Reciba nuestro boletín gratis

Lo que dicen los ‘archivos de Twitter’ sobre la COVID

Lo que dicen los ‘archivos de Twitter’ sobre la COVID

Los “Archivos de Twitter” de Elon Musk han estado exponiendo poco a poco la corrupción de la colosal empresa de redes sociales. Ayer se publicó “Cómo Twitter manipuló el debate sobre la covid ”. David Zweig informó sobre las últimas revelaciones en nombre de Free Press.

Según Zweig, la Casa Blanca, tanto bajo el gobierno de Trump como bajo el de Biden, presionó a Twitter para que “combatiera la desinformación” sobre la crisis de la covid-19. Pero la presión del Gobierno se hizo más intensa después de que el equipo de Biden asumiera el poder en 2021.

El Washington de Biden quería que Twitter fuera tras las personas que se oponían a la vacunación o cuestionaban la seguridad y eficacia de las vacunas. Estos incluían “cuentas antivacunas de alto perfil” como la del novelista Alex Berenson. Zweig destaca que después de que Biden afirmara en el verano de 2021 que la “desinformación” antivacunación en las redes sociales estaba “matando gente”, la cuenta de Berenson fue suspendida casi de inmediato. Berenson demandó posteriormente a Twitter. Los documentos revelados en los tribunales muestran la implicación directa de la Casa Blanca en contra de Berenson.



El caso de Alex Berenson no fue aislado. Un memorando de una reunión de este mismo mes lo demuestra. El memorando era de Lauren Culbertson, responsable de la política pública de Twitter en Estados Unidos. En él se lee: “El equipo de Biden no estaba satisfecho con el enfoque de aplicación de la ley de Twitter, ya que querían que Twitter hiciera más y desactivara varias cuentas. Debido a esta insatisfacción, se nos pidió que nos uniéramos a varias otras llamadas. Estaban muy enojados al respecto”.



Y esto a pesar de que Twitter censuró los tuits contrarios a la política gubernamental relacionada con la covid. Un tuit del Dr. Martin Kulldorff, epidemiólogo de la Facultad de Medicina de Harvard, fue parcialmente censurado. El tuit de Kulldorff afirmaba que la idea de que “todo el mundo” en Estados Unidos “debe vacunarse” es “científicamente errónea”. Su tuit era una “opinión experta” y se alineaba con las políticas de vacunación de otros países. Pero estaba en desacuerdo con las políticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (cdc). Eso fue suficiente para que su comentario fuera marcado como “engañoso” y se suspendieran los comentarios y los “me gusta”.



Otro ejemplo: @KelleyKga, “una autoproclamada verificadora de hechos de salud pública”, publicó una respuesta a un tuit engañoso. @greg_travis tuiteó que la covid era la principal causa de enfermedad en los niños. @KelleyKga utilizó los propios datos de los cdc para demostrar que esto no era cierto. Las tasas de cáncer, enfermedades cardiacas y el síndrome de muerte súbita del lactante eran todas mayores. Sin embargo, el tuit de @KelleyKga fue censurado; el de @greg_travis nunca fue reportado o marcado.



Lo que puede ser el ejemplo más sorprendente que da Zweig es el caso de Andrew Bostom. Se trata de un médico de Rhode Island. Twitter lo suspendió permanentemente tras “múltiples advertencias por desinformación”. Una de sus “advertencias” procedía de su tuit en el que hacía referencia a un estudio revisado por pares sobre vacunas de arnm. Una auditoría interna posterior demostró que sólo una de las cinco infracciones impuestas a Bostom era realmente válida. La única infracción “válida” fue por una comparación inconveniente entre la covid-19 y la gripe.



“En mi análisis de los archivos internos”, escribió Zweig, “encontré numerosos casos de tuits etiquetados como ‘engañosos’ o que fueron totalmente eliminados, a veces provocando sospechas en las cuentas, simplemente porque se desviaban de las directrices de los CDC o porque diferían de las opiniones de la clase dirigente”.

Los “archivos de Twitter” demuestran que el gobierno tenía una agenda que impulsar, y no temía reprimir la libertad de expresión para impulsarla. Tal implicación del gobierno en el funcionamiento interno de una empresa es sorprendente. Pero existen pruebas de que el gobierno estuvo más implicado en la crisis que sólo moderando Twitter. Para saber más, lea “¿Se diseñó la crisis del coronavirus?” del libro gratuito de nuestro redactor jefe Gerald Flurry, Estados Unidos bajo ataque (disponible en inglés).