Y usted dice que ve los primeros signos del espíritu nazi resurgiendo en la crisis de los refugiados?

“[El espíritu nazi] está cayendo nuevamente porque Merkel, nuestra canciller, cambió 180 grados y ahora ya no estamos acogiendo refugiados. …Así que ahora está OK, [y] la mayoría silenciosa se está volviendo silenciosa de nuevo. …[Pero la idea de] la raza aria—la raza superior—todavía está en nosotros”.

¿Puede usted decirnos acerca del rol del Vaticano en ayudar a los nazis a salir de Alemania al final y justo después de la Guerra?

“Yo sólo sé acerca de las ratilíneas [rutas de escape] por el Obispo Hudal. El Papa sabía al respecto, y él ayudó, pero no puedo dar realmente una cifra [de cuántos nazis Hudal sacó clandestinamente]. Quizás 50; quizás 100”.

¿Fue Hudal el único agente vaticano en ayudar a los nazis a escapar, o había un equipo?

“Él no pudo haberlo hecho sin ayudantes, al igual que Hitler no podría haber hecho nada sin algunos que lo ayudaron. Es lo mismo con el Obispo Hudal. Había una ratilínea, y las ratas estaban construyendo esa línea para los nazis. Había muchos sacerdotes, obispos y cardenales en Austria y Alemania”.

Usted ha hablado de un cardenal que escribió una carta a favor de su padre.

“Este era el Cardenal Faulhaber. Él era el hombre importante de la Iglesia Católica de Baviera, y él escribió una carta al papa Pío [xii] pidiéndole que escribiera una carta al juicio de Núremberg, pidiéndoles que salvaran al Sr. Frank. Pero una delegación polaca la encontró, y ellos estaban realmente disgustados, así que el Papa no la escribió [la carta]”.

¿Así que el Papa estaba preparado para escribir esa carta a favor de su padre?

“Sí, sí, sí. El Cardenal Faulhaber le escribió: ‘La familia Frank fue tocada por Dios…”.

¿Cuánta complicidad tuvo el papa Pío xii en las acciones de Hitler en contra de los judíos?

“Él estaba en silencio, [pero] lo sabía todo. Él [recibía] un montón de cartas y declaraciones abiertas… explicando cómo era el horrible destino de los judíos alemanes, y él no hizo nada…”.

¿Entonces el Papa sabía sobre las cámaras de gas?

“Sí”.

Sobre el arrepentimiento de Alemania

¿Diría usted que después de la guerra hubo arrepentimiento?

“No entiendo la palabra arrepentimiento”.

Arrepentimiento significa pesar por lo que usted ha hecho.

“No. [No] hubo arrepentimiento. [En mis entrevistas], cada vez que comienzo a hablar [acerca de la guerra], ellos inmediatamente mencionan el bombardeo [de los Aliados] a Dresden y el bombardeo de Múnich. … [Muchos piensan] que éramos el pueblo inocente y repentinamente los ingleses y los estadounidenses comenzaron a bombardear a la pacífica Alemania. No sólo mi padre—toda la gente. Ellos sufrieron mucho. De pronto ellos tenían que sufrir. Después de la guerra, éramos los únicos que sufrían, no éramos el pueblo agresivo”.

¿Y ellos nunca se arrepintieron?

“No”.

Hemos hablado del espíritu del nazismo—definido por el antisemitismo, la creencia de una raza superior, admiración por un hombre fuerte cuando las condiciones no son las mejores. ¿Fue perpetuado ese espíritu después de la Segunda Guerra Mundial de una forma intencionada a través de ciertas estrategias o programas, o sólo está en el alma germana?

“No, Brad, yo diría que fue natural. Por ejemplo, cuando mi padre [durante el juicio de Núremberg] de pronto admitió culpa personal en el asesinato de judíos, él lo recordó mucho después, meses después. …Todos alrededor de mi padre estaban insatisfechos con [su admisión de] culpabilidad… Porque si él era culpable, ¿qué pasa conmigo—yo era su esposa? ¿Y qué pasa conmigo—yo era su sirviente? Y yo fui su ministro de asuntos interiores en el gobierno general. Todas esas personas alrededor eran de repente culpables tanto como mi padre, no en las posiciones elevadas pero a nivel medio—súbitamente todos ellos eran culpables. Y así cada uno que estaba en el cargo también en los niveles más bajos, si él o ella admitían ‘yo soy culpable’, todos los parientes, todos los otros en la compañía o donde fuera, dijeron ‘¡No! Si este sangriento y estúpido tipo dijo que él le había matado, ¿qué hay conmigo? Yo estuve trabajando con él todo el tiempo, todos los 12 años. Déjame también, eso no puede ser verdad’. Entonces había un entendimiento, había un entendimiento: Guarda silencio, no admitas ninguna culpa porque dañarás a todos tus amigos. Y yo creo que desde ahí… se volvió natural el sobrevivir y [creer] que tú eras inocente”.

Hoy Alemania es lo que la gente llamaría una nación pacífica, extremadamente vacilante para involucrarse en conflictos militares, debido a la Segunda Guerra Mundial. ¿Hay mucha culpabilidad de guerra?

“[Esto no es] culpabilidad de guerra”.

Pues… mucha gente diría que cuando ven a Alemania hoy ven a un pueblo que está avergonzado y que lo lamenta.

“Buena propaganda. Somos brillantes en esta propaganda”.

Mucha gente en Estados Unidos y Gran Bretaña, como el Secretario de Exteriores del Reino Unido Boris Johnson, creen que Alemania hoy ha cambiado —que se ha rehabilitado. ¿Hay una vergüenza y culpa generalizada?

“No hay vergüenza. Ninguna vergüenza. Sólo con los 10 millones de personas [los “verdaderos demócratas”, los cuales son la minoría]”.

Parece que hay atisbos de una reacción violenta, especialmente entre los alemanes jóvenes, contra la narrativa de que Alemania cometió errores e hizo cosas horribles. Más y más jóvenes alemanes no aceptarán la culpa por la Segunda Guerra Mundial y están cansados de escuchar acerca de Hitler y los nazis. ¿Es esta una observación apropiada?

“Sí. Ellos están hartos de las historias nazis. Esto también muestra algo realmente sorprendente. Si uno dice algo como esto, nunca experimentó empatía—nunca sintió empatía. Porque si uno en realidad hubiera sentido algo como “ponerme en el papel de un pequeño judío”, usted nunca hubiera dicho algo como esto, sino que sólo cita: “No me importa esto. Yo soy inocente… Esto ocurrió hace 70 años”. Él [debería haber] dicho, Sí, soy un alemán, y en lo personal no soy culpable, y no sólo yo me siento avergonzado. Ocurrió hace mucho, pero tengo que reconocer, y esto duele, hemos cometido los crímenes más increíbles. Y digo que nosotros, no que yo sea personalmente responsable, ya sea por casualidad o por plan de Dios soy un miembro del pueblo alemán, así que tengo que reconocerlo”. [Pero] tú tienes que mostrarme quién más aparte de mí diría esto”.

¿Así que usted nunca se ha topado con alguien así?

“Nunca”.

¿Usted encuentra eso preocupante? ¿Alarmante?

“Sí”.

Sobre la Alemania contemporánea

Usted fue periodista para la revista Stern por 23 años. Usted estuvo en los Balcanes a principios de los ‘90s cubriendo la ruptura de Yugoslavia. Alemania y el Vaticano fueron los primeros en reconocer a Croacia, incluso contra los deseos de Estados Unidos, las Naciones Unidas y la mayoría del resto del mundo. La ruptura causó mucho conflicto. ¿Es justo decir que Alemania jugó un papel significativo en causar las guerras en los Balcanes?

“Sí, por este reconocimiento de Croacia, sin duda. Pero no creo que en realidad salió del entendimiento nazi, y del deseo de construir un nuevo imperio. Quizás ellos pensaron que, si reconocemos a Croacia los otros países de la ex Yugoslavia seguirán, y Serbia quedará sola, lo que produjo lo que realmente siguió. Pero para mí fueron algunos errores que ellos hayan dejado fuera a Serbia…”.

Usted dijo que Alemania está alcanzando hoy a través del imperialismo económico lo que fue incapaz de lograr a través de las bombas y las balas.

“Usted puede verlo”.

¿Entonces así es como usted ve el rol y la relación de Alemania con la Unión Europea? Lo consideraría como un tipo de imperialismo económico y político donde Alemania…

“Económicamente, no políticamente…”.

¿Cree usted que Europa es vulnerable a un hombre fuerte entrando en la escena en Alemania? Si un hombre fuerte alemán emerge, ¿sería él capaz de hacer de las suyas en el resto de Europa?

“Nosotros ya casi lo hemos logrado. Nada funciona en Europa sin los alemanes…”.

¿Qué tipo de canciller es Angela Merkel?

“Ella es muy astuta. Especialmente ella es muy astuta con todos los países alrededor, y ella es mucho mejor [que] muchos políticos hombres en Alemania… [Antes de que ella abriera nuestras fronteras a] los refugiados, ella debería haber hablado conmigo primero [ríe]. Yo podría haberle [dicho], ‘Usted no va a tener éxito. Piense en esta mayoría silenciosa. La mayoría silenciosa la va a presionar mientras da la vuelta completamente’. Y esto ocurrió…”.

Surgieron informes acerca de elementos del ala derecha, e incluso nazis dentro del Bundeswehr, el ejército alemán. Cuando usted leyó esa historia, ¿qué pensó?

“Yo estaba preparado para leer este tipo de historia… Sé que hay algo candente dentro del alma de los alemanes, y justo ahora de pronto apareció en nuestro Bundeswehr. Sólo una parte de ello, de seguro. Pero es más fuerte de lo que imaginamos, y ahora se encuentran más y más soldados que están involucrados”.

“Esto no lo entiendo—pero lo entiendo por la otra parte. No entiendo esto: [Los soldados alemanes reciben] subsidio; tienen un buen salario; ellos pueden criar una familia: tienen una buena carrera. Pueden ir a Afganistán o Mali, o tienen sus países extranjeros; les pagan bien yendo a países extranjeros. Todo podría estar OK si fueran demócratas reales. Pero… si se tiene un arma, y puede disparar con ella, y tiene los brillantes tanques alemanes… corriendo, entonces usted está pensando en la antigua Alemania fuerte. Y esta es la razón por la que ellos no están satisfechos, junto con los problemas de los refugiados…”.

¿Así que esta crisis en el ejército alemán es evidencia de que el espíritu nazi está vivo aún y funcionando en Alemania?

“De seguro, eso es una parte. Es parte de ello”.

Al concluir esta entrevista, ¿tiene un mensaje final?

“Reconocer que el pueblo alemán no [comenzó] ninguna guerra los últimos 70 años —esa es una buena cosa. Pero en los próximos 70 años que siguen, sea cuidadoso. Nunca confíe en los alemanes. [Winston] Churchill [hizo una] brillante sentencia [acerca de los alemanes]: ‘Uno tiene a los alemanes ya sea a las rodillas, o en la garganta’. Y eso es exactamente, esa es una muy buena caracterización del pueblo alemán. Yo amo a ese tipo”.

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