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Las raíces del peligroso giro de Estados Unidos a la izquierda

Gary Dorning/La Trompeta

Las raíces del peligroso giro de Estados Unidos a la izquierda

Para entender adonde planea la izquierda radical llevar a Estados Unidos, usted debe entender la fuente de sus ideas. ¡Nosotros hemos estado advirtiendo a Estados Unidos al respecto por más de 50 años!

Estados Unidos está en seria decadencia. Muchos estadounidenses están profundamente preocupados. La izquierda radical ha ganado control de la nación. Mire el partido demócrata hoy. Sus principales líderes promueven políticas que están debilitando a la nación económica, social, moral, militar y geopolíticamente. ¿Cómo fue que ellos tomaron el control? ¿Qué causó que esta nación descendiera a tal condición?

Usted necesita entender lo que ha sucedido dentro de este país, y el porqué. El problema es mucho más profundo y ha estado sucediendo por largo tiempo, más de lo que la gente piensa.

Durante la guerra fría, hubo mucho temor dentro de Estados Unidos por la expansión del comunismo. Hoy en día, la mayoría de los estadounidenses no lo considera una amenaza para preocuparse.

Pero es de grave preocupación. Pocas personas se dan cuenta, pero muchos puntos de vista políticos predominantes en Estados Unidos hoy, son idénticos a —y trazan una línea directa a— los ideales y creencias del comunismo.

Un candidato popular en campaña por la nominación presidencial demócrata declara ser un socialista. Pues, muchos comunistas se llaman a sí mismos socialistas. El hecho de que él tenga tanto apoyo revela qué tan peligrosamente ignorante es el pueblo estadounidense.

¿Qué sabe usted acerca del comunismo? Un creciente número de estadounidenses apoya al gobierno tomando el control de los servicios de salud y otros segmentos importantes de la economía de la nación. Ellos fallan en entender los peligros que acompañan un sistema comunista.

Entendiendo el comunismo

El socialismo y comunismo son iguales de manera fundamental. Ambos dicen que el gobierno centralizado (“el público”) debería tener y controlar la producción, en vez de los dueños de negocios individuales. Ambos claman por planeación y control centralizados, lo cual crea gobiernos poderosos que son altamente susceptibles a la corrupción. El socialismo es considerado como la etapa de transición entre el capitalismo y el comunismo; en algunos casos, es una versión menos radical que con el tiempo podría “madurar” en comunismo.

En los primeros años de su ministerio, Herbert W. Armstrong escribió bastante acerca del comunismo. Nosotros necesitamos entender por qué él estaba tan profundamente preocupado.

El Sr. Armstrong escribió en la edición de febrero de 1962 de La Pura Verdad: “El ‘partido comunista’ [en EE UU] es simplemente un truco de terminología para distraernos y engañarnos; es un medio para infiltrar una quinta columna entre nosotros, para instalar el gobierno del enemigo en nuestro territorio, llevándonos a aceptarlo como parte de nuestro gobierno. Su único objetivo es destruir a nuestro gobierno”.

Esa es una verdad básica: El movimiento comunista en EE UU solo tiene un objetivo: ¡Destruir el gobierno estadounidense! Varias naciones han prohibido el comunismo, y aun así EE UU tontamente lo permite como un partido político aquí.

Aunque el partido comunista de EE UU actualmente tiene poco poder como partido político oficial, el movimiento comunista en general tiene influencia significativa en muchos aspectos de la política y sociedad estadounidense. En un artículo acerca de “el nuevo comunismo”, Alan Johnson, profesor de teoría y práctica democrática en la Universidad de Edge Hill, escribió: “Una visión del mundo que recientemente ha sido la fuente de inmenso sufrimiento y miseria (responsable por más muertes que el fascismo y nazismo), está retomando su regreso; una nueva forma de totalitarismo de izquierda que disfruta la celebridad intelectual pero que aspira al poder político” (World Affairs, May-June 2012). Esa visión de mundo es el comunismo. La cual está empeñada en subvertir y derrocar el orden establecido.

Los proponentes modernos del comunismo minimizan sus metas subversivas. ¡Pero la subversión es la fundación de este! El Manifiesto Comunista por Karl Marx y Frederick Engels es considerado como el “texto sagrado” del comunismo. Este hace hincapié en un derrocamiento total de los gobiernos existentes. El Manifiesto concluye con unas palabras que podrían sonar inquietamente familiares para los observadores de noticias modernas: “Hagamos que las clases gobernantes tiemblen ante la revolución comunista. Los proletarios no tienen nada que perder excepto sus cadenas. Ellos tienen un mundo para ganar”.

La razón por la que esto le podría sonar familiar es que los estudiantes en la Universidad de Missouri corearon una paráfrasis de la línea acerca de las cadenas en noviembre mientras ellos manifestaban, exigiendo (y consiguiendo) la dimisión del presidente de la Universidad y clamando que todo el sistema fuera derrocado. El abogado de derecho constitucional David French, dice que estos estudiantes son “revolucionarios; y la revolución que ellos buscan no es nada menos que el derrocamiento de nuestra república constitucional, comenzando con nuestras universidades” (National Review, 9 de noviembre de 2015; énfasis mío en todo).

¡Usted no tiene que buscar mucho para encontrar la evidencia de la influencia del comunismo en EE UU actualmente!

La Nueva Izquierda fue un poderoso movimiento político que se extendió por la nación en las décadas de 1960 y 70. Agitadores y educadores trabajaron para lograr cambios en los derechos homosexuales, aborto, roles de género, drogas y otros temas. El movimiento estuvo cercanamente entrelazado con el movimiento “hippie” [: jipy], y alcanzaron muchas de sus metas fuera de la ley. ¡La Nueva Izquierda era casi idéntica al partido comunista! Los defensores del movimiento tuvieron un éxito sorprendente, ¡en infiltrar posiciones claves en el partido demócrata de hoy! Mire a la izquierda radical. ¿Es acaso diferente al comunismo?

“Tras el colapso del partido progresista de Henry Wallace, los rojos de Hawái cambiaron sus tácticas. Se fueron a la clandestinidad y más bien se concentraron en infiltrar el partido demócrata…” escribió Paul Kengor en la edición de Octubre 2012 de American Spectator. “Para los rojos de EE UU, este fue el comienzo de una larga marcha para operar dentro del partido demócrata, transformándolo del partido de Harry Truman y John F. Kennedy al partido de Nancy Pelosi and Barack Obama” (Kengor, op. cit.). Cuando Nancy Pelosi llegó, yo me quedé atónito. Ella iba a ser la portavoz representando al partido demócrata, y ella había dicho las cosas más obscenas que yo jamás había oído decir a un político. Como lo escribí en nuestra edición de enero de 2007, ese fue un desastre para el partido demócrata y para la nación (theTrumpet.com/go/3074).

Con respecto a la meta comunista de derrocar el gobierno, el Sr. Armstrong continuó escribiendo: “Por supuesto, si eso pudiera hacerse pacíficamente en las urnas, así lo haría; pero [el comunismo] sabe que no puede…”. En ese entonces eso era cierto, pero en años más recientes, estos radicales han podido ganar en las urnas. ¡Esto muestra cuánto se ha degenerado Estados Unidos!

La izquierda radical ha tomado el control del gobierno y gran parte del país. ¿Cuál es la meta final de la izquierda? Continuó el Sr. Armstrong: “Si eso pudiera hacerse pacíficamente en las urnas, así lo haría; pero sabe que no puede, así que se levanta por el derrocamiento violento del gobierno de Estados Unidos”. De eso se trata todo esto. Este nunca ha sido simplemente un partido político; es un movimiento para destruir el gobierno de EE UU . ¡Y ha tenido éxito en un nivel
increíblemente alto!

Un pie en la educación

En las décadas de 1960 y 70, Estados Unidos tuvo muchos problemas con disturbios y violencia en los campus de las universidades. Los educadores preguntaban quién estaba a cargo, y en casi todos los casos, no había nadie a cargo excepto las personas que estaban en los disturbios.

Pronto, la nueva izquierda comenzó a introducirse en esas instituciones y ganar control. Fue en el sistema de educación que la izquierda se afianzó en el país: primero en las universidades, luego en las escuelas secundarias e incluso en las escuelas primarias. Una nación obtiene su liderazgo del sistema de educación. ¿De dónde vinieron las ideas de los líderes de EE UU hoy? De nuestras instituciones educativas.

Considere esto: la Unión Soviética presionó muy fuerte para establecer el comunismo, más que quizás cualquier gobierno en la historia. Mucha de esa presión no sucedió dentro de sus fronteras, ¡sino dentro de EE UU! En 1970, el agente de la kgb, Yuri Bezmenov desertó de la Unión Soviética y escapó a Canadá. Él hizo todo lo posible para advertir a los estadounidenses sobre los ataques furtivos que los soviéticos estaban librando contra ellos.

Bezmenov dijo: “Solo cerca del 15 por ciento del tiempo, dinero y personal [de la Unión Soviética] se usa en espionaje como tal”. El 85 por ciento restante, dijo él, “es un proceso lento que nosotros llamamos subversión ideológica o ‘medidas activas”. ¡La mayoría de esto sucedió en las escuelas estadounidenses! Algunos de los métodos principales fueron infiltrar las universidades con izquierdistas radicales, establecer periódicos con personal comunista, y organizar seminarios internacionales con participación soviética.

De acuerdo a un exdirector de personal del subcomité de investigaciones del senado, entre los años de 1935 y 1953, el partido comunista de EE UU “contó con el apoyo de al menos 3.500 profesores” (J. B. Matthews, American Mercury, mayo de 1953).

Documentos de archivos soviéticos revelaron que incluso después del colapso de la Unión Soviética, el partido comunista de EE UU recibió de 2 a 3 millones de dólares cada año del Kremlin. Estos fondos eran para promover las actividades subversivas del partido.

El Sr. Armstrong escribió en 1956 acerca de los comunistas “pervirtiendo nuestra moral, saboteando nuestro sistema educativo, arruinando nuestra estructura social, destruyendo nuestra vida religiosa y espiritual, debilitando nuestro poder económico e industrial, desmoralizando a nuestras fuerzas armadas, y finalmente, después de tal infiltración, ¡derrocando nuestro gobierno por la fuerza y la violencia! ¡Todo esto claramente disfrazado como un partido político inofensivo! ¡El comunismo es una guerra sicológica en todo el mundo!”

El comunismo primero corrompe, contamina y agita desde adentro. Pero su fase final es un derrocamiento violento del gobierno. Ellos desean destruir el sistema, porque no pueden construir otro hasta que eso suceda.

El ataque comunista desde dentro de Estados Unidos es mucho más significativo de lo que usted podría darse cuenta. Lo estamos mirando a la cara hoy.

El verdadero escándalo de Watergate

En 1974, el presidente de EE UU Richard Nixon renunció a su cargo por el escándalo de Watergate. Se descubrió que la administración de Nixon había irrumpido en la sede del Comité Nacional Demócrata y que trató de encubrirlo. Muchos estadounidenses en estos días saben poco de lo que sucedió en Watergate. Para ellos, es un escándalo que provocó la caída de un presidente corrupto. Pero la historia cuenta mucho más.

El presidente Nixon era un firme opositor del comunismo, y la izquierda lo odiaba por eso. Por el tiempo de Watergate, Rupert Murdoch, que es dueño de Fox News, dijo: “La prensa estadounidense tiene el placer de crucificar exitosamente a Nixon, pero los que rían último pudieran ser otros. A ver qué opinará la prensa cuando los comunistas se tomen a Occidente”. Él era solo uno de muchos que pensaban así.

Lo que sucedió en ese tiempo tiene mucho que ver con lo que vemos hoy.

Recuerdo haber oído al educador Dr. Herman Hoeh haciendo esta observación en 1980. Él dijo que el presidente Nixon de hecho al final había reconocido que una conspiración comunista se abría camino en la nueva izquierda en EE UU, y que él le puso fin. “Y por eso”, dijo Hoeh, “lo expulsaron de la presidencia porque parte de su plan implicaba evitar que la extrema izquierda capturara al partido demócrata. Y de ahí viene Watergate. Esa es una parte de la historia de la que la mayoría no se da cuenta. Watergate no fue un intento por ver quien estuvo en alguna fiesta de la sede demócrata; fue mucho más serio”.

¿Qué sucede si la extrema izquierda toma el control del partido demócrata? Bueno, si este resulta elegido, entonces obtiene el control de gobierno, la nación y todo lo que importa.

Actualmente, ha salido a la luz más evidencia respaldando este punto de vista de lo que sucedió en el escándalo de Watergate. Geoff Shepard lo ha documentado en su libro The Real Watergate Scandal (El verdadero
escándalo de Watergate).

Shepard sirvió como asistente del abogado defensor de la administración Nixon durante las audiencias de Watergate. “Esta fue la primera y, con suerte, la única renuncia presidencial en la historia de nuestra nación”, le dijo Shepard a Washington Times. “Pero esto quemó mi alma, y he pasado muchos años tratando de entender cómo fue que todo salió tan mal” (10 de agosto de 2015).

“Cuatro décadas después, he empezado a comprender cuál fue la verdadera tragedia. En una de las máximas ironías de la historia política, parece que la cinta con evidencia contundente [una cinta de audio en que Nixon aparentemente buscaba limitar la investigación del fbi, y por la cual él fue procesado por obstrucción de la justicia] fue totalmente mal entendida; que el Presidente no tenía por qué haber renunciado; y que él fue de hecho expulsado de su cargo (y sus principales colaboradores encarcelados) por medio de las acciones altamente indebidas de jueces y fiscales de Watergate” (ibíd.).

“John Dean, acusador principal del presidente Nixon, ha reconocido recientemente que el Presidente y su equipo de defensa fueron totalmente mal interpretados en la cinta y su significado”, escribió Shepard en su libro. “Si hubiéramos conocido el contexto en el que se dio esa conversación, el Presidente no habría tenido que renunciar, y en las propias palabras de Dean, ‘podría haber vivido para pelear otro día más”.

“Documentos que he descubierto recientemente en los Archivos Nacionales cuentan una historia de reuniones secretas, memorandos secretos y colusiones secretas que escandalizarían a muchos estadounidenses y que constituyen violaciones flagrantes de nuestra Constitución y su declaración de derechos…”, escribió Shepherd (Washington Times, op. cit.). La gente que se supone debería estar protegiendo la Constitución y la declaración de derechos, estaba pisoteándolo todo a puertas cerradas. ¡Y fue supuestamente en busca de “justicia” contra un Presidente que no acataba la ley!

Alger Hiss

“Shepard dijo que el desdén de la izquierda por Nixon comenzó cuando él fue congresista en la década de 1940 y desenmascaró al espía soviético Alger Hiss, quien era considerado un héroe de la izquierda” (Townhall.com, 9 de agosto de 2015). ¿Por qué un espía soviético sería considerado un héroe de la izquierda?

Alger Hiss fue educado en la Escuela de Leyes de Harvard. Él trabajó para el juez del tribunal supremo Oliver Wendell Holmes e incluso estuvo en la delegación de la conferencia de Yalta donde Franklin D. Roosevelt, Winston Churchill y Joseph Stalin dividieron a Europa. Estuvo allí; y era un espía soviético. Por medio de Hiss, los comunistas de hecho estaban penetrando la administración Truman, pues Hiss ocupó posiciones altas en el Departamento de Estado.

Aparentemente a la izquierda le gustan los espías soviéticos, porque Richard Nixon mismo se volvió un objetivo cuando desenmascaró a Hiss. Shepard le dijo a Townhall: “Y lo que sucedió en Watergate, si se mira en retrospectiva, fue que las élites liberales del Este tomaron el control del cargo de fiscal especial, y tuvieron poder para enjuiciar. Ellos criminalizaron a la fiscalía. Llenaron [la fiscalía] con todos sus amigos” (ibíd.). Shepard demuestra esto en su libro.

“Nixon alcanzó celebridad nacional como resultado de su investigación”, escribió Shepard, “y Hiss fue condenado por perjurio en 1950”. Habían alcanzado los plazos de prescripción y en realidad no podían condenarlo por mucho, pero lo condenaron. “Los miembros del establecimiento liberal del Este, particularmente los educados en Harvard, nunca perdonaron a Nixon por su liderazgo al desenmascarar a uno de los suyos”.

El espía soviético Alger Hiss era “uno de los suyos”. Él salió justo de Harvard, ¡la mejor universidad de EE UU! Estas personas altamente educadas tenían ese espíritu aún entonces, y querían obtener el control del gobierno.

La mayoría de estas personas odian la Constitución, ¡la ley suprema de la nación! ¡Ellos no obedecen la ley! No pueden soportar estar restringidos por la Constitución y la ley.

El escándalo de Watergate no fue nada comparado con lo que estas personas hicieron entre bastidores. Violaron la Constitución una y otra vez porque ellos no tienen ningún respeto por ella. ¡Tienen un respeto tan enorme por su propio intelecto, que piensan que saben más que los padres fundadores! Esto ha llevado a EE UU a tener
problemas catastróficos.

Debemos recordar que ellos tienen un plan: su único propósito es destruir el gobierno de la nación. Ellos buscan destruir todo el sistema estadounidense y reemplazarlo con otro, que en realidad es comunismo y tiranía. Ellos quieren que todo EE UU mire a un hombre, ¡como Rusia miró a Stalin!

Destruyendo la Constitución

“John Sirica es una desgracia para el sistema judicial federal”, le dijo Shepard Townhall (op. cit.). Sirica fue el juez que presidió el juicio de Watergate. Él se confabuló con los fiscales a puertas cerradas, y juntos elaboraron todo. Se supone que los jueces y abogados deben permanecer separados, pero Sirica trabajó con los fiscales para acabar con Nixon.

“Los fiscales de Watergate llevaron consigo los archivos del gobierno”, Shepard explicó “Estos son documentos del gobierno que deberían haber permanecido en los Archivos Nacionales y luego ser objeto de revisión con investigadores como yo. Pero tres de los fiscales claves se llevaron sus archivos” (ibíd.). ¿Por qué? Porque querían esconder lo que estaban haciendo. ¡Ellos no querían que el público supiera que ellos estaban destruyendo injustamente a un Presidente y derribando a un gobierno!

Aunque él no tenía completa idea del alcance de estas actividades, Richard Nixon sí vio mucho de lo que aquellas personas estaban haciendo. Él los había detenido, y por eso lo odiaban y estaban determinados a hacerlo caer.

“A Nixon lo liquidaron los funcionarios de la corte”, escribió Shepard, “la misma gente que juró mantener la ley y la Constitución; jueces y fiscales federales quienes se reunieron en secreto y llegaron a acuerdos a puerta cerrada sobre cuál era la mejor manera de acabarlo y asegurar la cárcel para sus colaboradores principales. Este es el verdadero escándalo de Watergate…”.

Uno pensaría que los estadounidenses aman la Constitución, pero este ya no es el caso en este país. ¡La izquierda radical desea destruir la Constitución! Muchos incluso argumentan que ésta no es la ley suprema de la nación, ¡y que deberíamos deshacernos de ella! La mayoría de las instituciones educativas y los medios quisieran eliminarla. Incluso uno de los jueces de la Suprema Corte dijo que la constitución está obsoleta y no se debería usar.

¡Este pensamiento está hundiendo a Estados Unidos! ¿Qué tendremos cuando la Constitución sea destruida? Tendremos pesadillas como Stalin. ¡Qué ejemplo el que él puso! Lea algo de la historia de Stalin. ¡Él fue un loco demente que puso en prisión, exilió y ejecutó a millones de su propio pueblo! Él purgó prácticamente toda la cúpula de su ejército porque estaba muy paranoico pensando que la gente trataba de destruirlo.

No es sólo un partido político

“En realidad, el partido comunista no es un simple partido político en el sentido en que los estadounidenses conciben el término”, escribió el Sr. Armstrong. “Es una dictadura totalitaria y despiadada. La ejecutan con poder absoluto unos pocos hombres en la cima, todos los cuales están completamente subordinados a un hombre que es un dictador absoluto. Esta dictadura de un hombre se supone necesaria porque hay muchas interpretaciones diferentes de la filosofía marxista. Por lo tanto, para prevenir la división, ellos deben tener un intérprete supremo” (La Pura Verdad, op. cit.). Cuando se le da a un hombre esa clase de autoridad y poder, ¡siempre traerá consigo la tiranía!

“No es parte de ningún gobierno. Es un gobierno, un gobierno mundial que ha establecido, y por lo tanto rige, al gobierno soviético en Rusia. ¡Es supremo sobre el gobierno soviético! En vez de ser otro partido político que hace parte del sistema de partidos del gobierno estadounidense, es un gobierno extranjero cuyo único propósito es destruir y derrocar el gobierno de Estados Unidos y establecer a cambio un gobierno comunista extranjero aquí…” (ibíd.).

Tenemos que ver que esta tendencia se desarrollará hasta la fase final: El derrocamiento violento del sistema.

Mentores comunistas

Hay una dimensión adicional a esta crisis en EE UU: un tipo de Antíoco en el pináculo del poder quien actúa como algo que no es (solicite una copia gratuita de mi folleto Estados Unidos bajo ataque).

Barack Obama fue influenciado cuando era joven por Frank Marshall Davis, un miembro con carné del partido comunista (artículo en esta edición). “El apoyo incansable de Davis a la Unión Soviética de Stalin es evidente en un poema que él escribió, cariñosamente titulado, ‘Al ejército rojo”, escribió Paul Kengor. El poema dice:

“¡Aplastad, guerreros rojos ávidos de victoria!

¡Proseguid, oh gigante de gente poderosa! (…)

Mostrad a las maravilladas multitudes,

Estadounidenses, británicos, todos tus hermanos aliados,

Cuán fuerte eres; cuán grande eres;

Cómo es que tu joven árbol de nueva unidad,

Plantado hace 25 años,

Lleva hoy el fruto dorado de la victoria” (op. cit.).

Cualquiera que hable públicamente de este aspecto crucial de la historia personal del Presidente es inmediatamente catalogado de racista. ¡Pero ésta es la verdad!

Davis, el mentor del Sr. Obama, albergaba un odio especial por Winston Churchill. Davis dijo: “De la única gente que habla Churchill es de la gente blanca del imperio británico”, y dijo que Churchill quería que EE UU se le uniera para forzar a “todos los demás países a la sumisión”. ¡Esa es una mentira monstruosa! Churchill fue probablemente el líder mundial más grande del siglo xx, y los frutos lo demuestran. Pero después que el Sr. Obama tomó el cargo se deshizo del busto de Winston Churchill en la Casa Blanca, que le había prestado Gran Bretaña a EE UU. Este fue un gran insulto para los aliados británicos de Estados Unidos. Al parecer el Presidente realmente cree las enseñanzas de Davis contra Churchill.

El abuelo materno del Sr. Obama, Stanley Dunham, fue quien le presentó a Davis buscando en “Davis la figura paterna y modelo a seguir que a Obama le faltaba en el hogar” (ibíd.). Así que él necesitaba una figura paterna. También la tuvo en Jeremiah Wright.

El Dr. Kengor escribió en su libro The Communist: Frank Marshall Davis—the Untold Story of Barack Obama’s Mentor (El comunista: Frank Marshall Davis—la historia no contada del mentor de Barack Obama): “En 1995, un aspirante político llamado Barack Obama publicó una autobiografía llamada Los sueños de mi padre. Allí, Obama reconoció las personas que lo habían influenciado a través de su vida. Entre las influencias más prominentes estaba la figura que Obama reconoció cautelosamente solo como ‘Frank”; refiriéndose a Frank Marshall Davis, su mentor.

El Sr. Obama no es la persona que la mayoría piensa que es. Él tiene una personalidad manufacturada que él quiere que usted vea.

Es impresionante ver cuánto y qué tan a menudo el gobierno de [EE UU] es descubierto por ser engañoso. Todo gira alrededor del engaño. Los estadounidenses prácticamente han llegado a aceptar esto como un hecho de la política hoy; ¡pero esto es profundamente perturbador y tendrá consecuencias peligrosas!

La Agenda

El principal candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, ha criticado fuertemente al presidente Obama por el acuerdo nuclear con Irán, y por otros asuntos. Él dijo: “El Presidente es totalmente inepto, a no ser que tenga una agenda”. Bueno, permítanme decirles, él tiene una agenda, ¡y la está usando para llevar a este país a su muerte!

Hoy vemos y oímos grupos de izquierda radical coreando, “No se puede detener la revolución”. Súmele la dinámica explosiva de dividir nuestras razas. ¡La gente se está preparando para el derrocamiento violento del
sistema estadounidense!

Note cuán viciosamente están ellos atacando a la policía de EE UU, la última línea de defensa de la nación. ¡Después de eso viene el caos violento y la anarquía!

Greta Van Susteren de Fox News reportó en agosto pasado acerca de varios asesinatos recientes de oficiales de policía. Ella enseñó cerca de 20.000 nombres grabados en piedra en el National Law Enforcement Memorial, y ella llamó al presidente para que fuera al memorial y mostrara apoyo a los oficiales de policía y sus familias. ¿Por qué no oímos de él? Docenas de policías están siendo asesinados. ¿Por qué el Presidente no habla sobre este tema? Cuando un policía blanco mata a un rufián negro que estaba tratando de matarlo en Ferguson, Missouri, el Presidente crea un furor. Pero cuando la policía está siendo acribillada, él no dice nada.

El Sr. Obama seleccionó Al Sharpton como su enviado a Ferguson para denigrar al policía blanco incluso antes que éste fuera juzgado. Y al final, hasta el fiscal general admitió que el policía sí tenía justificación para haberle disparado a Michael Brown. Pero aun así la gente corre por ahí diciendo, “¡Manos arriba! ¡No dispare!”

En Baltimore, las autoridades están trabajando duro para condenar a los policías involucrados en la muerte de Freddie Gray. Aunque este hombre era un adicto y traficante de drogas con un largo historial delictivo. Si estas personas de verdad están buscando justicia, ¿por qué van contra la policía?

¿Qué sucederá cuando la policía haya quedado impotente y el ejército no esté preparado? Una vez que los policías estén incapacitados y no puedan hacer nada, no pasará mucho tiempo antes de que las ciudades ardan (Isaías 1:7). Incluso si los manifestantes no saben nada del comunismo o la izquierda radical, ellos están siendo provocados por la izquierda radical, los comunistas y aquellos que saben cómo fomentar disturbios.

Todo eso es parte del plan de la izquierda para destruir la policía. ¡Uno no puede tomar el control del gobierno y mantenerlo a menos que se deshaga de la policía que es leal al sistema!

Otra pregunta: ¿Por qué motivo el Presidente liberó a 200.000 inmigrantes ilegales, algunos de los cuales son violadores, ladrones o hasta asesinos? Semanal o mensualmente, algún inmigrante ilegal mata a un ciudadano estadounidense. ¿Por qué alguien querría dejar a estas personas, que ni siquiera deberían estar aquí, andar por las calles y cometer crímenes, a menos que haya una agenda?

La política exterior de Estados Unidos también es incomprensible—a menos que haya una agenda. Simplemente tome el ejemplo de Egipto. El presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi ha salido públicamente y le ha dicho a los líderes islámicos en su país ¡que purguen el radicalismo de su religión! Eso es cierto, ¡y se necesitó coraje! ¿Pero cómo respondió EE UU? ¡Washington cortó toda ayuda militar para al-Sisi! ¿Por qué el Presidente haría eso a menos que tuviera una agenda? Algo está enfermo y diabólico aquí. Sin duda deberíamos ser capaces de reconocer eso. Está profetizado en la Biblia que Egipto se alineará con el movimiento terrorista iraní. (Solicite nuestro folleto gratuito El Rey del Sur). ¡Y EE UU juega un papel importante en hacer que eso suceda!

Por supuesto que hay una agenda, y es mala para EE UU. ¡Es tiempo de que el pueblo estadounidense despierte! ¿O es ya demasiado tarde? El profeta Oseas dice que nosotros permitimos ser “mezclados con extranjeros. (…) Extranjeros devoran su fuerza y no lo sabe” (Oseas 7:8-9; traducción Moffatt). Extranjeros están devorando la fuerza de EE UU; y ni siquiera nos hemos dado cuenta de ello porque hemos abandonado a Dios.

Es increíble ver cuán pocas personas realmente hablan de lo que está sucediendo. Nuestra gente está enferma en su razonamiento y son débiles de corazón (Isaías 1:5). Cuando ven algo
temible, ¡tienen miedo de enfrentarlo!

La verdadera fuerza detrás del comunismo

Debemos conocer a nuestro enemigo con el fin de entender lo que está sucediendo en EE UU.

Apocalipsis 12:12 revela que Satanás es el que está detrás de todo esto. El diablo está lleno de ira, ¡y él ha obtenido el control del gobierno de esta nación! Él controla la izquierda radical; los frutos lo demuestran. Estas personas quieren tumbar el sistema. Ellos están engañados (versículo 9).

Nuestra gente no entiende la Biblia como lo hacía antes. Ellos no entienden las muchas escrituras acerca de Satanás el diablo. Él tiene su agenda en contra de EE UU, la cual prevalecerá.

Mire lo que Dios dice acerca de esta tendencia por medio de profeta Ezequiel: “Haz una cadena, porque la tierra está llena de delitos de sangre, y la ciudad está llena de violencia. Traeré, por tanto, los más perversos de las naciones, los cuales poseerán las casas de ellos; y haré cesar la soberbia de los poderosos, y sus santuarios serán profanados” (Ezequiel 7:23-24). Esta profecía es acerca de EE UU (para probar esto, solicite nuestro libro gratuito Ezekiel: The End-Time Prophet) [Ezequiel: El
profeta del tiempo del fin, disponible solo en inglés].

“El rey se enlutará, y el príncipe se vestirá de tristeza, y las manos del pueblo de la tierra temblarán; según su camino haré con ellos, y con los juicios de ellos los juzgaré; y sabrán que yo soy el Eterno” (versículo 27). ¡Dios culpa al pueblo por sus pecados, no a los líderes! Estados Unidos está lleno de pecados; ¡y el mundo entero los ve! El líder puede llevarnos a la destrucción, pero Dios culpa al pueblo.

Los problemas de Estados Unidos son un resultado directo de los pecados de Estados Unidos. Ningún candidato político va a “hacer a EE UU grande de nuevo”, ¡no importa lo que la gente piense! Me gustaría ver que eso sucediera pero no va a pasar en esta era. ¡Todos tendrán que reconocer esta verdad antes que pase mucho tiempo! Dios hará que EE UU sea grande de nuevo en el Mundo de Mañana. Él va a resolver nuestros problemas; a pesar de nuestra rebelión. Él salvará a EE UU —y al mundo— al retorno de Jesucristo; esto es lo que sucederá inmediatamente después que todas estas crisis lleguen a su clímax.

Vea el final del versículo 27: todo el castigo que está viniendo sobre nosotros tiene el propósito de traer la gente de regreso a Dios. Esas son buenas noticias porque al final, ¡la gente va a conocer a Dios