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Los Romanos modernos

LA TROMPETA

Los Romanos modernos

La antigua Roma era un imperio poderoso. Parecía invencible. Sin embargo, cayó. Conozca la advertencia aleccionadora que el colapso de Roma declara a Estados Unidos hoy.

Transcripción de La Llave de David

En 1975, Herbert W. Armstrong dirigió a su Iglesia a imprimir un libro titulado “Los romanos modernos”. Ahí se citan historiadores, muchos de ellos, historiadores destacados como Edward Gibbon, y hablaban de por qué cayó el Imperio Romano. Era tan grande, ¿por qué cayó? Bueno, hay lecciones de esa caída que todavía no hemos aprendido hoy.

Quiero llegar a una escritura aquí muy rápidamente en II Crónicas 7 verso 14. Antes de leer ese verso, sólo diré que estas lecciones (que no se han aprendido) están muy presentes en Estados Unidos y Gran Bretaña hoy en día, y tenemos muchos problemas graves; no obstante, Dios dice que hay una solución. ¡Hay una solución!

Así que, en la primera parte del imperio, pues, había romanos que miraban toda la prosperidad económica y los éxitos militares, ganando casi todas sus guerras, y pensaban, ¡Bueno, este imperio nunca puede caer! Pero más tarde hubo un estadista romano, Séneca, que advirtió: Pues sí, este Imperio Romano SÍ va a caer. Y él simplemente observó los problemas que había y lo que estaban haciendo y les dijo el por qué (de cierto modo). Pero la gente de la época en que Séneca dijo eso, se rio de lo que dijo. Se ríeron de él, ¡se burlaron de él!

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Así que quiero leerles esta escritura del último libro del Antiguo Testamento, en ii Crónicas 7 verso 14, pero también mencionaré I Corintios 10 verso 11, donde el Apóstol Pablo dice, Vean, miren, los ejemplos en el Antiguo Testamento son ejemplos para amonestarnos y dirigirnos y evitar que cometamos errores tan horribles. Y ese es un verso crucial, sin duda.

Verso 14 de ii Crónicas 7, dice así: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. Esta es una promesa magnífica de Dios. Si hacen lo que les digo aquí, sanaré su tierra. Qué maravilloso logro sería eso, y qué milagro sería si Dios hiciera eso, y Él dice que lo hará, si hacemos lo que Él dice y nos apartamos de nuestro propio camino.

¿Le creemos a Dios? ¿Creemos usted y yo a Dios? ¿Realmente creemos que lo que Él dice es verdad? ¿Tenemos suficiente fe en Dios para creerle?

Fíjense en una cita de uno de esos grandes historiadores, Philip Van Ness Myers, quien escribió “Roma su auge y caída”, y dijo: “Primero en la base, por así decirlo, de la sociedad romana, formando su última unidad, estaba la familia. La característica o elemento más importante de este grupo familiar era la autoridad del padre. Sería difícil sobrestimar la influencia de este grupo sobre la historia y destino de Roma. Fue la cuna de al menos algunas de las espléndidas virtudes de los primeros romanos que tanto contribuyeron a la fortaleza y grandeza de Roma, y que ayudaron a darle el dominio del mundo”. ¡El dominio mundial! Ahora bien, cuando se habla de tener el dominio de todo el mundo, quiero decir: todo el mundo; eso es gran poder, ¿y qué pasó aquí cuando empezaron a caer?

Si miran la estructura familiar, incluso en Estados Unidos y Gran Bretaña, esos grandes imperios, uno tendría que decir que cada uno de esos imperios, bueno, el epítome del poder de cada uno, al principio, era una estructura familiar fuerte, y muchos historiadores dicen eso. Eso no un secreto.

Y continúa con su cita aquí: “El ejercicio de la autoridad paterna en la familia enseñó al romano cómo ordenar y a cómo obedecer, y cómo ejercer la autoridad y la sabiduría y la moderación y la justicia”. Esa es una afirmación poderosa. Sólo a través de la estructura familiar, se aprende a mandar, se aprende a dirigir y se aprende a obedecer. Ciertamente, a menos que se nos ordene desobedecer a Dios, no hacemos eso. Pero qué ejemplo tan poderoso fueron las familias en el comienzo de estos grandes imperios y grandes naciones. Casi siempre se encuentra que eso es verdad, y especialmente en las naciones llamadas Israel.

Tácito, un historiador romano de los comienzos del Imperio Romano, escribió: “En los buenos tiempos de la República, el hijo de todo hombre nacido dentro del matrimonio no era criado en la cámara de alguna nana asalariada, sino en el regazo de su madre y en sus rodillas. Y esa madre no tendría mayor elogio que el de haber administrado su casa y haberse entregado a sus hijos”. ¿Qué le parece? “Religiosamente y con la mayor delicadeza, ella regulaba no sólo las tareas serias de sus jóvenes pupilos, sino también sus recreos y juegos”. Así que ella dirigía todas sus actividades, que fueran vitales; y para ella y para el marido era repugnante tener asalariados criando a sus hijos. Así era en la Roma más temprana. Usted puede hacer su propio juicio al respecto, pero todos estos historiadores escriben sobre ello y nos dicen que por aquí comenzó, que éste es el error fundamental que causó la caída de Roma. ¡Esta es la raíz de todo! O las raíces, debería decir. Las raíces.

Y luego, por supuesto, poco después de eso, pues empezaron a tener problemas conyugales y muchos divorcios, y los hombres y las mujeres o el esposo y la esposa, empezaron a declinar en su moral. Empezaron a decaer. Pero repito, todo esto eran las raíces del carácter romano. Estas eran sus raíces.

¿Y diría usted que Estados Unidos y Gran Bretaña y otras naciones de Israel tienen este problema hoy en día? Creo que es algo que debemos analizar a fondo.

Por supuesto, los historiadores continúan diciendo que llegó a ser tan malo que estaba al revés y los niños de hecho gobernaban a los adultos. Así de mal estaba, lo dicen los historiadores.

Y lo malo de eso es que, según Jerome Carco-Pinot, él dijo que simplemente habían malcriado a los niños y perdieron todo sentido de la disciplina en la familia. La familia se desmoronó, y también el imperio; eso es lo que ocurrió.

Ahora, si miran la primera parte del imperio, era raro incluso ver un divorcio, porque todo giraba en torno a la familia, y el divorcio se volvió algo normal así que simplemente había una epidemia, de todo tipo de divorcios.

Y de nuevo, si nos fijamos en la educación moderna actual, habría que decir que los educadores lideran las revoluciones moral y sexual. Eso ha sido ciertamente algo que hemos visto en este país. Creo que usted estaría de acuerdo con eso. Pero los educadores a menudo le dirán: Mire, no somos una institución para forjar el carácter.

Pero yo les digo, nosotros tenemos un colegio aquí en Edmond, Oklahoma, y otro en Stratford, Inglaterra, y SÍ consideramos ser absolutamente, ¡una institución que forja el carácter! Y eso hace a una Iglesia fuerte, hace a una nación fuerte, ¡hace a un individuo fuerte! ¡Qué crucial es eso! Incluso muchos de los mariscales de campo famosos, vemos que tuvieron una fuerte figura paterna que les ayudó de verdad a crecer de forma correcta, ciertamente con disciplina, y eso sí que dio frutos en sus vidas. Fueron recompensados por esa estructura familiar.

Aquí hay otra cita. Esta es de J.P. Balzon, y dice: “Para un romano de los mejores días de la república, la religión representaba estabilidad en el Estado”. Ahora hablan de religión. Pero: “La religión representaba la estabilidad en el Estado, y en el hogar. Era el fundamento de la vida pública y privada. Para la gran mayoría de los hombres comunes, el cristianismo no causó ningún cambio fundamental de actitud”. Es decir, en los últimos tiempos del Imperio Romano. No cambió la actitud de nadie. No impactaba a la gente. ¿Qué falló?

Bueno, no recibían dirección de la Iglesia. ¿Es eso cierto también hoy? Bueno, será mejor que nos fijemos bien en eso porque todo está en juego, y quiero decir todo si lo vemos bien.

Aquí hay una cita de la revista Look; que es de la familia de la revista Time, y en el pasado ha tenido una poderosa presencia en este país. Pero aquí está una cita de la revista Look: “Estamos a la deriva, sin respuestas. Estamos presenciando la muerte de la vieja moral. Ninguna autoridad rige nuestra conducta. Ninguna Iglesia establece la ley moral para todos”. Citando de la revista Look de principios de la década de 1960. ¿Qué pensamos de ello? Creo que es una afirmación acertada de la revista Look, y creo que es algo que deberíamos discutir. Hablaban mucho del sentido de la vida. Simplemente, en la religión aún no había algo realmente significativo, o un verdadero propósito en la vida. Y no estaban obteniendo lo que antes obtenían de las iglesias. ¿Nos ha pasado eso a nosotros? Bueno, creo que tenemos que analizarlo muy de cerca.

Pero les diré algo. Hay una manera, verán, de conocer el plan de Dios y el plan de Días Santos de Dios. Tenemos un folleto, Las fiestas santas de Dios que habla del plan de Dios y de cómo Él lo está llevando a cabo. Y toda nuestra literatura es gratis. Si desea ese folleto, por favor solicítelo.

También el libro El misterio de los siglos habla de por qué el hombre no entiende y no conoce a Dios y la Biblia. Realmente dice cosas que no se oyen a menudo, y esos libros y folletos se lo demostrarán. Otros libros y folletos tal vez se los ofrezca más tarde.

Pero fíjense en ii Timoteo 3. Esto está en el Nuevo Testamento, y los versos 1 al 4, déjenme leérselos. “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. (2) Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres”, bueno, este es Pablo hace unos 2.000 años diciéndonos que tendríamos hijos desobedientes a los padres. ¿Es eso cierto? Ciertamente creo que lo es en Estados Unidos y Gran Bretaña, y el Estado judío en Oriente Medio de muchas maneras, y las otras naciones de Israel. Es cierto. Hay 12 naciones de Israel, y hablamos de eso en nuestro libro sobre Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía y le explicamos todo esto sobre Israel.

El verso 3 dice: “Sin in afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno”, no les gustan las personas buenas; ¡las odian! (4) “Traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios”. ¡Vaya! ¿Está hablando de nosotros, que amamos los placeres más que a Dios? Amamos los deportes, todo ese montón de deportes. Creo que nadie organiza los deportes más que Estados Unidos, como ¡nunca antes! Creo que es muy obvio. ¿Pero es bueno? ¿Con todos estos deportes y todos estos placeres que tenemos, entretenimiento, drogas, todas estas cosas?

Bueno, ciertamente enseñamos a nuestros alumnos a obedecer estas reglas que Dios establece en la Biblia, e incluso las leyes, por supuesto.

Verso 5: “Tendrán apariencia de piedad”, una forma de piedad, “pero negarán la eficacia de ella; a estos evita”. ¿Quiere decir que la religión no tiene el poder de cambiar la actitud de la gente, como lo cité antes? Ese fue un problema con Roma cuando estaban en decadencia y cayendo. Noten lo que dice allí: “apariencia de piedad”. Es sólo apariencia, es más bien un ritual, ¡no hay poder en ello! Dios dice que si hacen esto bien, y le obedecen, ¡Él les dará poder! Él les dará poder individual, ¡poder colectivo! Está muy claro en la Biblia, si tan sólo la leyeran, aunque sea de manera superficial, verán eso.

Así que Dios promete que hará Su Obra a través de Su Iglesia, y les dará poder, y les dará puertas abiertas, y podrán superar sus pecados, problemas y dificultades, y tendrán familias fuertes y una religión fuerte. ¡Tendrán el mismo poder de Dios si están obedeciendo a Dios! ¡Y pueden ver eso! ¡Pueden verlo!

Aquí hay una cita de Edward Gibbon, el famoso Edward Gibbon, un historiador que tenemos hoy, uno de los mejores que hemos tenido. Y en La decadencia y caída del imperio romano, dijo: “De la mañana a la noche, sin importarles el sol o la lluvia, los espectadores que a veces llegaban a ser hasta 400.000 [el gigantesco Circo Máximo de Roma sentaba a esa cantidad de gente]”. 400.000 para todos sus deportes y sus carreras, y se llegó a mucha violencia, incluso a matar gente. Y decía que se metían tanto en sus juegos, que la felicidad de Roma dependía en que si su equipo ganaba. ¡Su felicidad dependía de eso! Y miren todos los deportes que tenemos hoy y todos los placeres que están a nuestra disposición, por donde quiera que miren.

Y estos grandes historiadores dicen: Miren, esto es significativo. Yo sólo estoy citando historiadores aquí, y la Biblia. Pero, ¿ha habido alguna vez una nación más organizada en sus deportes que Estados Unidos? No lo creo. ¿Es eso bueno? Miren, yo amo a este país y amo a nuestra gente, pero realmente veo cosas que no apruebo, y creo que se puede demostrar con la Biblia que no es bueno para la nación o las naciones.

Pues, su felicidad dependía de que ganara algún equipo deportivo. Amaban los placeres más de lo que amaban a Dios; Pablo hablaba de eso.

Luego por supuesto, dijeron: Bueno, tendremos comercio sin restricciones, y sin embargo no pudieron competir con la mano de obra barata extranjera, y tuvieron que empezar a poner altos aranceles y subsidiar a sus propios trabajadores. ¡subsidiarlos! Y todo se puso tan mal que estaban subsidiando entre un tercio y un 50% y tal vez toda su asistencia social. Y tuvieron que subsidiarlos, y por supuesto eso hizo que empezaran a tener todo tipo de inflación y otros problemas por los que no podían competir, y tenían asistencia social en abundancia. La gente se quedaba en casa. Les encantaba quedarse en casa. Era una vida fácil; eso les gustaba. ¿Y vemos algo de eso en nuestro país?

Y estos historiadores, como Daniel Mannix, decían que estas personas, en sus deportes, conocían todo detalle de algún partido que sucedía, pero no conocían sus Biblias y no se avergonzaban de ello. Pero realmente se avergonzaban si no sabían sobre sus equipos deportivos, al menos se aseguraban de ser expertos en eso.

Bueno, los Césares simplemente siguieron, quiero decir, se agotaron tratando de darle a su gente más placeres y más oportunidades de cosas así para que fueran felices, y nunca hemos visto algo así en este mundo, hasta ahora. ¡Es asombroso!

Los aurigas de aquellas carreras recibían enormes sueldos, al igual que a otros atletas, así como hoy en día. Eso no significa que sea necesariamente malo, pero si se observa el cuadro completo, algo no está bien aquí. Algo muy peligroso está ocurriendo. Los imperios caen a causa de estos problemas.

Sólo quiero leer una declaración de Abraham Lincoln, y mucha gente cree que fue nuestro mejor presidente. Abraham Lincoln dijo: “Hemos sido los receptores de las más selectas bondades del cielo. Hemos sido preservados estos muchos años en paz y prosperidad. Hemos crecido en número, riqueza y poder, como ninguna otra nación ha crecido jamás. Pero nos hemos olvidado de Dios”. ¡Nos hemos olvidado de Dios! ¡Ese es el problema!

Así que prosiguió y declaró un día para confesar “nuestros pecados nacionales y para pedir clemencia y perdón”. El jueves 30 de abril de 1863 fue declarado día de humillación nacional, ayuno y oración. ¿Pueden imaginarse que eso ocurra hoy por parte de un presidente de Estados Unidos? ¿Pueden imaginarlo?

Nos hemos olvidado de Dios. Y él declaró este día, y eso animó a mucha gente a realmente orar y ayunar a Dios. ¿Y saben qué? Dios los salvó de la Guerra Civil, y no dividieron la nación, que era el plan, en muchos sentidos, y podría haberse convertido en dos naciones o tres o cuatro. Pero no pasó porque, creo que habría que decirse que Abraham Lincoln y sus seguidores lo cambiaron todo.

Si regresan a ii Crónicas 7 verso 14, dice: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos”. Si la gente hoy leyera eso, no hace mucho escuché gente citándolo, pero ellos omitieron la parte “se convirtieren de sus malos caminos”. ¿Será posible que estemos saturados de caminos perversos? Esta es una profecía del último libro del Antiguo Testamento. Él dice: “entonces yo oiré desde los cielos”, si se convierten, “y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. Sanaré su tierra. ¡Piensen en ello! ¡La realidad de hoy! La gente está hablando cada vez más de una guerra civil en Estados Unidos e incluso en Gran Bretaña, y están profundamente divididos.

Pero, miren el resultado que Lincoln obtuvo de Dios por llevar esto a Dios y animar a mucha gente a hacerlo, hablando públicamente sobre el problema, ¡y miren lo que eso hizo! ¡Dios sanó esta tierra! La sanó, tal como dijo que lo haría.

Y por eso necesitamos pensar en todas estas cosas y en estas, quiero decir, promesas realmente maravillosas que Dios nos hace, y especialmente sobre la sanación de nuestra tierra si tan sólo nos damos vuelta y escuchamos lo que Dios nos dice, Él sanará nuestra tierra. ¡Qué maravilloso es tener esa promesa de Dios!