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Xi Jinping

Fred Dufour - Pool/Getty Images

Lo que significa el milagro chino (segunda parte)

Russia y China en profecía: capítulo tres

Continuación de Lo que significa el milagro chino (primera parte)

El adolescente hambriento del mundo

En 2010, China superó a EE UU como el más grande consumidor de energía del mundo. Entre 2000 y 2006, el incremento de China en la demanda de energía excedió toda la electricidad que había usado hasta ese punto en la historia. Algunas fábricas chinas han cerrado varios días a la semana simplemente porque no tienen el suficiente voltaje. La nación está haciendo un valiente esfuerzo por mantenerse al ritmo de la demanda: sólo en 2007, construyó nueva capacidad de generar energía equivalente a la que toda Francia utiliza. China pone en servicio una nueva central de energía cada cuatro días. Además de los 26 reactores nucleares en funcionamiento y los 26 adicionales en construcción a partir de 2015, China opera 620 centrales eléctricas de carbón, 27 por ciento del total mundial. Ya en la actualidad, consume casi la mitad de la producción de carbón a nivel global.

Mientras tanto, los 21 millones de nuevos carros chinos cada año necesitan gasolina. China ya importa 308 millones de toneladas de petróleo al año, y esta demanda se está disparando, lo cual pone tensión adicional no deseada sobre el suministro mundial de petróleo. En 1998, China era un exportador neto de petróleo; para 2013, se había convertido en el importador número uno.

China es el adolescente hambriento del mundo. Con el fin de llenar esas ansias colosales, Pekín ha lanzado un extraordinario programa de largo alcance hacia el resto del mundo.

Forzando el tema

En septiembre de 2013, el recién nombrado presidente chino Xi Jinping dio a conocer su plan llamado “un cinturón y un camino”—una versión de tierra y mar del itinerario comercial de la Ruta de la Seda que correría a través de Asia, Europa y África. La iniciativa cubriría un área que alberga el 55 por ciento del producto nacional bruto del mundo, el 70 por ciento de la población global y el 75 por ciento de las reservas de energía conocidas. DefenseNews escribió, “La iniciativa ‘un cinturón y un camino’ de China podría introducirnos a una nueva era que ve a China como la indiscutible potencia geopolítica en la región” (12 de abril de 2015). La idea es principalmente económica, pero como el subdirector del Centro para Estudios Estratégicos Nacionales de la Universidad Jiao Tong de Shanghái, Zhuang Jianzhoug dijo: éste “tiene implicaciones y componente políticos y estratégicos”. China está extendiendo su influencia y alcance para crear lo que Quartz llamó “el imperio comercial y militar global más extenso en la historia” (9 de junio de 2015). Pekín está haciendo una “apropiación de recursos” dondequiera que puede, creando alianzas económicas para financiar sus ambiciones globales de convertirse en una superpotencia.

China comenzó siendo un vecino invaluable, volviéndose a sí mismo el socio más importante o el número dos de virtualmente cada nación en Asia. “Buscando fuerza en los números, Los gobiernos del suroriente asiático se esfuerzan no sólo por aprovechar la nueva riqueza de China, sino también incrustar a Pekín en una maraña de organizaciones y diálogos en el nombre de ‘construcción de comunidad’ e integración más estrecha” escribió Ellen Frost en el Global Politician. “Conscientes de la cautela que provocan, los líderes chinos hacen hasta lo imposible para confirmarle a sus vecinos asiáticos que las intenciones chinas son completamente pacíficas. A diferencia de Washington, China ha proyectado una actitud de simpatía y de escuchar atentamente, ofreciendo ayuda y acuerdos comerciales sin demandar nada a cambio de forma inmediata” (14 de mayo de 2008).

Pekín también se está extendiendo diplomática, económica e incluso militarmente en cualquier lugar y en cualquier parte del mundo con recursos para la venta. Tiene significantes lazos económicos con todos, menos cinco, de los 54 países de África.

China superó a EE UU como el principal socio comercial de África en 2009. Para 2013, el comercio bilateral entre China y África alcanzó los 210 mil millones de dólares. China ahora está ayudando a construir ferrocarriles, carreteras y aeropuertos para conectar a cada país africano. Algunos han expresado su preocupación por la rápida invasión china en África, llamando a los chinos “los nuevos imperialistas”. Algunos debaten si China genuinamente está tratando de estabilizar a África o tan sólo está explotando egoístamente sus recursos naturales.

China también ha irrumpido virtualmente en todo el Caribe y Latinoamérica. A medida que EE UU se ha retirado de esta región, China ha sido el principal actor en llegar para llenar el vacío. De 2000 a 2009, el comercio entre China y Latinoamérica se ha incrementado a un asombroso 1.200 por ciento. De acuerdo con la información suministrada por la Sociedad de las Américas y el Concejo de las América, China sobrepasó a la Unión Europea en 2016, al llegar a ser el segundo socio comercial más grande de Latinoamérica. El empuje de China hacia Latinoamérica también incluye una creciente cantidad de inversión. En enero de 2015, el presidente Xi se comprometió a invertir 250 mil millones de dólares en la región para la próxima década. “Con relativamente poca fanfarria”, dijo el experto latinoamericano Juan de Onis, “China se ha hecho cargo de la vía interna del desarrollo económico en Latinoamérica con un ambicioso plan de inversión regional de 10 años emulando la escala del Plan Marshall” (14 de enero de 2015).

China también ha hecho incursiones a través del Oriente Medio. El comercio ha aumentado de alrededor de 20 millones de dólares hace una década a un estimado de 230 mil millones de dólares en 2014. Se espera que el volumen comercial exceda los 500 mil millones de dólares para 2020. En 2015, China importó 7,4 millones de barriles por día y superó a EE UU como el país con mayores importaciones de petróleo del mundo. Oriente Medio representa más del 52 por ciento de ese suministro.

Y Pekín no exhibe ningún escrúpulo como el que muchas de las naciones occidentales tienen haciendo negocios con regímenes corruptos, autoritarios, dictatoriales, e inclusive genocidas. No sermonea—simplemente inunda a otras naciones con dinero en efectivo, trabajadores, infraestructura, armas y cualquier cosa que ellos necesiten. Usualmente, se va con recursos. Y en algunos casos, deja tras de sí un desastre político.

Mire lo que está sucediendo aquí. El crecimiento meteórico de China y su cacería agresiva de recursos están forzando el tema sobre el resto del mundo.

Los complejos éticos, la ambición anémica, la lentitud burocrática—estos factores están comenzando a dejar a otras naciones al margen en la intensificada contienda por las riquezas de la Tierra. China ha elevado las apuestas. Su éxito—en lo que podría ser visto, en esta etapa, como imperialismo suave—obliga a otras naciones que quieren permanecer competitivas a elevar la apuesta. Usted ya puede ver lo que está sucediendo.

Esto es lo que hace a estas tendencias tan proféticas. 

Continúa en Lo que significa el milagro chino (tercera parte)

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