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Los carteles chinos se han infiltrado en México

ISTOCK.COM/TZAHIV/RANPLETTE

Los carteles chinos se han infiltrado en México

¿Cuánto están usando las potencias extranjeras el tráfico de drogas para socavar a EE UU?

Los opioides sintéticos como el fentanilo son las drogas más mortíferas de Estados Unidos. Muere el doble de personas por sobredosis de opioides sintéticos que por recibir el disparo de un asesino. Sin embargo, hasta hace poco, las fuerzas del orden no podían rastrearlo hasta su origen. Pero un nuevo informe de la firma de seguridad Fortress Risk Management, muestra que los narcotraficantes chinos lo están pasando de contrabando a través del Océano Pacífico. El cartel chino ‘Los Zheng’ opera a través de una red de farmacias, clínicas veterinarias, tiendas de ropa y tiendas de computadoras mexicanas. Y es el cartel de fentanilo más grande de México.

Según Fortress, los fabricantes en Wuhan, China, envían productos químicos a través del Océano Pacífico a puertos mexicanos en Manzanillo, Ensenada y Lázaro Cárdenas. Luego, los productos químicos son transportados a laboratorios clandestinos en Ciudad de México y sus alrededores. El cartel de Los Zheng los sintetiza en fentanilo y metanfetaminas para su envío a los traficantes de drogas en EE UU.

Las muertes por sobredosis en EE UU relacionadas con el fentanilo y otros opioides sintéticos aumentaron de aproximadamente 3.000 en 2013 a más de 30.000 en 2018. El gobierno está intentando cerrar el cartel de Los Zheng y ha instado al gobierno chino a cerrar los laboratorios químicos, pero el cartel sigue dominando el mercado de opioides sintéticos de México.

Una razón del éxito de Los Zheng es que la demanda de fentanilo en EE UU es alta. Pero otra razón probable es que el politburó del Partido Comunista Chino (pcch) quiere que los estadounidenses sean adictos a las drogas.

‘Las cosas que les gusta probar’

Oficialmente, el gobierno de EE UU dice que el gobierno chino no es cómplice del tráfico de drogas. Pero el oficial retirado de la Agencia Antidrogas Derek Maltz le dijo a Fox News que eso no es cierto.

“Como parte del modelo de guerra sin restricciones del pcch, han progresado significativamente contra EE UU con su mayor papel en el negocio de la droga”, señaló Maltz. “Pueden ganar miles de millones de dólares y, al mismo tiempo, socavar su seguridad. Un kilogramo de fentanilo puede matar a 500.000 personas, por lo que la administración debería examinar las tasas de mortalidad y tratar esto como una grave amenaza a la seguridad nacional, en lugar de sólo una crisis de salud pública”.

La mayoría de la gente se da cuenta de que China es una de las naciones que más se opone a EE UU. Muchos entienden que la forma más eficaz de destruir una nación enemiga es debilitándola desde adentro. Sin embargo, pocos han considerado si China ahora está haciendo eso a través de los consumidores de drogas estadounidenses. El régimen comunista chino quiere que EE UU caiga. No quiere involucrar a una superpotencia en una guerra abierta. Entonces, ¿por qué no facilitar el flujo de drogas ilícitas que matan a miles de personas, destruyen familias, aumentan la delincuencia, agotan los recursos policiales y crean anarquía? ¡La evidencia muestra que China está usando tal estrategia!

Los líderes chinos comprenden el efecto devastador que pueden tener los opioides. Las Guerras del Opio del siglo xix involucraron la entrada de miles de toneladas de opio a China, lo que hizo adictos a millones de chinos, devastó su economía y contribuyó a su pérdida militar contra el Imperio Británico.

En 1927, China estalló en una guerra civil entre el Partido Nacionalista y el Partido Comunista insurgente. El líder comunista Mao Zedong instruyó a sus subordinados para que cultivaran amapolas y las convirtieran en opio, y luego las traficaran a las regiones no comunistas de China. A medida que las drogas se volvieron más disponibles en esas regiones, la gente las consumía más fácilmente. El opio debilitó a los consumidores de drogas, sus sociedades, sus gobiernos y sus ejércitos. Los comunistas entonces conquistaron el área. Una vez en el poder, tomaron medidas draconianas para erradicar el consumo de drogas, ejecutando a presuntos traficantes.

Los comunistas conquistaron la China continental en 1949. Luego, Mao nacionalizó la producción de opio y comenzó a suministrar narcóticos a personas en otros países que se le oponían, principalmente Japón y EE UU. Durante las décadas de 1950 y 1960, el primer ministro chino Zhou Enlai dirigió las operaciones de narcóticos de su país. Presuntamente le dijo al presidente egipcio Gamal Abdel Nasser en 1955 que los comunistas usarían drogas para destruir la moral entre las tropas estadounidenses en Asia (Edward R. Slack, Opium, State and Society). En 1964, el estadista soviético Mikhail Suslov resumió la estrategia de Zhou de esta manera: “[D]esarma a los capitalistas con las cosas que les gusta probar”.

Hay poca evidencia de que algún primer ministro desde Zhou haya gestionado activamente el tráfico de drogas en China. Pero la nación aún incorpora la “guerra de drogas” en su estrategia militar.

“La reciente doctrina china articula el uso de un amplio espectro de guerra contra sus adversarios, incluyendo a EE UU”, dice un informe de 2014 del Comando de Operaciones Especiales del Ejército de EE UU. “Los coroneles Liang y Xiangsui del Ejército Popular de Liberación (epl) describen la visión de China sobre cómo atacará a EE UU mediante una combinación de acciones militares y no militares. (…) Estos métodos incluyen la guerra comercial, financiera, ecológica, psicológica, de contrabando, de los medios, de drogas, de redes, guerra tecnológica, de fabricación, de recursos, de ayuda económica, cultural y guerra de derecho internacional” (26 de septiembre de 2014). En resumen, al hacer la vista gorda a los traficantes chinos de fentanilo—si no los gestiona activamente—el gobierno chino puede debilitar a EE UU.

Enemigos en la frontera

El consumo de drogas es una vulnerabilidad estratégica para EE UU. Los adversarios pueden atacarlo sin iniciar una guerra mundial al alimentar a sus consumidores de drogas. “[I]ncluso si todos los países de Suramérica estuvieran dirigidos por gobiernos anti-Estados Unidos, no preocuparía demasiado a Washington; estos Estados, solos o en masa, carecen de la capacidad de amenazar los intereses estadounidenses”, escribió el analista geopolítico Peter Zeihan en 2008. Luego aclaró: “… de todas las formas menos una. El tráfico de drogas socava a la sociedad estadounidense desde adentro, generando enormes costos para la estabilidad social, la aplicación de la ley, el sistema de salud y el comercio”.

La Dra. Indra Cidambi, especialista en psiquiatría de la adicción, dice que estos “enormes costos” para la estabilidad social, la aplicación de la ley y la atención médica equivalen a alrededor del 5% del producto interno bruto de EE UU. Eso es más de 1 billón de dólares por año—unos 3.000 dólares por cada hombre, mujer y niño en el país.

La amenaza estratégica del consumo de drogas se extiende mucho más allá de las pérdidas económicas. Empoderar a los carteles hasta el punto de que el gobierno mexicano se vuelva más inestable—o fracase—causaría una amenaza a la integridad territorial de EE UU mismo. “En muchos aspectos México, como un Estado fallido, sería un resultado peor para Washington que un México unido y hostil”, continuó Zeihan. “Un México hostil podría ser intimidado, sancionado o incluso invadido, efectivamente intimidado hasta la sumisión. Pero un México fracasado no restringiría en absoluto el tráfico de drogas. La frontera sería un caos y las implicaciones de eso van mucho más allá de las drogas. Uno de los socios comerciales más grandes de EE UU bien podría convertirse en una anarquía enfurecida que no podría evitar filtrarse en el propio EE UU”.

Al permitir que el cartel de Los Zheng opere en Wuhan y Shanghái, el gobierno chino está desestabilizando a México y utilizando a la población mexicana de 130 millones de habitantes, como peones para desestabilizar a EE UU. Si EE UU colapsara en “una anarquía enfurecida”, sus enemigos extranjeros tendrían una oportunidad única de tomar el control de Cuba, Panamá y otros puntos críticos del comercio marítimo. Dado que aproximadamente la mitad del comercio marítimo de EE UU pasa a menos de 160 kilómetros de Cuba, ¡un escenario de pesadilla sería tener una potencia extranjera paralizando su economía al cortar sus rutas comerciales del Caribe mientras está en una guerra civil!

Asedio económico

El difunto Herbert W. Armstrong explicó en su destacado libro Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía que los pueblos anglosajones de Gran Bretaña y EE UU originalmente descendían de los antiguos israelitas. Esta asombrosa verdad significa que las profecías bíblicas sobre Israel en el “tiempo del fin” están dirigidas a los británicos y estadounidenses.

En una profecía, Dios compara a EE UU con un viñedo cercado. EE UU está bendecido con un cerco al norte y al sur por dos naciones que no representan una amenaza y al oriente y al occidente por los dos océanos más grandes de la Tierra. Pero, debido a que la gente no reconoció que estas bendiciones vienen de Dios y en cambio se complacen en el pecado desenfrenado, incluido el uso de drogas, Dios advierte que derribará este cerco. Isaías 5:5 lo registra diciendo: “Os mostraré, pues, ahora lo que haré yo a mi viña: le quitaré su vallado, y será consumida; aportillaré su cerca, y será hollada”.

Dios advierte que enemigos extranjeros sitiarán al debilitado EE UU: “[El Eterno] traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entiendas; gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño; y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas; y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte. Pondrá sitio a todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que tú confías, en toda tu tierra; sitiará, pues, todas tus ciudades y toda la tierra que [el Eterno] tu Dios te hubiere dado” (Deuteronomio 28:49-52).

La revista progenitora de la Trompeta, La Pura Verdad, declaró en 1979 que la primera brecha en el cerco protector de EE UU se produjo en 1959, cuando los revolucionarios comunistas invadieron Cuba.

Hoy, China está desestabilizando a México y desarraigando aún más el cerco que protege la frontera sur de EE UU. Esta actividad subversiva finalmente conducirá al cumplimiento de Deuteronomio 28. Una vez que EE UU esté demasiado dividido, destruido y drogado para atacar a sus enemigos, ¡esos enemigos derribarán sus muros, tomarán el control de sus rutas comerciales y lo someterán a un enorme asedio económico!

Como las víctimas de las Guerras del Opio y el tráfico de drogas armado, los estadounidenses están ingiriendo voluntariamente una dosis que es fatal para las personas y para la nación: “las cosas que les gusta probar”. ▪


LA VISIÓN DE ISAÍAS SOBRE EL TIEMPO DEL FIN

Isaías tenía una profecía para el tiempo del fin que era dual. Él entregó su mensaje a los sacerdotes del templo y al pueblo de Israel. ¿Sabía usted que la mayoría de las profecías de Isaías para el templo también son dirigidas a la Iglesia de Dios laodicena en el tiempo del fin? La rebelión de los laodicenos gira en torno al gobierno de Dios. No quieren que Dios los gobierne. Isaías tiene una visión poderosa para los laodicenos, para las naciones de Israel e incluso el mundo entero. Usted no encontrará una visión más inspiradora y de mayor alcance en toda la Biblia. Representa una Tierra hermosa y pacífica. La visión llega al universo. Este profeta también revela cómo Satanás destruye con éxito esa visión para muchos del pueblo de Dios. Aquellos que superen el engaño de Satanás serán las personas más honradas de la Tierra. ¡Se convertirán en la Esposa de Cristo!